LA MOCHILA DE HELLO KITTY propiedad de Luka Doncic raramente ha sido visto dentro del American Airlines Center, muy a pesar de las reglas existentes para los novatos de los Dallas Mavericks.
Durante la temporada pasada, Dennis Smith Jr. cargaba con una variedad de sus bultos con motivos infantiles a cada arena, un rito inofensivo de iniciación para novatos compartido entre los Mavericks y muchos equipos de la NBA.
Sin embargo, ¿por qué se relajaron las reglas en el caso de Doncic, quien lleva las suyas solamente cuando el equipo va de gira?
"Debes preguntarle a J.J. Barea", expresó el base de los Mavericks Devin Harris. "J.J. le dio permiso".
El escolta Wesley Matthews, mitad en broma, acusa a Barea de ser "suave" con Doncic, diciendo que el base boricua es permisivo con el novato, que jugó durante seis años en España, porque "ambos hablan español, escuchan juntos a Bad Bunny y todas esas cosas".
Sin embargo, Barea estima que Doncic se ha ganado ese tratamiento especial debido a su experiencia profesional y producción. "Es un novato diferente", dice Barea, encogiéndose de hombros. "No seguirá las reglas a la perfección, pero se muestra tranquilo al respecto".
Doncic, de 6 pies y 8 pulgadas de estatura, posee una rara mezcla de estatura, destrezas e inteligencia, todos elementos esenciales para que el esloveno se haya convertido en el Jugador Más Valioso más joven de todos los tiempos en la Euroliga, mientras lideró al Real Madrid hasta llevarlo al título de la temporada pasada, a la edad de 18 años. No obstante, ha sido la combinación mostrada por el joven de alegría y confianza ha maravillado a sus compañeros veteranos, que han adoptado la idea de que Doncic se ha convertido, rápidamente, en el rostro (de bebé) de la franquicia.
En este momento, el mayor defecto de Doncic podría ser su afición por lo espectacular, lo cual incide en que éste se ubique en el Top 10 de la NBA en balones perdidos, con un promedio de 3.5 por partido. Es adepto a cazar jugadas dignas de aparecer en los resúmenes de televisión, particularmente a la hora de pasar. Podría hacer que el entrenador de los Mavericks Rick Carlisle enloquezca cuando Doncic intenta un alley-oop a toda velocidad, fuera del cristal en pleno tráfico de transición, pero Carlisle ha aceptado que esto forma parte de lo que representa el juego de Doncic.
"Cuando tienes a un jugador con la clase de sensación que tiene por el juego y habilidad creativa, hay que darle espacio suficiente para que éste pueda aprovechar sus dones, por una parte", dice Carlisle, quien aprecia la "vibra positiva" con la cual juega Doncic y la confianza que demuestra, producto de años de experiencia.
"Aunque, por otro lado, hay que crear la suficiente estructura para que él pueda jugar bien con el grupo".
Doncic es "El Matador", apodo acuñado por el entrenador de desarrollo de jugadores de los Mavericks Mike Procopio, como un gesto en deferencia a la afición por el espectáculo del esloveno, aparte de sus raíces españolas. Ese gusto por las exhibiciones circenses podría causar frustraciones ocasionales; pero vamos, los Mavericks, con récord 15-14, se están divirtiendo jugando con Doncic, después de dos largas y miserables temporadas en las cuales los playoffs no eran más que un sueño inalcanzable.
"Él será quien es", dice Matthews. "Para bien o para mal, así es él. Tiene esa especie de aura de (Manu) Ginóbili. Puedes convivir con algunas de esas cosas porque, más veces que no, conseguirás algo sumamente bueno".
