MÉXICO -- El tiempo es el peor enemigo que tienen los jugadores de la NFL, sobre todo los receptores abiertos.

Esa premisa se volvió realidad para uno de los jugadores más talentosos que hemos visto en los últimos años, el receptor abierto Marvin Harrison, quien brilló durante toda su carrera con los Indianapolis Colts, y podría estarse repitiendo la fórmula con su ex compañero Reggie Wayne.

Harrison llegó a la NFL con los Colts en la primera ronda del draft de 1996 tras una carrera estelar en Syracuse y a pesar de la incertidumbre en la posición de mariscal de campo que tenía la franquicia en esa época, y sus pobres resultados, el receptor de 6 pies y 175 libras de peso se las arregló para sumar 137 recepciones para 1,702 yardas y 14 touchdowns en sus primeras dos temporadas, previo a la llegada de Peyton Manning.

Con Manning en los controles, Harrison alcanzó su mejor etapa como jugador, acumulando 10 recepciones de touchdown o más por temporada y rebasando la barrera de las 1,000 yardas recibidas en ocho años consecutivos, hasta que sus cifras vieron un claro declive debido principalmente al ascenso de Wayne, quien en el 2007, la penúltima campaña de Harrison en Indianapolis, sumó 1,510 yardas recibidas.

Wayne, por su parte, continuó con su sólida carrera en Indianapolis hasta el 2013, su penúltima campaña con los Colts, cuando una lesión lo obligó a perderse más de la mitad de la campaña, misma que coincidió con el ascenso de T.Y Hilton.

Tanto Harrison como Wayne sufrieron lesiones de rodilla que frenaron sus carreras con los Colts un año antes de salir del equipo, se despidieron jugando 15 partidos y se encontraron con la agencia libre tras cumplir los 36 años de edad.

La única diferencia es que Harrison pidió su corte esperando encontrar un mercado para sus servicios y Wayne simplemente no recibió una oferta para renovar su vínculo con los Colts.

La mala noticia para Wayne es que Harrison, de quien ha seguido sus pasos en la NFL desde que llegó a los Colts en la primera ronda del Draft 2001 procedente de Miami, tuvo que esperar un largo año fuera de la liga antes de darse cuenta que era el momento de retirarse.

Wayne aún confía en ser un receptor productivo, sin embargo, la falta de ofertas en el mercado indica que los equipos opinan lo contrario, su única opción viable es seguir esperando que una lesión en los campamentos de entrenamiento o durante la temporada regular eventualmente le abran las puertas de algún club.

En sus 13 campañas con los Colts, Harrison, quien desde el 2011 es parte del Anillo de Honor de los Colts, acumuló 1,102 recepciones para 14,580 yardas y 128 touchdowns, líder histórico de la franquicia en los tres departamentos, ganándose ocho viajes al Pro Bowl y tres selecciones al primer equipo All-Pro.

Pese a tener el beneficio de jugar un año más en Indianapolis, Wayne no pudo alcanzar a Harrison, quedándose con 1,070 recepciones para 14,345 yardas y 82 anotaciones, con seis selecciones al Pro Bowl y tres al primer equipo All-Pro.

A pesar de sus grandes números, la ventana es cada vez más estrecha para Wayne, quien parece estarse acercando cada vez más a Harrison en el retiro que en sus estadísticas.

Hasta ahora, su camino ha sido similar.

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MÉXICO -- Por segundo año consecutivo, los Indianapolis Colts y los New England Patriots se enfrentan en la postemporada, con diferencia que el choque de este domingo será por un boleto directo a Glendale, Arizona para disputar el Super Bowl XLIX.

Los Patriots se presentan en su cuarta Final de Conferencia consecutiva y novena desde que Bill Belichick asumió el mando del equipo, mientras los Colts accedieron por primera vez desde que Peyton Manning emigró del club.

En tres temporadas regulares completas, el mariscal de campo Andrew Luck ha borrado en su mayoría la nostalgia que inundó Indianapolis con dicha salida de Manning, y un viaje al Super Bowl, ganado ante el rival más sólido que tiene la Conferencia en la actualidad, sería otro paso hacia su propia leyenda.

