No era un letrero de "Abierto Para Negocios", como su mentor Roland Hemond colocó alguna vez en un vestíbulo en unas reuniones invernales hace algún tiempo. Pero Dave Dombrowski se sentó en una suite de un hotel en Orlando, Florida, en diciembre pasado, apuntando a una lista de jugadores en el bolsillo de su chaqueta, y dijo para que todo el mundo lo escuchara que los Medias Rojas de Boston estaban listos para hacer acuerdos en la temporada baja.

"Nosotros sabemos lo que queremos", dijo Dombrowski. "Pero estás en contacto con dos cosas: el mercado de cambios y la agencia libre. Esas cosas no las puedes controlar".

Un mes después, los Medias Rojas siguen teniendo las mismas necesidades, mayormente un gran bate en el medio de la alineación, y la lista en la chaqueta de Dombrowski se sigue empequeñeciendo, aunque a un paso históricamente lento.

Y además, con el inicio del festival anual de fanáticos del equipo este viernes en el Foxwoods Resort Casino en Mashantucket, Connecticut - y restando 25 días para que se reporten lanzadores y receptores a los entrenamientos primaverales -- ¿dónde están las cosas con el agente libre J.D. Martínez y los otros objetivos de Boston en la temporada baja?

¿Cuánto necesitan realmente los Medias Rojas a Martínez?

Oh, solo lo necesario para ganar una serie de postemporada.

Consideren esto: De los 74 jugadores que conectaron al menos 25 jonrones la pasada temporada, nuevo record para el béisbol, ni uno solo de ellos estuvo con los Medias Rojas. Y esto: Martínez conectó más batazos de larga distancia luego del receso del Juego de Estrellas (31 veces) que cualquier otro bateador de los Medias Rojas en toda la temporada. Y esto: Boston terminó último en cuadrangulares en la Liga Americana por primera vez desde que Mookie Betts utilizaba pañales.

Han pasado 15 meses desde que David Ortiz se retiró e igual cantidad de tiempo desde que los Medias Rojas tuvieron una verdadera amenaza en el medio de su alineación. No en balde los ratings de television en la telecadena del equipo New England Sports Network han bajado un 15 por ciento desde el 2016.

Martínez podría ser también el Ortiz de su generación, un estudioso del bateo que descubrió su poder en el plato en sus medianos 20 años tras ser dejado en libertad. En los pasados cuatro años, solo él y Mike Trout han bateado para .300 con al menos 125 jonrones y un OPS ajustado de 100 o más.

Con Martínez, la alineación podría lucir de la siguiente forma:

RF Betts

LF Andrew Benintendi

DH Martínez

3B Rafael Devers

1B Hanley Ramírez/Mitch Moreland

SS Xander Bogaerts

2B Dustin Pedroia

C Christian Vázquez/Sandy León

CF Jackie Bradley Jr.

Sin Martínez, bueno, buena suerte.

Así que, ¿qué los detiene?

Como siempre, todo se reduce a dinero y años. Especialmente los años.

Jacoby Ellsbury tenía 30 años, la misma edad que tiene ahora Martínez, cuando Boras negoció su acuerdo de siete temporadas con los Yankees de Nueva York en el invierno 2013-14. Un par de semanas después, Boras le consiguió un acuerdo de siete años a otro jardinero, Shin-Soo Choo, a los 31 años. Boras además consiguió un contrato de nueve años para el toletero Prince Fielder con los Tigres de Detroit, que en ese momento eran manejados por Dombrowski, en 2012.

Y no hay dudas que Boras quiere al menos siete años para Martínez, cuya posición en la lista de deseos de los Medias Rojas no es un secreto.

"El mundo entero sabe, incluyendo a Scott Boras, su opción preferida", dijo una fuente de Grandes Ligas.

Pero los Medias Rojas no quieren tanto a Martínez como para estar dispuestos a darle un cheque en blanco. Una fuente le dijo a Buster Olney que ellos hicieron una oferta a Martínez por cinco años y alrededor de $100 millones. Los Medias Rojas han firmado anteriormente a jugadores de posición con contratos a largo plazo, siendo uno de los más notables la extensión de ocho años que le dieron a Pedroia, pero además dieron malos acuerdos, como el que le dieron a Carl Crawford (siete años y $142 millones) y Pablo Sandoval (cinco años, $95.5 millones).

Y cuando se trata de Martínez, lo último que los Medias Rojas quieren es apostar en contra de ellos mismos.

Hablando de eso, ¿cuán robusto está el mercado por Martínez?

No se puede negar que Martínez es quien encabeza la clase de agentes libres de este año. Pero su momento no pudo haber sido peor.

Con Bryce Harper, Manny Machado y Josh Donaldson pautados para entrar al mercado el año que viene, los que usualmente gastan mucho dinero - los Yankees y los Dodgers de Los Angeles, en particular - están intentando apilar dinero y bajar sus nóminas por debajo del límite del impuesto de lujo en preparación para irse de compras en el invierno próximo.

Martínez parece generar gran interés a los equipos contendientes que necesitan ofensiva y que no quieren esperar. Más allá de su talento, él no era elegible para una oferta calificada porque fue cambiado en medio de la pasada temporada, lo que significa que el equipo que lo firme no tendrá que ceder un turno del draft en compensación. Pero los Cardenales de San Luis trajeron en cambio al jardinero Marcell Ozuna, mientras los Gigantes de San Francisco hicieron intercambios por el antesalista Evan Longoria y el jardinero Andrew McCutchen.

¿Y los Diamondbacks? A ellos les encantaría tener de vuelta a Martínez, dado todo lo que él hizo por ellos tras llegar mediante cambio en el verano pasado. Incluso trajeron a Robert Van Scoyoc, el coach de bateo personal de Martínez, como consultor, y existe el pensamiento que Martínez prefiere jugar en los jardines a ser bateador designado. Pero a menos que el gerente Mike Hazen pueda salir del as Zack Greinke, a quien se le deben $126.5 millones en los siguientes cuatro años, parece poco probable que Arizona pueda encajar a Martínez en su nómina.

Quizás exista algún equipo misterioso allá afuera. Y todo el mundo sabe que Boras es un experto creando un mercado cuando parece que un jugador se está quedando sin opciones.

"Slugging de .690 [la pasada temporada]. Por eso es que yo lo llamo el 'King Kong del slugging'", dijo Boras el mes pasado, en modo completo de vendedor. "Él se separa del resto de los grandes - los [Giancarlo] Stanton, los [Mike] Trouts, todos ellos. Existe una diferencia de 40-50 puntos".

¿Acaso los Medias Rojas tienen otras opciones?

Seguro, pero están disminuyendo lentamente.