A pesar de ello, Carlisle llamará al receso ocasional para ladrarle a Doncic luego de que una decisión de alto riesgo termina saliendo mal. Por ejemplo: Carlisle pidió un receso a principios del primer periodo del partido del 24 de noviembre en el cual Dallas se impuso a los Boston Celtics, siendo la primera ocasión en la cual Doncic fue el base titular, debido a que Smith estaba en la banca por molestias en la muñeca derecha. Doncic deslumbró en los primeros minutos, entregando tres asistencias a sus compañeros que convirtieron triples abiertos, además de anotar uno por cuenta propia. Después, se puso codicioso.
Doncic intentó conseguir un pase de Barnes en la pintura, lo cual fue fácilmente capturado por los Celtics. Terminó en un triple en transición por parte del rival y en un receso pedido por Carlisle, quien mostró su enfado hacia Doncic a medida que el técnico avanzaba con fuerza hacia la cancha. Doncic, como es usual, no se inmutó ante las críticas a todo volumen, respondiendo parcamente mientras se dirigía, sin perder los papeles, de vuelta a la banca.
"Donnie Nelson tenía razón con respecto a Luka Doncic. Muchas otras personas, no la tuvieron" Rick Carlisle, entrenador de los Mavericks
"Algunos jugadores, si les gritas, retrocederán y mostrarán miedo. Él no tiene miedo", dice el pívot suplente de los Mavericks Salah Mejri, quien fuera compañero de Doncic en el Real Madrid cuando la estrella eslovena era un intrépido adolescente de 15 años. "Eso es algo bueno. Sigue jugando. A él no le importa eso. No es que no le importe ganar o perder. Simplemente, no le importa si la gente le grita o le dice qué hacer. Él piensa que sabe lo que debe hacer y que está al máximo nivel de su mi----. Excepto que, en ocasiones, se sale de la jugada".
Eso forma parte de la personalidad de Doncic: un carisma dentro de la cancha que limita con la arrogancia.
"Al final del día, solo es baloncesto", dice Doncic. "No veo mayor diferencia. Quizás la cancha sea más amplia, el juego más rápido, hay muchas súper estrellas, pero al final del día, solo es baloncesto".
"Sólo deseo disfrutar jugar al baloncesto".
EL NIVEL DE CALIDAD de Doncic fue el tema de un debate significativo entre los ejecutivos encargados de manejar personal en la NBA. Los escépticos no vieron mayor potencial de crecimiento en un prospecto tan perfeccionado. Y existían ciertas preocupaciones con respecto a la relativa carencia de habilidades atléticas de Doncic.
Aunque, debemos recordar, fue toda una estrella en la segunda mejor liga del mundo en los años durante los cuales los prospectos norteamericanos cursan secundaria.
"A los 17 y 18 años, ya estaba arrollando en Europa y eso no es nada sencillo", expresa el entrenador de los Rockets Mike D'Antoni, quien cuenta con dos décadas de experiencia como entrenador y jugador en Italia. "Simplemente, no haces algo así siendo niño, jugando contra hombres. No sabía la calidad que podía demostrar en la NBA, pero sin importar lo que decían, es algo real".
Los Mavericks se consideraron afortunados, al ver que los Phoenix Suns y Sacramento Kings decidieron no tomar a Doncic y que los Atlanta Hawks estaban dispuestos a negociarlo. (Una fuente indicó a ESPN que Igor Kokoskov, el entrenador de los Suns en su primer año y que ganó el título del EuroBasket en 2017 con la selección eslovena, "adoraba" a Doncic; no obstante, el técnico tenía mínima injerencia en la decisión de Phoenix con respecto a su primer puesto de selección en el draft). Dallas consideró a un puesto de selección protegido en el Top 5 un pequeño precio a pagar para así ascender dos posiciones y tomar a Doncic.
"Quizás existía la idea de que él contaba con un techo en su potencial", expresó el entrenador de los Kings Dave Joerger antes del encuentro dominical de su equipo contra los Mavericks. (Joerger se vio obligado a aclarar su comentario al día siguiente, diciendo que no tenía intenciones de criticar a la gerencia de Sacramento por haber optado por Marvin Bagley III en vez de Doncic). "No veo algo así, lamentablemente para nosotros. Sin embargo, es grandioso para ellos y (su presencia) es grandiosa para nuestra liga".
