MÉXICO -- Este lunes, los Cincinnati Bengals aprovecharon la reciente ola de extensiones contractuales para brindarle a su mariscal de campo Andy Dalton un alargue que lo vincula con el club hasta el 2020 a cambio de unos 96 millones de dólares, suma que puede ascender hasta los 116 millones mediante escaladores.

Este acuerdo suma seis temporadas a su contrato original de novato, el cual estaba por entrar a su última temporada en el 2014.

Mi primera reacción fue de sorpresa. Hace apenas cuatro días, los Dallas Cowboys otorgaron una extensión contractual a su tackle izquierdo Tyron Smith por ocho campañas y 110 millones de dólares. En el desierto, el esquinero Patrick Peterson recibió una extensión de 70 millones de dólares y cinco años cortesía de los Arizona Cardinals, hace cinco días. A mediados del mes pasado, los New Orleans Saints convirtieron a Jimmy Graham en el ala cerrada mejor pagado en la historia del deporte, a cambio de "apenas" 40 millones de dólares por cuatro campañas.

Tanto Smith como Peterson y Graham son jugadores que han sido elegidos All-Pro, y existen pocas dudas de que, pese a jugar posiciones distintas a la de Dalton --y distintas entre sí-- son mejores jugadores en el presente que el pasador de los Bengals. Por si fuera poco, se antoja que los tres todavía tienen mayor espacio para seguir creciendo, aunque definitivamente esta última aseveración se hace pisando el terreno de la especulación.

Lo que queda claro es el modo en que la NFL ha sobrevalorado financieramente la posición de mariscal de campo. Dalton ni siquiera es el mejor jugador en la ofensiva de Cincinnati --ese honor pertenece al receptor abierto A.J. Green--, pero ya es el décimo pasador mejor pagado de la NFL en cuanto a valor total de contrato, empatado con Peyton Manning de los Denver Broncos.

Andy Dalton
Getty ImagesLas expectativas se acaban de elevar al cielo para Dalton

En cuanto a salarios promedio anuales, Dalton se coloca ahora decimotercero en la NFL, empatado con el ala defensiva Mario Williams de los Buffalo Bills, y por arriba de figuras como el mariscal de campo Tom Brady de los New England Patriots y el corredor Adrian Peterson de los Minnesota Vikings. De los 12 jugadores con un salario anual mayor al de Dalton en este instante, únicamente los receptores abiertos Calvin Johnson de los Detroit Lions y Larry Fitzgerald de los Cardinals no son pasadores.

Sin embargo, lo que más llama la atención de ese listado es que de los diez mariscales de campo que lo encabezan, únicamente Matthew Stafford de los Lions gana más que Dalton sin conocer, lo mismo que el pasador de los Bengals, una victoria de postemporada. Eso constituye un riesgo mayúsculo para las franquicias de Detroit y Cincinnati.

Parte de ello se explica por la urgencia que sienten Lions y Bengals de acabar con la notoria falta de éxito de playoffs recientes. Detroit no ha ganado un partido en la postemporada desde 1991, cuando Barry Sanders era aún el rey de la manada, y Cincinnati no lo ha hecho desde 1990, cuando Anthony Muñoz todavía protegía el lado ciego de Boomer Esiason. Desde aquella última victoria de playoffs, los Lions acumulan siete derrotas consecutivas en playoffs, y los Bengals seis.

Yo no soy proponente de medir la calidad de un mariscal de campo de acuerdo al récord del equipo. Sin embargo, es indiscutible que para que una franquicia logre tener éxito en la postemporada, requiere de un buen líder en la posición de pasador, y Lions y Bengals están haciendo apuestas cuantiosas a que sus actuales mariscales de campo pueden desempeñar ese rol.

Está claro que en la NFL, se paga por la producción que está por venir, o que se cree está por venir, y no por la que fue. Prácticamente todos los contratos son una tirada de dados, y más si se trata de acuerdos de esta magnitud. Sin embargo, también creo que uno de los mejores indicadores de la potencial producción futura es la producción pasada, y ahí es donde me sorprende el tamaño del riesgo que han asumido Lions y Bengals para construir alrededor de Stafford y Dalton, respectivamente.

A eso debemos sumarle que Dalton jamás tuvo que pelear realmente su puesto titular en Cincinnati, ni ha tenido competencia seria por la titularidad desde entonces. A su llegada, Carson Palmer pidió salir y emigró a los Oakland Raiders. Las llaves de la nave ofensiva le fueron entregadas sin mayores obstáculos a Dalton en su año de novato, en el 2011. Los Bengals han optado por la certeza y estabilidad en la posición desde aquel momento, y el equipo nunca se ha atrevido a sumar a la plantilla a alguien que le amenace el puesto.

No estoy diciendo que Dalton jamás va a ganar un partido de playoffs, pero me parece que lo prudente por parte de los Bengals hubiera sido esperar hasta el término del 2014, su último año de contrato vigente, para evaluar la situación y determinar entonces si se extendería o no el acuerdo. Después de todo, no le veo nada de malo a que un jugador y su equipo cumplan totalmente con el pacto que él mismo aceptó años atrás. La apuesta en ese caso es que Dalton gozara de una temporada de destape, ganara el Super Bowl, y sus bonos se dispararan en un año, como sucedió con el caso Joe Flacco y los Baltimore Ravens.

Francamente, me parece que se trataba de un riesgo menor, y uno que felizmente debe asumir cualquier organización: pagar más después de la consecución de un título de Super Bowl. En otras palabras, esperar un año hubiera sido como lanzar una moneda al aire sabiendo que cayendo de cualquier lado, se gana. Si Dalton lidera a la franquicia a su primer título Trofeo Lombardi en el 2014, los Bengals no tendrán empacho en otorgar un contrato superior al que entregaron hoy, a un jugador probado en el escenario más grande. De no ser así, los Bengals hubieran tenido mayor palanca para negociar números favorables con Dalton, a sabiendas que en el draft se pueden conseguir pasadores a un precio ostensiblemente menor para los primeros tres años de carrera del jugador. En cambio para Dalton, otro año de fracaso en playoffs no le hubiera dado impulso suficiente de cara a la agencia libre como para exigir un cheque tan grande en Cincinnati.