Para New England, acceder al juego por el título máximo de la NFL no arroja nada extraño, peculiar ni novedoso. En cambio, si los Patriots llegan al Super Bowl, no hay margen para la derrota que los convertiría en la franquicia más perdedora en la historia de la liga cuando pisan el escenario elitista. Pero no nos adelantemos, hay muchas vertientes que analizar para este domingo en Foxborough y aquí te ofrecemos cinco claves que marcarán el ritmo de este choque:

1. SE AGOTÓ EL PRESUPUESTO DE LUCK
En tres partidos profesionales contra los Patriots, Luck ha sido capturado cinco veces y ha lanzado ocho intercepciones, con derrotas que promediaron un margen de 29 puntos abajo. Una de las ventajas que ofrece Luck en relación a otros mariscales de campo inexpertos, es que suele ser más arriesgado y --como sus tres viajes a playoffs demuestran-- la mayoría de las veces obtiene una jugada positiva. Aunque lance más intercepciones que otros pasadores debido a esa motivación por hacer daño, a la postre, las cifras ponen a Indianapolis arriba en el marcador. Con su éxito reciente y talento puro, Luck se ganó un margen de maniobra que se antoja caudaloso mas no infinito, de ahí que la prueba ante New England este domingo va exigirle explorar en lo más profundo de su preparación y ser virtualmente perfecto. Con Darrelle Revis enfrente de T.Y. Hilton, la impresión es que los tiempos para lanzar se vean afectados y la presión al pase haga efecto negativo sobre los Colts, sin embargo, Luck brilló durante la primera mitad de la temporada --mientras lideraba la liga en yardas-- diversificando sus envíos, lo que servirá como principal herramienta para afectar a una defensiva que registró 40 capturas en la temporada regular. Cabe resaltar que Luck está 19 de 21 cuando lanza a los corredores en playoffs, así que limitar a Hilton no será todo el trabajo en el plan de Belichick. A nadie hubiese convencido con ese argumento, de todos modos.

2. OBJETIVO: TOM BRADY
La imagen de un Peyton Manning desesperado por fracasar en mover las cadenas y hacer daño profundo a los Colts será el portarretrato que los muchachos de Chuck Pagano buscarán trasladar al Gillette Stadium. La imagen de Brady molesto y frustrado mientras se encamina a una derrota tampoco son extrañas. De hecho, en términos de Super Bowl, son las más frescas en nuestra mente. Pero Brady jugará en casa, donde está 3-1 en su carrera cuando busca asegurar el Super Bowl, entonces, ¿cómo pueden replicar los Colts ese éxito ante otro mariscal de campo legendario? De la misma forma, con el juego elevado de su defensiva secundaria. Los Colts sólo han permitido 33 puntos en los últimos tres juegos y la fórmula del perímetro aplicará a ojos cerrados contra Brady y compañía: esquineros jugando a la presión personal desde afuera, lo que permitirá a la unidad lanzar doble cobertura sobre el ala cerrada Rob Gronkowski en el centro del campo. El esquinero Vontae Davis dio un partidazo contra los Broncos al defender cinco pases, la mayoría sobre Demaryius Thomas; ese tipo de demostración vuelve muy tangible la doble marca sobre The Gronk.

3. OBJETIVO II: ROB GRONKOWSKI
Si el ala cerrada All-Pro de los Patriots logra establecerse rápidamente como un objetivo de primera progresión, los Colts no verán más que problemas durante el resto del partido. En los seis juegos locales de temporada regular y de postemporada en que Gronk recibe el balón tres o más veces antes del medio tiempo, los Patriots están 6-0. Tedy Bruschi, analista de ESPN y capitán honorario de New England para el juego, identifica una estrategia que se perfila como infalible: Brady con pases cortos desde la bolsa de protección con el ocasional disparo por el centro desde el engaño de carrera para Gronkowski; si volvemos a las claves del juego de esquineros para neutralizar a Gronk, Indy no se verá sorprendido, pero sí desafiado para poner freno a un ala cerrada como no hay dos: imparable. No olvidemos que Gronkowski persigue su propia revancha desde el 2011, cuando los Patriots perdieron el Super Bowl tras una postemporada épica del ala cerrada, quien no ha podido participar cabalmente en playoffs desde entonces y hasta ahora.