El presidente de operaciones de baloncesto de los Mavericks Donnie Nelson nunca tuvo dudas sobre Doncic. Le indicó a Carlisle a principios de temporada, cuando se hizo aparente que los Mavericks estaban a punto de conseguir un alto puesto en el draft de lotería, que Doncic era, por mucho, el mejor jugador disponible en el draft.
"Donnie Nelson tenía razón con respecto a Luka Doncic", dice Carlisle. "Muchas otras personas, no la tuvieron".
Un ejecutivo de un equipo de alto nivel proyectó que Doncic sería similar a Hedo Turkoglu, un alero creador que tuvo dificultades defendiendo y creando oportunidades para sí mismo. La percepción en dicho caso era que Doncic tendría suficiente calidad para ser una pieza base en un equipo contendor, más no para convertirse en su figura central. La realidad es esta: los números actuales de Doncic (promedio de 18.4 puntos, 6.7 rebotes y 4.9 asistencias por partido) se comparan favorablemente a la mejor temporada de la carrera de Turkoglu.
¿Quiénes son los únicos novatos de la NBA en ostentar promedios en su línea estadística de 18-6-4 durante las últimas cuatro décadas? Grant Hill, Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird. Y nunca una hazaña similar ha sido lograda por un adolescente. Los únicos delanteros adolescentes con promedio mínimo de 18 puntos por encuentro son Carmelo Anthony, LeBron James y Kevin Durant; y todos ellos han contado con porcentajes de enceste real significativamente menores al .558 de Doncic. El esloveno cuenta con la oportunidad de ser el único adolescente distinto a Anthony en liderar a un equipo clasificado a los playoffs en la categoría de anotación; y lo conseguiría con Dallas luchando por un puesto en la reñida Conferencia del Oeste.
"Teníamos esperanzas, pero a la vez éramos realistas", afirma Nelson, con respecto al impacto inmediato que causaría Doncic. "Uno realmente no sabe. Cuando se ve lo que hizo con el Real Madrid, aspiras que la transición sea rápida. No obstante, la mayoría de los novatos, especialmente los novatos que provienen del otro lado del charco requieren de por lo menos un año. Él ha irrumpido de forma inmediata".
"Para bien o para mal, así es él. Tiene esa especie de aura de (Manu) Ginóbili. Puedes convivir con algunas de esas cosas porque, más veces que no, conseguirás algo sumamente bueno" Wesley Matthews, sobre Luka Doncic
D'Antoni ha visto suficiente por parte de Doncic para declarar que se convertirá "en el peor de los casos, en un All-Star".
"Sólo va a seguir mejorando", dice D'Antoni, cuyos Rockets han perdido en dos ocasiones contra los Mavericks en noches en los cuales Doncic ha sumado más de 20 puntos. "No ha conseguido aún su cuerpo de hombre, por ello, Dallas debe estar sumamente contento".
Ese cuerpo, que podría ser descrito como pastoso, fue el mayor aspecto negativo visto en Doncic antes del draft. Es también la razón por la cual los Mavericks sentían que Doncic cuenta con amplio espacio para la mejora, asumiendo que éste puede mejorar su rapidez y movilidad si se sumerge en su programa de musculación y acondicionamiento físico, aspecto que no representa una prioridad dentro del baloncesto europeo.
Eso no ha ocurrido aún. Los Mavericks instruyeron a Doncic a descansar durante el verano, luego de jugar sin pausa entre septiembre y junio, tanto con la selección de Eslovenia como con el Real Madrid. Se reportó a Dallas a pocas semanas del inicio del campamento de entrenamiento, con varias libras por encima de las 228 contempladas en su ficha.