Desde el punto de vista del jugador, también hay repercusiones serias. Dalton se ha comprado tiempo en Cincinnati, y ahora no salta al campo con la mente desviada hacia el siguiente contrato. No obstante, el precio es casi tan alto como la cifra en el documento que acaba de firmar. La presión sobre Dalton ahora se centra en el hecho de que el mariscal de campo debe justificar sobre el campo la decisión que tomó el equipo en las oficinas al entregarle un cheque tan grande. El dinero de su extensión contractual eleva exponencialmente las expectativas que hay respecto a su desempeño. Cualquier excusa que se pudiera esgrimir respecto a la relación entre su sueldo de 1.7 millones de dólares para el 2014 y su desempeño ha salido por la ventana. No es aceptable, de ninguna manera, que Dalton siga registrando un Total QBR de 18.1 en postemporada, como ha acumulado hasta ahora en sus tres apariciones. Desde las tribunas, los abucheos serán más sonoros con cada intercepción.

La estrategia de los Bengals en los años recientes ha sido clara: recompensar a los jugadores de núcleo antes que adquirir agentes libres del exterior. El acuerdo con Dalton sigue ese lineamiento, pero el dinero involucrado claramente se desvía de la tradicional noción de que los Bengals eran un club que no gastaba lo necesario para ser competitivo. Pero con el cambio crecen las expectativas. Si Dalton no se gana la recompensa que le ha sido entregada a priori, Cincy podría estar amarrado al menos unas tres temporadas más a un pesado lastre financiero en la posición más importante del juego.

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Kyle OrtonAP PhotoKyle Orton no se presentó al trabajo de temporada baja en Dallas mientras ponderaba el retiro.

MÉXICO -- Por sí sola, la inminente baja del mariscal de campo suplente, Kyle Orton, no es ni por mucho el evento más trascendente en lo que va del receso de temporada baja de los Dallas Cowboys.

No hay mucho qué echar de menos con la salida de un mariscal de campo que apareció en cuatro encuentros durante sus dos años en Dallas, completando 42 de 61 intentos de pase para 487 yardas con tres touchdowns y dos intercepciones. En todo caso, Orton demostró en el último partido de temporada regular del año pasado, su único inicio para los Cowboys, que a los 31 años de edad no ofrecía nada especial para la ofensiva como suplente de Tony Romo, más allá de siempre comportarse como un profesional en Valley Ranch.

Sin embargo, su salida constituye un síntoma más de uno de los principales males que aquejan a los Cowboys: el dinero muerto.

Orton estuvo ponderando el retiro desde el final de la campaña pasada, en cuyo caso los Cowboys hubieran podido perseguir parte del bono por firmar por 5 millones de dólares que acordó como parte del contrato que firmó en la temporada baja del 2012 (aproximadamente unos 3.4 millones).

Al ser liberado, Orton --quien fue multado por la franquicia con cerca de 70,000 dólares por no presentarse a ninguna práctica obligatoria durante el receso de temporada-- puede quedarse con la totalidad del bono, que se suma a la cantidad de dinero muerto que cuenta en contra del tope salarial del club, 1.1275 millones en contra de la nómina del 2014 y otros 2.255 millones contra el tope del 2015.

¿Qué es el dinero muerto?

Bueno, en esencia es el dinero que un equipo pagó a un jugador --usualmente en forma de un bono por firmar a la hora de acordar un contrato o una extensión al mismo-- que se prorratea para impactar topes salariales de años futuros, en lugar de asumir un impacto inmediato contra el tope del momento en que se paga. La diferencia con los bonos de plantilla o los sueldos base, es que éstos últimos que sólo impactan el tope salarial del año en que se hacen exigibles.

La capacidad de convertir cantidades debidas bajo el rubro de sueldos base en bonos por firmar constituye la esencia de la mayoría de reestructuraciones contractuales por medio de las cuales se libera espacio en el tope salarial presente: En lugar de pagarte un salario alto que va contra mi tope salarial presente, te pago una cantidad fuerte el día de hoy por concepto de bono y reduzco tu sueldo base en los años que se suman mediante la extensión, pero reparto el impacto de esta cantidad a lo largo de esos años. El jugador sigue recibiendo el dinero, pero bajo otro rubro.

Sin embargo, esas cantidades no desaparecen del tope, y en cambio quedan asignadas irremediablemente a los límites salariales futuros. Si un jugador es cortado o canjeado, el dinero que se le pagó de antemano mediante un bono por firmar sigue contando, y de hecho se acelera su impacto al tope salarial actual --o en el caso de los cortes posteriores al 1° de junio, como el caso de Orton, se reparte entre el tope actual y el del año entrante--, más allá de que ese jugador también pueda aparecer en la nómina de otro equipo al mismo tiempo.

En esencia, el dinero muerto es el dinero que pagó un equipo en el pasado, pero que cuenta contra el tope salarial presente, por un jugador que ya no está en la plantilla.

Usualmente, la cantidad de dinero muerto que carga un equipo contra su tope es indicativo del número de malos contratos firmados por ese equipo en años recientes. De acuerdo a las cifras proporcionadas por el Roster Managment System de ESPN, ninguna franquicia de la NFL cargaba en nómina más dinero muerto que los Cowboys, que al inicio del día tenían 23'504,515 dólares bajo este rubro... sin contar los 1.1275 millones adicionales de Orton.

Eso significa que con un tope salarial alrededor en la NFL de 133 millones de dólares, los Cowboys deben encontrar el modo de armar una plantilla de 53 hombres competitiva con "solamente" 108'367,985 dólares.

Para darnos una idea de la clase de handicap que tiene Dallas, tomemos en cuenta que los Tampa Bay Buccaneers --el equipo que actualmente carga con menos dinero muerto contra su tope salarial, con 903,429 dólares-- tiene 132'096,571 dólares para armar también su plantilla de 53 hombres de cara a la campaña del 2014.

