El denominador en común es la urgencia. Son dos clubes que viven eternamente en la urgencia de abastecer las necesidades de sus aficionados. Podrían existir muchas consecuencias tras el resultado del juego de este sábado. Y entiendo que un sólo partido no podría ni debería descomponer los planes de toda una temporada, pero hace tiempo que “el horno no es para bollos” en ambos clubes. La urgencia de Cruz Azul es la urgencia del América. El morbo se paseará por cada rincón del Estadio Azul este sábado. Y al final, puede ser un empate, un triunfo mínimo, pero también puede provocar un resultado que defina el rumbo de las decisiones en las dos instituciones. Cruz y América se juegan un partido que los puede marcar para siempre en la temporada. Cruz Azul y América está sentado sobre un “barril de pólvora” que puede estallar en cualquier momento.
LOS ANGELES, CA.- El morbo en el futbol siempre vende más en los clubes que se jactan de ser y llamarse “grandes”. El problema se produce cuando dos de esos “grandes” chocan por la gloria para evitar un padecimiento mayor. Ganar o perder un “Clásico”, en esta clase de equipos, te puede marcar y te puede sentenciar para siempre.
No sólo Ignacio Ambriz y Tomas Boy lo saben, también cada uno de los futbolistas, de los protagonistas y de los aficionados que palpitarán este sábado por la tarde en el Cruz Azul-América de la jornada 8 del torneo mexicano. Es un juego diferente. Está claro que no vale sólo tres puntos.
Pero, por otro lado, también parece claro que un partido, por más trascendente que sea, no puede ni debe descomponer el proyecto y los planes de una institución por toda una temporada. Olvídese de esa teoría. Puede existir un antes y un después en este tipo de enfrentamientos.
Entiendo la urgencia de ambos. Cruz Azul es un club que hace ya un prolongado tiempo está buscando una conexión para con la grandeza de su historia. No ha sido campeón en casi 20 años y ese ayuno sigue pesando en las arrugas de su acongojado pueblo. Pero la necesidad más grande de Cruz Azul está en el presente, en el día a día, donde ha vuelto a conformar un plantel rico y poderoso en nombres y con pobres resultados en la cancha. Una sola victoria en siete fechas no es suficientes para “La Máquina”. No quiero imaginarme como sería la mañana siguiente de una derrota ante el América por el Clásico.
Si lo de Cruz Azul, lo de su urgencia, nos quedó claro, la del América va por el mismo rumbo. El club está festejando 100 años de vida y viene de perder de manera catastrófica (sin exagerar) ante Chivas en otro de los Clásicos en los que está inmersa su camiseta. ¿Soporta el América del Centenario dos derrotas consecutivas en partidos de Clásico? La directiva, en este caso Ricardo Peláez, dice que sí. Y está bien, me parece maravilloso que tengan ese tipo de política o de pensamiento, pero la presión en un club como el América termina asfixiando todo, incluyendo las buenas intenciones. Yo quiero ver ese episodio. No es que quiera ver al América vencido y ultrajando en la cancha otra vez. No, lo que me gustaría atestiguar es si realmente sus dirigentes soportarían la presión de una nuevo revés en un Clásico.
Cruz Azul y América están sentados sobre un “barril de pólvora” este sábado. El resultado del partido es capaz de detonar y afectar no sólo su futuro, también su presente inmediato. Podrían haber muchas y profundas consecuencias tras el resultado.
@Faitelson_ESPN