4. SI LA HISTORIA SIRVE, NEW ENGLAND VA A CORRER
En las últimas dos confrontaciones entre Patriots y Colts, el juego terrestre de New England resultó imparable y exitoso. Durante ese período, los frontales de Indianapolis le permitieron 480 yardas y 10 touchdowns a los corredores Pats. Parte del éxito que New England podría ver con Shane Vereen en los acarreos, estribará de la obligación de los profundos rivales por salir de la caja gracias al mariscal de campo que tienen enfrente: Brady. La presencia del futuro Salón de la Fama bajo centro creará huecos en el centro del campo que la rotación Vereen, LeGarrette Blount y Brandon Bolden deberán explotar, sobre todo con la referencia de las 4.29 yardas por acarreo que Indianapolis permite (23° en la NFL).

5. LA BATALLA ATRINCHERADA
Una de las mayores desventajas que los Patriots pueden ver ante Indianapolis saldrá de su propio vestidor, toda vez que el centro Bryan Stork no entrenó en la semana y cada día que pasa es más probable su ausencia en el puesto más cercano al mariscal de campo. Si Stork no logra participar en el duelo contra Indianapolis, todo indica que el guardia derecho Ryan Wendell se moverá para cubrirlo y el reserva Josh Kline suplirá a Wendell. Stork sufrió una lesión de rodilla durante el segundo cuarto del duelo Divisional contra los Baltimore Ravens. La labor de protección a Brady se enfocará en esos enroques, con la amenaza latente de elementos de impacto como el ala defensiva Cory Redding, el tackle defensivo Arthur Jones --hermano del ala defensiva de los Pats, Chandler Jones-- y los apoyadores externos, Bjoern Werner y Erik Walden, con el reserva Jonathan Newsome como líder de capturas del grupo.

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MÉXICO -- La Semana 11 de la NFL todavía nos tiene reservados cuatro duelos entre equipos con marca ganadora, después de la visita de los Buffalo Bills a los Miami Dolphins para abrir la fecha en jueves, con tres de esos partidos restantes protagonizados por equipos del Top-10 de nuestros Power Rankings.

Sin embargo, de todos los partidos de una jornada que pinta para ser estelar, parece que ninguno llama más la atención que el compromiso entre los New England Patriots y los Indianapolis Colts. Aquí hay cinco motivos para no perderse un duelo de la AFC en el que podría estar en juego la localía en playoffs:

Brazo a brazo. Los mariscales de campo se roban los reflectores en esta partido. Andrew Luck lidera a la liga en intentos de pase (393) y yardas aéreas (3,085), lo que delata una desviación importante en la filosofía ofensiva del coordinador Pep Hamilton, un entrenador que tradicionalmente ha preferido correr el balón más de lo que lanza. Por otro lado, ninguno de los mariscales de campo que ha iniciado todos los partidos para su equipo, ha lanzado menos intercepciones que las tres de Tom Brady (empatado con Aaron Rodgers). No obstante, ambos mariscales de campo entran al partido con una racha negativa frente a su rival en turno. Luck acumula siete intercepciones (el único punto flaco de su juego, en este momento) en sus únicas dos apariciones en contra de los Patriots: tres en la temporada regular del 2012 y cuatro en la pasada postemporada. Por su parte, Brady ha disputado dos partidos en Lucas Oil Stadium (escenario del compromiso de este domingo), y en ambas instancias se llevó la derrota: una vez en la temporada regular del 2009, y la otra en el Super Bowl XLVI, contra los New York Giants. El pasador más exitoso de su generación se medirá ante el que apunta como el más talentoso de la siguiente camada en un encuentro imperdible.

¿El down del dinero? A menudo, se afirma que el down más importante en el fútbol americano es la tercera oportunidad. La defensiva de los Colts es la mejor en la NFL en esta instancia, permitiendo a sus rivales convertir en tercera oportunidad en solamente el 30 por ciento de las ocasiones. La ofensiva de los Patriots, por su lado, convierte en cerca del 55 por ciento de sus intentos de tercera oportunidad, cuando la distancia por recorrer es de 5 yardas o menos. Sin embargo, ese porcentaje se reduce drásticamente a casi la mitad cuando la distancia es de 6 yardas o más. New England no es el equipo de jugadas largas que alguna vez fue, por lo que será fundamental mantenerse en terceros intentos con distancias cortas para darle continuidad a sus avances.

