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Marc Gasol reconoce la dureza vivida en rescate de migrantes en el mar

Con el corazón encogido, con una mirada entre triste e indignada y un discurso tan sereno como terriblemente duro, Marc Gasol reconoció este sábado en la isla de Ibiza la “dureza” vivida en el Mediterráneo.

Embarcado en una misión de rescate de la ONG Open Arms, el pivot de los Memphis Grizzlies descubrió en primera persona algo que conocía por imágenes televisivas pero cuyo impacto le debió sobrepasar.

Gasol mantiene clavada “la imagen de un niño pequeño que parecía dormido... ¿Cómo puede ser posible que exista una persona en el mar capaz de dejarles atrás? Necesito que alguien me responda, como ciudadano, como ser humano, porque no entiendo cómo alguien es capaz de hacer algo así”, explicó Marc, con la voz serena pero entrecortada, minutos después de desembarcar tras varios días en el mar.

“¿Cómo puede ser posible?”, repitió, firme, el deportista español, “cómo se deja atrás a una mujer viva y a un niño, porque cuando llegamos acababa de morir... Necesito que alguien me responda”, seguía lamentando mientras una mujer, de nombre Josefa, era trasladada a un hospital de la isla de Ibiza, tres días después de que los dos barcos de ‘Open Arms’ fueran rechazados por las autoridades italianas a atracar en uno de sus puertos.

Marc Gasol conoció hace un año a Oscar Camps, director de ‘Open Arms’ y cuyo relato le impactó del tal manera que se comprometió, de manera personal, en colaborar personal y directamente con la labor de rescate que lleva a cabo en el Mar Mediterráneo una ONG que cuenta por centenares el rescate de migrantes que huyen de la miseria o la guerra en África y que, en gran número, mueren ahogados en el mar, abandonados cuando no dejados morir por guardacostas.

El pivot español de los Grizzlies compartió unos minutos con ESPN.com antes de embarcarse en una misión de rescate en los que admitió “desconocer” hasta qué punto podría impactarle lo que iba a vivir en primera persona. Gasol, en aquella charla, se mostró “convencido” absolutamente del paso que iba a dar y entendía “positivo” que su imagen pudiera ampliar en la medida de lo posible ante la opinión pública.

La experiencia, su semblante lo dejó claro, fue terriblemente impactante. Relató la jefa de la misión, Anabel Montes, al lado de Marc, que durante la noche del 16 al 17 de julio se mantuvieron pendientes de llamadas desde un mercante de nombre ‘Triades’ los guardacostas libios advirtiéndoles del peligro de hundimiento de una embarcación repleta de inmigrantes.

Los dos barcos de la ONG se dirigieron hacia el lugar atendiendo a las últimas coordenadas que se conocían y al llegar encontraron solamente los restos de la embarcación, flotando en el mar, con tres cuerpos, del cual solamente uno daba signos de vida y que fue sacado del agua a toda prisa por los voluntarios.

“El cuerpo es el de Josefa, está con vida, aguantándose con el codo y luchando por su vida”, recordó Gasol... “Al lado está esa imagen indescriptible de un niño pequeño que parece dormido”, siguió relatando el deportista español, con tanta entereza como rabia al conocer que se trataba de un niño, fallecido, que no tendría más de 6 años de edad y al lado de otra mujer “con el cuerpo corroído por la gasolina y la sal del mar que generan un ácido que provocan esas quemaduras”, de acuerdo con la jefa de la misión.

De vacaciones en casa, Marc Gasol no tuvo ni un minuto de duda en decidir tomar parte en primera persona de una misión de salvamento para conocer directamente la tragedia de los migrantes en el Mediterráneo. Cuando, antes de embarcarse, charló con ESPN afirmó estar preparado para lo que podía encontrarse en el mar. De regreso a puerto descubrió a través de su discurso y su mirada que la tragedia es infinitamente mayor de lo que todos podamos sospechar.