Suena a contradicción, evidentemente. Sin embargo, en la contraposición de sus posturas, desde su particular mundo, cada quien defiende sus derechos, pero, evidentemente, los de Miguel Layún están por encima de los de Miguel Herrera.

Aquí, más que nunca, aplica a Miguel Herrera la frase de Alejandro Jodorowsky: "Los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad".

El Piojo habla como técnico preocupado de la selección nacional. Miguel Layún decide como hombre libre y ambicioso. Como siempre, debe prevalecer el derecho del individuo. Especialmente porque no hace daño a nadie buscando su beneficio.

Repasemos cómo dos personajes con tantas cosas en común, de repente viven este divorcio mediático.

1.- El futbolista elige por sus propias ambiciones, por sus propios anhelos, y tal vez por el anhelo de revancha de su fugaz pasantía por el Atalanta. Y es ese un escenario personal, en el que nadie debe entrometerse ni usurpar funciones.

A los 27 años, Layún sabe lo que es mejor para él y su familia. No necesita consejos de nadie. Un tipo inteligente, sensato, maduro, que ha pasado por duras pruebas en el futbol mexicano. Si quiere atreverse donde pocos se atreven, es un privilegio respetable.

2.- Asegura Miguel Herrera que deberá mantener su nivel para poder mantener su sitio en la selección mexicana.

Miguel Herrera es víctima no sólo de sus propias palabras, sino de sus propios actos y de sus propias contradicciones.

3.- ¿Llegó Andrés Guardado al Mundial en ritmo, después de inactividad casi total con el Leverkusen?

¿No acaba de respaldar El Piojo a Guillermo Ochoa en amistosos a pesar de ser banca en el Málaga? ¿Javier Hernández no lleva deambulando en la banca del Manchester United y del Real Madrid?

¿Qué se olviden Diego Reyes y Raúl Jiménez de la selección mexicana porque están borrados y fuera de ritmo con el Porto y el Atlético de Madrid?

4.- Lo más lamentable: Miguel Herrera se olvida de lo que más admira y respeta él mismo de Miguel Layún.

El temperamento, la testosterona, el empuje de Miguel Layún, lo llevó a sobrevivir primero y a superar después, de manera notable, la ejecución, el exterminio público que sufrió en las redes sociales desde su llegada al América.

Llama la atención esta postura piojosa de El Piojo de no creer capaz a Miguel Layún para que a partir de este sábado ante el Huddersfield Town comience a desafiar pronósticos y vaticinios desventurados y mezquinos como los del mismo Miguel Herrera.

¿Alguien puede negarle a Layún el derecho de intentar tener un éxito en el Watford que en junio lo coloque en la ventana de pases dentro de la misma Liga Premier o incluso ir al Udinese, equipo que también pertenece a la Familia Pozzo?

¿Y si Layún piensa que no le basta el techo de conformismo de ser campeón con el América sino que debe explorar o incursionar nuevamente en Europa, y con esa conocida determinación consuma sus sueños en Europa?

5.- Dice Miguel Herrera que en cuanto hable con Layún le va a manifestar su inconformidad por emigrar al Watford y que le advertirá que su presencia en el Tri está en duda?

Obviamente es un piojoso acto de fanfarronería. Porque si a Layún le amenaza de esa manera, o lo apercibe de esa manera, queda en claro que deberá usar el mismo rigor, la misma exigencia, la misma brutalidad ante el resto de los europeos que no tienen un sitio de privilegio en sus ligas, y que incluso ni siquiera en la banca de sus clubes, como ocurre con Chicharito y Jiménez.

¿Es tan abismalmente diferente el nivel del Watford en la Championship menos que el del Twente del Tecatito o el PSV de Andrés Guardado? La Championship es una de las cinco ligas más vistas y más espectaculares de Europa. Por encima de la Holandesa.

6.- Y hablando de fanfarronerías, Miguel Herrera no debe olvidar que en México no cuenta de manera natural con un jugador de las características de Layún. ¿Mares, Ponce, Torres Nilo, Salinas, Hernández?

Y Herrera sabe que en 2015 debe montar dos selecciones competitivas.

Por eso, la frase de Alejandro Jodorowsky: "Los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad", encaja cuando se ven espíritus piojosos.