Hay de backfields a backfields. Trent Richardson no ha sido, ni cerca, lo que esperaban los Colts cuando cedieron una selección de primera ronda a los Cleveland Browns por sus servicios. Sin embargo, me cuesta trabajo pensar en un jugador que corra con mayor intensidad que Ahmad Bradshaw, un tipo que parece estar poseído cada vez que tiene el ovoide en las manos. Al otro lado, los Patriots no tienen a ningún jugador de la calidad de Bradshaw, por más que el equipo haya encontrado formas de hacer que Shane Vereen sea productivo, sobre todo en el juego aéreo. Jonas Gray, firmado hace apenas algunas semanas, ha recibido mayores oportunidades que Brandon Bolden, lo que no habla muy bien del estado del backfield en New England. La ventaja para Indianapolis es clara en este departamento.

Tiempo adicional de preparación. Bill Belichick se ha forjado una reputación como uno de los entrenadores que mejor prepara a su escuadra para jugar semana a semana, confeccionado planes de juego muy específicos para cada rival en turno. Esa preparación suele ser más detallada después de las jornadas de descanso, gracias al tiempo adicional del que se dispone. En las 14 temporadas anteriores en que Belichick ha dirigido a los Patriots, acumula marca de 10-4 en los partidos inmediatamente posteriores a la semana de descanso, con una derrota de 24-20 ante los Carolina Panthers en la Semana 11 del 2013 como el antecedente más reciente. Indianapolis presenta un reto de alto nivel para Belichick. Los Colts poseen una ofensiva explosiva que brinda a Luck un buen número de armas ofensivas: Bradshaw, los receptores abiertos Reggie Wayne y T.Y. Hilton, y los alas cerradas Dwayne Allen y Coby Fleener. Defensivamente, el equipo de Pagano está entre los líderes contra el juego terretsre y ya hablamos arriba de su desempeño en terceras oportunidades. Con todo y eso, la historia señala que no es buena idea apostar en contra de Belichick después de la semana de descanso.

¿La patada de la victoria? Si algún día va a ingresar un segundo pateador de lugar al Salón de la Fama, después de Jan Stenerud, no cabe duda de que se tratará de Adam Vinatieri. El pateador de Indianapolis ayudó a los Patriots a conquistar tres Super Bowls, antes de convertirse en pieza fundamental para el título de los Colts en el Super Bowl XLI. Vinatieri no sólo será recordado como uno de los pateadores de lugar con mayor precisión, sobre todo en momentos definitorios, a lo largo de una larga carrera profesional --una que comenzó con los desaparecidos Amsterdam Admirals-- sino que se trata de un jugador que no ha perdido su toque con el pasar de los años. Vinatieri viene montando una racha de 26 goles de campo conectados en forma consecutiva, manteniéndose entre lo mejor de la NFL. Si el partido llega con un marcador cerrado hasta los momentos finales, puede ser Vinatieri el que defina el resultado en contra del equipo para el cual ganó tantos juegos en el pasado.

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MÉXICO -- Por primera vez en la historia de la NFL, un equipo consigue arrancar la temporada con marca de 2-0 después de tener que remontar, en semanas consecutivas, déficits de dobles dígitos en la segunda mitad. Aquí hay algunas conclusiones acerca de la victoria de los Philadelphia Eagles sobre los Indianapolis Colts, por 30-27, en el "Monday Night Football" de ESPN.

Pasadores imprecisos. Uno de los puntos más interesantes a seguir en la noche fue el desempeño de los mariscales de campo de ambos equipos. Andrew Luck de los Colts es considerado ampliamente como el mejor de toda una generación, mientras que Nick Foles de los Eagles disfrutó una de las temporadas más espectaculares el año pasado. Extrañamente, ninguno de los dos tuvo una gran noche. A Luck lo incomodaron toda la noche con cargas por el centro, y una intercepción --dudosa gracias a una "no llamada" de los oficiales-- hacia el final del cuarto periodo anunció la debacle de Indy. Foles tiró por detrás de sus receptores toda la noche, careciendo de la precisión que lo puso sobre el mapa en el 2013.

