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¡Desesperación!

Ese el nombre del "Derby" capitalino que se juega este sábado en el Estadio Azteca. América y Cruz Azul están una zona que no corresponde a su historia, a su camiseta y a su abolengo. Si la pregunta es quién de los dos está peor, es una pregunta difícil de responder. El América está extraviado, alejado de los aromas que históricamente corresponden a su futbol y Cruz Azul parece desconfiado y tiene una nueva amenaza encima llamada "tabla de cocientes" que promete atormentarlo en el futuro inmediato. Un "Derby" de la desesperación cuyo premio -la victoria- promete darle una nueva y esperanzadora oportunidad a uno de los llamados "grandes" del futbol mexicano...

LOS ANGELES, CA.-- Es difícil identificar cuál de los dos está más desesperado. Lo que está claro es que un sólo partido puede determinar el futuro inmediato de uno de los llamados "equipos grandes" del futbol mexicano. América y Cruz Azul están muy conscientes de lo que tienen y lo que no tienen, lo que se juegan y lo que no se juegan.

Y la desesperación suele sacar lo mejor y lo peor de cada ser humano. En ambos casos, existe una gran ventaja: lo peor, aparentemente, se ha exhibido ya demasiado, con lo cual, tanto en Coapa como en La Noria esperan que el resultado del emocional partido les catapulte rumbo a la salvación de la temporada.

La pregunta a tan solo días del "Derby" de la capital de México es y sigue siendo: ¿Quién está peor?

El acertijo es tan profundo en un lado como el otro, pero quizá la diferencia radica en que mientras Cruz Azul enseña, al menos, una idea, una condición, con el vago pensamiento de que a su futbol le falta contundencia, el América está perdido, tal vez como nunca lo ha estado un equipo de La Volpe, sin una representación futbolística coherente con su historia, sin la capacidad para generar juego y sin intenciones -como sucedió el sábado en el Clásico- para disparar a la portería contraria.

El América está más dañado. Lo está desde un inusual comportamiento de futbolistas que no tendrían, ni en lo individual ni en lo colectivo, atravesar por horas tan bajas de vuelo. Lo está desde la confusión de ideas, de formas, de planteamientos. El América no ataca de acuerdo a los parámetros futbolísticos del "Lavolpismo" y no se defiende de acuerdo con la base que dejó Mohamed en esa zona del campo desde los días del último campeonato. El América está extraviado o se ha extraviado. Sus futbolistas esconden la cara, se queden pensativos, cruzan los brazos. Algo hay, en las entrañas del vestidor, que no parece encontrarse en buen estado.

Lo de Cruz Azul parece seguir siendo un tema de confianza. Por algunos momentos, el equipo ha jugado bien en la cancha, ha propiciado oportunidades que no ha terminado definiendo. Tiene o ha empezado a tener una nueva amenaza que no puede desechar: la tabla de cocientes. La poca recolección de puntos en este comienzo de temporada le traerá, inevitablemente, problemas al futuro cercano con el descenso.

Desesperación... Ese es el nombre del duelo del sábado en el Estadio Azteca, donde el ganador tendrá una nueva oportunidad, casi una "vida renovada" para seguir luchando por el campeonato y donde el perdedor, sin duda, se hundirá una irremediable crisis que le alejará de la posibilidad de acercarse a una liguilla. Veremos quién es mejor, o quién es menos peor, en una zona para lo cual no están concebidos ni soñado ninguno de los dos clubes: la zona de la desesperación.

@Faitelson_ESPN