Los Medias Rojas llegaron a contactar a los Marlins sobre Stanton pero nunca estuvieron realmente en la batalla porque él no estaba dispuesto a ceder su cláusula de no cambio por ellos. Ellos llegaron a explorar posibles cambios por Ozuna, el primera base de los Medias Blancas de Chicago José Abreu y otros, incluyendo a Machado. En cada caso, ellos carecen de los prospectos de primer nivel que se necesitaban para hacer un acuerdo, ya que su sistema de fincas ha sido diezmado por anteriores transacciones de Dombrowski.

En el mercado de agentes libres, Carlos Santana firmó con los Filis de Filadelfia y Jay Bruce con los Mets de Nueva York, pero Logan Morrison y Lucas Duda siguen siendo potenciales reemplazos, pero poco inspiradores. Eric Hosmer sigue sin firmar también, aunque es poco probable que encaje en Boston ya que los Medias Rojas firmaron de vuelta a su inicialista Moreland el mes pasado.

Internamente los Medias Rojas han hablado de atacar el mercado de lanzadores, donde los agentes libres Yu Darvish y Jake Arrieta están disponibles. Pero el equipo tiene $63.5 milliones invertidos en David Price, Rick Porcello y Chris Sale para el 2018 y están contentos con su rotación de abridores, a pesar que Drew Pomeranz y posiblemente Price podrían ser agentes libres luego de la temporada.

Si las cosas se caen con Martínez, quizás lo más probable es que los Medias Rojas se queden quietos y esperen recibir mejoras en el rendimiento de parte de Bogaerts, Ramírez, Bradley y Betts, y entonces intentar añadir un bateador antes de la fecha límite de cambios directos.

Así que, ¿qué va a ocurrir?

Quizás tome algunas semanas más, quizás llegue hasta los entrenamientos primaverales, pero sigue haciendo el mayor sentido para todo el mundo que los Medias Rojas y Martínez logren cuadrar un acuerdo de digamos, seis años y $180 milones.

Ambas partes se necesitan demasiado una a la otra como para evitar que eso no ocurra.

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BOSTON - Seis días antes de la Navidad, los Medias Rojas de Boston están comprensiblemente preocupados por su alargada búsqueda de un toletero para la parte media de su alineación. Pero ni J.D. Martínez ni especialmente el regreso de Mitch Moreland van a poder por si solos aliviar un poco el descenso de 93 carreras en su producción del 2016 al 2017.

Aquí es donde entra Tim Hyers.

Contratado el mes pasado para ser el nuevo coach de bateo bajo el nuevo manager novato Alex Cora, Hyers vuelve a los Medias Rojas luego de dos años con los Dodgers de Los Angeles. Durante su primera estancia con los Medias rojas, pasó tres temporadas como coordinador de liga menor en el momento en el que Jackie Bradley Jr., Xander Bogaerts, Mookie Betts y Christian Vázquez venían subiendo por el sistema de fincas y estableciéndose en Grandes Ligas, dándole conocimiento de primera mano de sus enfoques individuales en el plato y los pormenores de sus movimientos con el bate.

Pero esa es solo parte de la razón por la que los Medias Rojas contrataron de vuelta a Hyers. Los Dodgers anotaron 725 y 770 carreras en las pasadas dos temporadas, un aumento de las 667 carreras que anotaron en el 2015, el año antes que Turner Ward y Hyers tomaran las riendas como coach de bateo y asistente del coach de bateo, respectivamente. Además, los Dodgers han estado a la vanguardia de la revolución del batazo elevado en el béisbol, con el antesalista Justin Turner y el jardinero central Chris Taylor emergiendo como portavoces de los bateadores que están bien pendientes al "ángulo de lanzamiento", la medida de la trayectoria vertical de la pelota cuando sale del bate.

Mientras tanto, los Medias Rojas acaban de finalizar últimos en la Liga Americana en jonrones por primera vez desde 1993. Y mientras los fanáticos se preguntan qué rayos está pasando en el Fenway Park, Hyers tiene la tarea de impartir la filosofía ofensiva que convirtió a los Dodgers en una entidad tan productiva.

"Nosotros siempre hemos querido, como bateadores, batear la pelota duro y embasarnos y remolcar carreras. Pero ahora, con toda la tecnología, podemos comenzar a ponerle un número a eso", dijo Hyers. "Si bateas una pelota de 15 a 30 grados en el aire y la bateas a 95 o 100 mph, va a ser un swing productivo. Hacia eso es lo que estábamos apuntando [en Los Angeles], y nos resultó muy bien".

Por años, los equipos modelaron su enfoque ofensivo en torno a los Medias Rojas, que les enseñaban a sus bateadores a conocer la zona de strike, a ser selectivos y elevar el conteo de picheos para forzar la salida temprana de un abridor y que el rival tenga que usar su bullpen más temprano. Incluso en la pasada temporada, los Medias Rojas abanicaron solo el 43.9 por ciento de los picheos, la segunda menor tasa en todo el béisbol detrás de los Dodgers.

Pero el juego ha cambiado. Es cada vez más raro que los abridores puedan medirse tres veces en un partido a una alineación, y los relevistas están lanzando más duro que nunca. Entonces, si bien es aconsejable esperar por un buen lanzamiento para batear, existe tal cosa como ser demasiado pasivo. La pasada temporada, los Medias Rojas batearon menos lanzamientos en la zona de strike que cualquier otro equipo en el béisbol (62.3 por ciento) pero estuvieron en el medio de la manada al abanicar lanzamientos fuera de la zona (29.5 por ciento). Los Dodgers persiguieron un 26.2 por ciento de esos lanzamientos, la cifra más baja de la liga, en parte porque fueron más agresivos más temprano.

"El primer pitcheo de la Serie Mundial que ellos vieron, fue un cuadrangular", dijo Cora, al referirse al jonrón abriendo el Juego 1 ante el zurdo de los Astros de Houston Dallas Keuchel. "Eso es lo que nosotros estamos intentando hacer. En la era en la que vivimos, está bien exprimir al máximo los turnos, pero algunas veces sacarle el máximo a un turno es batear el primer pitcheo del turno y hacerle un buen swing".

Y cuando los Dodgers abanicaban, Ward y Hyers los alentaban a poner la pelota en el aire. Los bateadores de los Dodgers se ubicaron en sexto puesto en las mayores en tasa de elevados (37 por ciento), un aumento respecto al 32.6 por ciento logrado en 2016, y conectaron 221 jonrones, cuartos en la Liga Nacional y un aumento respecto a los 189 conseguidos en 2016.

