METAIRIE, La. -- Jrue Holiday no pudo ocultar su entusiasmo después de su primera práctica con los New Orleans Pelicans esta temporada.
Holiday pasó los tres últimos meses atendiendo a su esposa, Lauren, quien dio a luz a dos niñas en septiembre pasado y tuvo que someterse a una cirugía un mes después para extirpar un tumor benigno en el hemisferio derecho del cerebro.
Holiday dijo el jueves que está “emocionado” de jugar su primer duelo esta temporada, el viernes, contra los Portland Trail Blazers. Pero está más emocionado porque la recuperación de su esposa es suficientemente buena para que ambos se sientan cómodos con la decisión de su retorno a la duela.
Al cuestionarle por qué regresa en este momento, Holiday dijo: “Porque mi esposa dijo que podía”.
“Fue para ver en qué punto de la recuperación estaba mi esposa, ella está bien, mi hija está creciendo y nuestras familias están ahí para ayudar en lo que sea necesario. Me siento cómodo para regresar y dejarlos, ya sea en una gira o lo que sea. Tan duro como es, otra vez, estoy realmente emocionado”, comentó.
Lauren Holiday, antes Lauren Cheney, fue integrante del equipo de futbol de Estados Unidos por mucho tiempo.
Respetuosamente, Jrue Holiday se negó a ofrecer detalles de la condición que guarda su esposa o dónde se quedarán ella y su hija, Jrue Tyler Holiday, durante la temporada. Holiday, de 26 años, dijo que ‘FaceTime’ le permitirá ver los progresos de ambas mientras se encuentre de gira con los Pelicans.
Los Holidays descubrieron la condición médica de Lauren este verano. Se reubicaron en Raleigh, en Carolina del Norte, cerca de la Universidad de Duke, donde se encuentran los especialistas que realizaron la cirugía.
“Mi esposa tenía cuatro o cinco meses de embarazo y, de repente, descubrió que tenía el tumor”, dijo Holiday. “Porque tenía a otra persona dentro de ella, obviamente, hay cosas que ella no podía hacer para saber qué tipo de tumor era o qué tan grave”.
Holiday dijo que fue capaz de ver a la gente “como es realmente” y la reacción de los fanáticos y la organización de los Pelicans lo hicieron sentirse bendecido. Agregó que su equipo, del que siempre recibió apoyo y con el que siempre estuvo en constate comunicación, está abierto a que tome un día libre si así lo necesita.
“Ella tiene fanáticos increíbles que le dieron apoyo a través del soccer internacionalmente y de su fe. Quiero decir, sólo en Twitter, cada día, la gente le decía que estaba rezando por ella. Mucha gente, desde que regresé, no me pregunta cómo estoy, pregunta cómo está mi esposa y eso es increíble para mí, me muestra la gente tan increíble que hay alrededor de nosotros”, comentó el jugador.
El coach de Pelicans, Alvin Gentry, señaló que hay posibilidades de que Holiday, titular regular, no inicie en el lineup del viernes en tanto se aclimata a las condiciones del juego. Gentry agregó que hablará de la situación con su jugador.
“Va a estar bien, obviamente, le va a tomar un poco de tiempo recuperar su ritmo en el juego, creo que está en muy buena condición, pero tienes que participar y estar en los juegos para tener el ‘timing’”.
Holiday mantuvo la condición gracias al trabajo que realizó con el coach asistente, Jamelle McMillan, y otro coach con el que trabajó en el acondicionamiento y fuerza mientras estuvo alejado del equipo.
La marca de 2-10 de los Pelicans los mantiene en el último lugar de la Conferencia Suroeste, pero Holiday dice que está motivado con lo que ha visto del equipo.
“No creo que nuestro récord muestre qué tan buenos somos”, dijo Holiday. “Creo que hemos hecho un gran esfuerzo y han habido juegos en los que hemos estado cerca de ganar al final, pero no resolvemos algunas cosas para asegurar el triunfo. Haré lo que necesiten que haga, si es echarles porras, llevar el Gatorade, jugar la defensiva, lo que sea, estoy ahí para ayudar”.
En sus primeras dos temporadas, Holiday sólo participó en 74 juegos con New Orleans debido a lesiones en la pierna derecha, pero en un gran calendario 2015-16, promedió 16.8 puntos y seis asistencias para un elevado rating de eficiencia de 19.7, en 65 juegos. Su campaña se cortó luego de que se fracturó la pared orbital del ojo derecho durante un juego.
“Estoy muy emocionado. Al final, mis compañeros de equipo están siempre ahí, mi compañeros y los Pelicans siempre estuvieron ahí. Estoy feliz de volver y pelear por ellos así como ellos me apoyaron”.