Hace un año, nadie cargaba con más dinero que los Indianapolis Colts, con cerca de 38.6 millones de dólares, de los cuales más de 10 millones correspondían al mariscal de campo Peyton Manning. Sin embargo, Indy hizo un excelente trabajo purgando su nómina y actualmente, de acuerdo al Roster Managment System de ESPN, sólo lleva un lastre de 1'892,173 dólares.

En cambio para Dallas, esta posición no es novedosa.

En el 2012, los Cowboys fueron una vez más los líderes en la liga en dinero muerto, cargando con cargos resultantes de contratos con Roy Williams, Marion Barber, Leonard Davis y Marc Colombo, entre otros, para un total que ascendió hasta los 30'378,408 dólares.

Para darnos una idea del presente en Dallas, aquí hay un vistazo de lo que cargaría el equipo en dinero muerto si decidiera cortar a algunos de los jugadores más relevantes en este momento: Tony Romo (49'181,000), Brandon Carr (17'868,000), Orlando Scandrick (10'203,750), Morris Claiborne (9'610,842), Jason Witten (8'648,000), Doug Free (7'000,000), Mackenzy Bernadeau (4'248,334).

Tarde o temprano, todos los equipos pasan por rachas donde se les acumulan algunos contratos malos, y por tanto, periodos donde crece su total de dinero muerto. Adicionalmente, bajo las reglas del nuevo contrato colectivo de trabajo entre la NFL y el sindicato de jugadores, el tope salarial de un equipo se incrementa por la cantidad de espacio salarial que la franquicia no usó el año anterior, por lo que el impacto al tope salarial con que el dinero muerto impacta a la nómina no es definitivo, necesariamente.

Sin embargo, está claro que entre más dinero muerto carga un club, más atado de manos se encuentra a la hora de firmar agentes libres u otorgar extensiones contractuales a jugadores propios. Incluso, de acuerdo a la situación financiera de un equipo dado, puede que no le "alcance" para cortar a un jugador determinado, de acuerdo al impacto que ese corte pueda traer en contra de su tope salarial.

En el caso de los Cowboys, las altas cantidades de dinero muerto suelen ser constantes año con año, síntoma de que el equipo está firmando malos contratos con cierta regularidad.

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BRISTOL -- ¿Cuál es la diferencia entre Russell Wilson y Peyton Manning? Además de 226 partidos, 151 victorias, 63,908 yardas y 471 pases de touchdown (incluyendo los playoffs).

Peyton Manning
APManning es un mariscal de campo tradicional

Manning es la ofensiva de los Denver Broncos, y sus 17.5 millones de dólares en impacto en el tope salarial es aproximadamente 25 veces más que lo percibido por Wilson (681,085 mil dólares). Las yardas aéreas representan el 74 por ciento de las yardas de Denver desde la línea de golpeo, la cuarta mayor cantidad de la liga, mientras que sólo los Buffalo Bills, San Francisco 49ers y New York Jets ganaron un porcentaje menor de yardas por aire que Seattle.

El Super Bowl cuenta con dos mariscales de campo que son estadísticamente diferentes. Echemos un vistazo a la manera en la que Wilson y Manning juegan en la misma posición de maneras muy diferentes.

SINCRONÍA
Las dos ofensivas del Super Bowl están sincronizadas de manera diferente. Los pases de Manning en promedio toman 2.34 segundos desde el saque para ser enviados, cerca de medio segundo más rápido que Russell Wilson (2.82).

Incluyendo las veces que se escapa por tierra y las capturas, el tiempo promedio de Wilson en la bolsa de protección es de 3.18 segundos, por encima de los 2.37 segundos promedio de Manning.

El promedio de lanzamientos de Manning es más corto y sus envíos más rápidos que el promedio de Wilson, lo que deja más responsabilidad a la ofensiva de Manning para ganar yardas después de la recepción.

Los receptores de Denver lideraron la liga con 2,583 yardas después de la recepción esta temporada, 1,054 yardas más que los receptores de los Seahawks este año. Denver registró 82 pases completos esta campaña con al menos 10 yardas después de la recepción, la mayor cantidad de la liga y 31 más que los Seahawks (51, empatados con la octava cantidad más baja de la NFL).

MOVILIDAD
Una razón por la que Wilson tarda tanto tiempo antes de lanzar es su tendencia a extender las jugadas fuera de la bolsa. Wilson lideró la liga con 91 intentos de pase fuera de la bolsa esta temporada, en comparación a 19 de Manning (de los cuales cuatro fueron para desprenderse del balón).

Manning nunca ha sido conocido por su movilidad, pero ni siquiera intentó escaparse de la presión está temporada. Cincuenta y cinco jugadores tuvieron al menos una escapada, incluyendo al reserva de Manning, Brock Osweiller. Las 51 escapadas para 434 yardas y 23 primeros intentos conseguidos por Wilson lideraron la liga esta temporada.

Un efecto no deseado del estilo de juego de Wilson es la frecuencia con la que es capturado. Wilson fue capturado 44 veces esta temporada, la tercera mayor cantidad de la liga y la segunda mayor cantidad entre los pasadores de Super Bowl en los últimos 10 años (Ben Roethlisberger en 2008 con 46).

Manning (2.7 por ciento) fue el único pasador capturado en menos del 3.5 por ciento de las veces que retrocede para lanzar. Las 18 capturas de Manning fueron la menor cantidad para cualquier mariscal que jugó al menos 10 partidos, y su total fue de uno menos que el total de Wilson durante una racha de cinco partidos entre las Semanas 4 y 8 de esta campaña.

PRESIÓN
Nadie enfrentó más cargas esta temporada que Wilson, y nadie vio menos cargas que Manning. La reputación de Manning se la ha ganado con sus actuaciones cuando enfrenta más cazamariscales, pero el desempeño de Wilson contra la presión no justifica los esquemas agresivos que enfrenta.

