No es sorpresa que el béisbol se encuentra en una era dorada en cuanto al talento joven que impacta el deporte.

Estrellas como Francisco Lindor, José Altuve, Manny Machado, Nolan Arenado y Carlos Correa, entre otros, se encuentran en una batalla por quien será la próxima cara del béisbol internacional en el diamante de Grandes Ligas. Lindor en particular se ha dejado sentir esta postemporada, acompañado por otros jugadores hispanos como Carlos Santana, José Ramírez, Aroldis Chapman y los también puertorriqueños Javier Báez y Roberto Pérez, quienes no solo han brillado en estos playoffs, sino también en la Serie Mundial.

Como 3er. bate y campocorto de los Indios de Cleveland a sus 22 años de edad, Lindor lidera a Cleveland con promedio de .360 esta postemporada. Su promedio actual de .421 en el Clásico de Otoño es el 4º más alto por un campocorto en la historia de la Serie Mundial (de cara al Juego 6).

Mientras, el también torpedero Báez ha lucido con el guante y el bate para ayudar a los Cachorros de Chicago a alcanzar su 1ª Serie Mundial desde 1945. Báez se convirtió en el 6º jugador puertorriqueño en ganar el premio del Jugador Más Valioso en una Serie de Campeonato tras compartir honores con Jon Lester en la victoria sobre los Dodgers de Los Angeles.

Por otro lado, el receptor Pérez de los Indios era de las caras menos reconocidas al comenzar la Serie Mundial, pero se hizo sentir de inmediato con 2 HR en el Juego 1 de la contienda. Pérez es el 4º receptor de Puerto Rico con HR en un juego de Serie Mundial y el primer jugador puertorriqueño en general con un juego de 2 HR en Serie Mundial.

Los dominicanos Santana y Ramírez también han sido clave en la ofensiva de los Indios ante los Cachorros. Sus respectivos cuadrangulares en los primeros 5 juegos de la serie le añaden al total conectados por jugadores dominicanos en el Clásico de Otoño.

Finalmente, el cerrador cubano Aroldis Chapman de los Cachorros ha demostrado que su adquisición en julio valió la pena. En el Juego 5, Chapman consiguió el salvado lanzando 2 2/3 de entradas en blanco, convirtiéndose en el 2º lanzador con un salvado de 8+ outs en juego de Serie Mundial enfrentando eliminación (el otro fue Madison Bumgarner de los Gigantes de San Francisco en el Juego 7 de 2014).

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Contra viento y marea, Puerto Rico ha comenzado a recuperar su espacio en las Grandes Ligas, con una joven generación cuyas caras más visibles son los campocortos Carlos Correa y Francisco Lindor.

Correa y Lindor lideran un grupo que integran además, entre otros, Javier Baez (Cachorros de Chicago), Héctor Santiago (Angelinos de Los Angeles), Enrique Hernández (Dodgers de Los Angeles) y Eddie Rosario (Mellizos de Minnesota).

Es la camada que toma el batón de la generación de transición que integran Yadier Molina, Carlos Beltrán y Angel Pagán, que siguió a la época dorada de Juan 'Igor' González, Iván Rodríguez, Bernie Williams, Roberto Alomar y Carlos Delgado

Correa, de los Astros de Houston, fue el Novato del Año de la Liga Americana en el 2015, al aventajar en la votación a su compatriota Lindor, de los Indios de Cleveland.

El primero ha recibido mayor atención mediática desde que fue escogido por los Astros como número uno en todo el draft amateur del 2012, mientras que Lindor fue seleccionado por los Indios en el octavo turno en general del 2011.

Y como es de humanos establecer comparaciones, muchos ya se preguntan quién de los dos es mejor, sobre todo, para tratar de determinar cuál de ellos ocupará la posición como paracorto titular en la selección de Puerto Rico en el próximo Clásico Mundial de Béisbol.

Debutaron con apenas seis días de diferencia en la pasada campaña, Correa lo hizo el 8 de junio y Lindor el 14. Y desde el primer momento, se convirtieron en piezas fundamentales de sus respectivos equipos.

Si tomamos los primeros 162 juegos de cada cual, encontraremos notables diferencia a favor de uno y en otro, en dependencia del renglón de que se trate.

El de Houston está mejor dotado físicamente, con una estatura de seis pies y cuatro pulgadas y 215 libras de peso, y recuerda al Alex Rodríguez de sus inicios con los Seattle Mariners en 1994, mientras que el de Cleveland tiene 190 libras distribuidas en una estatura de 5.11.

