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Michel juega su primera final en Old Trafford

Getty Images

BRISTOL -- Aún con las pulsaciones elevadas tras el fin del partido en el que tomaron ventaja en la serie de Octavos de Final de la UEFA Champions League, Roberto el arquero del Olympiacos griego se detuvo ante la prensa. "Esta victoria es una recompensa para un técnico que está trabajando duro" dijo el ex Atlético de Madrid de su entrenador; "no conocía su trabajo pero las pruebas son evidentes".

Míchel (Miguel González. Madrid, 1963) llegó al Olympiacos a falta de 10 fechas para terminar la temporada 2012-2013. Llevó a la embarcación que se encontraba en el primer puesto hacia otro título en su historia. El número 40 y hace un par de días consiguió otro más.

Este miércoles puede sumar otro título, aunque no le den un trofeo para llevar a las vitrinas del club. En Old Trafford, Olympiacos defenderá una ventaja de dos goles ante el Manchester United. Desde su casa en Atenas, Míchel atiende el teléfono en un domingo de futbol. "Estoy viendo la Liga por la tele", me dice el entrenador del Olympiacos y certifica la relevancia que tiene para el conjunto griego el partido de vuelta de Octavos: "para nosotros es la final de la Champions. Tenemos una ventaja buena, pero por la diferencia en todos los sentidos no es suficiente. No tenemos ninguna ventaja".

Míchel es consciente de la magnitud del rival y que el resultado en el Karaiskaki no es suficiente: "no podemos vivir en nuestra área para enfrentar este partido". Ganar en casa ha sido importante, tanto que la expectativa por la vuelta jugó en contra de su equipo.

Perdieron el invicto de 26 fechas que arrastraban en la Liga postergando lo inevitable. El sábado vencieron por 2-0 al Pantrakikos para conseguir un nuevo título de Liga. Para Míchel un título que deja la sensación de ser su primero como entrenador: "sí, es el primero nuestro porque ya pudimos meter la idea. La temporada pasada llegamos dos meses antes del final. Acá ya hemos elegido jugadores hasta imponer lo que buscamos."

Tras conseguir el campeonato griego en un estadio sin público, por sanción, el primer entrenamiento del domingo es suficiente para que Míchel perciba que su equipo fija la mirada en un objetivo. "Es el partido de la temporada. Nuestra primera final particular" dice el ex comentarista de TV.

Esa fue la única función en la que alguna vez visitó el "Teatro de los Sueños". En su época de jugador los equipos ingleses estaban sancionados de competir en Europa. Estuvo ahí el día del taco de Redondo a Henning Berg: "nos enseñó cómo salir de una trinchera" y cuando Ronaldo le hizo tres al Manchester United.

Esta vez estará sentado en el banco visitante, buscando un pasaje a Cuartos de Final. "Tenemos que enfrentarnos a todo un Manchester United, con un presupuesto diez veces más grande que el nuestro". Míchel vio el partido ante el Liverpool, por obligación y por convicción. Dentro de esa intensidad con la que vive el juego, hay un poco de fanatismo. Conoce perfectamente la situación por la que pasa el peor Manchester United en la historia de la Premier League (1992): "Los equipos tan grandes como el Manchester United cuando están en esa situación lo llevan mal. Hay desanimo constante. Algún día pueden tocar fondo y empezar a arrancar y no quiero que arranquen el miércoles. No se rinden nunca"

"Pero al final nosotros también somos un equipo con nuestras motivaciones. Fue una gran alegría pero al mismo tiempo una gran sorpresa que les ganáramos 2-0" sigue Míchel. "Nuestros jugadores hicieron diez veces más de lo que les pedíamos. No tenemos que pensar otra cosa, no podemos pensar que tenemos una gran ventaja. Nuestra eliminatoria es esa." Ahora le toca explorar entre sus jugadores para encontrar esa mentalidad competitiva que urgen en Europa, reacciones que se producen con normalidad en las grandes ligas del fútbol. "Acá es mas difícil" continúa. Lo que es más difícil es llevar al jugador a un nivel que no enfrenta constantemente en su liga local. Por eso dice Míchel "nos planteamos este partido como si empezase esta eliminatoria."

En Old Trafford no podrá contar con el delantero nigeriano Michael Olaitan quien sufrió un desvanecimiento ante el Panathinaikos dos semanas atrás. El encargado de reemplazar al goleador Kostas Mitroglou, traspasado al Fulham en el mercado invernal. Más peso en ataque para el recuperado Javier Saviola y el joven costarricense Joel Campbell. "Joel es un diamante en bruto, tiene unas grandes condiciones naturales. Buscamos que sea más regular."

Con el título doméstico en su bolsa, el festejo puede esperar. "Al final cualquier jugador cambia el titulo por estar en Old Trafford". Sabe Míchel que la motivación no le faltará a un equipo que está a un paso de llegar a un lugar que pocos imaginaban podía alcanzar. "En el partido de ida les hicimos nuestro planteamiento, pusieron dedicación. Los protagonistas, los dueños del juego son los futbolistas, los que tienen que hacer todo son los jugadores, creo que lo van a hacer. Nuestra máxima confianza en ellos."