A los bateadores se les enseña desde hace mucho a abanicar encima de la pelota. Pero con los avances tecnológicos que detectan el giro de un pitcheo o el punto donde el lanzador suelta la pelota, los coaches les enseñan a los bateadores a abanicar pitcheos bajos en la zona de strike y levantarlos al aire, con un ángulo de lanzamiento de al menos 25 grados, lo que produciría un elevado. Aunque ese modo puede llevar a más abanicadas fallidas, también fuerza a los lanzadores a elevar la pelota con mayor frecuencia, lo que resulta en picheos más bateables.

"Nuestros bateadores entienden información y ellos leen tanto como lo hacen nuestros coaches, así que cuando uno comienza a entender que una pelota en el suelo es esencialmente un out, ellos hacen ajustes en su mecánica [del swing], su forma de elevar la pelota", dijo el manager de los Dodgers Dave Roberts. "Eso se va a traducir en más elevados, más jonrones. Elevar la pelota parece la mejor manera que los bateadores pueden ser productivos".

Los Medias Rojas no contagiaron con esa locura. De acuerdo con FanGraphs, ellos llegaron en el puesto 22 en las mayores en tasa de elevados con 34.4 por ciento, la segunda menor tasa entre los equipos que llegaron a la postemporada (Rockies). Entre los jugadores con al menos 250 turnos, el jardinero izquierdo Andrew Benintendi lideró a las Medias Rojas con un ángulo de lanzamiento promedio de 14.2 grados, empatado en el puesto 69 en las mayores. En contraste, Turner llegó en el puesto 16 con 18.4 grados. El toletero de los Rangers de Texas Joey Gallo lideró las mayores con 22.7 grados.

Hyers no está aquí para mejorar el swing de nadie. Pero sí logra hacer que, por ejemplo, Bogaerts piense más en elevar la pelota, eso podría llevar a mejores resultados. La pasada temporada, el ángulo de lanzamiento promedio de Bogaerts fue de 8.2 grados, una baja respecto a los 11.3 grados que tuvo en el 2016. No es coincidencia que el total de jonrones de Bogaerts bajara de 21 a 10, y su slugging de .446 a .403.

"Cada bateador tiene su swing propio y único, y mi trabajo es mantenerme dentro del marco de lo que hacen porque ellos son exitosos por una razón", dijo Hyers, quien acredita el éxito de Turner al influir en la filosofía de los Dodgers. "Pero eso no significa que uno no les recomiende ajustes o que no trates de ayudarlos a ser mejor en lo que hacen. Uno siempre va a tener una especie de filosofía de equipo para anotar carreras, pero eso es individualizado porque cada bateador tiene un swing diferente".

Tras contratarlo el mes pasado, los Medias Rojas le enviaron a Hyers videos de varios bateadores. Él comenzó a verlos, a hacer anotaciones y compartir algunas de sus observaciones con varios jugadores mediante llamadas telefónicas y mensajes de texto. Luego de las fechas festivas, Hyers tiene planificado visitar a algunos jugadores en persona. Antes de los entrenamientos primaverales, espera haber tocado base con todos ellos.

Eventualmente, los Medias Rojas añadirán un bateador a su grupo. Pero independientemente de si el presidente del equipo Dave Dombrowski finalmente llega a un acuerdo con Martínez en la agencia libre o logra algún cambio, Cora y él están claros que Bogaerts, Hanley Ramírez y otras piezas fijas en la organización deben mejorar su rendimiento ofensivo en comparación con la temporada pasada.

Ayudarlos a lograr eso es la responsabilidad de Hyers.

"Sin importar a quien traigamos - o si no traemos a nadie - tenemos un equipo muy bueno con jugadores talentosos", dijo Hyers. "Algunas veces pienso que los coaches y los jugadores pueden adelantarse a sí mismos y buscar los resultados. Yo soy más de la escuela que dice, 'Busca el proceso'. Ese es el reto para mí, el que mis muchachos se enfoquen en el proceso, que se enfoquen en lo que necesitan hacer de forma individual y trabajar como grupo. Si tenemos nueve chicos que hacen eso, va a ser un año realmente bueno".

Tampoco les caerían mal algunos elevados adicionales.

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BOSTON - Un par de horas antes del partido del pasado domingo en Minnesota, Xander Bogaerts agarró una pelota de fútbol, se puso su camiseta personalizada del Barcelona - con el No. 10 de Lionel Messi's y la 'X. BOGAERTS' en la espalda - y corrió hacia los jardines. Pateó la pelota en dirección a unos chicos que estaban en el terreno consiguiendo autógrafos, la recibió de vuelta, y la envió hacia un pedazo de césped por encima de la cerca del jardín central, levantando sus brazos en señal de triunfo, y entonces saltó en un intento de escalar la cerca.

En ese momento, Bogaerts era de nuevo como un chico, justo como lo recuerda Mike Lord.

Alto y delgado, un bronceado imposible y cabellos rubios, Lord lucía más como un vagabundo de la playa de California que un escucha de los Medias Rojas de Boston cuando llegó a Aruba en 2009. Pero ahí estaba él, en búsqueda de talento de béisbol en una isla de 20 millas de largo en el Caribe cuando observó por primera vez a Bogaerts. El talento, la facilidad con que el torpedero de 16 años se movía en el terreno era sorprendente -- "Tienes que verlo más de una vez", dijo Lord - pero había algo más, algo intangible, que lo separaba de sus pares.

"Pienso que el factor X con él era su forma de juego", recordó Lord vía telefónica. "Uno lo veía sonreir, reirse, el disfrute que obtenía de su juego. Ellos catalogan a Aruba como 'una isla feliz'. Uno podia ver lo feliz que él era. Espero que nunca pierda eso".

No hay muchas oportunidades que él pierda eso, y no es solo porque Bogaerts lidera la Liga Americana en bateo (.359 al entrar a la semana) o que tenga más hits (290) que cualquier otro jugador en las mayores desde el inicio de la pasada temporada. En su tercera temporada completa en Grandes Ligas, el torpedero de los Medias Rojas de apenas 23 años sigue teniendo el corazón de un chico.

Realmente es algo refrescante. En un deporte donde los jugadores son entrenados para no mostrar emociones, la pasión de Bogaerts sale por cada uno de sus poros. Es evidente en la forma que habla sobre el juego, independientemente de si se acababa de convertir en el primer jugador de los Medias Rojas en conseguir actuaciones consecutivas de cuatro hits/un cuadrangular el viernes y el sábado en las victorias sobre los Mellizos de Minnesota, o si cometió un par de costosos errores en una dura derrota el pasado domingo.

Consideren los comentarios hechos por Bogaerts noche tras noche durante su reciente racha de 26 partidos con imparable, la segunda más larga en las mayores esta temporada luego de la que consiguió su compañero de equipo Jackie Bradley Jr de 29 partidos. Mientras Bradley insistía que solo pensaba en la racha cuando los reporteros le preguntaban del tema, Bogaerts no ocultó lo mucho que la racha pesaba en su mente luego de conectar un sencillo débil al jardín central en su cuarto turno al bate el 31 de mayo en Baltimore para mantenerla viva a duras penas.

