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En medio de los festejos, los Warriors piensan en el futuro

Getty Images

SAN FRANCISCO -- El área de La Bahía despertó este martes de un sueño para darse cuenta de que se había convertido en realidad.

Los Golden State Warriors recuperaron el campeonato que 358 días antes habían perdido ante los Cleveland Cavaliers, en una de las remontadas más impresionantes de todos los tiempos para cualquier deporte.

Fue el segundo título de Golden State en tres años y la gran diferencia fue que se logró con mucho mayor autoridad y a simple vista menos dificultad que el primero, en el 2015, también sobre estos mismos Cavaliers.

“Sólo era cuestión de tiempo", consideró Raúl Robles, un mexicano residente del área de La Bahía, quien vestía una playera conmemorativa del campeonato de los Warriors mientras caminaba por Union Square en San Francisco.

La celebración oficial será el jueves, con un macro desfile por las principales calles de Oakland, para el que autoridades y medios de comunicación locales ya estaban advirtiendo sobre horarios, rutas y precauciones a seguir.

Pero los festejos extraoficiales se prolongaron desde que terminó el Juego 5 el lunes por la noches y casi todo el martes.

El propio Kevin Durant, Jugador Más Valioso de las Finales, tuvo que salir a celebrar un rato en el estacionamiento del Oracle Arena a petición de cientos de aficionados.

En todos los rincones de San Francisco, incluyendo centros comerciales y aeropuertos, la gente pasaba con mercancía alusiva a los Warriors, aunque no fuera sobre el nuevo campeonato. Eso incluía a personas que a simple vista parecían de muy escasos recursos y de cualquier edad.

“Estamos orgullosos de nuestro equipo", dijo Estela Martínez, oriunda de El Salvador. “Nos han dado muchas satisfacciones durante los últimos años".

Atletas profesionales de otros deportes del área de La Bahía, como el linebacker de los San Francisco 49ers, NaVorro Bowman, o el quarterback de los Oakland Raiders, Derek Carr, oriundo de Bakersfield, California y egresado de la Universidad de Fresno, expresaron de manera pública su orgullo y motivación, al ver a sus colegas basquetbolistas coronarse en la NBA.

“Me hizo querer salir y trabajar aún más para tratar de ganar mi primer anillo", dijo Bowman este martes en el minicampamento a la prensa que cubre a los 49ers.

Bowman y Durant son amigos desde la infancia, ya que crecieron juntos en el mismo vecindario en Maryland.

“Sólo ver la alegría en sus ojos y los de su mamá, me motivó aún más", agregó Bowman. “Él siempre me motivó para llegar a este punto. Anoche me motivó aún más".

La gran mayoría, dentro y fuera del área de La Bahía, considera que los Warriors tienen todos los ingredientes para convertirse en una dinastía; en especial por el gran talento que tienen entre titulares y suplentes, así como la juventud de su lado.

El problema, como sucede en todos los deportes profesionales, es que cada victoria, cada triunfo en postemporada y por supuesto campeonato hace que sus jugadores se revaloren cada vez más caros.

Ese será el principal reto durante los próximos meses y tal vez años para la gerencia general, encabezada por Bob Myers, tratar de mantener junto al equipo y reforzar conforme haya necesidad.

Así sucedió durante el receso de temporada pasado, cuando los Warriors vieron partir a Harrison Barnes hacia los Dallas Mavericks, para reemplazarlo con el entonces agente libre Kevin Durant.

Las prioridades deben ser darle su contrato por cinco años y muy probable 205 millones de dólares a Stephen Curry y que Durant no sólo tome su opción contractual que tiene con los Warriors para la próxima temporada, sino que firme el máximo permitido para un veterano como él, de cuatro temporadas y 152 millones de dólares.

Además de Curry y la gran posibilidad de que Durant se convierta en agente libre y firme otro contrato por una temporada con Golden sólo para negociar a largo plazo durante la próxima temporada, también Andre Iguodala, Shaun Livingston, Zaza Pachulia, Ian Clark, JaVale McGee, Matt Barnes y James Michael McAdoo podrán salir al mercado, si así lo desean.

Klay Thompson, Draymond Green, Kevon Looney, Damian Jones y Patrick McCaw tienen contratos asegurados para la próxima temporada, además de la opción de Durant por 27.7 millones de dólares en el 2017-18.

Durant reiteró a lo largo de la postemporada, que estaría dispuesto a sacrificar dinero para que los Warriors puedan continuar con la gran mayoría de los jugadores que vislumbran una de las más grandes dinastías en la historia de la NBA.

“Yo aprecié desde el día 1 el tipo de gente que tenemos aquí, desde arriba hasta abajo“, dijo Durant, de 28 años. “uUo tiene que sacrificarse y debe poner a tus compañeros arriba de ti algunas veces".

“Así que el campeonato sólo es la cereza hasta arriba del pastel", añadió.

Por lo pronto, Oakland, San Francisco y toda la Bahía de California seguirá el festejo hasta que pase el desfile y muy probable durante todo el fin de semana siguiente.

Y los jugadores tendrán tiempo para decidir si aceptan o no la invitación a la Casa Blanca, para recibir un homenaje presidencial.