<
>

Carta: Selig, suspenda Clásico

KISSIMME, Florida -- Antes de viajar a Tampa, Florida, donde el martes se exhibirá otro episodio del melodrama "A-Rod meet A-Roids", decidí sacar unos minutos para escribirle una carta a Bud Selig, comisionado de Grandes Ligas, en nombre de una considerable porción de fanáticos del béisbol que están realmente preocupados por las últimas novedades.

Aficionados decepcionados por diferentes razones, pero en especial por la marcha que lleva la organización del Clásico Mundial, cuya segunda edición fue programada para celebrarse del 5 al 23 de marzo, aunque ahora mismo eso no luce tan seguro.

Esta es la misiva al Zar de las Grandes Ligas.

"Saludos su excelencia reverendísima (es para cardenales, pero se oye bonito), disculpe la molestia, entiendo perfectamente que en estos momentos debe estar bastante ocupado buscando una forma de castigar a Alex Rodríguez por confesar algo que usted sabía desde hace cuatro años y que para el colmo no violó ninguna regla del béisbol en el momento del hecho.

Estoy al tanto de que al mismo tiempo está diseñando la fórmula para desconocer el récord de jonrones de Barry Bonds sin alterar las estadísticas de los lanzadores que los permitieron (muchos de ellos tan o más dopados que Bonds) y los resultados de los partidos en que fueron conectados. ¿Se imagina comisionado el berenjenal que se armaría con las récords oficiales luego que borre a Bonds y reinstale a Hank Aaron?

Definitivamente, este no es el mejor momento para molestarlo por un asunto sin ninguna importancia como el Clásico Mundial de Béisbol, ese torneo que usted imaginó que algún día podría ser una copia de la Copa Mundial de Fútbol.

Pero es que aunque usted no lo crea, para muchos fanáticos la idea era fantástica, especialmente para nosotros los sub-desarrollados latinoamericanos y para los sobre-desarrollados asiáticos.

A pesar de los grandes inconvenientes que hubo que superar para la celebración del primer Clásico en el 2006 (el lío con los cubanos y el departamento del tesoro, Gary Sheffield y su bocina detractando el torneo y la intentona de los Yankees de Nueva York por sabotearlo, etc, etc) la mayoría de fanáticos acordamos en que fue un gran éxito y que mejoraría en cada edición.

Y sepa que al principio nos molestaron todas esas reglas de mojiganga que parecían más para una liga de sóftbol de borrachos de 70 ó más años, pero nos acostumbramos y hasta llegamos a sentirnos sabihondos al llevar al dedillo el cúmulo de lanzamientos y los días de descanso de los relevistas de nuestros equipos.

Por ver a los mejores peloteros del mundo en los uniformes de sus países aceptamos incluso la comicada del nócaut con 10 carreras de ventaja y el chiste de comenzar cada entrada con dos corredores en bases cuando un juego está empatado en entradas extras.

Pero Bud, disculpe que lo tutee, pero es que le he tomado mucho cariño de tanto verlo por televisión, ya sea declarando en el congreso, recibiendo el informe Mitchell, entregando un premio, deteniendo el Juego de Estrellas o sentado en un palco de terreno en cualquier gran evento, pienso que debería tomar una decisión sensata para quitarse de arriba más preocupaciones que las que tiene.

Por favor querido comisionado, suspenda el Clásico Mundial hasta que tenga todo controlado. Ya sabemos que manejó mal algunas crisis anteriores, pero lo que se avecina en marzo podría ser el papelón de los papelones y meter más la pata es lo menos que necesita ahora mismo.

Al igual que muchos otros fanáticos entiendo perfectamente que no es su culpa el no tener ningún poder sobre los gerentes generales y los jugadores, pero no debería permitir que sean tan descarados unos y otros por la forma en que se lo enrostran cada día.

Más que un Clásico Mundial, un campeonato internacional sin Johan Santana, Carlos Zambrano, Ervin Santana, Manny Ramírez, Vladimir Guerrero, Alfonso Soriano, Albert Pujols, Francisco Cordero, C.C. Sabathia, Jake Peavy, Ryan Howard, Hideki Matsui, Oliver Pérez, Joakim Soria, Matt Garza y otro centenar de estrellas, es un "Clásico Disparate".

Mire "comi", chequee la nómina preliminar de 45 peloteros de República Dominicana y notará que le quitaron cuatro de los seis jardineros que inscribió y los dos catchers regulares. Por más reglas especiales que usted atinadamente pueda inventarse, dudo que le autoricen jugar a un equipo sin catchers y jardineros. Mire que yo lo quiero mucho, pero esa no me la tragaría.

Usted no es responsable de que casi todos los grandes jugadores hayan anunciado que prefieren jugar cinco entradas de un partido de exhibición sin ninguna importancia con dos mil ancianos tomando sol en las gradas a participar por sus países en un torneo competitivo con la atención internacional como el Clásico Mundial.

Y que conste, el Clásico Mundial no es organizado por la Liga de Países Arabes o la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sino que es hijo nada más y nada menos que de Grandes Ligas y la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas.

¿No es una broma comisionado? Los equipos, dueños, gerentes generales y jugadores de Grandes Ligas boicotean de manera cínica, deliberada y descarada el torneo que usted le diseñó.

Digo, entiendo que Santana y Pujols no tengan seguro médico, no es un problema exclusivo de un grupo en este país, fíjese que en mi casa somos siete y ninguno tenemos uno; también es comprensible que ningún jugador que haya tenido cualquier tipo de lesión en su vida (eso incluye los molestosos golpes de las rodillas de cuando se comienza a gatear) arriesgue su futuro en el Clásico Mundial, sobretodo aquellos que han ganado menos de 250 millones de dólares.

Lo último que quisiera uno como fanático es que uno de esos muchachos vaya a contraer el SIDA, cáncer de próstata, alzheimer o mal de parkinson por jugar en el Clásico Mundial. Eso no, preferimos que se queden en la seguridad de los tranquilos partidos de exhibición antes que correr semejantes riesgos.

Por todas esas razones comprensibles, cancele el Clásico Mundial y reprogramelo para una fecha posterior cuando pueda someter a la obediencia a su grey. Pienso que en el 2041 sería adecuado ya que no habrá Juegos Olímpicos ni Mundial de Fútbol.

No le quito más tiempo, ya me contaron que se acuesta a las nueve de la noche, salvo los días en que Mark McGwire y Bonds estaban buscando un récord o Roger Clemens participa en alguno de sus muchos partidos de despedida.

Mis mejores deseos para usted y su familia.

Atte: Un fanático

PD: No tenga prisa por anunciar la cancelación del Clásico Mundial, igual se caerá por falta de jugadores.