"¿Estás bromeando?", dijo. "Yo sé cada día que lo tengo. Me levanto, y yo sé que lo tengo. Llegó al terreno, y yo sé que lo tengo. El primer par de turnos al bate, uno realmente no se pone presión pero a medida que el juego avanza, uno sabe que el tiempo se le va a agotando así que tratas de enfocarte un poco más para tener un buen turno y ver qué pasa. Es una buena presión. Uno tiene mucha gente apoyándote, impulsándote a que conectes ese hit".

Bogaerts demostró un candor similar en 2014 cuando expresó su profunda decepción tras ser movido del campocorto a la tercera base, un cambio que sin dudas contribuyó a un declive ofensivo que lo convirtió en uno de los peores bateadores de la liga por un largo periodo de la temporada. Y cuando alguien le sugiere que él eventualmente va a batear con mayor poder, él insiste que se siente perfectamente feliz con cualquier hit que consiga, independientemente de si la pelota se va o no por encima de la cerca.

"Yo no pienso en cuadrangulares en mis turnos", dijo Bogaerts, quien entró a la semana con ocho cuadrangulares, uno más que la cantidad total lograda la pasada temporada. "En el momento en que pienso en un cuadrangular termino en out, así que, ¿para qué desperdiciar un turno de esa forma? Me gustan los hits. Disfruto conectar hits"

En un momento en el que el béisbol está repleto de torpederos talentosos en Houston (Carlos Correa), Cleveland (Francisco Lindor), Los Angeles (Corey Seager), Colorado (Trevor Story), Chicago (Addison Russell) y Baltimore (Manny Machado, un torpedero que se movió del campocorto a la tercera base y volvió a su posición en esta temporada luego de la lesión de J.J. Hardy), podría decirse que Bogaerts está teniendo la mejor temporada de cualquiera en ese grupo.

"Él es el mejor torpedero en el deporte - por mucho", dijo el toletero de los Medias Rojas David Ortiz. "Yo lo coloco por encima de cualquiera otro en el deporte. Está entre los mejores jugadores del juego ahora mismo. Sin duda. Dime dos jugadores que sean mejores que él en el deporte ahora mismo, más completos que él. No creo que hayan tantos".

Mirando atrás, Lord sabía que Bogaerts sería bueno. Pero ¿tan bueno? La ciencia de pronosticar el éxito de un chico de 16 años en las Grandes Ligas es demasiado inexacta para eso.

Por ahora, la historia de cómo Lord encontró al próximo gran torpedero de los Media sRojas como un "chico lleno de acné en su rostro" está bien documentada. Luego de llevar a cabo unos entrenamientos para varios jugadores jóvenes - incluyendo al hermano de Bogaerts, Jair -- Lord preguntó si había algún otro jugador en la isla que él tuviese que ver. Fue en ese momento que Jair le mencionó a su hermano gemelo, quien estaba en su casa con varicelas y le rogó a su madre que le dejara.

Una vez su madre, Sandra Brown, finalmente cedio, Xander le mostró a Lord por qué no se podia ir a su casa sin haber visto al mejor jugador de Aruba, masacrando pelotas y enviándolas por encima de la cerca, y haciendo jugadas espectaculares en un cuadro interior poco iluminado y lleno de rocas. Lord no quiso esperar mucho para enviarle el video de vuelta a su jefe Craig Shipley, en ese entonces director de cazatalentos internacionales de los Medias Rojas.

"Bueno, uno podia ver su forma física", dijo Lord, quien entrena equipos de béisbol de escuela secundaria en la Florida. "Puedo recordar cómo me sonaron las alarmas cuando lo vi. No había visto algo como él en mucho tiempo, así que tuve que detenerme un momento y pensar, 'De acuerdo, recalibremos. Estoy en Aruba. Solo hay algunos escuchas aquí. Así que tuve que echarle otro vistazo, y me quede como que, '¡Diantres!', 'Este chico puede ser realmente bueno'. Pero estamos hablando de un chico de 16 años. Para nosotros, era como que, tiene oportunidad. En nuestros sueños más salvajes, pienso que le dije a Ship, 'Este chico podría conectar 30 jonrones algún día', y él me dijo, 'él podría jugar en un Juego de Estrellas', Y aquí está. Algo loco".

Las expectativas sobre Bogaerts han sido bastante alocadas desde que los Medias Rojas lo firmaron por $410,000 (ellos también firmaron a Jair, que es receptor, por $180,000) solo dos semanas después de haberse mostrado y trabajado para Lord. Un cotizado prospecto desde su primer día en el sistema de fincas de los Medias Rojas, fue subido al equipo grande a mediados de la temporada 2013 y ha sido titular desde que le quitó el puesto al antesalista Will Middlebrooks en el Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Pero a pesar de lo emocionado que se siente Lord por el éxito de Bogaerts, solo tiene un deseo para él.

"Solo quiero que se mantenga como un chico mientras pueda en cuanto al disfrute de los partidos", dijo Lord. "Espero que siga maravillado, y que cuando salga a jugar, mire a la multitude y piense, 'Wow, yo solía atrapar rodados en un campo rocoso en Aruba. Esto es asombroso'. Espero que realmente lo disfrute".

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Como hemos visto de nuevo en esta temporada baja, la agencia libre sigue siendo una ruta muy viable para que un jugador consiga un buen contrato, ya sea un acuerdo como el de $70 millones que logró Ian Kennedy con los Reales o el que consiguió Chris Davis por $161 millones con los Orioles. Las tasas de acuerdos antes de llegar a arbitraje también están en su cifra máxima de todos los tiempos, y muchos equipos parecen tener mucho dinero para gastar. Con el largo historial de tendencias salariales yendo en una dirección, la única forma en que los equipos se pueden mantener al frente de la curva y conseguir una "firma en ganga" (hablando en términos relativos) es firmar a sus mejores jugadores jóvenes con contratos multianuales antes de que lleguen al arbitraje, y mucho menos a la agencia libre. Mientras más lejos estén, mayor es el riesgo que asume el equipo, pero al mismo tiempo es cuando más baratos los pueden conseguir.

En términos generales, los gerentes prefieren observar a sus jugadores jóvenes en nivel de Grandes Ligas port res años antes de darle un contrato a largo plazo, pero para ese entonces en ocasiones es demasiado tarde para conseguir al jugador con un buen salario anual. Por tanto, en años recientes, los equipos han comenzado a firmar jugadores jóvenes luego de apenas uno o dos años, principalmente a los mejores jugadores de posición.