Esa es una de las razones por las que Correa es un bateador de más poder, en tanto Lindor basa su ofensiva en su mejor capacidad de contacto.

En esos primeros 162 juegos de sus carreras, Carlos bateó para promedio de .271 y Paquito lo hizo para 40 puntos más, .311, pero el primero despachó 30 bambinazos y remolcó 100 carreras, mientras que el segundo botó 19 pelotas y empujó 84.

Para que se tenga una idea de cuán grandes han sido ambos, basta señalar que solamente Igor, entre los peloteros puertorriqueños, bateó más de 30 jonrones en sus primeros 162 juegos.

González despachó 31 vuelacercas, mientras que los 30 de Correa igualan los que batearon Orlando "Peruchín" Cepeda y José Cruz Junior.

Asimismo, los .311 puntos de average de Lindor sólo son superados por los .314 de Cepeda en ese lapso de juegos entre todos los jugadores boricuas que han pasado por las Mayores.

A la defensa, Lindor ha sido un inquilino casi permanente en los titulares de Béisbol Esta Noche, con 15 carreras salvadas, mientras que Correa, quien también ocasionalmente aparece en los resúmenes diarios, tuvo menos siete.

Para quienes gustan de las estadísticas sabermétricas, el WAR de Lindor en sus primeros 162 juegos fue de 7.3, por 5.5 para el Novato del Año del 2015.

Esas son las cifras. Más allá de eso, Correa se ve más completo, con un desempeño más pausado, más maduro, a pesar de tener un año menos de edad que Lindor, quien por su parte, juega más alegre, con mayor liderazgo dentro del equipo.

Por lo pronto, Lindor ya ganó su primera invitación al Juego de las Estrellas, apenas en su segunda campaña, mientras Correa, no lo duden, estará en próximas ediciones.

Pero eso es una percepción personal. Si yo fuera el manager de Puerto Rico en el Clásico Mundial, posiblemente colocaría al jugador de Cleveland en el campocorto, mientras que al de Houston le buscaría otra posición, ya en la intermedia, ya en la antesala.

Pero sin dudas sería alrededor de ellos dos que conformaría el equipo, sin entrar en controversia sobre cuál de los dos es mejor jugador. ¿Qué cree usted?

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No es cómo que Francisco Lindor haya salido de la nada. Después de todo, los Indios de Cleveland lo seleccionaron en el octavo turno del sorteo del 2011. Fue un prospecto cotizado durante toda su carrera en liga menor. Todo el mundo sabía que podía fildear. Todo el mundo sabía de su talento para batear líneas a ambos lados del plato. Es solo que... bueno, incluso el más optimista de los cazatalentos no suele proyectar a un chico de escuela secundaria como un torpedero de calibre de Guante de Oro que va a batear para promedio y poder en las mayores.

Aun así, échenle un ojo al reporte de la revista Baseball America sobre Lindor antes del sorteo de 2011:

Una rata de béisbol, Lindor tiene una gran ética de trabajo para unirla a sus herramientas de juego, que se ubican por encima del promedio, y juega el deporte con facilidad y pasión. Es un bateador ambidiestro que tiene tendencia a batear líneas a ambos lados del plato, y que tiene manos excelentes que le sirven tanto en el plato como en el terreno. Tiene las herramientas para jugar bien en el campocorto al más alto nivel, con acciones suaves, fluidez, instintos y buenos fundamentos. Es un buen corredor, pero no alguien demasiado veloz. El poder de Lindor es la mayor duda sobre su juego. Ha mostrado algo más que poder para las bandas en algunas ocasiones, lo que lo impulsado en las evaluaciones previas al sorteo. Su temporada terminó en abril, y no se espera que juegue en el partido de estrellas de las escuelas secundarias de Florida, y en cambio estará ejercitándose por sí mismo. Los cazatalentos no se rien ante las comparaciones con Omar Vizquel. Los directores de cazatalentos dicen que Lindor es un candidato legítimo para irse como primera selección, pero más probablemente caiga en uno de los puestos inmediatamente detrás de ese.

