Los Filis de Filadelfia han acordado un contrato con el inicialista agente libre Carlos Santana, y aunque a primera vista podría parecer un ajuste incómodo en un equipo que tenía en primera base a la estrella novata Rhys Hoskins en 2017, en realidad es un inteligente y creativo movimiento del gerente general de los Filis, Matt Klentak.

Rápidos pensamientos sobre la firma y el estado general de los Filis:

1. En primer lugar, tres años y $ 60 millones, no es un pago excesivo, y limitar el trato a tres años significa que hay pocas posibilidades de que se vuelva inefectivo al final. Santana posee un OBP en su carrera de .365, por lo que aporta una muy necesaria habilidad para embasarse a la alineación de los Filis. El acuerdo correrá entre sus 32 a 34 años, y aunque la producción de jonrones de Santana ha sido inconsistente a lo largo de los años: 27 en 2014, 19 en 2015, 34 en 2016, 23 en 2017, sabemos que conseguirá muchos boletos . Los Filis fueron 11° en la Liga Nacional en boletos y 13° en OBP en 2017, por lo que necesitan un bateador como este para ayudar a anclar en el medio de la alineación.

El mánager de Cleveland, Terry Francona, también elogió la defensa de Santana el otro día, y las estadísticas sugieren que Santana estuvo muy bien allí en 2017, con 10 carreras defensivas salvadas. El UZR lo tenía en 4.8 carreras, el tercer lugar entre todos los primera base. Incluso si esos números retroceden un poco, parece bastante claro que Santana no será una responsabilidad defensiva. Él no es un designado disfrazado de primera base.

Santana también podría beneficiarse con la mudanza a Citizens Bank Park. Progressive Field es básicamente un terreno neutral para los jonrones, pero Citizens Bank se clasificó como el estadio más amigable para pegar jonrones en las Grandes Ligas en 2017, incluso más que en el Yankee Stadium. Santana ha valido 3.0 y 3.4 WAR en las últimas dos temporadas. Francamente, prefiero tener a Santana en un acuerdo de $ 60 millones de bajo riesgo que a Eric Hosmer en un contrato de alto riesgo de $ 150 millones (o lo que sea que termine por firmar).

2. Tiene sentido que los Filis gasten algo de dinero. Lo mejor que los Filis tienen para ellos en estos días es que redujeron su nómina a nada. Al entrar en la temporada baja, el único jugador que firmó para 2018 fue el jardinero Odúbel Herrera (quien firmó hasta el 2021). Un equipo de gran mercado con una enorme flexibilidad de nómina es una cosa maravillosa. Han agregado a Santana junto con los relevistas Pat Neshek y Tommy Hunter, ambos con contratos de dos años. Esos dos no rompieron la banca, y se duplican sus activos como posible cebo comercial a mitad de temporada.

Sí, los Filis podrían haber acumulado ese dinero hasta la clase de agente libre del próximo año e ir a por todas con Bryce Harper, Manny Machado, Charlie Blackmon, Andrew Miller y todos los demás. El único problema con esa estrategia es que no sabes a quién vas a llegar. Puedes guardar el dinero y luego quedarte en el altar. Firmar a Santana no va a empujar al equipo a los playoffs 2018, pero les da una garantía para 2019 y 2020. El diseño tampoco les impedirá ir con todo tras Harper y Machado.

3. Obviamente creen en la habilidad de Hoskins de jugar de manera aceptable en el jardín izquierdo. Hay cierto riesgo, ya que Hoskins había jugado solo tres choques en los jardines en las menores antes de que los Filis lo pusieran allí por 30 juegos en las mayores. El tamaño de muestra es demasiado pequeño para leer mucho, pero registró menos-1 carreras defensivas salvadas y 0.1 UZR, por lo que la indicación inicial fue que al menos no será horrible allí. Además, Citizens Bank Park, con sus callejones más cortos, es uno de los jardines más fáciles para defensores de esquina. No veo a Hoskins como una gran responsabilidad, y Herrera y Aaron Altherr son jardineros defensivos decentes.