¿Culpamos a las cebras? En la recta final del encuentro, la cuadrilla de árbitros cometió dos errores que sin lugar a dudas incidieron en el resultado final. Con poco más de 5 minutos por jugar en el partido y los Colts arriba 27 a 20, Luck tiró una intercepción al profundo Malcolm Jenkins en una jugada en la que el esquinero Brandon Boykin claramente jala al potencial receptor del envío, T.Y. Hilton, impidiendo que llegara a conectar con la trayectoria del balón. Indy se encontraba en la yarda 22 de Philly, en distancia conseguir al menos un gol de campo de Adam Vinatieri que estirara la ventaja a dos anotaciones, nuevamente. En la serie subsecuente de los Eagles, en segunda y 6 por avanzar, el profundo de los Colts LaRon Landry derribó al corredor LeSean McCoy sobre la línea de golpeo, sólo para ser penalizado por un supuestamente haber cometido una tacleada "horse-collar" que jamás existió. En esa serie Philly empataría el partido. Indy fracasó en su siguiente avance, y los Eagles condujeron 42 yardas en su avance final para convertir el gol de campo del triunfo, por lo que no se puede decir que los árbitros sentenciaron el encuentro, pero ciertamente influyeron.

La diferencia estuvo en el backfield. Trent Richardson habría tenido su mejor partido desde que llegó a Indianapolis, acarreando el ovoide 21 veces para 79 yardas, pero sufrió dos balones sueltos, incluyendo uno perdido que fue costoso en la segunda mitad. Ahmad Bradshaw se lució con 70 yardas en 13 acarreos y cinco recepciones para 26 yardas, incluyendo dos touchdowns, pero fue insuficiente. Al lado victorioso, la dupla Darren Sproles-LeSean McCoy fue fenomenal. McCoy corrió 20 veces para 79 yardas con un touchdown y agregó cuatro recepciones para 23 yardas, mientras Sproles contribuyó con cuatro acarreos para 26 yardas y un touchdown, y siete recepciones para 152 yardas, una nueva marca personal por aire. En un juego donde se dice que los pasadores se vuelven cada vez más importantes, fueron los corredores los que inclinaron la balanza.

Balones de juego para... Sproles, McCoy y para el tackle defensivo Fletcher Cox. Los corredores fueron imposibles de parar en campo abierto y Cox se cansó de hacer jugadas en el backfield de Indy, incluyendo provocar el balón suelto perdido de Richardson.

Lo que sigue. Con dos remontadas de por medio, los Eagles se han colocado en la cima de la NFC Este con marca de 2-0, por arriba de los 1-1 de los Dallas Cowboys y Washington Redskins, y el 0-2 de los New York Giants. Philly querrá hacer algo respecto al sus problemas de zona roja y sus inicios aletargados, pero por el momento camina el club. Su próxima cita es en contra de los 'Skins en casa, para abrir su calendario divisional. En Indy, la situación es la opuesta. Los Colts se han puesto 0-2 y están empatados en el fondo de la AFC Sur con los Jacksonville Jaguars, a quienes visitan en la próxima jornada, y por debajo de los Tennessee Titans en 1-1 y los Houston Texans en 2-0.

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BRISTOL -- Una victoria el sábado por la noche en Foxborough convertiría a Andrew Luck en el primer mariscal de campo reclutado con la primera selección global del draft en ganar dos partidos de playoffs en sus primeras dos temporadas. Considerando la compañía que tiene en esa lista --nombres como Terry Bradshaw, John Elway, Troy Aikman y tanto Peyton como Eli Manning-- Luck está teniendo mucho éxito en postemporada al inicio de su carrera.

Si algún mariscal de campo conoce el éxito en los playoffs es Tom Brady, quien inició su carrera 10-0 en postemporada con tres anillos de Super Bowl antes de su primera derrota, sin embargo tiene marca 7-7 desde entonces.

Echemos un vistazo a cómo ha contribuido Brady en la racha 7-7 así como otros tres duelos clave que enviarán ya sea a los Indianapolis Colts o a los New England Patriots al Juego por el Campeonato de la AFC.

PRESIÓN AL PASADOR DE LOS COLTS VERSUS BRADY
El nivel de Brady en postemporada ha sido parte de los recientes problemas de New England en playoffs. Su índice total de pasador de 71.1 en la temporada regular desde la derrota en el Super Bowl XLII es el cuarto mejor de la liga, pero su índice total de pasador de 45.7 en los playoffs en ese periodo se ubica en la posición N° 19 de la liga.