Estoy a favor de la estrategia de firmarlos temprano, pero no con los lanzadores. Yo no querría firmarlos con un contrato a largo plazo hasta que estén a un año de la agencia libre. ¿Por qué? Porque ellos estarán corriendo un riesgo mayor que los jugadores de posición de quebrarse y perderse temporadas completas, y el equipo se queda pillado pagando el salario elevado. Por supuesto, existen excepciones, tales como Clayton Kershaw y Madison Bumgarner, pero me gustaría limitarlo a los lanzadores zurdos quienes claramente se convierten en ases de sus equipos a temprana edad.

Mientras tanto, existen varios jugadores que merecen una extensión, como Josh Donaldson y Todd Frazier, pero el asunto en estos casos es que ellos ya han probado su valía y consistencia, así que buena suerte intentando ficharlos con un acuerdo de ganga. Pero vale la pena el esfuerzo de intentarlo; en algunos casos, por lo menos puedes mover su agencia libre por algunos años.

Pero existe un cierto grupo de jugadores que se merecen contratos a largo plazo, y los 10 jugadores mencionados abajo encajan firmemente en el mismo. Sus equipos deberían - y quizás lo hagan - intentar extenderlos entre ahora y el Día Inaugural este año. Van a notar que todos encajan en mi criterio: un as zurdo o un jugador de posición con tres años o menos de servicio en Grandes Ligas y por lo menos a tres años de la agencia libre.

Examiné 22 contratos recientes (todos desde el 2013), desde el de Miguel Cabrera al de Mike Trout a los que se firmaron en esta temporada baja, que mejor representan el mercado actual y que pueden usarse como base para proyectar el valor de los jugadores mencionados abajo si fuesen a firmar contratos a largo plazo ahora mismo. Tengan en mente que la inflación, los años de servicio, la elegibilidad de arbitraje, los años de agencia libre, estadísticas, tendencias, futuras proyecciones, compostura y carácter, al igual que la agencia que representa a los jugadores, todo eso pesa a la hora de decidir el valor de esos jugadores.

Bryce Harper, OF, Nacionales de Washington
WAR 2015: 9.9 | Tiempo de servicio: 3.159 (tres años, 159 días)
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Harper, de 23 años, fue el mejor jugador en el béisbol el año pasado, y ahora está a tres años de la agencia libre. Es representado por el poderoso agente Scott Boras, y cuando se trata de jugadores estelares, la Corporación Boras es la agencia más difícil para conseguirle una extensión de contrato a un jugador antes de llegar a la agencia libre. Para empeorar las cosas, las Reuniones Invernales de MLB del 2018 se llevarán a cabo en Las Vegas, donde se crió Harper (como fanático de los Yankees de Nueva York). Da la casualidad que los Yankees eliminarán varios grandes contratos de su nómina antes de esa fecha: Alex Rodríguez, CC Sabathia, Mark Teixeira, Carlos Beltrán, Brian McCann, Brett Gardner, Chase Headley y realmente cualquier otro jugador que no se llame Masahiro Tanaka o Jacoby Ellsbury.

Si los Nacionales tienen alguna esperanza de firmar de vuelta a Harper con un contrato a largo plazo y mantenerlo en uniforme de Washington de por vida, probablemente debería ocurrir en esta primavera. Ellos tienen además la voluntad de convertirlo en el jugador mejor pagado en la historia del béisbol, con la mayor cantidad de años y de dinero que hayamos visto; si ellos no están dispuestos a ello, es mejor que ni siquiera llamen a Boras. ¿Qué se necesitaría para firmarlo? Bueno, si piensan en un acuerdo parecido al de Giancarlo Stanton de $325 millones, ni siquiera están cerca - el número tendría que comenzar con un 4.

¿Estarán dispuestos los Nacionales a pagarlo? Bueno, vale la pena nota que ellos tienen historial de gastar gran cantidad de dinero en los jugadores que ellos quieren, incluyendo a Max Scherzer ($210 millones) y Jayson Werth ($126 millones).

Contrato proyectado: 14 años por $407 millones (valor promedio anual: más de $29 millones). Boras usualmente se lleva sus chicos a la agencia libre, pero quizás un contrato record pueda despertar su interés. Harper podría convertirse en el primer jugador de $400 millones, y déjenme decirles esto (mientras levantan su quijada del suelo): Esa cifra podría ser conservadora. Si llegase a la agencia libre, pienso que no solo va a superar esa proyección, sino que la va a destrozar. Rayos.

Carlos Correa, SS, Astros de Houston
WAR 2015: 4.1 | Tiempo de servicio: 0.119
Elegible para arbitraje: 2019 | Llega a la agencia libre: 2021

Correa ya es el mejor torpedero en todo el béisbol, y yo podría argumentar que él es el tercer jugador más talentoso en proyectarse en los próximos 15 años (detrás de Mike Trout y Harper). Correa es representado por Greg Genske, quien tiene una fuerte relación con el gerente de los Astros Jeff Luhnow y está abierto a un posible acuerdo a largo plazo con Correa ahora mismo, aunque su precio solo va a seguir aumentando en los futuros años.

Es riesgoso firmar jugadores que tienen menos de un año de tiempo de servicio con contratos masivos, pero Correa es una excepción a la regla debido a sus talentos fuera de servicio y su futuro brillante. Él no solo es el paquete completo en el terreno, sino también fuera del terreno. Ha abrazado la oportunidad de ser la cara de los Astros (se ha involucrado en la comunidad de Houston) y además aspira a ser una de las caras del béisbol. Es un jugador especial y también una persona especial, y se le debe pagar como tal.

Contrato proyectado: 8 años por $144 millones (valor promedio anual: $18M). La cifra total en dólares y el valor promedio anual podrían parecer bajos en comparación con otros contratos que hemos visto en años recientes, pero eso es debido a que él está bien lejos del arbitraje salarial (2019). La paga menor en los primeros tres años hace que el valor promedio anual parezca mucho menor y la duración es de ocho años, por lo que el equipo tiene el beneficio de comprar dos años de agencia libre. Este acuerdo sería una ganga si cumple con las expectativas de potencial, pero con Genske y Legacy Sports representándolo, no va a ser una negociación fácil.

Manny Machado, 3B, Orioles de Baltimore
WAR 2015: 7.1 | Tiempo de servicio: 3.056
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Los Orioles y Machado casi llegaron a un acuerdo a largo plazo hace algunos años antes de que Machado se lastimara la rodilla, y ahora que ha probado que está saludable nuevamente, es tiempo de que los Orioles y el agente de Machado, Dan Lozano, se sienten nuevamente a negociar. Machado es el mejor antesalista defensivo en la Liga Americana - algunos argumentan que es uno de los mejores de la historia - y su poder llegó el año pasado (30 dobles, 35 jonrones). Ha ganado dos Guantes de Oro, es un dos veces Todos Estrellas y terminó cuatro en la votación del JMV de la LA en el 2015. Conclusión: Vale mucho más ahora que hace algunos años, y valdrá mucho más en algunos años que ahora.