Esta temporada seguirá siendo una curva de construcción para los Filis. También canjearon a Freddy Galvis a los Padres por el interesante prospecto de pitcheo Enyel De Los Santos, abriendo el puesto de campocorto para J.P. Crawford. Su bate se ha estancado un poco en los niveles superiores de las menores, pero la disciplina en el plato sigue siendo una ventaja, y estuvo mucho mejor en la segunda mitad en Triple-A después de un terrible comienzo. Es hora de ver lo que él puede hacer. No me sorprendería verlos canjear a César Hernández e instalar a Scott Kingery en la segunda base, aunque podría ser más una movida de mitad de temporada para darle a Kingery algunos meses más en Triple-A. Maikel Franco tendrá una última oportunidad en la tercera base antes de que ocurra el lanzamiento de ventas de Machado.

Si eres fan de los Filis, puedes comenzar a ver finalmente alguna esperanza aquí. Todavía están muy lejos de la contienda por los playoffs, aparte de Aaron Nola, la rotación sigue siendo una gran interrogante, ya que Jerad Eickhoff y Vince Velasquez dieron pasos atrás la temporada pasada, y necesitarán a Crawford, Kingery y el receptor Jorge Alfaro para desarrollar junto a Hoskins, con al menos dos de esos tipos convirtiéndose en jugadores de nivel estelar. Luego agregas a Machado o Harper a la mezcla. O tal vez ambos.

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No es sorpresa que el béisbol se encuentra en una era dorada en cuanto al talento joven que impacta el deporte.

Estrellas como Francisco Lindor, José Altuve, Manny Machado, Nolan Arenado y Carlos Correa, entre otros, se encuentran en una batalla por quien será la próxima cara del béisbol internacional en el diamante de Grandes Ligas. Lindor en particular se ha dejado sentir esta postemporada, acompañado por otros jugadores hispanos como Carlos Santana, José Ramírez, Aroldis Chapman y los también puertorriqueños Javier Báez y Roberto Pérez, quienes no solo han brillado en estos playoffs, sino también en la Serie Mundial.

Como 3er. bate y campocorto de los Indios de Cleveland a sus 22 años de edad, Lindor lidera a Cleveland con promedio de .360 esta postemporada. Su promedio actual de .421 en el Clásico de Otoño es el 4º más alto por un campocorto en la historia de la Serie Mundial (de cara al Juego 6).

Mientras, el también torpedero Báez ha lucido con el guante y el bate para ayudar a los Cachorros de Chicago a alcanzar su 1ª Serie Mundial desde 1945. Báez se convirtió en el 6º jugador puertorriqueño en ganar el premio del Jugador Más Valioso en una Serie de Campeonato tras compartir honores con Jon Lester en la victoria sobre los Dodgers de Los Angeles.

Por otro lado, el receptor Pérez de los Indios era de las caras menos reconocidas al comenzar la Serie Mundial, pero se hizo sentir de inmediato con 2 HR en el Juego 1 de la contienda. Pérez es el 4º receptor de Puerto Rico con HR en un juego de Serie Mundial y el primer jugador puertorriqueño en general con un juego de 2 HR en Serie Mundial.

Los dominicanos Santana y Ramírez también han sido clave en la ofensiva de los Indios ante los Cachorros. Sus respectivos cuadrangulares en los primeros 5 juegos de la serie le añaden al total conectados por jugadores dominicanos en el Clásico de Otoño.

Finalmente, el cerrador cubano Aroldis Chapman de los Cachorros ha demostrado que su adquisición en julio valió la pena. En el Juego 5, Chapman consiguió el salvado lanzando 2 2/3 de entradas en blanco, convirtiéndose en el 2º lanzador con un salvado de 8+ outs en juego de Serie Mundial enfrentando eliminación (el otro fue Madison Bumgarner de los Gigantes de San Francisco en el Juego 7 de 2014).

