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Jugar bien por encima de todo...

Luis Enrique y La Volpe, cada uno en un "mundo" diferente, se debatían ayer ante los reflectores y los micrófonos para defender las formas en las cuales juegan sus equipos de futbol. Que quede claro: Nadie esta comparando al Barcelona con el América, sería tanto como confundir peras con manzanas. Lo que sí es evidente es que hay ciertos clubes de futbol que no deben olvidar el proceder en la cancha en la búsqueda de la obtención del resultado. El Barcelona que elevó las condiciones futbolísticas a niveles de arte en la ultima época y el América que defiende una jerarquía histórica en el futbol mexicano. Los dos entrenadores deben admitir su responsabilidad.

LOS ANGELES, CA.- Cada quien en su propio "mundo", en su "biosfera", en el techo de su imaginación y de sus realidades, Luis Enrique y Ricardo La Volpe, sentados frente a los reflectores y a los micrófonos, atacan lo inexpugnable: la obligación que tienen ciertos equipos de futbol de jugar bien y de ganar, preferiblemente, en ese orden.

Vayamos por parte, por orden, por niveles. Cuidar las jerarquías siempre ha sido importante en la vida y en el futbol. El Barcelona se ha "disfrazado" del verdadero Barcelona. Jugar bien al futbol no es una opción, es un necesidad impetuosa para un club de esos tamaños y de ese abolengo. El Barcelona como esté, con Messi en genio, Neymar desbordando, Suárez en forma y aunque de pronto presente ausencias notables como ha sucedido en el mediocampo con Iniesta y con Busquets, el Barcelona debe respetar su estilo y su razón de ser, aquel equipo que era capaz de llevarnos a todos, a los aficionados, a los no tanto y a los que de plano encendían la televisión solo en esa ocasión para caer en un trance emocional de la calidad, la estética y la efectividad de su futbol. Ese fue el Barcelona que ha marcado generaciones y que ha establecido mas que un club de nombres, uno de un sistema, que jamás tendría que verse traicionado. Luis Enrique nos puede pedir que veamos el bosque, el árbol, el cielo o las estrellas. La realidad es que nadie concibe un Barcelona ganando pero jugando mal futbol.

Vamos ahora al piso de abajo, no sé qué tan abajo, pero seguro que descendemos: el América. La Volpe dijo anoche en Tuxtla Gutiérrez que le gustó la forma, el funcionamiento, pero que en México hay que hablar de resultados. La realidad es que el América ofreció una pobre versión ante uno de los cuadros más modestos del futbol mexicano y otra realidad es que el tiempo pasa y el América no termina por encontrar sus mejores condiciones futbolísticas. A La Volpe, quien recién cumplió 65 años de vida, hay que recordarle que él fue traído a Coapa, supongo, en gran parte por el estilo de futbol que su historial ha pregonado siempre. Yo no me imagino a La Volpe dándole más importancia al resultado que a las maneras. Sus equipos, bien o mal, muchas veces más en un sentido romántico que en un contexto tajante, tratan de jugar bien al futbol. Ese fue lo que siempre identificó al "Lavolpismo" por encima de otras corrientes futbolísticas en México.

El Barcelona y el América, cada quien en su nivel, en su planeta, galaxia o sistema solar, requieren de una forma apropiada en la cancha y luego de obtener el resultado. Son equipos donde las procederes son fundamentales, por más que Luis Enrique o La Volpe quieran ver el vaso medio lleno o medio vacío.

@Faitelson_ESPN