Lozano es uno de los mejores en el negocio y no es de los más fáciles cuando se trata de negociar contratos a largo plazo. Un ejemplo de su trabajo: el contrato de Joey Votto por 10 años y $225 millones, firmado hace algunos años, que le dejará dinero a Votto hasta los 40 años. Imaginen lo que buscará para Machado, que tiene 23 años. Su acuerdo podría hacer parecer el contrato reciente de Chris Davis como un aperitivo.

Contrato proyectado: 8 años por $183 millones (valor promedio anual: $22.875M). Machado tiene tres años más de tiempo de servicio que Correa, así que recibiría más dinero en los primeros tres años de contrato; por eso es que el valor promedio anual es mucho mayor. De cualquier modo, Lozano y MVP Sports estarán buscando dinero en grande.

Dallas Keuchel, SP, Astros de Houston
WAR 2015: 4.6 | Tiempo de servicio: 3.089
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Keuchel pertenece a la clase de Kershaw-Bumgarner y merece que se le pague de igual forma. El ganador del Cy Young del año pasado probó que su temporada 2014 en la que saltó a la fama no fue casualidad, y a los 27 años, es un poco menos riesgoso que muchos lanzadores jóvenes. El costo de los lanzadores abridores se ha disparado en años recientes, y solo va a seguir subiendo, así que el tiempo para firmarlo y comprarle sus años de agencia libre es ahora.

Contrato proyectado: 6 años por $171 millones (valor promedio anual: $28.5M). No tiene el historial de éxito consistente para superar los contratos recientes de David Price, Zack Greinke y Max Scherzer, pero debería estar por encima del acuerdo de Jon Lester. Con Keuchel viniendo de una temporada de Cy Young, podría ser mejor para los Astros esperar hasta la siguiente temporada baja a ver si puede repetir su éxito del 2015.

Francisco Lindor, SS, Indios de Cleveland
WAR 2015: 4.6 | Tiempo de servicio: 0.113
Elegible para arbitraje: 2019 | Llega a la agencia libre: 2021

Los Indios han hecho tan buen trabajo como cualquier otra organización en el béisbol en los pasados 30 años firmando jugadores jóvenes con contratos sensibles a largo plazo, incluyendo el contrato del jardinero Michael Brantley por cuatro años y $25 millones desde el 2014 al 2017 y el del abridor derecho Corey Kluber por cinco temporadas y $38.5 millones del 2015 al 2019 (con opciones de equipo para el 2020 y 2021). El presidente de la Tribu Chris Antonetti no debería detenerse ahí; Lindor debería ser una prioridad en esta primavera.

Lindor, de 22 años, tiene buen alcance y un gran brazo, puede batear con poder sorpresivo y debería poder alcanzar las 30 bases robadas, y su actitud y carácter igualan su talento. Su valor solo va a subir de ahora en adelante.

Contrato proyectado: 8 años por $128 millones (valor promedio anual: $16M). Al igual que Correa, el valor promedio anual luce bajo porque no es elegible para arbitraje por tres años. La única manera en que los Indios se puedan quedar con Lindor a largo plazo es firmándolo temprano, como hicieron con Brantley. Ellos no van a recibir mucho descuento, considrando que el mundo del béisbol ya lo considera como el segundo mejor torpedero en el deporte (detrás de Correa), pero mientras más esperen, mayor será su precio.

Nolan Arenado, 3B, Rockies de Colorado
WAR 2015: 5.7 | Tiempo de servicio: 2.155
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2019

Una vez Troy Tulowitzki fue cambiado a los Azulejos de Toronto, Arenado se convirtió en la cara de los Rockies, y tiene los mismos intangibles. Ganó su tercer Guante de Oro el año pasado y fue electo a su primer Juego de Estrellas. Además lideró las mayores en total de bases (354) y remolcadas (130) y quedó empatado en el liderato de la LN en jonrones con 42. Seguro, tiene la ventaja del Coors Field, pero en realidad conectó más jonrones en la carretera (22). El tiempo para firmar a Arenado a largo plazo es ahora, igual que como hicieron con Tulo en el 2010.

Contrato proyectado: 6 años por $102 millones (valor promedio anual: $17M). Arenado es elegible para arbitraje el año que viene, y el poder suele pagarse bien en arbitraje. El acuerdo sugerido además compraría dos años de su agencia libre.

A.J. Pollock, CF, Diamondbacks de Arizona
WAR 2015: 7.4 | Tiempo de servicio: 3.159
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Pollock es un jugador completo en ambos lados de la pelota, y con 28 años, todavía le quedan varios buenos años. Vale la pena notar que los Diamondbacks tuvieron interés en negociar un contrato a largo plazo con Pollock pero cancelaron las negociaciones luego de escuchar el precio que pedían sus representantes.

Contrato proyectado: 6 años por $98 millones (valor promedio anual: $16.3M). Él es el tercer mejor jardinero central en el béisbol, detrás de Trout y Andrew McCutchen, y merece que se le pague su dinero.

Kris Bryant, 3B, Cachorros de Chicago
WAR 2015: 6.0 | Tiempo de servicio: 0.171
Elegible para arbitraje: 2018 | Llega a la agencia libre: 2021

Bryant, de 24 años, es el mejor bateador derecho joven en el béisbol. Dos factores entran en juego aquí: 1) Los Cachorros lo enviaron a las menores al comenzar la pasada temporada para ganar un año adicional de agencia libre, y 2) es representado por Scott Boras. La única manera en que los Cachorros pueden lograr que Bryant firme un contrato a largo plazo ahora mismo es si rompen algún tipo de record salarial. Quizás esperar uno o dos años les daría una mejor oportunidad de firmarlo, pero bien podrían comenzar el proceso ahora.

Contrato proyectado: 8 años por $183 millones (valor promedio anual: $22.8M). Firmarlo ahora sería un poco riesgoso dados los años y los dólares, pero probablemente les ahorraría dinero a los Cachorros en los tres años finales del acuerdo y le comprarían dos años de agencia libre. Dicho esto, dudo que él vaya a firmar pronto. Si firma una extensión, probablemente cubra solo los años de arbitraje.

