DALLAS – Dirk Nowitzki y José Juan Barea salieron satisfecho del American Airlines Center, después de convivir y compartir equipo con Tony Romo todo el día.
Ambos jugadores son los únicos en el vestidor que vivieron como Dallas Mavericks la década completa en la que Romo fue el quarterback y líder indiscutible de los Dallas Cowboys, la franquicia deportiva insignia de la región.
“Fue un día divertido", dijo Nowitzki, quien este miércoles terminará su temporada 18 con los Mavericks. “Fue un gran día para él y para nosotros estar juntos en el equipo. Todo fue divertido, desde esta mañana en el entrenamiento. Estoy seguro que él lo disfrutó también".
Nowitzki aseguró estar sorprendido por el nivel de juego de Romo, mucho mejor que el anticipado por él y el resto de sus compañeros.
Romo no pudo jugar debido a reglas de la NBA y el Sindicato de Jugadores, a pesar de que los Mavericks pretendían firmarlo con contrato por un día para hacerlo elegible para el último partido de la temporada en casa, que este martes perdieron contra los Denver Nuggets.
El ex mariscal de los Cowboys sólo pudo practicar y calentar con ellos antes del partido, a pesar de que la gente pedía de pie y a gritos su ingreso a la duela.
“Tiene más juego del que pensé", reiteró Nowitzki. “Hizo algunos buenos movimientos en el entrenamiento y dio buenos pases. Fue bueno honrarlo. La multitud estaba encendida. Lo merece. Significa demasiado para Dallas y para la escena deportiva en esta región".
“Ha sido grandioso para la comunidad dentro y fuera del juego durante mucho tiempo", agregó Nowitzki.
Romo perteneció durante 14 temporadas a la organización de los Cowboys, el único equipo para el que jugó en la NFL.
“Terminar así su carrera en Dallas es buenísimo para él y para la fanaticada", dijo el guardia de los Mavericks José Juan Barea. “Él ha sido muy buen ejemplo para esta ciudad. La fanaticada lo quiere mucho, la de los Cowboys y la de nosotros".
“Para nosotros fue una tremenda experiencia también“, añadió. “Ha sido un día muy especial".
Barea, quien llegó a los Mavericks por vez primera en el 2006, dijo que Romo se había comportado durante todo el día como cualquiera del resto de los jugadores.
“Vino a disfrutar, aprender como nosotros hacíamos las cosas y ha sido un buen día“, señaló. “Él es la cara de este equipo desde que yo he estado en esta ciudad“, consideró Barea. “Es un gran ejemplo para la juventud por eso lo quieren tanto en esta ciudad. Yo sabía que la gente iba a ovacionarlo así. La gente aquí quiere mucho a los jugadores como él. Yo sabía que iba a ser así".