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Aaron Judge: ¿El nuevo Babe Ruth... o el nuevo Jeremy Lin?

Después de haber visto el último capítulo de la temporada en la cual Aaron Judge ha robado la atención (una actuación dominante en el Derby de Cuadrangulares que fue tan impresionante por su aparente facilidad como en su poder en bruto) el jardinero derecho de los New York Yankees parece aprestarse a tomar el puesto como el nuevo embajador del béisbol.

"Puede convertirse en el rostro del béisbol", dijo el comisionado de las Grandes Ligas Rob Manfred a periodistas en medio del Juego de Estrellas. "Es un tremendo talento dentro del terreno y sumamente atractivo fuera del terreno".

Quizás lo sea. Al igual que el anterior dueño del "rostro del béisbol", Derek Jeter, Judge juega en el mayor mercado mediático del béisbol, para el club con el mayor perfil. (Uno, además, que hasta ahora ha tenido una temporada sorprendentemente buena, sin importar su reciente caída). Hay una razón por la cual la cada vez más gente ha buscado a Judge en Google por cada mes de la presente temporada, más búsquedas que las hechas por el posible futuro dueño del título de "Más Grande de Todos los Tiempos" Mike Trout durante cualquier mes de su carrera.

Esa es demasiada presión sobre los hombros de un joven que, técnicamente, sigue siendo novato en Grandes Ligas, obviamente, y su juego aún tiene fallas. Aunque tenga una de las mejores temporadas para novato alguno en la historia de las Mayores, incluso un jugador monstruo como Judge podría ser encogido por un regreso a los promedios antes que termine la temporada.

Incluso si Judge queda tragado entero por el monstruo de la regresión, su fenomenal primera mitad de temporada nos dice mucho. Al igual que los dominantes primeros partidos del exbase de los Knicks, Jeremy Lin, nos sugerían que al menos sería un jugador bastante bueno (y así ha sido, más o menos) es casi imposible tener una mitad de campaña como la de Judge sin al menos tratar de proyectarlo como un pelotero eficiente, o mucho más que eso.

Pongamos algunos de sus números a la fecha en perspectiva: sus 30 cuadrangulares en el receso del Juego de Estrellas quedaron en un empate en el puesto 26 en la historia de las Mayores (con peloteros novatos o no) desde 1913; su porcentaje de slugging de .691 quedó en un empate en el puesto 75. Fue uno de 44 peloteros en tener un promedio de bateo en la primera mitad de al menos .320 y uno de poder aislado de al menos .350. En general, su OPS fue 101 por ciento mejor que el promedio de la liga, quedando en el puesto 90 entre las mejores primeras mitades en ese departamento para cualquier pelotero desde 1913.

Lo más impresionante es la compañía de Judge en esa lista entre los 100 mejores: Babe Ruth (10 veces), Ted Williams (8), Lou Gehrig (5), etcétera. 25 de los 52 peloteros en la lista están en el Salón de la Fama, y muchos de los que aún no han sido exaltados o bien son fichas seguras (Albert Pujols, Miguel Cabrera), o deberían ser considerados (Larry Walker, Edgar Martinez), o ya estarían homenajeados si no fuese por escándalos (Barry Bonds, "Descalzo" Joe Jackson) o podrían eventualmente llegar a formar parte de él (Bryce Harper).

Y, entre los novatos, la primera mitad de Judge prácticamente no tiene comparación. De acuerdo a FanGraphs.com, generó 5.1 triunfos sobre sus reemplazos (WAR, por sus siglas en inglés) en los meses de abril, mayo y junio. Desde 1974, ningún otro novato ha superado los 5 en WAR durante los tres primeros meses de una temporada, y sólo uno de ellos (Chris Sabo en 1998) ha tenido 4 WAR. Judge, fácilmente, puede ufanarse de tener la mejor primera mitad en una temporada para novato alguno en la historia moderna.