Xander Bogaerts, SS, Medias Rojas de Boston
WAR 2015: 4.6 | Tiempo de servicio: 2.042
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2019

Bogaerts, de 22 años, se ha convertido rápidamente en uno de los mejores torpederos ofensivos en el béisbol, ganando su primer Bate de Plata, y no hemos visto lo mejor de él. Este es un caso donde su potencial excede los resultados, lo que lo convierte en un buen momento para firmarlo.

Contrato proyectado: 7 años por $72 millones (valor promedio anual: $10.2M). Andrelton Simmons firmó una extensión de siete años y $58 millones (con cerca del mismo tiempo de servicio) con los Bravos antes de ser cambiado a los Angelinos con el mismo tiempo de servicio. Simmons es considerado el mejor torpedero defensivo en el deporte, pero Bogaerts es un mejor jugador ofensivo. Mientras tanto, Starlin Castro firmó un contrato de ocho años y $60.57 millones al entrar a la temporada 2012. El firmar a Boegarts tan temprano con esos números sería un robo para los Medias Rojas.

Mookie Betts, OF, Medias Rojas de Boston
WAR 2015: 6.0 | Tiempo de servicio: 1.070
Elegible para arbitraje: 2018 | Llega a la agencia libre: 2020

Betts, de 23 años, es tan atlético como astuto. Juega con mucha energía, y no hay nada que no pueda hacer en un campo de béisbol. Tiene el potencial de unirse al club de 30 jonrones y 30 bases robadas y ya es uno de los favoritos de los fanáticos. Este es un deporte en el que apuestas tanto en la gente como en su talento, y Betts es una buena persona (y jugador) como para apostar en él.

Contrato proyectado: 7 años por $67.9 millones (valor promedio anual: $9.7M). Christian Yelich logró siete años y $49.75 millones de los Marlins luego de apenas año y medio de tiempo de servicio, y Betts tiene más poder que Yelich. Si los Medias Rojas esperan un año, Betts podría sobrepasar el acuerdo proyectado arriba para Bogaerts como un jugador Súper 2 el año que viene, así que este sería el mejor momento para firmar a Betts.

El proceso de envejecimiento parecía estar suspendido durante la era de los esteroides, con jugadores que actuaban bien en los finales de sus 30 años e incluso más allá de sus 40 cumpleaños. Pero en esta era de la analítica, hay un sesgo de edad cada vez mayor, con algunos ejecutivos aparentemente apoyándose en un mantra que fue popular en los años 60: no confiar en nadie por encima de los treinta.

Los Medias Rojas de Boston infravaloraron a Jon Lester en sus negociaciones con él, así fue todo el camino hasta el momento en que firmó con los Cachorros de Chicago, por lo que las métricas les dijeron acerca de invertir en los lanzadores de avanzada edad. Ejecutivos rivales pensaron que fue una locura de Angelinos de Los Ángeles firmar a Albert Pujols, porque la apuesta del equipo por Pujols sosteniendo su producción más allá de los años picos típicos de un jugador.

Pero la más reciente aplicación de la discriminación por edad parece estar centrada en la defensa como el análisis de mejora y los equipos aprenden más acerca de la medición del trabajo con el guante de un jugador. Hay una nueva teoría de trabajo para algunos clubes que, en general, la habilidad defensiva de los jugadores - enraizada en su rango, su tiempo de reacción- comienza a declinar inevitablemente cuando los jugadores están a finales de los 20. Algunos evaluadores creen que esto sucede antes que en los bateadores o lanzadores porque los bateadores o lanzadores pueden más hábilmente superar, durante unos años todos modos, cualquier perdida de habilidades físicas a través del conocimiento y con la experiencia que han obtenido.

Si el valor principal de un jugador tiene sus raíces en su defensa, algunos ejecutivos creen, es mejor no contar con que él sostenga esa excelencia en sus 30 años o a mediados de sus 30.

Andrelton Simmons podría ser la mejor prueba de trabajo de esta teoría, porque la defensa es la columna vertebral de lo que ofrece. Él tiene 26 años, y es el mejor jugador defensivo en la posición más importante en el campo. Pero ya uno de las metricas clave indica que sus mejores días como defensor podrían estar detrás de él (más sobre esto más adelante).

Esto es algo a considerar en nuestro ranking de posición; hoy tenemos los 10 mejores torpederos.

Correa
Correa
1. Carlos Correa, Astros de Houston

Acaba de cumplir 21 años y ha jugado sólo 99 partidos en las Grandes Ligas y colocarlo a la cabeza de esta distinguida lista de torpederos parece agresivo. Pero la abrumadora respuesta de los evaluadores que ofrecieron opiniones para estos rankings es que Correa ya es el mejor jugador en general en esta posición. "Él es un clon de Alex Rodríguez cuando [A-Rod] estaba con los Marineros", dijo un evaluador. "El tamaño, el poder, todo".

Rodríguez ganó un título de bateo en la temporada que tenía 20 años, estableciendo una barra alta para Correa (y otros), pero Correa rápidamente se convirtió en el jugador más importante en la alineación de Houston, con 22 dobles y 22 jonrones en esos 99 partidos. Anotó 52 carreras, remolcó 68 y se robó 14 bases, ya pesar de que no fue llamado a filas hasta junio, todavía terminó cuarto entre todos los torpederos en WAR. Dentro de unos años, un ejecutivo dijo, "la conversación acerca de quién es el mejor jugador en el béisbol incluirá tres nombres: [Mike] Trout, [Bryce] Harper y Correa".

Crawford
Crawford
2. Brandon Crawford, Gigantes de San Francisco

Ya ha sido uno de los mejores torpederos defensivos de las grandes ligas, por lo que fue simplemente galardonado con un premio Guante de Oro. Pero también cada vez crece y cada vez es mejor como bateador.

Pegó 33 dobles y 21 jonrones en 2015, con 84 carreras impulsadas, y se ha convertido en un buen bateador complementario para los Gigantes, haciéndolo valioso más allá de su defensa.

Bogaerts
Bogaerts
3. Xander Bogaerts, Medias Rojas de Boston

Es fácil olvidar ahora cuánta confusión y debate había dentro de la organización de los Medias Rojas sobre lo que Bogaerts debe ser tan recientemente como el año pasado, cuando él luchó en el campo corto desde el principio de 2014 y se trasladó brevemente a la tercera base para hacer espacio para Stephen Drew. A través de esos dolores de crecimiento y por medio de la manifestación de su inseguridad -esto, de acuerdo a la gente dentro de la organización de los Medias Rojas- Bogaerts empezó a mejorar, y explotó tras entrar por 2015. Bogaerts bateó .320, con sus tasas de contacto creciendo, y sólo Dee Gordon y José Altuve pegaron más hits este año.

Bogaerts también jugó un buen campocorto -no es genial, pero mucho mejor que algunos en la organización de los Medias Rojas creían posible en aquellos tiempos inestables a principios de 2014.