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Comenzando con la aclaración de rutina sobre como recién ha pasado apenas una décima parte de la temporada, una de las cosas más interesantes para resaltar sobre los Indios ha sido la cantidad de veces que Carlos Santana ha sido insertado en la alineación como titular en la esquina caliente. Eso se debe a que el gran experimento de esta pretemporada que intentó asimilar a Santana como su respuesta interna en tercera base era una de esas historias que realmente perdurarían.

Hasta el momento, los Indios solamente lo han puesto allí el 50 por ciento de las veces, y él fue titular en las ocho de ellas. Cinco juegos como bateador designado titular y tres detrás del plato como catcher suplente lo han mantenido como fija en la alineación todos los días.

¿Cómo es que sucede algo así? El lograr que cada lugar en el plantel te funcione aun durante esta época con una abundancia de relevistas hoy en día. El resto de las entradas en tercera base se ha repartido entre Lonnie Chisenhall (cuando él no es el bateador designado) y el súper suplente Mike Avilés (cuando él no está jugando como titular en segunda base, como campocorto o en el jardín izquierdo). Existen muchas partes en movimiento constante además de la necesidad de incluir a alguien que castiga duramente a lanzadores zurdos como Ryan Raburn donde sea que él encaje durante cualquier día (cualquiera de las esquinas en el jardín, como bateador designado o quizás como segunda base en una situación que los vea en aprietos).

Ese es el crecimiento externo natural de una rotación generada por Terry Francona que mantiene a sus mejores 11 bateadores rotando en su alineación en vez de nombrar a un solo jugador como bateador designado permanente y que cuenta con Elliot Johnson, quien sabe jugar en siete posiciones distintas, como el único suplente verdadero. Eso va a cambiar cuando Jason Giambi regrese como la eminencia gris que es una vez que él sea reactivado de la lista de lesionados (se supone que eso ocurrirá el lunes) pero el Hombre G no contará con más de 200 turnos al bate este año.

Santana no ha decepcionado en tercera base ahora que los partidos cuentan. Un solo error cometido y un promedio de jugadas ejecutadas que está al nivel promedio del resto de la liga, o sea nada demasiado espantoso en términos de productividad tempranera según el +/- de Baseball Info Solutions, la Zona Total de Baseball-Reference.com o el Rating Zonal Final de FanGraphs. Sí, es verdad, son solamente ocho juegos, pero ninguna de las estadísticas interpretativas se ha convertido en un juez ruso cuando se trata de evaluar el rendimiento de Santana.

Así que por ahora todo va bien. Tal y como alguien que forma parte de la Liga Americana me dijo esta primavera ¿Será posible que él sea peor que [Miguel Cabrera]? Aun sí Santana termina siendo así de malo jugando apenas la mitad de las veces, lo más probable es que él termine siendo lo suficientemente productivo con el bate en sus manos para compensar por ello. Su cuadrangular del viernes ayudó a acabar con la mala racha en ese aspecto de su juego, y el experimento luce bien por ahora.

Hacer la comparación con Miggy tiene sentido porque la mudanza de Cabrera a tercera base en el 2012 se debió a la necesidad de incluir a Prince Fielder en la alineación de los Tigres, y la decisión de los Indios de darle la oportunidad a Santana en tercera base se trata de poder contar con sus mejores bates. Uno también podría llegar a considerar a compararlo con la decisión sobre adonde encajaría Bobby Bonilla en la alineación durante la década del 90: No, él no era un gran tercera base, pero sí encontrabas a un jardinero derecho que pudiera batear mejor que tus alternativas en tercera base entonces tú todavía podías pelear por el título con Bobby Bo en la esquina caliente -- tal y como lo hicieron los Piratas  o salir campeón como los Marlins.

