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Audiencia de Loaiza transcurre entre lágrimas y posibilidad de libertad bajo fianza

SAN DIEGO, California -- Esteban Loaiza entró a la Sala 3B de la Corte Federal, en el centro de San Diego, a las 10:45 de la mañana para su audiencia de detención por varios cargos relacionados con el narcotráfico.

Su aspecto era diferente al de la primera vista pública que tuvo a nivel estatal, el pasado 14 de febrero en la Corte Superior del Condado de San Diego.

Esta vez Loaiza, de 46 años, lucía menos demacrado, aunque más delgado. Ya no eran visibles algunas marcas rojas en su cuello y brazos. Su mirada era menos tímida, incluso sonrió un par de veces. Tampoco entró a la sala esposado, ni encadenado como la primera vez.

Loaiza fue el séptimo detenido que se presentó frente a la jueza magistrada Nita Stormes. Caminó escoltado hasta su silla y de inmediato observó a su madre, Socorro Loaiza, que lloraba desde que ingresó, una media hora antes de que apareciera su hijo.

Las lágrimas brotaron de inmediato en el expelotero mexicano de Grandes Ligas cuando la vió; más aún cuando observó a su hijo de 17 años sentado en la misma fila que sus padres, primos, tíos y amigos; un grupo de alrededor de 12 personas que estuvieron presentes para apoyar a Loaiza.

El fiscal Jarad E. Hodes de inmediato leyó el cargo por posesión con intento de distribución de más de 5 kilogramos de cocaína que fue encontrada almacenada en su casa, dentro de la cochera en una minivan, escondida en los paneles y guardada en paquetes, que dijo, son los que se usan por lo general para traficar ese tipo de droga.

"A nivel federal, se podría decir que se juntan todos los cargos que había antes, ya en uno sólo", dijo el fiscal al referirse al cambio de tres cargos que se le hicieron en el estado, cuando fue arrestado el pasado 9 de febrero en Imperial Beach, California, a unas 10 millas del lugar donde ahora es procesado en el centro de San Diego y a otras tantas de la frontera con Tijuana, México.

El fiscal pidió que en caso que la magistrada considerara la opción de libertad condicional bajo fianza fuera por al menos 400 mil dólares. Sustentó ese pedido en que Loaiza ganó más de 43 millones de dólares en salario durante sus 14 temporadas en Grandes Ligas, más algunas otras compensaciones de patrocinadores.

Además, el fiscal dijo que había autos de lujo, incluido un Ferrari, registrados a nombre de Loaiza, así como par de inmuebles en Estados Unidos y que suponía que en México también "porque así se acostumbra en ese país con la gente de alto perfil".

La abogada de Loaiza, Janice M. Deaton, respondió que su cliente no tiene dinero, incluso que por eso está encerrado desde que en principio le fijaron una fianza a escala estatal de 200 mil dólares en su detención y que incrementó cinco días después a 250 mil, por considerarse "sujeto de alto riesgo, por la posibilidad de escapar que brinda la cercanía con Tijuana".

Señaló que para vivir Loaiza tiene que ofrecer clínicas de béisbol y realizar presentaciones públicas, como las que tuvo a fines de enero en el festival de aficionados de los Medias Blancas de Chicago.

Dijo que todos los argumentos del fiscal con respecto al poder económico del exbeisbolita eran suposiciones y pidió que se concediera una fianza de 40 mil dólares.

La abogada de Loaiza también argumentó que si solicitaban más, tendrían que vender una propiedad que está a su nombre en Texas, pero que es la que usarán para que su hijo reciba créditos universitarios.

Al final, la magistrada pidió una fianza de 200 mil en efectivo, que se podrán convertir en solo 20 mil dólares en dinero y el resto con un aval, que será su amigo cercano, como dijo la abogada, Ashley Esposito, quien dejará el resto como aval.

La magistrada además pidió que se someta a monitoreo electrónico con tecnología GPS, tendrá que vivir en casa de su hermana, conseguir un empleo de tiempo completo y no podrá abandonar el condado de San Diego hasta que se decida en juicio su futuro.

Loaiza no dejaba de observar a su familia, en particular a su hijo, a quien hacia señales golpeando con el puño su pecho y luego lo señalaba, en referencia a muestras de cariño, mientras se le salían lágrimas que se limpiaba con la otra mano.

El fiscal también dijo que la "mica" de la residencia permanente en Estados Unidos de Loaiza se vencía el próximo mes, lo que ponía en riesgo su situación en el país, que por cierto debería ser observada por autoridades migratorias, ya que tenían pruebas de vivía la mayor parte de su tiempo en Tijuana y no en este país.

La abogada contestó que eso nada tenía que ver con el caso y que sólo era el plástico, la tarjeta, lo que se vencía el mes próximo y no el estatus legal en el país.

Al salir de la sala de la Corte Federal, Deaton dijo que esperaba que su cliente cumpliera con el pago y requisitos de la fianza para que pudiera llegar a su juicio en libertad.

El fiscal anticipó la posibilidad de que Loaiza saldrá en esta semana con libertad condicional.

La próxima cita de Loaiza en corte será el 5 de abril, en la llamada audiencia de pre juicio, en la que se explicará la manera en que se llevará a cabo su proceso.

Este lunes no fueron permitidas dentro de la corte cámaras de televisión ni fotográficas. Unos cuantos reporteros estuvieron en el interior, donde la tradicional artista dibujó la apariencia de la sala, incluyendo a Loaiza, el fiscal, abogada y magistrada.

El fiscal Hodes dijo que, de ser encontrado culpable, la sentencia podría ir de 10 años a cadena perpetua en prisión.