El índice total de pasador de Wilson contra la carga fue el quinto mejor de la liga entre los mariscales calificados y el mejor entre los pasadores que enfrentan más cargas en la liga. El resto del top-10 se combinan para un índice total de pasador de 47.3 contra la carga, y de ese grupo sólo Cam Newton (68.6) estuvo a menos de 15 puntos del 76.1 de Wilson.

PASES A LO PROFUNDO
Un área en la que ambos son parecidos es en pases a lo profundo. Manning completó el 48.1 por ciento de sus intentos de al menos 20 yardas, promediando 16.5 yardas por intento (ambas cifras son las mejores de la liga entre 23 pasadores con al menos 40 intentos). Wilson no estuvo muy atrás, ubicándose en el tercer lugar en yardas por intento (15.2) y segundo en porcentaje de pases completos (44.4) en sus envíos.

Los pases profundos de Manning estuvieron bajo escrutinio esta campaña. De los 79 intentos de pase de Manning de al menos 20 yardas, 35 fueron lejos de sus receptores o fueron desviados (44 por ciento), empatado con su porcentaje más bajo desde el 2006.

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NEW YORK -- La que muchos pensaron que sería la historia más grande del Súper Bowl XLVIII ha sido todo menos eso. No hay historia.

Peyton Manning
APLa prensa ha sido insistente hacia Manning

La palabra que Peyton Manning más ha escuchado en estos días (además de Omaha) es legado. Nunca fue un tipo que fuera conocido por esquivar a los defensivos rivales, pero para esquivar las preguntas sobre el tema, nadie como él.

"El legado se escribe cuando tienes 70 años, no cuando tienes 38", dijo Peyton ante la centésima referencia a su herencia emocional cuando se retire. Es obvio lo que nos quiere decir, pero es más obvio que lo tiene estudiado y sobre todo asimilado.

Siguiendo toda esta semana a los Broncos de Denver me di cuenta que están disfrutando más esta semana que los Seahawks de Seattle. Se alejaron de todos los temas polémicos que han rodeado al juego grande: entrenaron sin problemas al aire libre desafiando al frío y al viento, no tuvieron a ningún jugador que se metiera en problemas por lo que dice y, mucho menos, tuvieron a alguno que se ofuscara por lo que no dice.

La están pasando muy bien. Tal vez anticipando lo mal que la pueden pasar adentro del terreno de juego.

Denver llegaba al Súper Bowl con la carga de haber tomado decisiones que tenían una pronta fecha de caducidad. Las mechas de esas bombas de tiempo son tan cortas que su momento de explosión se acerca. Pero pueden ser desactivadas si, como hace 15 años, terminan levantando el trofeo Vince Lombardi.

Porque los dueños acreditarán la implosión que provocaron cuando llevaron a John Elway.

Porque Elway justificará el "ganar ahora" que significaba apostar por un mariscal de campo que tenía cuatro operaciones de cuello y que no podía lanzar un pase decente de 15 yardas como admitió esta misma semana Eli Manning.

Porque John Fox justificaría su nombramiento cuando, para varios, su carrera había terminado. Uno de ellos era su corazón.

Y porque Peyton Manning habrá quitado de una vez y para siempre las palabras escritas entre paréntesis en el enunciado: Peyton Manning es el mejor mariscal de campo de la historia (en temporada regular).

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BRISTOL -- Todo buen mariscal de campo en la NFL necesita de buenos o grandes receptores para alcanzar los números que registró en la temporada regular Peyton Manning.

Peyton Manning
APManning lanzó 55 pases de touchdown esta temporada

Mucho se ha hablado de los récords establecidos por Manning a lo largo de la campaña, pero en gran parte se debe a la línea ofensiva, que le ha dado el tiempo para lanzar, pero sobre todo, a la diversidad que tiene en su cuerpo de receptores.

Los Denver Broncos tienen a cuatro receptores que por lo menos sumaron 65 recepciones y 10 de touchdown: Demaryius Thomas (92 recepciones, 14 anotaciones), Eric Decker (87, 11), Wes Welker (73, 10) y Julius Thomas (65, 12). Los Broncos terminaron como la mejor ofensiva por aire de la liga, mientras que Peyton Manning estableció una nueva marca de yardas (5,477) y pases de anotación (55) en una sola temporada.

El éxito en el juego aéreo de Denver se debe en gran parte a la capacidad que tiene Manning de cambiar las jugadas en la línea de golpeo, de hacer ajustes en el último momento y de leer las defensivas durante el desarrollo de la jugada. Pero también parte de esa ejecución se debe a la capacidad de repartir el balón con todos sus receptores; por algo, Thomas, Decker y Welker son buscados por lo menos en ocho ocasiones por partido por su pasador, mientras que Julius Thomas sumó 12 recepciones de anotación en la campaña, para superar el récord de la franquicia de Shannon Sharpe.

"Es sumamente complicado para cualquier equipo tener que cubrir a más de un receptor. Él [Peyton] siempre va con el receptor que está descubierto, porque tiene la capacidad de leer defensivas muy rápido", declaró Decker, quien terminó con 11 recepciones de anotación en la temporada.

La peligrosidad del ataque aéreo de los Broncos en gran parte se debe a la diversidad de los receptores. Cada uno de ellos es de características diferentes y son utilizados en distintas zonas del campo. Mientras a Welker lo ubican en su mayoría en trayectorias cortas en la zona de los apoyadores, Decker explota más su velocidad, al igual que Demaryius Thomas, para trayectorias largas. Para situaciones de zona de gol o sacar ventaja de la estatura, Peyton busca más a Julius Thomas. A esto hay que agregar a Knowshon Moreno (corredor), quien terminó con 60 recepciones en la temporada regular.

La ofensiva de Denver tiene muchas armas, más bien Peyton tiene muchas opciones con las que puede hacer daño, por algo terminaron como la mejor ofensiva en puntos anotados con 606 (récord de la NFL) y sumó 7,317 yardas, la segunda mejor marca en toda la historia de la liga.