Hacer un sacrificio defensivo en una de las esquinas es más conveniente que nunca hoy en día gracias al panorama ofensivo del béisbol: Que haya más ponches que nunca significa que las posiciones que no se involucran tanto cuentan con todavía menos posibilidades de afectar al resultado del juego en el diamante. Los Gigantes salieron campeones en el 2010 con un bateador designado (Aubrey Huff) en las esquinas, los Cardinals salieron campeones en el 2011 con un bateador designado en los jardines (Lance Berkman), y los Gigantes volvieron a consagrarse en el 2012 a pesar de la falta total de movilidad de Pablo Sandoval en tercera base. ¿Santana? Él es apenas el ejemplo más reciente de una estrategia que se adapta a la realidad de que tu alineación te puede conseguir más carreras cuando estas se están volviendo cada vez menos abundantes.

La otra mitad de la propuesta es que Yan Gomes debía demostrar que podía rendir como el cátcher titular del club. La respuesta en este caso también es positiva, ya que le hace eco al gran rendimiento de Gomes con los Indios en la segunda mitad del año pasado. Él posee el mismo tipo de poder en el plato, con un promedio de Poder Aislado que oscila en los .180s. Él es digno de confianza detrás del plato según las nuevas estadísticas que distinguen la capacidad de un catcher para generar strikes. Además, él está conteniendo a los corredores con menos de un intento de base robada cada nueve entradas mientras que él ha extinguido a 4 de los 11 intentos con él detrás del plato hasta ahora.

Los Indios podrían tener que lidiar con otros problemas para repetir el éxito que tuvieron la temporada pasada, ¿Pero Carlos Santana en tercera base? Por ahora, ese no es uno de ellos.

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GOODYEAR, Ariz. -- Ciertamente el espíritu de Carlos Santana está bien dispuesto. En su intento de convertirse en un útil antesalista de Grandes Ligas, lo ha intentado todo, excepto cambiarse su nombre a Cletis y comprar el libro "Pie Traynor: A Baseball Biography."

Durante la temporada baja, Santana jugó la tercera base con los Leones del Escogido en la liga invernal en República Dominicana y recibió muchos consejos de su compatriota y ex ligamayorista Fernando Tatis. Ha pasado muchas horas en los terrenos traseros en esta primavera intentando internalizar los secretos para jugar la antesala con la ayuda del coach de los Indios de Cleveland Mike Sarbaugh. Y cuando se le preguntó si tenía un modelo a seguir en la esquina caliente, rápidamente mencionó a Adrián Beltré, así que claramente ha estado prestando atención.

De lo único que carece ahora mismo Santana es de tiempo para una curva de aprendizaje. En algún punto de las próximas semanas, la gerencia de los Indios tendrá una mejor idea de que si cambiar al jugador de la receptoría a la tercera base fue una idea inspirada, un experimento noble que salió mal o algo en el medio de ambos extremos. En este momento, el equipo sigue con sus opciones abiertas y esperando porque ocurra lo mejor mientras se prepara para cada posible escenario. Mantente listo, Lonnie Chisenhall.

"Al principio de los entrenamientos, uno tiene que recordar que él era un receptor y que no había jugado mucho en la antesala", dijo el manager de los Indios Terry Francona. "Pero cuando comience la temporada, eso es historia".

Santana, de 27 años, ha sido punto focal en la alineación de Cleveland desde que se convirtió en jugador de todos los días hace tres años. Desde el 2011, se ubica primero entre los receptores de Grandes Ligas en carreras anotadas (231) y boletos recibidos (281). Está segundo detrás de Matt Wieters de Baltimore en cuadrangulares (65) y carreras remolcadas (229), segundo detrás de Yadier Molina de San Luis en hits (405) y dobles (101), y quinto en general en OPS con .808.

Pero el desarrollo de Yan Gomes, el primer brasileño en jugar en Grandes Ligas, ha cambiado la ecuación en el Progressive Field. Luego que Gomes bateara .294 con OPS de .826 y un WAR de 4.0 y que sacar al 41 por ciento de los corredores que le salieron al robo, los Indios decidieron que él se había ganado el derecho de jugar de 120 a 130 partidos detrás del plato. Eso significó que Santana estaba destinado a ser el bateador designado, un escenario que no le atraía, así que ambas partes tuvieron una conversación honesta al final de la temporada.

