No era secreto para nadie que el ex camarero de los Gigantes no se entendía con Barry Bonds y que le desagradaba tener que batear adelante del temido jonronero.

En Houston, sin embargo, Kent se encontrará con un plantel ofensivo más versátil en el que sobresalen Jeff Bagwell, Lance Berkman y Craig Biggio.

La presencia de Kent, un bateador que con regularidad impulsa 100 carreras año tras año, va más allá del significado de su aporte con el madero.

Los Astros le están enviando un mensaje con signos de exclamación al resto de la división, particularmente los Cardenales, que es un equipo con legítimas aspiraciones de ser candidato.

Resulta obvio que los Astros no tendrán muchas dificultades a la hora de fabricar carreras, pero la parte complicada para el piloto Jimy Williams será armar una rotación de primera fila.

Wade Miller (15-4, 3.28) y Roy Oswalt (19-9, 3.01), ambos derechos, conforman un magnífico 1-2 a la cabeza de la rotación y parten como candidatos al Cy Young.

No se puede decir lo mismo de los demás, y el asunto se complicó con la lesión en el hombro izquierdo que marginará de la campaña al prometedor zurdo venezolano Carlos Hernández.

Shane Reynolds (3-6) no completó la temporada pasada por una dolencia en la espalda. Reynolds asegura que se ha recuperado, lo que es una buena noticia para un equipo que necesita imperiosamente de alguien con experiencia en su elenco de serpentineros.

Todo parece que Kirk Saarloos (6-7, 6.01), un derecho con poco kilometraje en las mayores, será el cuarto.

Ante la abundancia de derechos, Williams podría inclinarse por un zurdo para el quinto puesto y en la lucha se encuentran el dominicano Jesús Sánchez y Jeriome Robertson.

El bullpen no puede estar en mejores manos que las del cerrador Billy Wagner (35 rescates) y el dominicano Octavio Dotel, todo un artista de los episodios siete y ocho.

La llegada de Kent implica una serie de cambios en el lado defensivo.

Biggio, que se desempeñaba como segundo, pasará al jardín central, lo que a su vez significa el traslado de Berkman al extremo izquierdo.

Esta por verse cómo le irá a Biggio en sus nuevas funciones. Los Astros dan por sentado que será un ajuste sin traumas, pero cruzan los dedos para que las pálidas estadísticas ofensivas de Biggio en el 2002 (253, 15 jonrones y 58 carreras impulsadas) no sean el inicio de un declive irreversible.

Berkman compiló guarismos excelentes: 292, 42 vuelacercas, 35 dobles, más una cosecha de 128 remolcadas. Semejante producción, según los conocedores, es apenas un abreboca y que Berkman está para más.

El venezolano Richard Hidalgo (235, 15, 48) vuelva al jardín derecho con dos interrogantes por despejar.

La primera tiene que ver con las secuelas de la herida de bala que recibió en su brazo izquierdo en Venezuela, mientras que la segunda se centra en si Hidalgo podrá recuperar la forma de su sensacional 2000, cuando bateó arriba de 300 y disparó 44 jonrones.

Hidalgo firmó un jugoso contrato tras esa campaña, pero no ha sido el mismo y a finales del año pasado fue desplazado en la recta final por el boricua Orlando Merced.

Beneficiado por tener a Kent y Berkman a su alrededor, el inicialista Bagwell (291, 31, 98) podría causar todavía más estragos.

A Kent (313, 37, 108) le caerán de perillas los confines del estadio de los Astros, cuyas dimensiones resultan más favorables a los bateadores, a diferencia de San Francisco.

El dominicano Julio Lugo (261, 8, 35) sigue como titular de las paradas cortas, pero los Astros estarán atentos a su defensa, que a veces deja mucho que desear.

El también dominicano José Vizcaíno (303, 5, 37) fue el bombero en el infield, cubriendo cada posición.

La antesala se la disputan Geoff Blum y Morris Ensberg. Blum sonó para 283 y produjo 52 carreras, aunque no convence con el guante.

Ensberg (242, 3, 19), uno de los prospectos de oro de la organización, buscará redimirse tras decepcionar el año pasado, en el que arrancó como titular, no rindió y regresó las menores.