El duelo contra Seattle no podría presentarse de mejor manera porque los Seahawks tienen a la mejor defensiva en yardas permitidas, puntos recibidos y contra el pase, de la NFL. Su defensiva secundaria es encabezada por Richard Sherman, quien terminó como líder de la liga con ocho intercepciones. Earl Thomas (profundo), único de los titulares del perímetro en ser reclutado en la primera ronda del draft, es un jugador muy agresivo y que terminó en el segundo lugar del equipo con cinco intercepciones y 100 tacleadas, mientras que el otro profundo, Kam Chancellor fue tercero en el equipo con 93 tacleadas. Byron Maxwell es el más discreto de los defensivos de Seattle, pero ha sumado seis intercepciones en los últimos cuatro partidos.

Seattle ha sabido sobreponerse a las ausencias en su secundaria, pues dos de ellos enfrentaron suspensiones por violar la política de sustancias prohibidas por la liga. Walter Thurmond quedó fuera por cuatro partidos y perdió el puesto con Maxwell, mientras que Brandon Browner fue castigado por un año.

Denver, un equipo con el brazo de Manning y muchas armas al ataque. Seattle con una gran defensiva. Ambos tendrán su gran prueba el domingo en el Super Bowl.

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MÉXICO -- Los Denver Broncos vencieron a los New England Patriots por marcador de 26-16, para asegurar su primer viaje al Super Bowl en 15 años.

Peyton Manning
APManning no cometió errores durante la tarde

Se acabó cuando: Los Broncos anotaron touchdown en la primera serie del segundo medio, avanzando 80 yardas en 7:08 minutos para abrir la brecha a 20-3. Manning culminó el avance con un pase anotar para Demaryius Thomas, quien recibió facilidades a lo largo del partido gracias a la salida por lesión de Aqib Talib. En la serie subsecuente, los Patriots se aproximaron a zona prometida, pero Denver frenó en downs y quedó sellado el resultado.

La estadística del partido: Cinco de 9. Las conversiones en tercera oportunidad en el primer tiempo para Denver, marcaron la diferencia en el juego. Los Broncos fueron capaces de mantener las cadenas en movimiento, sobre todo en terceras de largo yardaje, y eso les permitió controlar el reloj a su antojo durante buena parte del juego. En el transcurso de los primeros dos cuartos, los Patriots únicamente convirtieron a 1 de 6 terceras oportunidades.

El balón del juego va para: Peyton Manning. El mariscal de campo tuvo una actuación notable --como toda su temporada-- completando 32 de 43 intentos de pase para 400 yardas y dos touchdowns sin intercepciones. Manning mantuvo a la ofensiva de Denver trabajando como reloj suizo, y supo repartir el ovoide entre todo el elenco ofensivo. Siete jugadores tuvieron al menos dos recepciones para los Broncos en la tarde.

El héroe anónimo: Terrence Knighton. El hombre apodado "Pot Roast" tuvo probablemente su mejor actuación en un uniforme de los Broncos. Knighton tuvo un par de derribos para pérdida, uno de ellos sobre Stevan Ridley durante la primera serie ofensiva de los Patriots cuando tenían tercera oportunidad en zona roja. En la jugada subsecuente, Knighton capturó a Tom Brady en cuarta oportunidad para ponerle cerrojo al juego.

El Brady-Manning Bowl XV: El duelo frente a frente entre los pasadores no decepcionó. Brady tuvo un partido decente, completando 24 de 38 pases para 277 yardas con un touchdown por aire y uno más por tierra. Brady dejó dos jugadas grandes sobre el campo, lanzando largo hacia Julian Edelman en dos ocasiones, pero realmente fue notorio que la plantilla de los Patriots no tuvo las armas para competir contra los Broncos esta tarde. Fuera de Edelman, las opciones fueron escasas por aire para los Patriots, quienes tampoco el exprimieron grandes números a su ataque por aire. Manning, por su lado, empató a Brady con dos triunfos de postemporada en la cuenta frente a frente. El ganador en las tres ediciones anteriores triunfó en el Super Bowl.

Lo que sigue: Para New England, hay que prepararse para la agencia libre y el draft. Vendrán decisiones difíciles, incluyendo una respecto a Danny Amendola a quien se le pagó mucho dinero para reemplazar a Wes Welker, y quien quedó a deber. Los Broncos, por su lado, se comenzarán a preparar el viaje a New York para el Super Bowl XLVIII.

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MÉXICO -- Los dos mejores equipos de ambas conferencias, los dos más regulares a lo largo de la temporada y de los que tanto se habló, han llegado al Super Bowl. Los Denver Broncos con la mejor ofensiva, los Seattle Seahawks con la mejor defensiva de la NFL.

EXHIBICIÓN OFENSIVA
Denver simplemente dominó a los Patriots en una gran demostración ofensiva de Peyton Manning y todo su arsenal. Los Broncos supieron cómo consumir el reloj de juego y no prestarle el balón a Tom Brady, quien además de fallar algunos pases en trayectorias largas, no tuvo la presencia del juego terrestre de las semanas anteriores. Denver fue mejor de principio a fin.

Peyton Manning
APEnorme ofensiva contra inmensa defensiva

La ofensiva de los Broncos terminó el partido con 507 yardas totales, lo cual es la cifra más alta permitida por Bill Belichick en juego de playoffs, además de mantener el balón por 35 minutos con 44 segundos. Denver anotó en seis series ofensivas consecutivas y fueron claves tres series seguidas en el segundo e inicio del tercer cuarto. En ese lapso, los Broncos sumaron (en tres series) 36 jugadas para 236 yardas (6.5 yardas por cada jugada), 16 minutos con 38 segundos y 17 puntos anotados, por tan sólo tres de los Patriots. No hay mejor forma de ganar un partido de fútbol americano con el balón en tu poder y que el mariscal de campo contrario (en este caso Brady) se quede en la banca. Por nada del mundo le prestes el balón a Brady.