Los Indios fueron cándidos con Santana sobre donde estaba parado, y en vez de lamentarse, Santana propuso la idea de moverse a la tercera base. El tiempo y el esfuerzo que él ha invertido en la transición le han ganado mucho respeto y admiración en el camerino de Cleveland.

"Eso dice mucho sobre él", dijo Gomes. "Cuando yo comencé a estar más detrás del plato el año pasado, nuestra relación no cambió. No se convirtió en algo raro entre nosotros o nada parecido. Él es un tipo que pone al equipo siempre primero. Dondequiera que juegue, siempre va a ser una gran parte de este equipo".

Guerrero del entrenamiento

Santana no es un total novato en la tercera base. Jugó 58 partidos en dicha posición en las ligas menores bajas con los Dodgers de Los Angeles antes de mudarse a detrás del plato en la Liga del MedioOeste Clase A en el 2007. Avanzó por el sistema de liga menor y tuvo oportunidad de florecer cuando los Indios lo adquirieron mediante cambio en julio del 2008 por Casey Blake.

En Goodyear, Santana compensa por su falta de experiencia en la tercera base con diligencia y puntualidad. Cuando el calendario lo permite, se va a batear a los terrenos traseros con Sarbaugh a las 8:20 a.m. por un curso de 25 minutos sobre el arte de jugar en la antesala.

Santana comienza arrodillado, trabajando con sus reacciones y la posición de su guante mientras Sarbaugh le batea rodados desde una distancia de 30 a 40 pies. Entonces el coach le lanza una serie de pelotas, y él se concentra en el modo de mover sus pies. Santana se enfoca en mantenerse a lo largo de su tiro, mientras Sarbaugh le batea algunas pelotas difíciles, practicando rodados con el guante de revés, y logra practicar una amplia variedad de batazos difíciles para concluir las festividades del día. Los Indios apenas llevan unas tres semanas en los entrenamientos primaverales, y el jugador y su entrenador han pasado por esta rutina unas 15 veces.

"Él está bien motivado, y ahí ya tiene ganada la mitad de la batalla", dijo Sarbaugh. "Yo espero que cometa algunos errores, pero que pueda aprender de esos errores".

El problema es que, ningún ejercicio en solitario puede igualar el reto de hacer las cosas a la velocidad en que suceden en un partido, y Santana ha tenido algunos tropiezos en Arizona. De forma inquietante, él cometió un error en la primera pelota que le conectaron hacia él en la Liga del Cactus. En un partido reciente ante los Cachorros, dejó caer un batazo de línea antes de hacer un tiro torpe y vergonzoso a la intermedia para una jugada forzada. Un escucha en Arizona dijo que las evaluaciones de la habilidad de Santana para jugar en la antesala habían dicho "mixtas".

La tercera base presenta algunos retos únicos debido a la amplia variedad de habilidades que se requieren. Un antesalista podría pasar todo un juego sin tocar la pelota, para entonces tener que lidiar con un rodado lento que requiera que tenga que ir hacia él con fuerza, atrapar la pelota sin guante y lanzarla a la inicial mientras su cuerpo se encuentra en el aire. Y la jugada que le sigue a esa, un rodado duro con mal rebote en el terreno, podría poner en peligro su dentadura.

Santana también necesita dejar atrás algunos de sus malos hábitos como receptor. Los receptores están acostumbrados a levantarse rápidamente tras estar arrodillados y lanzar la pelota a la intermedia o a la antesala en un intento de atrapar a los que se van a los intentos de robo. En contraste, los antesalistas necesitan mantenerse bajos en el terreno y generar momentum hacia adelante cuando lanzan. Gran parte de la transición implica estar comprometido mental y físicamente antes de que siquiera el lanzador envíe la pelota al plato.