Brady siempre ha sido bueno contra las cargas. Tiene 76 touchdowns y seis intercepciones cuando los rivales envían al menos cinco cazamariscales desde el inicio del 2008 (incluyendo playoffs). Su diferencial de touchdowns e intercepciones superior a 70 es el mejor de la liga, y únicamente Aaron Rodgers ha lanzado más de 70 pases de anotación.

El problema es que los equipos no cargan contra Brady a menudo en la postemporada. Los New York Giants del 2007 establecieron un principio básico para vencer a Brady: no hay que depender de cazamariscales extra. Los equipos han seguido ese modelo con éxito desde los Giants del 2007.

T.Y. HILTON VERSUS AQIB TALIB
Luego de que Reggie Wayne se lesionó en el último cuarto de la Semana 7, Hilton emergió como el blanco preferido de Luck. En las últimas 10 semanas de la temporada regular, las 55 recepciones de Hilton igualaron la octava mayor cantidad de la liga. Tuvo la menor cantidad de pases dejados caer entre 18 jugados con al menos 80 balones enviados en su dirección en ese período.

Los Chiefs no contaron con un modelo eficaz para detener al veloz Hilton. Estableció récords de playoffs para los Colts (y marcas personales) con 13 recepciones para 224 yardas y sumó un par de touchdowns. Las 72 yardas después de la recepción de Hilton fueron la tercera mayor cantidad en un partido contra los Chiefs esta temporada.

La secundaria de New England sólo permitió permitió que un receptor alcanzara las 50 yardas después de la recepción en un partido esta campaña, Josh Gordon (90 en la Semana 14, de las cuales 71 llegaron en un touchdown de 80 yardas).

Hilton probablemente tendrá encima a Aqib Talib en cobertura el sábado por la noche. Talib, quien fue nombrado al segundo equipo All-Pro la semana pasada, ha sido efectivo jugando físicamente esta temporada, algo con lo que Hilton ha tenido problemas este año. Hilton atrapó el 65 por ciento de sus pases contra cobertura sencilla, pero sólo el 48 por ciento contra cobertura de presión.

DONALD BROWN VERSUS DEFENSIVA CONTRA LA CARRERA DE PATRIOTS
Si bien Trent Richardson fue el corredor de los Colts que más publicidad recibió esta temporada, Brown tranquilamente tuvo una gran campaña.

Las 5.3 yardas por acarreo fueron la segunda mayor cantidad de la liga entre corredores y supera por más de una yarda su promedio de por vida previo a esta temporada (4.1). Promedió media yarda más después del contacto por acarreo (2.7) que cualquier otro corredor calificado en la NFL esta temporada.

Brandon Spikes es el último defensivo especialista contra la carrera de los Patriots que aterriza en la lista de reservas lesionados. Tanto Vince Wilfork como Jerod Mayo habían quedado fuera de acción para la Semana 6, y de la Semana 17 a la 17 la defensiva contra la carrera de los Patriots se ubicó en las últimas seis posiciones de la NFL en yardas terrestres, yardas por acarreo, yardas antes del contacto por acarreo y primeros intentos permitidos.

JULIAN EDELMAN VERSUS DEFENSIVA SECUNDARIA DE COLTS
Las lesiones dejaron a Edelman y un elenco de novatos como las principales opciones de Brady en el ataque aéreo. Edelman se convirtió en el principal receptor de Brady y tuvo una temporada muy productiva.

Si los promedios por partido de Edelman sin Rob Gronkowski (11.1 pases enviados en su dirección y 7.8 recepciones) se hubiese trasladado a la temporada completa, había liderado la liga en recepciones (125) y empatado con A.J. Green en el liderato de la NFL en pases enviados en su dirección (178).

La defensiva de los Colts permitió 8.0 yardas por intento a receptores de ranura esta campaña, ubicándose en la posición N° 23 de la liga. Edelman ejecutó cerca de la mitad de sus rutas desde la ranura esta temporada (275 de 549) y tiene el tercer promedio más bajo de la liga en la distancia de los pases enviados en su dirección (8.1 yardas) de los 34 jugadores con al menos 100 pases enviados en su dirección.

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