UNA SERIE OFENSIVA DETERMINANTE
La serie ofensiva para iniciar el tercer cuarto fue una de las mejores en la temporada para los Broncos, y no por el hecho de que fue la más larga en la campaña en cuanto a tiempo de posesión se refiere con 7:08, sino por la forma como dan una muestra clara de cómo, sin correr el balón y jugadas sin reunión, se puede controlar el reloj de juego. Denver tuvo una serie de 14 jugadas para 80 yardas que terminó en touchdown. Ocho de las 14 jugadas fueron pase y 11 de esas 14 fueron sin reunión. No es lo mismo sacar jugadas en serie que ofensiva sin reunión. Las jugadas en serie, significa que son sacadas en el menor tiempo posible, mientras que la ofensiva sin reunión es mandar jugadas sobre la línea de golpeo, hacer sus ajustes sobre la línea y no permitiendo que la defensiva pueda hacer muchos cambios entre alineaciones.

Denver supo cómo sacar ventaja en el partido, no sólo en el marcador sino también ante una ofensiva que no mostró amenaza alguna. Los Patriots no pudieron correr el balón como lo habían hecho en los últimos tres juegos, al grado que sólo corrieron para 3.5 yardas en las 12 veces que lo intentaron por dentro de los tackles, cuando en los últimos tres partidos habían sumado 5.8 yardas por intento.

El juego por tierra de Denver fue discreto pero al menos le dio la oportunidad a Manning de terminar con ocho de ocho para 116 yardas (ocho primeras oportunidades) y dos touchdowns en jugadas de play-action (engaño por tierra y luego pase). Cierto es que un punto determinante en la defensiva de Patriots fue la baja de Aqib Talib, quien salió lesionado. Talib es el mejor jugador a la defensiva de los Pats y no pudieron contar con él. Quizás por eso, Patriots sólo presiono en tres de las 43 veces que Denver intentó lanzar el balón, es decir en un siete por ciento, siendo la cifra más baja de toda la temporada (la anterior había sido de 17 por ciento en la Semana 1 contra los Buffalo Bills). Denver fue mejor equipo durante todo el partido y es el Campeón de la AFC.

SEATTLE, MEJOR DEFENSIVA
Estaban abajo por 10 puntos y lograron regresar para ganar el partido. Seattle mostró una vez más que la vieja fórmula en la NFL sigue funcionando: defensiva y ataque terrestre. La defensiva de Seahawks terminó el partido provocando tres pérdidas de balón seguidas (fumble, dos intercepciones), mientras que la ofensiva, en especial Marshawn Lynch, despertó en la segunda mitad.

El partido llegó al punto que más le favorecía a Seattle, dejar todo en manos de la defensiva y que fuera Colin Kaepernick quien tuviera que definir el partido. Pero, para que eso ocurriera, primero tendría que hacer su labor Lynch. El corredor de Seattle sumó 109 yardas por tierra, de las cuales 107 fueron dentro de los tackles (cifra más alta que ha permitido la defensiva de San Francisco en los últimos cinco años). Lynch mostró una vez más la potencia y agresividad para correr el balón al conseguir al menos el 75% del total de sus yardas después del primer contacto.

Fue en la segunda mitad donde logró despegar con 10 yardas por acarreo contra las 2.8 que promedió en la primera mitad. Con esto Lynch ha corrido para más de 100 yardas en cuatro de las últimas seis ocasiones que ha enfrentado a 49ers.

El siguiente paso en el plan de juego se cumplió para Seattle. Suelten a la defensiva. Para la segunda mitad Kaepernick ya no pudo tener sus escapadas como en los dos primeros cuartos lo hizo, además de que jamás pudo localizar a sus receptores en pases a las bandas o laterales. Kaepernick terminó con dos de nueve para 33 yardas con dos intercepciones cuando mandó el balón a los costados, algo que ante Seattle es muy complicado tener éxito cuando enfrente se tiene a la mejor defensiva contra el pase, pero en envíos a las bandas sólo permiten el 48 por ciento de completos y suman 16 intercepciones para ser las mejores de la NFL en ambos departamentos.

JUGADAS CLAVES
El partido tuvo sus momentos decisivos, uno de esos fue cuando Seattle enfrentó cuarta oportunidad y siete en la yarda 35 de 49ers, y donde Pete Carroll decide jugársela y no va por el gol de campo. La jugada le resulta en un touchdown para ponerse arriba 20-17. Lo determinante de la situación no es sólo haber convertido en cuarta oportunidad con una anotación, sino que Seattle tenía tercera y 22 por avanzar y se colocaron a cuarta y 7.

Otra jugada que fue determinante fue la 4a oportunidad en la yarda 1 de San Francisco, donde no deciden ir por el gol de campo (el marcador estaba 20-17 a favor de Seahawks). Si hablamos que una diferencia de tres puntos es más que suficiente para Seattle, seis es mucho más. Con eso podían haber asegurado el partido de forma práctica. Ya después vino el primero de los dos pases interceptados a Kaepernick. Aun así la defensiva de 49ers sólo aceptó tres puntos y mantenía el partido en una posesión.

Ya bajo el sentido de urgencia y sin margen de error, vino la segunda intercepción a Kaepernick. Cuando se juega bajo esas condiciones y se le tiene que dejar la responsabilidad a un pasador con poca experiencia, ese es el resultado.

Por su parte, Russell Wilson tuvo un partido discreto pero, lo más importante, sin errores. Wilson no es el responsable de que Seattle esté en el Super Bowl, es un jugador que lo poco o mucho que hace, lo realiza sin cometer errores. Seattle se encarga de que el partido recaiga en su juego terrestre y defensiva. Por algo, Wilson se convirtió en el mariscal de campo con más victorias en sus dos primeras temporadas; en una lista donde vemos nombres como Ben Roethlisberger, Joe Flacco, Mark Sanchez entre otros, porque la mayoría dependían de su defensiva y juego terrestre en sus dos primeros años en la Liga.

Denver y Seattle, los dos mejores de la NFL, los dos Campeones de Conferencia están en el Super Bowl XLVIII. La mejor ofensiva contra la mejor defensiva frente a frente.

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Lo que hay que saber del Chargers-Broncos

FECHA
12/12
2013
por ESPN Stats & Information | ESPN.com

Peyton ManningAPPeyton Manning lanzó cuatro pases de touchdown en el primer duelo ante los San Diego Chargers.