Lindor
Lindor
4. Francisco Lindor, Indios de Cleveland

El campocorto de los Indios terminó con más WAR en 2015 que Correa; de hecho, el único campo corto por delante de Lindor era Crawford. Pero mientras que los evaluadores no tienen duda de que Correa va a ser un jugador ofensivo de impacto, ellos quieren ver más de Lindor en el plato antes de asumir que va a ser el tipo que siempre va a batear así como lo hizo en sus primeros 99 partidos en las Grandes Ligas, incluyendo un promedio de .312 y un OPS de .835. Al jugar tres temporadas en las menores -siempre como uno de los jugadores más jóvenes en su respectiva liga- su OPS de año a año desde 2012 a 2014 fue 0.787, 0.727 y 0.752.

Tulowitzki
Tulowitzki
5. Troy Tulowitzki, Azulejos de Toronto

Los Azulejos consiguieron exactamente lo que querían de Tulowitzki al traerlo el verano pasado, porque su llegada marcó un punto de inflexión en la temporada y se alejaron a toda velocidad de los Yankees y los otros equipos de la División Este, llegando a la postemporada por primera vez desde 1993. La verdadera prueba de su valor para que los Azulejos sigan avanzando comienza en el año 2016, porque él está bajo contrato para los próximos cinco años por $ 98 millones.

Tulowitzki habló de lo mucho que se divirtió con los Azulejos de Toronto, pero no floreció en la forma que lo hizo durante gran parte de su tiempo con los Rockies: en 41 partidos para Toronto bateó .239, con un .317 por ciento de embasamiento.

¿Fue éste el impacto final de una temporada de lesiones persistentes? ¿El ajuste a una nueva liga? ¿Pequeño tamaño de la muestra? ¿Todo lo anterior?

Algunos evaluadores rivales están muy curiosos de ver cómo le va a Tulowitzki en su primera temporada completa fuera del Coors Field. En 10 años en las Grandes Ligas, el OPS de Tulowitzki cuando jugaba de local fue de 135 puntos mayor al que obtuvo en la carretera. (Desde .944 hasta .809).

Escobar
Escobar
6. Alcides Escobar, Reales de Kansas City

Vamos a sacar esto del camino: entre todos los jugadores de Grandes Ligas que calificaron para el título de bateo de la temporada pasada, Escobar clasificó penúltimo en OPS (.614). Él tuvo un porcentaje de embasamiento de .293, y nunca va a ser un bateador paciente.

Todo eso es irrefutable, como es esto: él es también un campeón del mundo, y el parador en corto de un equipo que jugó en las dos últimas Series Mundiales. Bateó de primer bate de los Reales en la postemporada y fue una fuerza impulsora, promediando .329 y anotó 13 carreras en 16 partidos. Ha sido un gran jugador en los partidos más importantes, pequeño tamaño de la muestra o no, eso cuenta para algo.

Simmons
Simmons
7. Andrelton Simmons, Angelinos de Los Ángeles

Una de las métricas utilizadas para medir la defensa es Carreras Defensivas Salvadas (DRS, por sus siglas en inglés) y en su primera temporada completa en las mayores en 2013, Simmons marcó un loco, ridículo + 42 en esta categoría; este número, para un campo corto, es para el análisis de la defensiva lo que los 60 jonrones de Babe Ruth fueron para los números ofensivos en 1927.

En 2014, cuando Simmons enfrenó un problema en el tobillo, bajó a 28. En 2015, fue 25. La percepción de otros equipos es que los Bravos lo cambiaron -y han estado trabajando para hacerlo durante más de un año- porque veían en el horizonte su valor disminuido en gran medida. Su salario está creciendo, a través de los términos de un acuerdo de varios años hasta el 2020; su producción ofensiva es insatisfactoria, incluyendo su tendencia a golpear para dobles matanzas (44 en los últimos dos años); y sus mejores días como defensor de élite del béisbol podrían haber pasado.

El personal de los Angelinos se llena de gente inteligente, desde el gerente general Billy Eppler hasta el manager Mike Scioscia, y ellos saben todo esto, y tomaron la decisión de cambiar su principal prospecto de pitcheo, Sean Newcomb, por Simmons, a causa de lo que esperan ser su impacto en su defensa y el pitcheo.

Hechavarria
Hechavarria
8. Adeiny Hechavarría, Marlins de Miami

Por el simple hecho de jugar en Miami el cubano siempre ha sido infravalorado y poco apreciado; sin embargo, otra perspectiva tienen los Marlins y los cazatalentos rivales, quienes aman su creatividad cuando está defendiendo en el campo. Él parece estar cada vez más cómodo con el madero en el plato, toda vez que en la temporada de 2015 llevó su promedio ofensivo hasta un sólido .281, por distancia el mejor de su corta carrera de tres años en las Grandes Ligas.

Russell
Russell
9. Addison Russell, Cachorros de Chicago

El receptor de los Cachorros David Ross cuenta una gran historia sobre el estoico y serio Russell, quien de inmediato se hizo querer de los veteranos de Chicago en la primavera pasada con su manera discreta. Ross estaba sentado junto a Russell viendo un partido de exhibición cuando una pelota fue bateada al torpedero del equipo contrario, que no pudo conseguir el out. Russell no dijo nada, como siempre.

Ross se volvió hacia él y le preguntó, en pocas palabras, si Russell podría haber hecho esa jugada. Antes de que la última palabra de Ross escapó de su boca, Russell respondió con decisión: sí.

Esta confianza se vio reflejada en el juego de Russell después que fue trasladado al campo corto de forma permanente el 7 de agosto, y probablemente no es una coincidencia que los Cachorros empezaron a tener éxito una vez que sucedió, ganando 38 de sus últimos 55 partidos.

Peralta
Peralta
10. Jhonny Peralta, Cardenales de San Luis

En el momento en que los Cardenales firmaron a Peralta por cuatro años y $ 53 millones tras la temporada 2013, ya existía la preocupación de que la defensa de Peralta no era lo suficientemente buena para que se quede en el campo corto. Pero hasta ahora, todos lo que los Cardenales han hecho en las dos primeras temporadas de Peralta con ellos es ganar 190 partidos de temporada regular y dos títulos de la División Central de la Liga Nacional. El poder de Peralta parece estar en declive, sin embargo, él estaba entre los campocortos clasificados más bajo en DRS en 2015.

Tipos muy duros para dejar fuera: Didi Gregorius de los Yankees, que luchó durante los dos primeros meses de 2015, pero jugó bien los últimos cuatro meses, bateando .285 / .336 / .737 del 29 de mayo en adelante; José Iglesias de Tigres; y Corey Seager de Dodgers, cuyo impacto en cifras es inmediato.

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