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El momento para que los Cachorros ataquen ya se avecina

BALTIMORE -- Salir del receso del Juego de Estrella se suponía fuera un momento de optimismo para los Cachorros de Chicago.

Un momento para que reagruparan tras una primera mitad poco brillante e entrar esa "racha" que el mundo del béisbol está esperando.

Con los jugadores poniéndose más saludables, el retorno en inversión de Kyle Schwarber bastante decente y un itinerario en el cual el 72 por ciento de sus últimos 74 partidos son contra equipos por debajo de los .500, los Cachorros aparentan estar listos para remontar a los Cerveceros de Milwaukee en ruta a su segundo título de división consecutivo.

Pero la última semana de la primera mitad resultó ser otro escollo.

En los últimos seis partidos antes del receso -- todos en casa -- fueron más causa de preocupación que los primeros 82. Combinado con un final estelar de los Cerveceros en la primera mitad, los Cachorros regresan al terreno en el hueco más grande de la temporada.

Antes de examinar el final de la primera mitad, y analizar lo que viene y lo que debe ser una interesante segunda mitad para los campeones defensores, analicemos el principio. Es la única manera de entender como fue que llegamos aquí.

La primera mitad

El dirigente Joe Maddon no presionó al equipo en el entrenamiento de primavera, considerando que los jugadores habían jugado su último partido del 2016 solo tres meses antes. Nadie podía argumentar con la decisión de tomarlo suave con su rotación de abridores a su rutina de cinco días, y sencillamente no había un sentido de urgencia en las últimas dos primaveras bajo Maddon.

Los resultados de abril demostraron eso con los Cachorros terminando con marca "solamente" de 13-11, pero aún así, en la cima de la División Central de la Liga Nacional. Quizás no estaban en la misma posición de la temporada pasada, pero habían sobrevivido lo que fue un mes extra del entrenamiento de primavera, especialmente para la rotación. Con su piernas de nuevo debajo de ellos, mayo y junio parecieron ser buenos meses para separarse del montón -- pero eso no ocurrió.

En vez, Schwarber no hizo lo que se esperaba, al punto que necesitó regresar a las menores, y una ola de lesiones los golpeó. Combinados, esos factores dejaron a los Cachorros jugando a un equipo aún más joven de lo usual jugando 17 de 20 partidos en la carretera. Durante ese tiempo también se deshicieron de su receptor veterano antes de regresar a casa para sus últimos seis partidos.

El imaginarse un escenario en el cual los Cachorros construyeran una racha con todo lo que ocurrió en junio era poco probrable. No, una buena victoria ante los Nacionales de Washington no era lo que iba a arreglar las cosas. Cualquier persona que pensaba de esa manera estaba haciéndolo de manera demasiada romántica sobre los Cachorros. Aún si algunos de esos jugadores estaban en un mal momento cuando se lesionaron, el equipo estaba extrañando demasiadas piezas con Ben Zobrist (muñeca), Jason Heyward (mano), Kyle Hendricks (dedo) y el buen Schwarber en las menores.

Pero el irse 10-10 en ese espacio de 20 partidos no fue tan malo. Hubo momentos en los cuales la rotación de abridores mostró buenas señales y otros en las que no, pero en general, los Cachorros estaban a un par de partidos en el receso del Juego de Estrellas, Maddon facilmente pudo haber hablado de las cosas positivas. De hecho, lo hizo muchas veces.

"Yo se que no hemos jugado nuestro menor juego, pero yo veo eso como algo positivo", dijo Maddon. "La geografía nos ha permitido quedarnos en esto. Ahora nos estamos poniendo más saludables".

Los Cachorros fueron afortunados que nadie estaba alejándose en la división mientros junio se convertía en julio -- repetir como campeones no es fácil, así que un poco de suerte en el camino solo puede ayudar.

Y entonces lo Cachorros regresaron a casa.

Se suponía que se echaran par de victorias en el bolsillo y entonces regresar tras el receso del Juego de Estrellas listos para apoderarse de la división. Aún la falta de estrellas en el Juego de Estrellas parecía ser beneficiosa -- le dio actitud a los jugadores y le dio al equipo entero par de días extras para recuperarse.

Esos seis partidos en casa -- tras un día libre -- fueron sencillamente terribles. Derrotas desastrosas contra los Cerveceros y los Piratas de Pittsburgh tuvieron un sabor y olor terrible. Mentras los Cachorros cojeaban a una marca de 2-4 en esa racha en casa, Milwaukee demostró lo que era un sentido de urgencia.

Los Cerveceros jugaron siete partidos la semana pasada en tres ciudades. Jugaron un partido nocturno, luego viajaron para reponer un partido diurno en Chicago, y luego fueron a Nueva York le ganaron dos de tres a los Yankees de Nueva York. Los Cerveceros terminaron 6-1, derrotando a los oponentes por 46-17. Ganaron los primeros cinco partidos de la semana, cada uno por cuatro carreras o mas, al poner un punto de exclamación a una sorpresiva primera mitad. Ahora su ventaja es de 5.5 juegos, y los Cachorros están más cerca del último lugar que del primero. Están cazando.

La segunda mitad

Si los Cachorros estaban tan cansados que no pudieron igualar a Milwaukee esos últimos siete días, entonces quizás no hay solución para esta temporada. ¿Podrán cuatro días libres en realidad regresarlos a dominar como equipo y como individuos? Quizás no, y so no debe ser tan sorprendente si uno cree que la historia nos enseña algo. Después de todo, ninguno de los últimos cuatro campeones de la Serie Mundial han llegado a la postemporada en la siguiente campaña. Y según ESPN Datos, en la era del comodín (desde el 1994), solo el 48 porciento de los ganadores de la Serie Mundial llegan a la postemporada en próximo año y ningún equipo de la Liga Nacional ha repetido como campeones.

Las probabilidades siempre están en contra de los Cachorros. Sin embargo, la mayoría de los observadores siente que deben estar en esa minoría que lo logran, debido a que es un equipo joven y reside en la división correcta. La adición de José Quintana el jueves podría hacer una gran diferencia en los últimos dos meses. Llena un hueco grande en la rotación, que no ha estado manteniendo su parte de la negociación esta temporada. Están por debajo de todos los otros equipos contenientes en efectividad de los abridores.

Aún considerando que todo está en su contra, los Cachorros aún no están muertos. Todavía hay mucho béisbol por jugarse y todo lo que necesitan es acercarse a los Cerveceros, no necesariamente pasarle antes del comienzo de agosto. Si los Cachorros se quedan cerca, habrá un momento en el itinerario cuando las fortunas de ambos equipos podrían cambiar. Los Cerveceros tienen un gira por la Costa Oeste de nueve partidos a mediados de agosto, más o menos al mismo tiempo, los Cachorros juegan 24 partidos contra equipos por debajo de los .500. Si no ocurre entonces, jamás ocurrirá.