Mirando atrás, todas esas tendencias que vemos ahora ya estaban ahí, aunque fueron las preocupaciones sobre su poder las que hicieron que Lindor no fuese seleccionado en un mejor puesto. Gerrit Cole fue el primer seleccionado, el clásico lanzador derecho grande y con velocidad procedente de una Universidad. Los Marineros de Seattle seleccionaron en el segundo turno a Danny Hultzen, un zurdo pulido procedente de Virginia que se lesionó. Trevor Bauer, compañero de equipo de Cole en UCLA, fue seleccionado tercero por los Diamondbacks de Arizona. Luego de eso vinieron Dylan Bundy, Bubba Starling, Anthony Rendón y Archie Bradley, y es seguro afirmar que por lo menos seis de los equipos que seleccionaron antes de los Indios quisieran revisar sus selecciones. Bundy y Bradley eran lanzadores de escuela secundaria, y esas siempre son selecciones arriesgadas. Rendon ya era propenso a lesiones desde la universidad y también lo ha sido como profesional. Starling fue la selección más arriesgada de todas, un mariscal de campo estelar en la secundaria, procedente de Kansas; los Reales de Kansas City apostaron por su forma física y su poder por encima de su falta de experiencia en el béisbol.

Había una razón obvia por la cual preferir a Lindor sobre Starling: sus fechas de nacimiento. Starling nació el 3 de agosto de 1992; Lindor nació el 14 de noviembre de 1993. Starling cumpliría 19 años poco después de haber sido seleccionado; Lindor no alcanzaría los 19 años hasta después de su tercera temporada como profesional. Los estudios demuestran que la edad al momento del sorteo hace una gran diferencia para los resultados esperados en el futuro para los jugadores procedentes de secundaria. Más joven es mejor. Los chicos más viejos podrían lucir mejores simplemente porque son más viejos; tienen más experiencia y en ocasiones son más maduros físicamente. Pero un jugador más joven tiene un año extra de prácticas y tiempo de juego y algunas veces crecimiento físico adicional, y los resultados en el terreno pueden cambiar dramáticamente.

Eso es lo que hemos visto con Lindor. Él no bateó con mucho poder en las menores: seis jonrones en 2012 en Clase A, apenas dos en 2013 en 104 juegos entre Clase A y Doble A. Incluso el año pasado, bateó apenas dos en 59 juegos en Triple A antes de su ascenso. Pero tengan en mente su juventud. Se estaba fortaleciendo y aprendiendo a batear mejores lanzamientos. Una vez fue subido a los Indios, fue que despegó. No, no tiene un poder tan natural como el de Carlos Correa, su compatriota y al igual que él, jugador de segundo año, pero Lindor ha demostrado poder suficiente, con 10 jonrones junto a su promedio de .299, colocándolo en camino para alcanzar los 20 jonrones y los 31 dobles.

Quizás recuerden que en sus primeros 20 juegos en las mayores, Lindor bateaba .205 con un cuadrangular. Eso fue para el 7 de julio de 2015. En el año que ha pasado desde esa fecha, él ha participado en 160 juegos, y ha bateado para .320/.369/.496 con 21 cuadrangulares. Dada su defensiva y velocidad, esos son números de calibre de JMV. Incluso al entrar a esta temporada, había algunas dudas de si realmente él es un bateador de .300 en Grandes Ligas. Su explosión ofensiva en la recta final del año pasado fue influenciada por un alto promedio de pelotas en juego (BABIP, por sus siglas en inglés). Bueno, su BABIP ha sufrido un retroceso en esta temporada y como quiera batea para .299. Y hasta existe la posibilidad de que desarrolle más poder; en ocasiones los jugadores jóvenes aprenden a batear más elevados a medida que maduran. Pero si no es así, Lindor todavía se proyecta como un jugador parecido a Derek Jeter en el plato, esparciendo hits por todo el terreno, conectando algunos cuadrangulares, consiguiendo boletos y robándose algunas bases.

Entonces también está su defensiva. Ese reporte inicial de los cazatalentos lo catalogaba como una rata de béisbol. Las ratas del béisbol hacen jugadas como esta, como la que hizo Lindor el martes (No creo haber visto una doble matanza 4-6-5 lograda de esta forma):

Y como si fuera poco, luego demostró su alcance y brazo:

Estamos en una era dorada de torpederos jóvenes, como Lindor, Correa, Xander Bogaerts y el novato Corey Seager de los Dodgers de Los Angeles y que es catalogado como los Jeter, Alex Rodróguez, Nomar Garciaparra and Miguel Tejada de esta generación (con Addison Russell y Trevor Story un peldaño detrás de esos cuatro). Todos ellos pueden batear. Pero es la defensiva de Lindor la que podría terminar separándolo de los otros tres. De acuerdo con la estadística de las carreras salvadas por la defensiva (DRS, por sus siglas en inglés), los otros tres no están en la misma liga:

Lindor: más-11

Seager: más-1

Correa: menos-5

Bogaerts: menos-7

Solo Brandon Crawford de los Gigantes de San Francisco , con un DRS de más-17, se ubica por encima de Lindor, quien debería ganar su primer Guante de Oro en esta temporada. Los Indios de Cleveland han permitido el segundo menor promedio de rodados este año solo detrás de los Cachorros de Chicago, ciertamente un testamento a la defensa de Lindor. Considerando que ya era comparado con Vizquel cuando estaba en secundaria, quizás esto no sea una sorpresa.

