Desde hace años, el venezolano Miguel Cabrera ostenta merecidamente el título del mejor bateador que hay en las Grandes Ligas.
Esta semana cerró la campaña con una ofensiva demoledora, para ratificarse como tal.
En 23 turnos, Cabrera disparó 13 hits, para un average de .565, con seis carreras anotadas y 13 impulsadas.
Como extrabases, el primera base de los Tigres de Detroit se apuntó un biangular y cuatro vuelacercas, para un promedio de slugging de 1.130.
A sus 33 años, Cabrera no da señales de iniciar el declive natural que impone el paso del tiempo y en el 2016 se despidió con envidiables números, al batear para average de .316, con 38 bambinazos y 108 remolcadas.
Su compatriota José Altuve, de los Astros de Houston, aseguró su segunda corona de bateo en la Liga Americana, al cerrar con una semana de 23-8 (.348), con cuatro anotadas y par de empujadas, un doblete y slugging de .391.
Esta es la séptima ocasión consecutiva en que un venezolano se lleva el título de los bateadores y sexta en el joven circuito.
En el 2010 lo consiguió Carlos González, de los Rockies de Colorado, en la Liga Nacional, Cabrera lo logró en final en el 2011, 2012 y 2013, Altuve lo hizo en el 2014 y nuevamente el de los Tigres lo recuperó en el 2015.
Otro que cerró a toda máquina una gran temporada fue el dominicano Robinson Canó, de los Marineros de Seattle.
De hecho, fue la mejor campaña de Canó desde que firmó por diez temporadas y 240 millones con los Marineros, hace tres años.
En los últimos siete días, el intermedista de Seattle se fue de 29-10 (.345), con nueve anotadas y 11 remolques.
Nueve de sus diez imparables fueron extrabases: tres dobletes y seis jonrones, para un promedio de slugging de 1.068.
Canó disparó 39 cuadrangulares, cifra máxima en su carrera, en tanto impulsó 103 carreras.
Uno que salvó su temporada desde que fue canjeado de los Astros a los Vigilantes de Texas fue el también dominicano Carlos Gómez.
Esta semana, Gómez conectó ocho cohetes en 18 veces, paa average de .444, con tres anotadas y ocho remolcadas.
Como extrabases, el jardinero quisqueyano sumó un par de biangulares y otros tantos jonrones, para slugging de .889.
Frío, frío
El venezolano Félix Hernández fue castigado en sus dos últimas aperturas de la campaña, al trabajar entre ambas salidas 8.2 innings, en los que permitió 14 hits y 11 carreras, siete de ellas limpias.
En ambas ocasiones cargó con la derrota y su efectividad fue de 7.27. El Rey Félix cerró la campaña con 11-8 y efectividad de 3.82, su peor desde el 2007.
Por primera vez también desde el 2007 no llegó a las 200 entradas de labor y apenas ponchó a 122 bateadores, su cifra más baja desde que abanicó a 77 en su año de novato, en el 2005.
A sus 30 años y 12 temporadas, ¿estamos en presencia del inicio del declive del mejor serpentinero venezolano de la historia?