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México-EU: futbol y política no se mezclan...

Por la cancha, alrededor de ella, aquí en Columbus y por millones a través del aparato de televisión rondará un “clima social” poco propicio. Pero una cosa no tiene que ver con la otra. Sería un terrible error involucrar en el partido gran parte de los acontecimientos que ocurrieron o que dejaron de ocurrir en la vida política y social de un país como Estados Unidos y que afecta, directa e indirectamente, a millones de mexicanos. Esto es futbol y se resuelve con futbol. Nada de lo que suceda este viernes por la noche en la cancha de Columbus cambiará el por ahora grisáceo y obtuso panorama que enfrentamos.

LOS ANGELES, CA.- Me fui a dormir, casi de madrugada, conteniendo las lágrimas de mi esposa. Me levanté en la habitación de mis hijas tratando de explicarles qué y por qué había sucedido durante la larga y para muchos de nosotros agónica y desesperanzada noche.

Dejemos que el balón corra y que los minutos pasen. Al final, el tiempo y el destino pondrán cada cosa y a cada quien en su justo lugar. Una frase del célebre primer ministro británico Winston Churchill parece propicia para la ocasión: “La democracia es la peor forma posible de gobierno, excepto por las demás”.

Parece imposible separar futbol, historia, sociedad y política, sobre todo política cuando se habla de un México-Estados Unidos, mucho menos hoy, en el estado anímico en el que hemos amanecido muchos hispanos que viven o vivimos en este país. Pero lo del viernes es un partido de futbol y nada más. En los botines y en la capacidad o incapacidad de los futbolistas mexicanos esta un resultado. No hay porque confundir ninguna esencia. El futbol es futbol, la política es política y la vida es la vida. Punto. Separemos una propiedad de la otra porque, al final del día, ni un triunfo en la cancha, ni un par de goles del “Chicharito” o una gran atajada de Ochoa servirán demasiado para esclarecer el turbio y comprometido horizonte que el futuro inmediato parece depararnos.

No hay manera de que el futbol recupere algo de lo mucho que se perdió en el desarrollo del martes 8 de noviembre y la subsecuente madrugada del día 9.

El futbol es un pasatiempo. Nada más. La cancha puede y debe generar expectativas, crear una animadversión y una “batalla” siempre marcada y remarcada dentro de un contexto deportivo. Nada grave pasa si Estados Unidos vuelve a ganar 2-0 y nada extraordinario sucederá, tampoco, si México golea y revierte la historia que ha tenido en la cancha del Columbus Crew.

No confundamos futbol con política porque lo único que lograremos es sufrir más. El futbol puede ser un paliativo, un atenuante y hasta un sedante, pero su resultado y su desarrolló no resuelve nada.

Término con otra frase de Churchill, aún más apropiada para la ocasión: “Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa...”

@Faitelson_ESPN