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En las buenas y en las no tan buenas

¡Hola amigos!

Esta vez los saludo desde el aeropuerto de Los Ángeles y mientras espero para embarcar el avión que me llevará a Kansas donde jueves y viernes de esta semana estaremos probando, ya con la mente puesta en los óvalos.

Estos días en California han sido intensos, dentro y fuera de la pista. La semana pasada, en cuanto llegué, fui al colegio secundario donde estudié hace unos años (2000-2001). Aunque no estuve mucho tiempo en esa escuela me quedan muy buenos recuerdos y amigos. Conocí al nuevo director y pude ver a algunos profesores de mi época. La verdad, me hubiera gustado tener más tiempo para compartir con ellos, pero fue bueno.

De ahí me fui a visitar a la gente de Honda Performance Development. Sus oficinas, las principales en EE.UU., están en Torrance. Ahí me encontré con Loretta Gamboa –que trabaja en la parte administrativa relacionada con las carreras y es la encargada de "cuidar" a los pilotos- y con T.E. McHale, que es manager de motorsports. La gente de Honda hace un gran trabajo en las carreras y a veces, en el "agite" del día a día uno no tiene tiempo de agradecerles por su esfuerzo y su dedicación, así que esta era una parada necesaria para decir ¡gracias!

Ese primer día en California fue de visitas y eventos, ya que por la tarde asistí a un evento de Herbalife, una marca de la que he sido amante y consumidor por más de 12 años y que me además me apoya en las carreras. Por la noche fui con la gente de Herbalife a un juego de los Lakers vs. los Clippers. El juego estuvo buenísimo y la verdad, lo aproveché para pasar un buen rato junto a los amigos de Herbalife… Aunque en mi cabeza ya estaba la carrera de Long Beach...

El jueves fue el almuerzo que tenemos los pilotos y la categoría con los medios de comunicación, antes de cada carrera y de ahí me fui con mi equipo para realizar la caminata por la pista y analizar cambios o diferencias entre un año y otro, posteriormente fue la acostumbrada reunión con los ingenieros.

Entre una cosa y otra preparé mi casco para las prácticas del viernes y en cuanto terminé nos fuimos a Hollywood para un evento de firma de autógrafos que preparó la gente de la IZOD IndyCar, en el que había no sólo pilotos sino también actores y gente del mundo de espectáculo. Fue divertido compartir un buen rato con ellos. Es increíble la afición que hay por las carreras en Long Beach y cómo ha crecido este evento a través de los años. Hay fans que han estado allí desde las primeras carreras, en los '70, y siempre tienen buenas historias que contar y compartir. Por cierto que en este evento conocí a Puff Daddy y a Mark Wahlberg, uno de los coproductores de la serie Entourage de HBO, que me invitó para que después de la carrera fuera al set de filmación. ¡Y claro que fui! Una experiencia nueva y toda la gente del "cast" fue súper amable y pasé un muy buen rato con ellos.

¡Y finalmente llegó el viernes! Ya no veía la hora de salir a pista. Desde el principio las cosas no fueron como esperábamos. Hicimos distintos ajustes en el carro pero aún así, no podíamos exprimirle más velocidad. Si tuviera que hacer un balance del fin de semana diría que bien, nos salieron muy pocas cosas. Estar tan atrás en clasificación no ayudó para nada en una carrera que es en una pista estrecha y en la que los adelantamientos no son cosa fácil.

Fue una carrera bastante monótona, algo aburrida. Me sentía muy estancado. No había mucho que pudiera hacer porque estaba en el límite del carro y el carro, desde que arrancamos, estaba totalmente rígido. Me costó muchísimo conseguir la temperatura en los cauchos; creo que hasta la tercera o cuarta vuelta es que pude subirlos a temperatura y eso es súper delicado porque desde la primera curva ya estás atacando y en este caso tienes que esperar dos o tres vueltas más para llegar a temperatura.

Creo que poca gente tuvo ventaja por estrategia de carrera porque fue una carrera con pocas banderas amarillas y bien definida en cuanto a paradas de pits. Se podía hacer con mínimo dos paradas, y para hacerlas, una tenía que ser entre las vueltas 27 y 31, y la siguiente unas 27 vueltas después... Con eso, íbamos todos básicamente con la misma estrategia.

Nuestro desafío está en la parte de ingeniería y esperamos que ahora que llegamos a los óvalos (la próxima carrera es en Kansas, el 2 de mayo y la que sigue es la Indy 500, a fines de mayo), las cosas se enderecen. En el equipo la información es totalmente abierta, así que nos sentaremos con los ingenieros de cada carro, y veremos dónde está lo que nos puede ayudar a mejorar. Nosotros intercambiamos toda la información, pero claro está, en el momento de la carrera cada ingeniero tiene su teoría y su manera de poner el carro.

Como les comenté al principio, esta semana probaremos dos días en Kansas. El carro de óvalo es totalmente distinto al de circuito. De hecho, es otro carro. No es el que usamos para los circuitos en que hemos corrido en lo que va de temporada. Tenemos un carro específicamente para óvalo. El acabado aerodinámico y la parte mecánica son diferentes.

Ya les contaré en el próximo blog cómo nos fue y cómo nos preparamos para Kansas.

Lo que hemos logrado en las pistas hasta ahora no es lo que esperábamos. Mis metas -y las del equipo- son muy distintas. Todos somos muy competitivos y queremos estar al frente. Yo sé que vamos a seguir trabajando duro para lograrlo y les agradezco el apoyo que ustedes me dan siempre, en las buenas y en las no tan buenas.

¡Hasta la próxima entrega del blog!

E.J. Viso
www.ejviso.com