"Creo que estaba metido en un bote todos los días jugando Fortnite", dice el propietario de los Mavericks, el multimillonario Mark Cuban, refiriéndose a las vacaciones de verano de Doncic, en las cuales disfrutó de paseos en yate por las costas de Croacia. Doncic ha reducido la mayoría, si no todo, su peso extra mientras ha destrozado al resto de la NBA durante el primer tercio de la temporada regular. Sigue comiendo como un típico adolescente, a pesar de las sugerencias de su equipo a fin de tener mayor cuidado con su dieta.
"Está bien poder ir a McDonald's, pero tampoco quieres vivir metido allí", dice Nelson. "Esas son las cosas en las cuales estamos trabajando, pero se trata de una obra en progreso".
EL MATADOR ESTABA en su elemento la noche del 8 de diciembre.
El zumbido en el American Airlines Center se construyó con cada disparo que el novato anotó durante su reacción de un hombre ante los Houston Rockets:
El triple en la esquina abierto para reducir el déficit de Dallas a cinco con 2:49, sus 10 aciertos entre sus 13 disparos previos esa noche totalmente irrelevantes en la mente del adolescente precoz en ese momento, inspiró esperanza en el edificio.
>El tiro de paso atrás de 28 pies Doncic pasó sobre el brazo extendido de Clint Capela en el próximo viaje por la cancha.
Forcejeando con PJ Tucker en un pick-and-roll la siguiente posesión, colocando al defensor maduro y robusto en su cadera hasta que llegó a su lugar y creó espacio para hundir a un flotador que empataba el juego, confirmó que algo especial estaba sucediendo.
"Le gusta el momento", dice Barea. "Le gustan las luces. Le encanta jugar contra las estrellas. Le encanta el juego. Se divierte con el juego. Sabe que es bueno".
En su mente, era una cuestión de cómo le daría a los Mavs la ventaja cuando recibieran el balón de nuevo, no si pudiera. Sus entrenadores y compañeros de equipo compartieron esa confianza, pusieron la pelota en manos del principal candidato a Novato del Año y dejaron que Doncic hiciera lo suyo, con DeAndre Jordan configurando una pantalla alta y los otros Mavs espaciando el piso.
Después de que los Rockets cambiaron, Doncic enfrentó a Capela y procedió a hacer que uno de los hombres grandes más móviles de la liga se viera torpe. Un fuerte dribleo a la derecha fue lo suficientemente convincente como para poner los dos pies de Capela en la pintura cuando Doncic pisó los frenos y los puso en reversa, mostrando la repentina desaceleración y el cambio de dirección que impulsa las comparaciones con el actual MVP James Harden. Incluso Harden no pudo hacer nada más que ver cómo el prospecto más aclamado europeo de la historia logró un paso atrás, que es el momento más característico de una temporada de novatos sensacional.
"Me habría sorprendido si hubiera fallado", dice Harrison Barnes, quien estaba bombeando su puño derecho antes de que Doncic lanzara el tiro.
"Simplemente no juega como un novato en situaciones grandes", dice Dirk Nowitzki.
Cuando la multitud estalló, Doncic celebró tocando una guitarra imaginaria mientras corría por la cancha con una sonrisa torcida en su rostro juvenil. No estaba sorprendido por su carrera personal de 11-0, pero seguro que lo estaba pasando bien.
"Juega con esa alegría cada vez que está en la cancha, esa sonrisa fea que tiene", dice Matthews, haciendo una sonrisa.
Es una confianza que divierte y despierta a su veterano compañero de equipo.
"Puede disparar un paso atrás de 30 pies y puede que no entre; Entrenador: '¡No quiero verlo más!'", dice Harris. "Y puede que dispare seis más. Pero eso es lo que es. Y los hará, lo que sea.
"¿Pero si el entrenador me hubiera dicho eso a los 20, 21? Estoy lanzando ese tiro a la basura, me deshago de él. ¿Él? Él dispara ocho más. Pero eso es lo que tienes que ser para sobrevivir". En esta liga, para ser tan bueno como él.
"Su botín es parte de quién es él. Insuperable para un niño de 19 años. Nunca había visto algo así".