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Liguilla con Juicio Final en dos frentes

LOS ÁNGELES -- Vaya banquete. Dos Juicios Finales. Dos rivalidades. Dos odios ancestrales. Dos festines.

1.- Un Clásico Nacional que fragmenta al universo futbolero de México. Nadie permanece indiferente. Entre los que aman y odian al América, y los que aman y odian a Chivas, la audiencia es absoluta. País en llamas.

2.- Y el Clásico Regio, una Guerra Civil que marca trincheras en los hemisferios pasionales de Monterrey. Es un pleito de vecindario, pero con dos energúmenos: el lastimado Tigres, campeón vigente, y el líder dominante, Monterrey. Ciudad en llamas.

TIEMPO DE VENGANZA MÚLTIPLE...

El agarrón regiomontano escapa al rutinario horizonte de desaliento. Generalmente, son clásicos que aburren bajo la doctrina mezquina en la que prevalece el no perder. Más miedo que futbol.

Esta vez, debe ser distinto. Rayados vivió en el lujoso Penthouse durante el Clausura 2016. Tigres se mete por el sótano tras vapulear a un equipo que suma 19 años de trampolín para anhelos ajenos, como Cruz Azul.

En Nuevo León nadie olvida el Clausura 2013. Rayados llegaba como hoy llega Tigres, clasificado por el descenso de Querétaro. Y Tigres llegó entonces como hoy llega Rayados: el gran favorito.

Pero, Monterrey tiene al 'Turco' Mohamed. El mismo que asaltó en la Final del Apertura 2014 al Tuca Ferretti, con un 3-0 contundente en la Vuelta. El Turco le tuerce la tuerca al Tuca, regiularmente.

¿Tiene mejor plantel Tigres? Sin duda, más equilibrado. ¿Tiene mejores futbolistas, más talentosos, Monterrey? Sin duda, al grado que este Rayados escapa al habitual paladar tacaño de Mohamed.

Doble plato frío de la venganza. A nivel de equipos y a nivel de técnicos. Y los hambrientos de esa revancha, todos, visten con las tres tristes memorias de Tigres en la Libertadores, la Concachampions, y la mezquindad ante Pumas.

LOS NÚMEROS NO MIENTEN...

Por supuesto, a la otra doble cita acuden personajes de drama. Chivas aparece como gratísima Cenicienta con 19 puntos ganados de los últimos 21 disputados.

América juega con una lápida en el lomo: obligado a ganar. Los saben todos, en especial Nacho Ambriz y Ricardo Peláez: el 12 de Octubre, en el Estadio Azteca, en sus 100 años, El Nido espera un carnaval de amor y odio en todo México. Lo intolerable, lo impensable, es que ese 12 de octubre, en lugar de tal fandango se consume un funeral.

Ese 12 de octubre, las Águilas requieren algo más que una Concachampions para consumar los festejos como uno de los dos equipos más importantes en México. Si la dama de metal que entrega el Clausura 2016 no es parte del cortejo, la fiesta será luctuosa.

Tras la derrota ante Tigres, tras el ultimátum general, con la Espada de Damocles recién afilada sobre pescuezos de cuerpo técnico y jugadores, América reaccionó: cinco victorias al hilo. A

Sin embargo, ahora El Nido suma cuatro sin ganar, incluyendo dos derrotas. Es decir, ha ganado dos de 12 puntos. Saldo rojo.

¿Enfrente? Unas Chivas recargadas. 19 de 21 puntos posibles. Con menos de un gol por partido recibido, ha aprendido a administrarse. Más allá de hacerle 3-1 a Monterrey, 4-0 a Pumas y 3-0 a Puebla, en sus triunfos domina la exhalación de alivio de la mínima diferencia.

En el cierre ciclónico, en la racha ostentosa que tiene, Chivas es favorito, por su dinámica, por sus variantes dependiendo la zona del juego, y porque físicamente debe ser el mejor equipo en Liguilla.

Detalles: la ausencia de Samudio, abre una avenida para Brizuela, López y hasta para la eventual incursión de 'La Chofis'. Hoy, con Guerrero en duda, ni 'Oswaldito' ni Andrade juntos, pueden contener al renacido 'Gullit' Peña.

Pero, quede claro, el América tiene veteranía, y en especial, la mayoría de sus jugadores clave, ha participado y ganado más de dos o tres torneos internacionales con finales incluidas. Hay pues, más heridas y festejos.

Además, Nacho Ambriz y su asesor cercano Ricardo Peláez, conocen los recovecos de cómo jugar la Liguilla en México, un escenario totalmente nuevo para Matías Almeyda.

Pero, cuidado, América sigue con el traidor en casa. Siete expulsiones en este torneo y 44 amonestaciones. Y es inolvidable sus penosos pasajes de tarjetas rojas en en la Liguilla anterior y hasta en el bochorno del Mundial de Clubes.

Tiempos pues, en dos universos, el regio y el nacional, para que se consumen dos versiones distintas del Juicio Final. Y de buen provecho, para el futbol mexicano.