Sin embargo, la historia de grandes temporadas de novatos también nos muestran lo fuerte que puede ser el poder de la regresión: El jugador promedio en esta lista terminó produciendo apenas dos tercios de WAR en la segunda mitad de su campaña de novato de lo que produjo en la primera. Por cada Trout, que arrancó fuerte (a pesar de un llamado tardío) y luego destruyó la liga en el camino, hubo más casos como los de Devon White, Joc Pederson e incluso el mismo Sabo, todos ellos con dificultades de retomar la magia de sus actuaciones de la primera mitad.

Es probable que Judge tenga un destino similar. Basado en sus números de pelotas conectadas, esperamos que Judge tenga un promedio de .303 ahora, no .329. Aunque nadie golpea la pelota más fuerte, el promedio de bateo de pelotas en juego (BABIP) de Judge en .426 se compara a la de otros fuertes toleteros del béisbol, lo cual nos sugiere que puede haber un decaimiento de segunda mitad a la vuelta de la esquina. Igualmente, Judge ha bateado un impresionante 42 por ciento de sus elevados fuera del parque, otro número relativamente conducido por la suerte que probablemente volverá a cifras más terrenales (Incluso, los bateadores más poderosos pueden sostener una tasa de jonrones por cada elevado de 25 a 30 por ciento). Si bien Judge ha negociado muchos boletos y ha mostrado buena disciplina en el plato para un novato, se ha abanicado mucho. Su baja cifra de contacto puede ser problemática en el futuro, cuando los lanzadores hayan estudiado sus debilidades y desarrollan más estrategias sofisticadas en su contra.

Considerando todo esto, sería muy sorprendnete si la regresión no afecta a Judge durante la segunda mitad de la temporada.

Si eso ocurre, habrá gente que seguramente echará la culpa a la odiada "Maldición del Derby de Jonrones", dando la idea que participar en este concurso (y más aún, ganarlo como lo hizo Judge) acaba con el swing de un pelotero durante el resto de la temporada. Este tema ha sido estudiado hasta el cansancio a través de los años, y varios estudios determinan que se trata de un mito... o de algo ligeramente real. Es cierto que hay más participantes en el Derby que han decaído en la segunda mitad contra aquellos que han mejorado, hay algo que influye en esta selección: Para ser escogido en primer lugar para una invitación al Derby, los jugadores necesitan muy buenos números de poder en la primera mitad, en muchos casos muy por encima de sus topes de carrera. Para determinar una regresión a la media, esperaríamos ver un grupo de jugadores seleccionados esporádicamente debido a que tuvieron una primera mitad anormalmente buena para después decaer en la segunda.

Si en algo vale, traté de tomar cuenta de este efecto al medir a los concursantes del Derby contra un grupo de bateadores de control que tuvieron números de poder similares en la primera mitad (medidos por turnos al bate/jonrón) pero no participaron en el concurso. Desde 2002, el participante promedio en el Derby tuvo un declive de OPS en 56 puntos durante la segunda mitad de la temporada, pero el miembro promedio del grupo de control también experimentó un descenso en su OPS por 49 puntos, una diferencia no muy grande.

Sin embargo, hay un área en la cual los participantes del Derby sí cayeron un poco más de lo esperado: poder en bruto. Mientras el promedio de poder aislado del grupo de control (o porcentaje de slugging menos promedio de bateo) cayó en 25 puntos, el promedio del grupo del Derby bajó en 36 puntos. Ambos grupos vieron una caída idéntica de 0.5 puntos porcentuales en la tasa de pelotas golpeadas fuertemente, pero los bateadores del Derby sacaron un poco menos de elevados que los esperados en contraste al grupo de control, y su promedio de jonrones por elevado cayeron por 2.8 puntos porcentuales, comparados con un declive de 1.7 puntos porcentuales del grupo de control.

De cualquier forma, el costo general de participar en el Derby es (en mayor parte) pequeño comparado con la carga producto de la regresión a la media.

Dicha regresión probablemente será el mayor enemigo de Aaron Judge durante la segunda mitad de la temporada. Tristemente, ningún pelotero puede escapar de sus garras por mucho tiempo, ni siquiera el bateador más entretenido de ver en el planeta.