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No sabemos decir "no"

O quizá no podemos decir "no". La selección mexicana perfila su 2017 hacia un nuevo año de indefiniciones. El entrenador nacional dijo el martes en Las Vegas que piensa repartir el talento entre los dos grandes eventos del verano -La Copa de las Confederaciones y la Copa Oro-. México estará cometiendo el mismo error del pasado reciente cuando tenía dos eventos en el mismo verano y la incapacidad de renunciar a uno o al otro. Los intereses comerciales vuelven "a atarle las manos" al futbol mexicano, que tendría que poner toda su atención e intención en realizar el mejor papel posible en tierras rusas, a un año del Mundial.

LOS ANGELES, CA.- El mismo temor de siempre en el futbol mexicano: tomar una decisión.

Y el problema no es tomarla, el problema es que tomarla puede implicar afectar un interés y lo menos que quiere el futbol mexicano es lastimar alguno de sus muchos intereses o negocios. La selección es uno de ellos, quizá el mayor de todos. Y renunciar a un torneo para concentrarse de lleno en el otro es algo que difícilmente se logrará.

Juan Carlos Osorio, el entrenador nacional, dijo el martes desde Las Vegas que tratará de repartir el talento entre dos selecciones competitivas para afrontar los dos grandes eventos del año -que además de la eliminatoria mundialista- tiene la Selección Mexicana: Copa Confederaciones, en Rusia, a un año del Mundial y la Copa de Oro, el evento de la Concacaf que reparte medio boleto para la Copa Confederaciones del 2021 en Qatar. Si el futbol mexicano pretende quedar "bien" en los dos eventos, volverá a fracasar como ha ocurrido en el pasado reciente.

Está claro, otra vez, que no hay material suficiente para tener dos selecciones de un profundo carácter competitivo. Yo esperaba que por primera vez y dada las experiencias adversas en los últimos años, la Federación tomará una decisión que parece lógica en enviar al mejor equipo posible a Rusia y jugar la Copa Oro con una selección alternativa. No existe esa definición o disposición porque la selección debe cuidar todos su intereses y en materia televisiva y de patrocinadores pretende ocupar todo el verano con la selección mexicana jugando, vendiendo y claro, si se puede, ganando los partidos.

Yo creo que la selección tiene dos grandes retos en el 2017. El primero, mostrar sus avances futbolísticos en Rusia, el mayor escenario que se le presenta. Jugar ante el campeón de Europa -Portugal- y ante el anfitrión Rusia y buscar un pase a semifinales que le permita enfrentar a un potencia como Alemania o una eventual revancha con Chile, el campeón del continente americano. Esa debe ser la prioridad de México en el año futbolístico que comienza. Después, clasificarse a la Copa del Mundo sin ninguno de los pesares o opresiones que ha tenido en las ultimas eliminatorias. La Copa Oro puede esperar. Puede tener un equipo joven, con algunas de las figuras que emergen del futbol mexicano desde divisiones menores y hasta ahí nada más. No pasada nada si México no gana la Copa Oro.

No sabemos o no podemos decir "no". Y lamentablemente, la realidad del futbol mexicano establece hoy un sólo equipo competitivo en el campo de juego llamado Selección Mexicana de futbol. Sería una pena desperdiciar el evento en Rusia, a un año del Mundial, pero el futbol mexicano es capaz de todo por ganar unos "centavos más".

@Faitelson_ESPN