"La cosa más grande es su preparación antes del pitcheo, como estar listo a medida que esa pelota cruza la zona de bateo", dijo Sarbaugh. "Hemos enfatizado mucho en eso. Esa pelota va a venir hacia tí bastante rápido por las esquinas. Hemos hablado de los pasos iniciales, como ir hacia su izquierda y hacia su derecha, y el trabajo con sus pies y la forma de acercarse a un rodado. Entonces se trata de conseguir una buena posición y terminar la jugada. Hemos tratado de mantener las cosas simples y no darle demasiada información".

Algunos jugadores nunca terminan por acostumbrarse a la posición, sin importar lo ostentosos que puedan ser sus résumés. Los Medias Rojas de Boston intentaron que Carl Yastrzemski jugara tercera base en 1973, y cometió 12 errores en un mes. Ryan Braun insiste que él puede ser un torpedero capaz en Grandes Ligas si se le da tiempo para prepararse pero acepta que no tiene el deseo de jugar ni una sola entrada más en la antesala. La lista de jugadores que se han dado cuenta que simplemente no fueron hechos para jugar en las esquinas va desde Derek Bell a Butch Huskey a Mark Trumbo a Chase Utley.

Sin miedo

En cierto modo, la experiencia de Santana detrás del plato le ha ayudado a suavizar la transición. Algunos jugadores tienen problemas adaptándose a jugar la tercera base por la inclinación natural del ser humano a la auto preservación. Pero si alguien está dispuesto a jugar con la posibilidad de recibir un golpe en las costillas, es un receptor.

Él está bien motivado, y ahí ya tiene ganada la mitad de la batalla. Yo espero que cometa algunos errores, pero que pueda aprender de esos errores.

-- Mike Sarbaugh, Indios
coach, sobre Santana
"Pienso que uno elimina ese miedo luego de estar detrás del plato", dijo el bateador designado de los Indios Jason Giambi, quien comenzó en el béisbol profesional como tercera base con Oakland en 1992. "Él probablemente piensa, 'Gracias a Dios que ya no tengo que bloquear más pelotas en el plato'".

Si Santana ha sentido dudas acerca de su decisión luego de haber pasado un mes en los entrenamientos, no está interesado en compartirlas con el público.

"Es una gran transición de ir detrás del plato a la antesala, pero me he preparado", dijo. "Ya para mí no es duro ahora mismo. Quizás luego lo sea. Uno nunca sabe".

Cuando Joe Mauer se cambió a la primera base debido a sus problemas de conmoción cerebral, dejó atrás para siempre sus aperos de receptor. La transición de Santana no será tan abrupta. Si los Indios deciden que él no es un antesalista de todos los días, ellos podrían ponerlo a jugar para sumar más de 600 apariciones en el plato entre la tercera base, la receptoría y el puesto de designado. Santana ha promediado 151 juegos por temporada desde 2011, y la Tribu encontrará la manera de tener su bate en su alineación de alguna manera.

Independientemente de cómo resulten las cosas, Santana no ha sido el único jugador afectado. De seguro su estatus va a tener un efecto en Chisenhall, un antesalista prospecto quien está tratando de cumplir con las expectativas que creó al ser seleccionado en la primera ronda del sorteo del 2008. Chisenhall tiene 23 jonrones y 74 remolcadas en 643 turnos al bate en Grandes Ligas -- y promedio de .194 y porcentaje de embase de .225 ante el pitcheo zurdo.

Así que, ¿cómo serán las cosas de aquí a las próximas dos o tres semanas?

"La única manera justa de hacerlo es evaluar a Carlos como antesalista", dijo Francona, "porque nuestra meta es tener el mejor antesalista, no el mejor tipo convertido a antesalista. ¿Cómo podemos tener el mejor equipo? ¿Cómo nos situamos en la mejor posición donde podamos ganar la mayor cantidad de juegos?"

