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¿Qué es más valioso para un receptor?

Una gran cantidad de disculpas se envían a los receptores, y es fácil entender el por qué. Ya sea por los nudillos golpeados o los golpes recibidos en sus rodillas luego de pasar la mitad de su carrera agachados, los rigores físicos del trabajo inspiran simpatía automática. Encontrar jugadores que puedan aguantar eso y que contribuyan a la ofensiva no suena como un trabajo fácil, e históricamente así ha sido. Ya sea que quieran hablar de jugadores poco ofensivos como Bill Bergen en la era de la bola muerta (OPS+ de por vida de 21) o héroes más recientes como José Molina (64) y Jeff Mathis (52), nosotros aceptamos que estos son jugadores cuyas carreras dependen de sus habilidades con el guante y un poco más. Y ahora, gracias a las estadísticas de enmarcado de pitcheos de los receptores, estamos mejor preparados que nunca antes para darle valor a esas contribuciones de forma justa.

Así que, si les digo que estamos viendo más receptores que contribuyen a la ofensiva en años recientes que los que hemos visto en las pasadas dos décadas, es posible que estén algo sorprendidos. Pero si le echamos una mirada al rendimiento del receptor en el plato en comparación al resto del béisbol, ahí es donde nos encontramos hoy en día. Tomado del portal Baseball-Reference.com, la estadística llamada tOPS+ es solo una comparación de cómo alguien o un grupo de algunos lucen en comparación con el promedio de la liga, donde el 100 es el promedio. Así que mirando su actuación colectiva temporada por temporada, en años recientes los receptores han estado cerca del promedio de Grandes Ligas como bateadores que en cualquier otro momento en las pasadas dos décadas:

Entramos a los nombres, y podemos entender por qué tenemos un trio de receptores bateadores hoy en día. La Liga Nacional tiene un trio incomparable compuesto por Buster Posey, Yadier Molina y Jonathan Lucroy, los tres mejores receptores en el deporte hoy en día, y los tres son jugadores sobresalientes a la ofensiva con OPS por encima de .800 en los pasados cuatro años, y todos ellos se encuentran en los primeros lugares en nuestros rankings de posición en BBTN 100. Molina ha sido el mascara regular de los Cardenales por una década, y lo seguirá siendo por lo menos por los siguientes cuatro años que le quedan en su contrato; no voy a tener problemas catalogándolo como un futuro miembro del Salón de la Fama cuando llegue el día en que se revise su carrera... y él no es Posey. Cuatro años como regular, y el receptor de los Gigantes tiene un trofeo de Novato del Año, un JMV, y tres anillos de campeón. ¿De quién hablamos, Johnny Bench? ¿Bill Dickey? De cualquier modo, ese tipo quiere tener de vuelta su prestigio como receptor con calibre de campeón. Así que, se pueden imaginar que Lucroy se siente como una tercera pata en este concurso, un jugador dominante, y candidato a JMV por derecho propio.

Si no fuera por estos tres chicos en la delantera, la lista de los receptores tipo B en la Liga Nacional está repleta de tipos con muchas ganas de jugar. Devin Mesoraco con los Rojos dio un paso adelante por derecho propio el año pasado, con un OPS de .893 y 25 jonrones, y se encamina a su temporada de 27 años. Wilson Ramos es una selección interesante en el puesto No. 10, un chico que ha perdido gran parte de los pasados tres años por lesiones, pero con un OPS de por vida de .749, se encamina a una gran temporada si se mantiene saludable a sus 27 años. Y eso es sin nombrar a Derek Norris con los Padres (apenas 26 años, OPS de por vida de .727), Yasmani Grandal con los Dodgers (con proyecciones de OPS de .760 vía ZiPS), y Travis d'Arnaud de los Mets, de quien se espera que luzca en grande en el 2015 luego de terminar la segunda mitad del 2014 con OPS de .787.

Es posible que la Liga Americana no tenga nada para compararse con el gran trío de la LN, pero sigue teniendo un buen grupo de receptores. Russell Martin se une a los Azulejos como otro de los pocos treintones en la lista de BBTN Top 10, con seguridad de aportar OBP al igual que defensa, y los 87 jonrones conectados por su colega Brian McCann en los pasados cuatro años lo tienen como líder entre todos los receptores. Pero jugadores como Matt Wieters, Yan Gomes, Salvador Pérez y Jason Castro de los Astros están todos en la mejor parte de sus carreras, produciendo tanto en el plato como detrás de él.

Es cierto que la manera menos feliz de pensar en el gráfico anterior es pensar en los receptores como un todo, un grupo que ya está poblado por especialistas, tal vez no tenían la calidad suficiente para estar en el primer lugar. Con la caída general de la ofensiva en MLB, desde el máximo de OPS de .782 en 2000, el más alto de los pasados 20 años al OPS de .700 que fue el promedio de la liga el año pasado, el piso de las actuaciones está más cerca ahora para todo el mundo. Ya que la receptoría es una posición que siempre ha estado entre las peores en bateo, esto podría como que todo el mundo está en camino hacia el sótano ofensivo en el que los receptores siempre han estado. Si ustedes opinan de esa manera, entonces creo que son de los que siempre ven el vaso medio lleno.

En el lado de los vasos medio llenos de la vida, yo diría que debemos mantener en mente las actuaciones en relación a las del resto de la liga mientras reconocemos la actual buena cepa de buenos receptores bateadores que se encuentran en su pico o entrando al mismo. El ejercicio que hice de verificar nombres me dio un total de 14 jugadores que ustedes - o su equipo - estarían bien complacidos de tener a su alrededor, y eso es sin entrar en el trío de receptores de calidad de los Cachorros, o los de los Piratas, o el posible comité de los Atléticos, o el poder de Mike Zunino, y mucho más. Así que, incluso en las Grandes Ligas agrandadas de hoy en día con 30 equipos, obviamente alguien está haciendo algo bien en la parte de desarrollo de jugadores si tenemos tanto talento detrás del plato.

Y con todo ese talento en la receptoría, vale la pena notar la otra cosa que no se ve mucho en estos días: El tipo que está fungiendo de receptor regular es porque puede recibir, más allá del punto en donde se encuentre su bate. Tomen como ejemplo un extraordinario receptor del pasado como Tony Peña: Un gran regular con los Piratas de 1982-86, la velocidad de su bate comenzó a descender rápidamente en sus años 30. Para el momento en que cumplió sus cuatro años como receptor regular de los Medias Rojas (sus temporadas de 33 a 36 años), bateó de forma combinada .234/.290/.313 con un OPS+ de 64. Su bate ya había fallecido de causas naturales, pero como podía recibir, la carrera de Peña duró cuatro años más allá de eso como reservista. En contraste, a pesar de que los Rays amaban y valoraban a José Molina como receptor, no lo intentaron usar como jugador de todos los días. En estos días el único receptor regular "viejo" es Carlos Ruiz de 36 años, y de los Filis, pero él sigue siendo un buen activo detrás del plato -- y todavía puede batear.