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Blake Griffin genera ilusiones y dudas por igual

El canje de Blake Griffin de los LA Clippers a los Detroit Pistons dejó más preguntas que respuestas como aperitivo de lo que seguramente será un 8 de febrero caótico en el plazo límite para canjes. Pero la más importante de todo, la incógnita que toda Latinoamérica unida quiere resolver, es si Kendall Jenner seguirá de novia con Blake ahora que él se mudará de Los Ángeles al frío gris de Detroit, la ciudad más anti-Hollywood que te puedas imaginar.

Griffin se había hecho a la idea de que estaría en LaLa Land con un contrato a largo plazo por cinco años y 171 millones de dólares. Él pensaba que sería el pilar del renacimiento de los Clippers, una estrella que hasta hizo su debut como actor este año en la película “The Female Brain”. Ese largometraje saldrá en los cines el 9 de febrero, el mismo día que los Pistons…enfrentan a los Clippers en Detroit. El destino es cruel.

En resumen: Blake Griffin fue canjeado por primera vez en su carrera como profesional a un equipo que está noveno en la Conferencia Este a dos juegos y medio de los Philadelphia 76ers, se quedó sin alfombra roja para su primer película y potencialmente sin novia otra vez. La lección, como siempre, es ¡mantente lejos de las Kardashian! Me sentiría mal por él sí, ya sabes, él no tendría 171 millones de razones para ver al vaso medio lleno.

Hablando de razones para ser optimistas y/o pesimistas, repasemos lo bueno y lo malo de este mega canje no solo para #BlakeSoltero2018, sino que para las dos franquicias que hipotecaron sus respectivos futuros con una apuesta tan riesgosa como prometedora.

LO BUENO Y LO MALO PARA LOS PISTONS

Detroit está en su etapa de luna de miel con Blake Griffin. Todo es posible, el futuro es prometedor con visiones del cuarto anillo de campeón de la historia de la franquicia y con Griffin forjando su lugar en el olimpo de los Pistons junto a otros grandes jugadores que cuentan con su número retirado como Isiah Thomas, Dennis Rodman y Chauncey Billups, entre otros. Sin embargo, del dicho al hecho hay mucho trecho.

Lo positivo de este canje para los Pistons es que le otorga esperanza a una afición que no ha tenido mucho para celebrar desde que su equipo avanzó a las Finales de la Conferencia Este en el 2008. Desde aquel entonces, la última década ha incluido cero victorias en las dos ocasiones que clasificaron a los playoffs y seis de los últimos siete años viéndolos por TV.

Griffin llegará a una franquicia que ha decidido cambiar su identidad a mitad de camino resignando ser la séptima mejor defensa de la NBA para evitar seguir siendo una de las seis peores ofensivas de la liga. Para poner las cosas en contexto, los Clippers fueron el espejo de los Pistons esta temporada al contar con el octavo ataque más potente y una de las 10 defensas más endebles.

En un mundo ideal, Griffin une fuerzas con Andre Drummond para ser una versión potenciada de lo que Anthony Davis y DeMarcus Cousins solían hacer en Nueva Orleans antes de la lesión de Cousins con el agregado de que Griffin también puede ser un base-pivot orquestando posesiones como armador cuando así lo disponga su entrenador Stan Van Gundy.

De esa manera, Detroit supera a los Sixers, a los Milwaukee Bucks y a unos Washington Wizards que se colapsan sin John Wall para terminar sextos en la Conferencia Este. Luego se enfrentan a los Cleveland Cavaliers en la primera ronda y las dos torres de los Pistons son vitales para dar el batacazo.

El problema es que Griffin nunca ha demostrado que puede ponerse una franquicia al hombro y nunca superó la segunda ronda de los playoffs con Chris Paul a su lado. Además, sus últimas dos postemporadas terminaron de forma prematura por lesión.

Como si eso fuera poco, Detroit mandó a su mejor defensor (Avery Bradley) y a su mejor francotirador (Tobias Harris) para adquirir a un jugador de renombre que ha visto a su porcentaje de efectividad en tiros de campo bajar al 44.1 por ciento sin Paul. Ese sería el peor porcentaje de su carrera, y ni siquiera el eventual regreso de un Reggie Jackson lesionado se aproximaría a lo que es CP3.

La pregunta del millón es si Griffin puede elevar a los Pistons de la mediocridad, o si el limbo es donde tanto él como su equipo van a pertenecer.

LO BUENO Y LO MALO PARA LOS CLIPPERS

Nunca es bueno tener que librarte de un jugador en su plenitud al que formaste y convertiste en una estrella durante casi una década , pero al menos ahora sabemos cuál es el rumbo que la franquicia ha decidido tomar: Sacrificio a corto plazo para obtener potenciales recompensas a largo plazo.

DeAndre Jordan probablemente se marchará dentro de unos días como parte de otro canje rimbombante, pero Lou Williams debería quedarse y los Clippers deberían intentar retenerlo como agente libre este verano para que él sea uno de los referentes del equipo durante la reconstrucción. Williams recibiría su dinero y una oportunidad única en su carrera y los Clippers lograrían satisfacer el deseo de su dueño, Steve Ballmer, el cual es no destruir todo ni ser los peores de la NBA en el 2019.

Esa receta es similar a la del Miami Heat tras la partida de LeBron James en el 2014 cuando se quedaron Chris Bosh y Dwyane Wade. Miami llegó a la segunda ronda de los playoffs en el 2016 aun sin Bosh.

Será cuestión de ver si la estructura organizacional de un equipo que siempre ha sido considerado como el hermano menor de los Lakers puede navegar las aguas turbias que se avecinan sin hundirse.