Esta historia no está exactamente a la par con "La Decisión" de LeBron James como un acontecimiento transcendental en la historia deportiva de Cleveland, pero el camino de Santana podría tener ramificaciones significativas para una franquicia de los Indios con aspiraciones de llegar a los playoffs. Mientras más se acerque el Día Inaugural, más altas serán las apuestas.

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ANAHEIM -- Si los Indios de Cleveland logran meterse a la postemporada, ya sea por la vía del comodín, o porque se adjudiquen la División Central de la Liga Americana, donde actualmente le siguen la pista a los líderes, los Tigres de Detroit, en gran medida, se lo deberán a peloteros como Carlos Santana.

"Nosotros hemos jugado muy buena pelota. Este año hemos jugado con base a un grupo de veteranos y todavía queda mucha pelota, casi mes y medio y uno nunca sabe. Estamos atrás de Detroit, de Oakland, de Tampa. Y hay que esperar, porque a nosotros, lo que nos importa, es jugar bien," dijo a ESPNDeportesLosAngeles.com, el originario de Santo Domingo, en la República Dominicana.

El receptor, quien también ha aparecido ocasionalmente custodiando los jardines y quien, además, funge como bateador designado, luce promedio de .263, con 14 batazos de vuelta entera, y 53 carreras producidas, luego de su presencia en 117 juegos durante la presente campaña.

"En el receso de la temporada, uno se prepara muy bien, para tener, gracias a Dios, buena salud y así poder jugar en todos los encuentros que el manager disponga. A mí me encanta jugar, amo el béisbol. Por eso, ahora que estamos luchando, uno debe estar preparado para jugar, no en todos los encuentros, pero sí poder jugar más de lo normal," explica el pelotero.

Santana, más allá de la pelota, confiesa que disfruta de la gran diversidad de razas, culturas, nacionalidades y acentos que se pueden encontrar en la foresta de grandes ligas.

"Hay muchos acentos y ya uno está acostumbrado, escuchando a mexicanos, puertorriqueños, venezolanos, hay de todo y a veces, a uno, se le pegan también esas formas de hablar," reconoce.

Sin embargo, el beisbolista no oculta su orgullo por la cultura dominicana, que él representa.

"Yo soy dominicano a mucha honra, y nunca lo niego. Soy dominicano y le doy las gracias a Papá Dios, por ser dominicano y poder representar a mi país," dice, sacando el pecho.

¿Y cómo se adapta a la comida de este país adoptivo, este dominicano?
"Uno siempre busca el restaurante latino, especialmente, el dominicano. Aunque, a veces se dificulta, porque uno viaja mucho, por diferentes ciudades de Estados Unidos y uno se acostumbra a comer diferente comida. Pero yo ya me adapté, y no me afecta."

¿Qué ciudad le gusta más?
"La Dominicana," replica, sin pausa, pero luego agrega:

"Me gusta Estados Unidos, porque me dió la oportunidad de tener un buen trabajo, y de ser lo que yo soy, algo de lo que me siento muy orgulloso."

Y fuera de la pelota, ¿qué es lo que hace?
"Le dedico mucho tiempo a la familia. Porque ellos están allá, en la Dominicana, esperándome todo el año, porque saben que yo estoy haciendo mi trabajo y ellos se adaptaron al trabajo que tengo. Por eso, yo voy y los visito, especialmente en diciembre, en la época navideña, la paso con mi esposa, con mi hijo, mi papá, mis hermanos, es un buen tiempo que paso yo."

¿Cómo se desconecta de la pelota luego de 162 juegos en una temporada?
"Claro, no todo es pelota. Porque el tiempo de pelota, es el tiempo de pelota. Eso se respeta. Pero también llega un momento para las vacaciones, donde uno despeja la mente, disfruta la vida, ya que uno trabaja mucho. Y debe tratar de disfrutar," concluye Carlos Santana.

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CLEVELAND -- Carlos Santana es considerado uno de los mejores receptores en la actualidad, y lo curioso es que las únicas personas que nunca dudaron que el dominicano podría llegar a tener una carrera exitosa en Grandes Ligas fueron él mismo... y su mamá.

