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All-Star no sirve para reconciliara a KD y Westbrook

NUEVA ORLEANS — La oportunidad de una reconciliación entre Russell Westbrook y Kevin Durant estuvo presente, pero no fructiferó.

Steve Kerr les colocó juntos sobre la duela durante menos de un minuto y medio en la primera mitad. Ambos conectaron una gran jugada después de que el alero de Golden State Warriors pusiera un balón alto a su excompañero para que éste clavara el esférico. Lo hizo de manera excelente y los flashes brillaron más que nunca. Parecía una conexión perfecta, un motivo más para que la relación viviera un último capítulo y saliera reforzada.

Nada de eso.

“Sí, me lanzó el pase alto. Eso es todo lo que sucedió. Sólo me dio un pase alto. Es básquetbol, sólo eso”, aseguró con frialdad Westbrook.

El base de Oklahoma City Thunder no dio su brazo a torcer y cerró la puerta a cualquier acercamiento con Durant. Un reportero insistió en si se dieron la mano tras la jugada y Westbrook fue aún más categórico.

“¿Lo viste?”, preguntó retóricamente.

Durant tampoco mostró entusiasmo ante la jugada y contestó la pregunta con la misma frialdad.

“Sí, fue una buena jugada. La atrapó bien. Buena finalización”, respondió.

Aunque ninguno de los dos estuvo especialmente movido por la acción en cuestión, lo cierto es que cuando ésta se produjo, el banquillo de la Conferencia Oeste la celebró como ninguna otra. Kerr fue testigo de aquella reacción que incluyó lanzamiento de hielo y agua para, nunca mejor dicho, romper el hielo.

“Fue gracioso con todo lo que se estuvo hablando antes del partido. Supongo que es parte de la belleza del partido. Que se rompa el hielo. Eso lo rompió y los chicos se rieron de ellos. Creo que DeMarcus (Cousins), DeAndre (Jordan) y Draymond (Green) fueron los incitadores. Fue un momento divertido. Los dos son grandes chicos y es básquetbol. Los jugadores van a tomar decisiones, se irán o serán transferidos, es parte de esto”, apuntó un Kerr que afirmó no haber prestado atención a cuántos minutos estuvieron juntos sobre la duela o a por qué no les dio otra oportunidad de juntarse tras el descanso.

En total, estuvieron juntos sobre la duela un total de 82 segundos que dejaron una instantánea insuficiente para los que deseaban que un acercamiento.

Momentos no faltaron. Desde encuentros esquivados en el túnel de vestuarios y en la duela tanto en la práctica del sábado por la mañana como el calentamiento previo al encuentro, hasta el lógico en vestuarios y durante un fin de semana plagado de eventos comunes en los que ni se miraron. Nada logró limar asperezas. En este punto da la sensación de que el paso del tiempo es la única esperanza en este asunto que, al menos, tendrá otro capítulo esta temporada:

El 20 de marzo en el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma.