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Clásico vs. Clásico

Ni así ganarás, superchiva Mexsport

MÉXICO -- Para mi, toda la vida siempre ha habido un sólo Clásico: el Tapatío. Nací en Guadalajara y aunque pasé mis años de niña en Veracruz, mis referencias son tapatías y la rivalidad entre chivistas y atlistas siempre estuvo presente a pesar de que, lo confieso, cuando era chiquita cantaba "chivas chivas ra ra ra", pero es que antes yo era muy influenciable.

Luego encontré el camino rojinegro y ahí me he quedado, con el resto de mis remembranzas tapatías que me cuesta trabajo compaginar con la vida de chilanga que tengo ahora viviendo en la capital del país. Hoy, ya no existe sólo un Clásico, sino un montón (el tapatío, el nacional, el joven, el canterano, el capitalino, el de porras, sus versiones de ascenso, el llanero, el de mis primos...) Y este fin de semana la afición se emociona con el choque entre águilas y cementeros, y lo llaman Clásico Joven.

¿Joven? Suena como al clásico "¡joven!" o "amigo" del clásico capitalino para llamar a cualquier hombre que no conoce entre los 15 y los 45 años (si es mayor lo llamará "padre" y si es mujer, "damita" o "madre"). Es, digamos, un nombre genérico.

¿Clásico? Clásico como las quesadillas chilangas que no tienen queso o el extraño experimento de desayunar harina al cubo con una torta de tamal y atole.
Clásicos locales.

Por eso el Clásico Joven no me emociona, no le encuentro sabor. Americanistas y cementeros sólo se odian cuando juegan entre sí y el resto del tiempo unen fuerzas para molestar a los aficionados pumas, esos sí, peleados con el mundo. En cambio en Guadalajara el Clásico Tapatío existe todo el año en todos lados, y los atlistas y chivafans defienden sus colores dentro y fuera del estadio.

El Clásico Joven es como un disco de Boney M, bueno para bailar y para ponerse de buenas, pero que no se puede comparar con la tradición de un Clásico Tapatío, para conocedores, intenso y alucinante como un disco de Pink Floyd. El Clásico Joven es una tardeada, el Tapatío es un concierto de noche.

Veamos, pues, los clásicos del fin de semana, los tapatíos sufrimos con el del sábado y los capitalinos hacen fiesta con el del domingo, ¿sale?

AHORA ARRIBA, AHORA ABAJO
Toluca y Santos solían ser buenos, llegaron a una final que ganaron los Diablos Rojos hace muy poco y mientras ellos lideraban la tabla, la afición veía con algo de pena ajena al Necaxa y al Querétaro hacerse chiquitos en el fondo de la tabla, pero los meses pasaron, Chepo de la Torre dejó de dirigir al Toluca para encargarse del Tri, el torneo dio vueltas y los equipos sotaneros comenzaron a palear para echarle tierra a dos de los mejores equipos de las últimas temporadas.

Toluca fue goleado por Necaxa en una vuelta de tuerca histórica hace unas semanas que nadie en su sano juicio habría pensado que fuera posible. De hecho, en esa ocasión mi quiniela acabó en ceros, un récord. Luego, Querétaro le ganó a Santos a domicilio, la afición se enojó, el técnico Rubén Romano les hizo señas y la directiva lo mandó lejos, lejos.

Resultado, ni Diablos ni Santos han podido levantarse desde entonces y no solamente han perdido, sino que han sufrido goleadas increíbles. En la fecha 10 se enfrentan y uno no sabe cuál de los puede ser menos malo. Así que en la jornada tendremos tres partidos interesantes: dos clásicos y éste, en el que se juegan no solamente los tres puntos, sino la necesidad urgente de ganarle a alguien, a quien sea, aunque sea al Toluca o al Laguna, pero ganar.