¿Quién es el mejor de los cuatro? ¿Tengo que tomar esa decisión?

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Las Grandes Ligas están viviendo un cambio generacional con la inyección de jóvenes talentosísimos cuyas edades no rebasan más allá de los 25 años.

Esta nueva ola que domina el béisbol en la actualidad puede atribuirse a varios factores.

Uno de ellos es fortuito y tiene que ver con la coincidencia en tiempo de muchos peloteros de primer nivel, algo tan normal como que en otros momentos la camada de jugadores no siempre sea tan buena.

Pero a mi modo de ver, el dominio actual que van imponiendo los más jóvenes es consecuencia directa de la lucha contra el uso de sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento deportivo.

Si bien es una guerra que nunca terminará, el interés de MLB para atacar a los tramposos ha dado resultados y cada vez son menos -- al parecer -- los que acuden al engaño para sobresalir.

Y parte de ese engaño era la extensión de las carreras deportivas a edades inusuales, donde lo normal es que comience un declive natural.

Así vimos a Barry Bonds disparar sospechosamente 73 jonrones en una temporada a los 37 años de edad, por sólo citar un ejemplo de muchos que abundaron en la era de los esteroides.

En esta época post-esteroides, el béisbol le pertenece a los jóvenes, aquellos con más reflejos para reaccionar a envíos que llegan a casi 100 millas por hora en fracciones de segundos hasta el plato.

Ojo, no quiere decir que no hayan excepciones, pero solamente unos pocos elegidos por los dioses del béisbol pueden seguir derrochando su talento cuando la mayoría de sus compañeros de generación ya vieron pasar sus mejores momentos y muchos se fueron al retiro.

Pero no todos los días salen los Ichiro Suzuki, David Ortiz o Adrián Beltré, que consiguen competir con la sangre fresca que viene como un tsunami a reclamar los puestos cimeros del mejor béisbol del mundo.

Lo cierto es que estamos siendo testigos del nacimiento de una generación brillante, que tiene posiblemente en Bryce Harper y Mike Trout a sus dos principales exponentes.

Hasta los juegos del miércoles 20 de abril, los bateadores de 25 o menos años habían acumulado el 30 por ciento de los 411 jonrones registrados en la joven temporada. Esa cifra supera en un cinco por ciento la registrada en el 2015 y es mucho mayor que la del 2010, cuando los jovenzuelos consiguieron en 18 por ciento de los bambinazos.

Jugadores de 25 o menos lideran los principales departamentos ofensivos de las Mayores.

El dominicano Manny Machado, de los Orioles de Baltimore, tiene el average más alto (.407) y acumula más hits que nadie (24).

Harper, de los Nacionales de Washington, es el máximo remolcador de carreras (22) y va empatado en cuadrangulares (8) con el novato Trevor Story, de los Rockies de Colorado. Nolan Arenado, también de los Rockies, los secunda con seis vuelacercas y 16 remolques.

El jardinero de los Nacionales es dueño también del promedio de slugging más alto (.849), delante de Machado (.780) y Story (.758).

Y el venezolano Jose Altuve, de los Astros de Houston, es el máximo robador de bases (7).

Entre las estrellas que dominan los titulares beisboleros en la actualidad, la lista de jovencitos es larguísima, más allá de los ya mencionados.

¿Dónde dejamos a Kris Bryant y Addison Russell, de los Cachorros de Chicago? ¿O los boricuas Carlos Correa y Francisco Lindor, de Houston y Indios de Cleveland, respectivamente?

Aunque hemos estado oyendo de él desde el 2013, es ahora que el cubano Yasiel Puig acaba de llegar a los 25 años.

Igual pasa con el venezolano Salvador Perez, uno de los mejores catchers de todo el béisbol, que a sus 25 años ya acumula tres Guantes de Oro con los Kansas City Royals.

La cosa es ver cuántos de ellos son capaces de mantenerse en la élite más allá de sus años picos, para convertirse en los Big Papis, Ichiros o Beltrés del futuro.

