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¿Qué blinda a Almeyda? ¿Capricho o proyecto...?

Mexsport

LOS ÁNGELES -- Morelia cazó a Chivas. En el marcador y en la Tabla de Porcentaje. 2-0, jugando a lo vivo, dejó muerto al Guadalajara.

Se había advertido que tras el verbo motivador de Matías Almeyda, debería venir su sapiencia para que el equipo fuera más que adrenalina y pulmones, es decir, que evidenciara futbol y sumara puntos.

Saltarán los apóstoles de las obviedades: "ah, pero tuvo varias oportunidades". Obvio, si Morelia jugó como perro rabioso defendiendo su parcela, dejó dos tercios de cancha a Chivas para que operara y ensayara todo tipo de recursos.

Con un esquema como el de Monarcas, hasta un vendedor dominical de biblias se mete hasta la cocina. Chivas no se plantó ante la meta de Monarcas por disponer de un esquema versátil, sino por un reflejo natural de tener espacio para el pelotazo.

A la decepción del pizarrón de Alameyda, habría que agregarle la ratificación del Gullit Peña. Su debut deslumbró y después, como las pretensiones de Chivas, se fue apagando. Sale de cambio sólo para hacer saber a su preocupada familia que sí estaba jugando.

Morelia alcanza en el porcentaje al Guadalajara, que suma una victoria en diez juegos de Liga, y 11 de 36 puntos en cualquier torneo. Sí, mañana saldrán los defensores a hacer ecuaciones facilistas y simplonas sumando los primeros juegos de El Pelado, pero esos son anécdota que se ridiculiza con la actualidad del equipo.

Para colmo, innecesariamente, Carlos Salcedo provoca una roja, innecesaria, sospechosa, que deja al Guadalajara con boquetes en el fondo, por las ausencias agregadas de Pereyra, Rodríguez y Alanís... más lo que se acumule.

Mientras Orbelín cumple de manera intermitente, el otro refuerzo de oro en la etiqueta y oropel en la cancha, el Conejito Brizuela, deja en claro que el nerviosismo le consume por dentro. Los 10 millones de dólares que pagó Jorge Vergara por él deben flotar en el canal del desagüe.

Y pregunta obligada: ¿Almeyda seguirá esperando que el Gullit le responda en esa variante que le impuso, y que no sólo lo perjudica a él, sino también a Omar Bravo, que empezó a sentirse cómodo y peligroso, cuando salió Peña?

Claro, El Pelado Almeyda sabe que tiene un seguro de vida. Y con él, José Luis Higuera, puede también defender sus genialidades como promotor y contratista: se llama Sinaloa y el torneo los presenta como Pescados Zarandeados a los Dorados.

Bajo el amparo del equipo culichi, Almeyda tendrá el tiempo que necesita, pero esta cosecha anémica de puntos sólo provocará que la próxima temporada el equipo siga asfixiándose n la zona de riesgo de descenso.

Lo cierto, reitero, es que con mejores números que Almeyda, han salido botados del Guadalajara una decena de técnicos.

Seguirá ahí El Pelado, pero por ¿defender un proyecto? ¿Por capricho? ¿Para aceptar que no metieron la pata Vergara e Higuera? ¿Por ignorancia? ¿Por qué no hay nadie que acepte el puesto?