DENVER -- Los Denver Broncos reciben a los San Diego Chargers en una batalla entre equipos de la AFC Oeste para dar inicio a la Semana 15 de la temporada. Aquí les presentamos las estadísticas más interesantes previo al partido de este jueves por la noche en el Mile High Stadium.

1. Los Broncos ya han asegurado un lugar en los playoffs por tercera temporada consecutiva y asegurarán la AFC Oeste con una victoria y una derrota de los Kansas City Chiefs esta semana. Los Broncos están buscando ganar tres títulos divisionales consecutivos por primera vez en la historia de la franquicia.

Desde la realineación divisional en el 2002, los Chargers y Broncos se han combinado para ganar ocho de los 11 campeonatos divisionales de la AFC Oeste. Los Chargers son el único equipo en ganar tres títulos consecutivos en ese lapso, cuando ganaron cuatro en fila del 2006 al 2009.

2. Peyton Manning tiene 45 pases de touchdown esta temporada, cinco menos que el récord de Tom Brady de más pases de anotación en una temporada (50) establecido en el 2007.

Tiene tres partidos por delante y parece listo para romper la marca. Su menor cantidad de pases de touchdown durante un periodo de tres juegos esta temporada es de siete entre las Semanas 10 y 12.

Manning también tiene 4,522 yardas aéreas, la mayor cantidad en 13 partidos en la historia de la liga. Necesita 995 yardas para romper el récord de Drew Brees de más yardas lanzadas en una sola temporada establecido en el 2011, o 318.3 yardas por partido.

Manning está promediando 347.8 yardas aéreas por juego esta campaña y ha lanzado para más de 300 yardas en 11 de 13 partidos.

3. Denver ha ganado 13 partidos consecutivos en casa, empatando la segunda mayor racha en la historia del equipo. Si algún equipo puede detener esa racha son los Chargers. San Diego tiene marca 30-6 en partidos de temporada regular en diciembre y enero desde el 2006, la segunda mejor marca en ese periodo detrás de los New England Patriots (32-4).

Sin embargo, los Chargers han perdido cuatro juegos consecutivos contra los Broncos y están tratando de evitar perder cinco partidos al hilo en la serie por primera vez desde las temporadas de 1997 y 1999. Una derrota también asegurará la tercera campaña consecutiva sin récord ganador para los Chargers. La última vez que tuvieron al menos tres temporadas consecutivas sin récord ganador fue entre 1996 y el 2003.

4. Los Broncos han anotado 515 puntos esta temporada, la mayor cantidad para cualquier equipo en 13 partidos. Necesitan 75 puntos en los próximos tres encuentros para romper el récord de la NFL de puntos en una temporada.

Es difícil que los Chargers detengan a la máquina anotadora de los Broncos. Están permitiendo la mayor cantidad de yardas por jugada y el cuarto mayor índice total de pasador esta temporada.

5. Sin bien la defensiva de los Chargers probablemente evitará que derroten a los Broncos, su ofensiva está construida para darles un buen partido al mantener a Manning fuera del campo. Se ubican en la primera posición de la NFL promediando 6.3 jugadas por serie, y son la cuarta ofensiva más lenta de la NFL (29.9 segundos por jugada).

La última vez que los Chargers y los Broncos se enfrentaron, San Diego perdió por ocho puntos, sin embargo limitó a Denver a su segunda menor cantidad de puntos anotados esta temporada (28) y tuvo el balón durante más de 38 minutos.

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¿Quién tiene a los mejores receptores?

FECHA
14/09
2013
por John Carr & Evan Kaplan
ESPN Stats & Information

Peyton Manning, Eli ManningGetty ImagesLos hermanos Manning han demostrado que pueden lanzar, pero ¿quién tiene mejores receptores?

EAST RUTHERFORD -- Los hermanos Eli y Peyton Manning tomarán el centro del escenario el domingo, cuando los Denver Broncos visiten a los New York Giants.

Sin embargo, ¿quién de los dos tiene el mejor cuerpo de receptores en el 2013?

ARGUMENTO A FAVOR DE ELI
La combinación de Victor Cruz y Hakeem Nicks, junto con el surgimiento de Rueben Randle, le da a Eli el mejor cuerpo de receptores en la familia, y quizás el mejor de la NFL.

Desde el inicio de la temporada del 2011, Eli ha lanzado la quinta mayor cantidad de yardas de la NFL, y su capacidad para encontrar a Cruz para jugadas grandes es una razón importante de su éxito. Cruz tiene ocho touchdowns de al menos 50 yardas en las últimas tres temporadas, dos más que el receptor más cercano.

Si bien Cruz se destaca con grandes jugadas, su capacidad para poner presión en las defensivas desde la ranura lo hacen difícil de cubrir. Wes Welker es considerado ampliamente como el mejor receptor de ranura de la NFL, pero Cruz tiene seis touchdowns más cuando se alinea en la ranura desde el inicio de la temporada del 2011.

Hakeem Nicks alguna vez fue el receptor de confianza de Eli, pero las lesiones lo han limitado en las últimas campañas. Atrapó 18 touchdowns entre el inicio de la temporada del 2010 y el final del 2011, estaba empatado con la quinta mayor cantidad de la liga.

Después de atrapar tres touchdowns en el 2012, la menor cantidad de su carrera, Nicks tuvo 114 yardas recibidas en la Semana 1, su mayor cifra desde la Semana 2 de la campaña pasada. Sus 22.8 yardas por recepción en contra de los Cowboys empataron su mejor marca personal, con al menos cinco recepciones.

La razón final por la que Eli tiene mejores receptores es el surgimiento de Randle. Tenía una recepción de touchdown en sus primeros 15 partidos, sin embargo atrapó dos en la Semana 16 la temporada pasada y tuvo su primer juego de 100 yardas recibidas en la Semana 1 este año.

Eli sabe que Randle puede ser la amenaza de jugadas grandes para complementar a Cruz y Nicks; 22 de los 38 pases enviados en dirección a Randle se dieron en pases de 10 yardas o más campo abajo.