"Esto es lo único que yo sé hacer. Uno como dominicano tropieza mucho y pasa mucho trabajo y en ocasiones tuve mucha dificultad con la gente que no creía en mí, sólo yo mismo y mi mamá, que siempre me ha apoyado, creímos en este sueño", afirmó el máscara caribeño.

La madre de Santana, Nuris Amador, ha sido una de sus mayores inspiraciones, e incluso lo ha llevado a crear una especie de tradición de conectar un jonrón los 19 de septiembre, como lo hizo en tres años consecutivos, para honrarla el día de su cumpleaños.

La campaña pasada, apenas su segunda en ligas mayores, el cátcher firmó un contrato por cinco años y $21 millones de dólares con los Indios de Cleveland. Santana arrancó esta temporada 2013 como el mejor bateador de toda la Liga Americana, con un impresionante promedio de .386.

Aunque sus espectaculares números han bajado un poco de nivel, afectados por un pobre mes de mayo donde conectó sólo 20 hits en 100 turnos, Santana se ha mantenido enfocado en su objetivo de ser mejor cada día, y es esa "energía positiva" la cual afirma ha sido crucial en su éxito.

"Eso está en el pasado, y ya lo pasado, pasado, [a esas personas] les di 'una pescozá sin manos', como decimos los dominicanos, y quizás ahora me ven por televisión y piensan 'me equivoqué'. La vida es así y da muchas vueltas y gracias a Dios estamos aquí, disfrutando del béisbol y trabajando fuerte porque no es nada fácil, el béisbol es un deporte muy mental", dijo cándidamente el dominicano de 26 años.

"Soy una persona muy alegre, todo el tiempo positivo y trato que la gente se sienta bien, eso ayuda, especialmente en un mal momento".

Esa filosofía de enfocarse en el presente abarca muchos aspectos de la vida del talentoso receptor, inclusive al de la música que selecciona para que toque en el Progressive Field cuando toma un turno al bate.

"Depende el momento, hay que vivir el presente, si hay una canción que está ahí activa uno la pone y se motiva. Vivo en el presente, si la música está en el presente, yo la escucho", agregó Santana, aunque sí afirmó que su punto débil son las canciones del bachatero Anthony Santos, en especial sus conciertos en vivo, los cuales siempre escucha en su iPod.

El nativo de Santo Domingo explicó a ESPNDeportes.com que creció admirando al as dominicano Pedro Martínez, no sólo por su excepcional talento y ejemplar carrera, sino también por su actitud desafiante y ganadora a través de su exitoso paso por casi dos décadas en Grandes Ligas.

"Me gustaba mucho ver a Pedro Martínez, no era muy grande de estatura, pero con la mente de un hombre de 6'6"... no le temía a nadie. Fue mi inspiración porque tuve muchos percances, mucha gente no confiaba en mí, pero siempre he sido un muchacho que siempre quiere lograr sus metas, siempre tengo mucha fe y las cosas han resultado bien", acotó.

Santana vive muy orgulloso de sus raíces quisqueyanas, ya sea a través de la música o la comida, entre ellas su favorita "la bandera dominicana" (arroz, habichuelas y carne), y afirmó sentirse muy a gusto en Cleveland.

"[En Cleveland] hay de todo, como saben, Dominicana es el mundo, somos un paisito pequeño, pero con alcance mundial y los latinos estamos por todos lados. [Allá] consigo la bandera dominicana, porque, ¡el dominicano que no come arroz un día no se siente cómodo!"

El orgulloso dominicano formó parte del equipo que se coronó campeón del pasado Clásico Mundial de Béisbol, donde bateó para .273, con dos jonrones, y anotó cinco carreras, siendo figura clave en los ocho partidos que vio acción.

"Ese Clásico fue un éxito ya que nosotros les demostramos a los dominicanos, a la fanaticada y al mundo que nosotros los dominicanos podemos", concluyó.