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El béisbol recobra el sentido, hace la paz y evita el caos

Había una vez en el béisbol, que esto no habría terminado de esta forma. Y eso, por supuesto, es así porque por cerca de 25 años, las negociaciones laborales en el béisbol nunca habían terminado de esta forma.

Con paz. Con estabilidad. Con un deporte que ahora ha logrado vivir sin una interrupción laboral por más tiempo que los otros tres grandes deportes profesionales en este país de forma combinada seis veces desde la última vez desde que estalló una guerra laboral en el béisbol. ¿Qué tan surrealista es esto?

Así que aunque las negociaciones laborales del 2016 se cuajaron luego del Fin de Semana de Acción de Gracias, eso es algo, amigos míos, por lo que hay que dar gracias. La paz es buena. Pero más que eso, la paz es esencial.

Como alguien que ha cubierto algunas de esas guerras laborales de antaño, me siento contento de subir al podio para dar mi testimonio. Lo que se ganó en el interior de esas huelgas o cierres patronales, no fue suficiente para deshacer el daño que se causó en el exterior.

El béisbol nunca, nunca volverá a ser el mismo luego de la huelga que canceló la Serie Mundial de 1994. Nunca ha vuelto a recuperar el lugar que llegó a ocupar en el corazón de los estadounidenses debido a esa huelga. Así que, sin importar cuán vehementemente la gente dentro del deporte pueda defender las posturas que defendieron en ese entonces, la verdad es que en el gran escenario, solo una cosa buena salió de aquella huelga.

La gente que tiene a su cargo el deporte recibió el memorando: La paz es buena. Y ellos aprendieron que nunca deberán transitar nuevamente por esa carretera fea y autodestructiva. Y así lo han seguido haciendo.

Ahora han completado 21 años seguidos de paz laboral desde la huelga de 1994-95. Y gracias al acuerdo que alcanzaron el miércoles en la noche, ahora sabemos que habrá por lo menos cinco más. Aleluya.

Al mirar hoy los detalles de este nuevo acuerdo, ¿podría ser más obvio que nunca hubo un problema en las negociaciones del 2016 que ameritara explotar una industria de $10 mil millones de dólares? Nunca.

¿Por las ofertas calificadas a un grupo selecto de agentes libres? ¿Por el intento de limitar los gastos para firmar a jugadores aficionados de 18 años que casualmente nacieron fuera de los Estados Unidos? ¿Por los impuestos de lujo? ¿Cómo es posible que el deporte haya permitido colocarse al borde de un cierre patronal por asuntos como estos? Increíble.

Todavía tenemos que analizar y conocer los detalles específicos de este nuevo acuerdo. Así que no podemos juzgar por completo todo lo que se ha logrado acordar. Pero los detalles más importantes que ya conocemos son fascinantes. He aquí algunas reacciones rápidas:

• Nos habían hecho creer que los dueños estaban dispuestos a cambiar por completo el sistema que requería que los equipos cedieran un turno en el sorteo si firmaban un agente libre élite (por ejemplo, uno que recibiera y rechazara una oferta calificada). Pero resulta ser que estábamos equivocados. Esos equipos ya no tendrán que perder su turno de primera ronda. Y eso es un logro importante para la unión de jugadores. Pero los equipos seguirán teniendo que ceder al menos un turno al firmar uno de esos jugadores. Y si es un equipo con una nómina que sobrepasa el límite del impuesto de lujo, les costaría dos turnos - en la segunda y quinta rondas. Y eso sigue siendo un gran problema.

"¿Son los turnos de segunda y quinta ronda más valiosos que los de la primera ronda? Por supuesto que no", dijo un agente el miércoles en la tarde. "¿Pero son comparables? Ciertamente".

• Además sabíamos que mientras las partes se dirigían a la recta final de las negociaciones, el impuesto de lujo - o impuesto al balance competitivo, para usar los términos legales correctos - era un gran problema. Bueno, ahora sabemos con certeza las razones. Bajo las versiones anteriores del impuesto de lujo, el mayor impuesto que un equipo podría pagar era de 50 porciento, sin importar las veces que su nómina sobrepasara el límite del impuesto. Pero ya no más.

Si los Dodgers no logran bajar su nómina de 2017 por debajo de los $235 millones, parecerá que su tasa de impuesto habrá aumentado a un asombroso 92 (sí, noventa y dos) por ciento como ofensor por tercera ocasión sujeto a una tasa del 50 por ciento más una "sobretasa" del 42 por ciento por estar $40 millones por encima del límite. Wow. Dos agentes diferentes utilizaron el miércoles en la noche el término "tope suave" para describir el efecto de una tasa tan alta. Pero sin importar el término que se utilice, ese es el detente más fuerte contra el gasto que jamás haya aparecido en un convenio laboral en el béisbol. Eso no se puede discutir.

• La unión combatió por varios meses contra los dueños por la imposición de un draft internacional - y al final ganó la batalla. En cambio, ambas partes acordaron un tope duro en el total anual de gastos en jugadores internacionales, de cerca de $5 millones para cada equipo. Sin excepciones. Y sin flexilidad para sobrepasar esa cantidad.

Así que se acabaron los días de un jugador como Yoan Moncada obteniendo contratos de $31.5 millones. Al igual que los días en los que equipos como los Dodgers sobrepasaban su cantidad asignada de dinero para firmas internacionales y entonces gastar lo que les diera la gana porque no les importaban las penalidades. Nos tomará un tiempo antes de poder entender por completo el efecto de este cambio en los jugadores y los equipos. Pero si hay algo que destacar: Esta es la primera vez que la unión ha aceptado algún tope de cualquier clase en esta área. Algo interesante.

• Los jugadores sí salieron con par de concesiones en el calendario, que eran unas de sus prioridades en estas negocaciones. Comenzando en 2018, la temporada comenzará cuatro días antes, así que se podrán incluir cuatro días libres adicionales en el calendario. Y hay nuevas disposiciones que requieren que haya más equipos jugando partido diurnos cuando uno o ambos tengan que tomar vuelos largos luego del partido.

En un deporte que ahora le paga más de $500 millones de dólares al año a jugadores en la lista de lesionados, estos son elementos en este acuerdo más importantes que lo que uno pensaría. Si la principal causa de las lesiones es la fatiga, hace sentido para todos que ellos hagan lo que puedan para combatir la fatiga tanto como se pueda.

Habrá muchos más detalles para analizar cuando los mismos se anuncien formalmente. Así que podemos esperar más sorpresas y más cambios, muchos de ellos sutiles, y otros no tanto. Y solo entonces sabremos como encajan todas las piezas de este rompecabezas.

Pero yo ya he cubierto suficientes negociaciones laborales como para saber que la mayoría de ustedes no les importa esas cosas. A ustedes solo les importa una cosa:

¿Finalmente lograron cuadrar este maldito acuerdo?

Bueno, damas y caballeros, este acuerdo ha sido cuadrado. Woo-hoo. La estufa caliente de la temporada baja podrá seguir calentando. Los rumores de cambios seguirán surgiendo. El juego podrá seguir creciendo. Y eso, al final, es lo que tenía que suceder. Cualquier otro resultado habría sido una vergüenza. Por no hablar de un desastre.

Había una vez en el beísbol, que esto no habría terminado de esta forma. Así que gracias al cielo de que ya no vivimos en este tiempo. Gracias al cielo que vivimos en este tiempo - porque sin importar quien salga infeliz por la forma en que este acuerdo les afecte - la paz siempre vence a la alternativa. Y ahora más que nunca antes.