ARGUMENTO A FAVOR DE PEYTON
Peyton Manning podría tener el mejor cuerpo de receptores de la liga, independientemente de la comparación con Eli.

Con la adquisición en la temporada baja de Wes Welker, Peyton tiene tres receptores que tuvieron temporadas de 1,000 yardas el año pasado: Demaryius Thomas (1,434), Eric Decker (1,064) y Welker (1,354).

El último equipo en iniciar una temporada con tres receptores que superaron las 1,000 yardas en la campaña previa fueron los Arizona Cardinals del 2009.

Con su capacidad para sumar yardas después de la recepción, Welker podría terminar siendo el catalizador de jugadas grandes para los Broncos esta temporada. Sus 4,098 yardas después de la recepción es la mayor cantidad para cualquier jugador desde que se unió a la liga en el 2004 y tiene los cinco totales más altos en yardas después de la recepción desde el inicio 2001.

La temporada pasada, sus 669 yardas después de la recepción estuvieron por delante de su nuevo compañero, Thomas, quien estuvo en el segundo lugar con 543.

La temporada pasada, la conexión Peyton-Demaryius fue mortal en pases a lo profundo. Peyton se conectó con Thomas 11 veces en balones lanzados 25 yardas o más campo abajo, empatados con Drew Brees y Lance Moore con la mayor cantidad de la liga.

Thomas también fue uno de los tres jugadores de los Broncos en atrapar dos pases de touchdown de Peyton en la primera noche de la temporada, junto con Welker y Julius Thomas. De acuerdo a Elias Sports Bureau, es apenas la segunda ocasión en la historia de la NFL que tres compañeros tienen dos recepciones de touchdown en el mismo partido.

También está Eric Decker, quien ha sido el baluarte para el cuerpo de receptores de Denver desde que se unió al equipo en el 2010. Las 13 recepciones de touchdown de Decker la campaña pasada estuvieron en el segundo lugar, sólo detrás de las 14 de James Jones entre los receptores, y fueron la mayor cantidad para un jugador de los Broncos en una sola temporada desde el inicio del 2001.

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Peyton Manning, Aaron RodgersAPPor categorías, hay dos respuestas válidas, Peyton Manning y Aaron Rodgers, depende cómo lo vean.

BRISTOL -- Si tratáramos de construir al mariscal de campo perfecto desde una perspectiva estadística, ¿qué partes de cada pasador lo comprenderían?

Tratemos de enlistar cuáles son los mejores mariscales de campo cuando se trata de seis rangos estadísticos distintos.

Fuerza de brazo
El mariscal de campo Drew Brees de los New Orleans Saints lideró o empató la NFL en pases completos (31), yardas aéreas (1,142), primeras oportunidades (30) y jugadas de 30 yardas (21) en lances de más de 20 yardas hacia el frente.

En los últimos cuatro años, nadie tiene más pases de anotación en esos lances que Brees (38). Sólo ocho mariscales tienes al menos 21, un total que empata el diferencial de Brees en anotaciones/intercepciones en esos pases profundos.

Precisión
El pasador Aaron Rodgers de los Green Bay Packers es el único en su posición que ha completado al menos 65 por ciento de sus pases en cada una de las últimas tres temporadas. Su +87 en diferencial de anotaciones/intercepciones es el mejor de la NFL en dicho período.

Toma de decisiones/Control de balón
En las últimas tres temporadas, el mariscal de campo Tom Brady de los New England Patriots ha lanzado una intercepción o soltado el balón cada 90.5 jugadas. Ningún otro pasador regular tiene un rango de más de 73 jugadas entre intercepciones y balones sueltos durante ese período.

Brady ha lanzado intercepciones en únicamente 1.4 por ciento de sus intentos de pase las últimas tres temporadas, el índice más bajo en la NFL.

Habilidad para correr
El mariscal de campo Robert Griffin III de los Washington Redskins fue el mejor en yardas terrestres (815), yardas por acarreo (6.8) y yardas por escapada (9.6) entre los pasadores con al menos 50 intentos de acarreo la temporada pasada.

Griffin añadió 16.5 puntos esperados cuando corría el año pasado; fue el único pasador que sumó más de 10 puntos esperados cuando corrió el balón.

Presencia en la bolsa
El mariscal de campo Eli Manning de los New York Giants fue capturado cada 27.9 jugadas de pase, el mejor promedio para un lanzador la temporada pasada. Manning y Matt Cassel fueron los únicos pasadores en ser capturados menos de 20 veces el año pasado (19), pero Cassel tuvo 258 jugadas de pase menos que Manning.

Los demás detalles
Cuando factorizamos en cosas como resistencia, éxito en regresos del último cuarto, marca de gira y de postemporada, el mariscal de campo Joe Flacco de los Baltimore Ravens sale ganando.

Flacco tiene 63 victorias de temporada regular/postemporada en sus primeros cinco años en la NFL, la mayor cantidad para cualquier pasador en la era del Super Bowl. Flacco también es el primer mariscal en la historia de la NFL en ganar un juego de postemporada en cada una de sus primeras cinco temporadas.

Flacco tiene seis victorias de postemporada fuera de casa, la mayor cantidad para cualquier pasador en la historia de la NFL, y sus siete triunfos de gira o en sitios neutrales lo empata con Eli Manning como la mayor cantidad en la historia de la postemporada.

Así que, ¿quién es mejor?
Depende de cómo lo veas. Hay dos respuestas razonables.

Una sería Aaron Rodgers, quien califica mejor cuando evaluamos bajo todas las medidas listadas arriba. Ha ranqueado tercero, primero y quinto en Total QBR las últimas tres temporadas.

La otra sería Peyton Manning, quien no es el mejor en ninguna de las estadísticas mencionadas, pero su Total QBR fue el mejor de la NFL la temporada pasada y fue una décima de punto más alto que el de Rodgers en los últimos tres años.

No obstante, Manning sólo jugó en dos de esas tres campañas debido a una lesión.

De cualquier forma, es difícil equivocarse.

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