A uno lo conocemos: sabemos de sus grandes condiciones y también de sus grandes limitaciones. ¿Y al otro? El otro no nos ha dado tiempo ni ha aportado hechos contundentes para reconocerlo. Su carrera ha atravesado por más episodios inconclusos que por una realidad tajante. Y de aquí al 6 de mayo, habrá tiempo para seguir pensando y analizando lo que uno, seguramente, va a dar y lo que el otro, quizá, podría lograr. La "Canelo"-Chávez es una garantía porque se trata de dos boxeadores mexicanos y porque a ambos lo respalda una historia y un legado boxístico de grandes héroes y campeones de los cuadriláteros. Saúl Álvarez es hoy favorito (puede que "gran favorito") pero yo me atrevería a no darle oportunidad a Chávez Junior de mostrarnos, finalmente, el boxeador que alguna vez amago ser...
LOS ANGELES, CA.- Me parece que la gran incógnita de esta pelea radica en esto: Del "Canelo", sabemos casi todo de lo que es capaz. Conocemos de su poder y también de sus limitaciones. Y a Chávez, no lo conocemos todavía, o no conocemos al boxeador que alguna soñamos que podía ser y que se resiste a tirar la toalla. Cuidado. No todo está dicho ni nada puede darse como un hecho: a uno lo cocemos, al otro, podríamos reconocerlo y sobra decir que sobre el ring cualquier cosa puede suceder.
La pelea está hecha y aunque hoy puede lucir desproporcionada, completamente desequilibrada y hasta peligrosa (según algunos), la realidad es que el 6 de mayo tendremos un duelo de poder a poder, entre dos boxeadores mexicanos dispuestos a dejar la última gota de sudor y de orgullo sobre el cuadrilátero.
Saúl "El Canelo" Álvarez debe ser marcado como favorito, tal vez hoy como "gran favorito". Ha sustentado su carrera con mayor ahínco, dedicación y profesionalismo, pero Julio César Chávez sigue tirando rounds en medio de la sombra, en el boxeador que puede ser y que quizá nunca será. En el hijo de una leyenda que alguna condición podría haber heredado por una cuestión de genes y por un simple aprendizaje. "El Canelo" es una realidad, aun con sus limitaciones, es una realidad. Chávez es un espejismo, pero siempre quedará la duda en que puede ser mucho más de lo que hasta ahora ha sido como boxeador.
Y en eso se desgastarán cada uno de los días que faltan para la cita en Las Vegas. Hoy, sin embargo, creo que puedo adelantarse y presagiar una pelea mucho más cerrada de lo que todos imaginan. El poder del "Canelo" tiene pocos espacios para la dudas. El resto de lo que hace como boxeador, desde caminar en el ring, defenderse y organizar su ataque, no parece nada del otro mundo. Sus triunfos por nocaut sobre Amir Khan y sobre Liam Smith. Antes de ello, las peleas que le exigieron más con Miguel Cotto, Floyd Mayweather Junior, Erislandy Lara y Austin Trout. Tal parece que "El Canelo" ha crecido, pero no ha evolucionado como la mayor parte de los críticos esperábamos. Y Chávez tiene algunos momentos, instantes, breves, muy breves si usted quiere, donde mostró habilidades para algún día ser un buen boxeador. Sus jornadas como campeón de peso mediano, el triunfo ante el alemán Zbik, la defensa ante Andy Lee, el round agónico frente al "Maravilla" Martínez y las dos peleas de "sangre y fuego" contra Brian Vera. Algo enseño. No lo que él quería ni lo que el boxeo pretendía para su trayectoria, pero Chávez Junior sabe que fue traicionado por él mismo, que su poca dedicación, disciplina, profesionalismo, sus problemas extra boxeo lo han llevado a una situación complicada. En un momento dado, a desperdiciar condiciones fabulosas que la vida, el destino y el boxeo le han dado.
La pelea está hecha y puedo casi jurar que no será tan despareja como parece y que de aquí al 6 de mayo viviremos bajo la idea de que al "Canelo" lo conocemos, conocemos de sus encantos y de sus limitaciones, mientras que en Chávez Junior nos falta reconocer al boxeador que en su momento amenazo ser. Sí, "El Canelo" es una realidad. Chávez es una promesa. Encima del ring, no hay palabra de honor...
@Faitelson_ESPN