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Como hemos visto de nuevo en esta temporada baja, la agencia libre sigue siendo una ruta muy viable para que un jugador consiga un buen contrato, ya sea un acuerdo como el de $70 millones que logró Ian Kennedy con los Reales o el que consiguió Chris Davis por $161 millones con los Orioles. Las tasas de acuerdos antes de llegar a arbitraje también están en su cifra máxima de todos los tiempos, y muchos equipos parecen tener mucho dinero para gastar. Con el largo historial de tendencias salariales yendo en una dirección, la única forma en que los equipos se pueden mantener al frente de la curva y conseguir una "firma en ganga" (hablando en términos relativos) es firmar a sus mejores jugadores jóvenes con contratos multianuales antes de que lleguen al arbitraje, y mucho menos a la agencia libre. Mientras más lejos estén, mayor es el riesgo que asume el equipo, pero al mismo tiempo es cuando más baratos los pueden conseguir.

En términos generales, los gerentes prefieren observar a sus jugadores jóvenes en nivel de Grandes Ligas port res años antes de darle un contrato a largo plazo, pero para ese entonces en ocasiones es demasiado tarde para conseguir al jugador con un buen salario anual. Por tanto, en años recientes, los equipos han comenzado a firmar jugadores jóvenes luego de apenas uno o dos años, principalmente a los mejores jugadores de posición.

Estoy a favor de la estrategia de firmarlos temprano, pero no con los lanzadores. Yo no querría firmarlos con un contrato a largo plazo hasta que estén a un año de la agencia libre. ¿Por qué? Porque ellos estarán corriendo un riesgo mayor que los jugadores de posición de quebrarse y perderse temporadas completas, y el equipo se queda pillado pagando el salario elevado. Por supuesto, existen excepciones, tales como Clayton Kershaw y Madison Bumgarner, pero me gustaría limitarlo a los lanzadores zurdos quienes claramente se convierten en ases de sus equipos a temprana edad.

Mientras tanto, existen varios jugadores que merecen una extensión, como Josh Donaldson y Todd Frazier, pero el asunto en estos casos es que ellos ya han probado su valía y consistencia, así que buena suerte intentando ficharlos con un acuerdo de ganga. Pero vale la pena el esfuerzo de intentarlo; en algunos casos, por lo menos puedes mover su agencia libre por algunos años.

Pero existe un cierto grupo de jugadores que se merecen contratos a largo plazo, y los 10 jugadores mencionados abajo encajan firmemente en el mismo. Sus equipos deberían - y quizás lo hagan - intentar extenderlos entre ahora y el Día Inaugural este año. Van a notar que todos encajan en mi criterio: un as zurdo o un jugador de posición con tres años o menos de servicio en Grandes Ligas y por lo menos a tres años de la agencia libre.

Examiné 22 contratos recientes (todos desde el 2013), desde el de Miguel Cabrera al de Mike Trout a los que se firmaron en esta temporada baja, que mejor representan el mercado actual y que pueden usarse como base para proyectar el valor de los jugadores mencionados abajo si fuesen a firmar contratos a largo plazo ahora mismo. Tengan en mente que la inflación, los años de servicio, la elegibilidad de arbitraje, los años de agencia libre, estadísticas, tendencias, futuras proyecciones, compostura y carácter, al igual que la agencia que representa a los jugadores, todo eso pesa a la hora de decidir el valor de esos jugadores.

Bryce Harper, OF, Nacionales de Washington
WAR 2015: 9.9 | Tiempo de servicio: 3.159 (tres años, 159 días)
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Harper, de 23 años, fue el mejor jugador en el béisbol el año pasado, y ahora está a tres años de la agencia libre. Es representado por el poderoso agente Scott Boras, y cuando se trata de jugadores estelares, la Corporación Boras es la agencia más difícil para conseguirle una extensión de contrato a un jugador antes de llegar a la agencia libre. Para empeorar las cosas, las Reuniones Invernales de MLB del 2018 se llevarán a cabo en Las Vegas, donde se crió Harper (como fanático de los Yankees de Nueva York). Da la casualidad que los Yankees eliminarán varios grandes contratos de su nómina antes de esa fecha: Alex Rodríguez, CC Sabathia, Mark Teixeira, Carlos Beltrán, Brian McCann, Brett Gardner, Chase Headley y realmente cualquier otro jugador que no se llame Masahiro Tanaka o Jacoby Ellsbury.

Si los Nacionales tienen alguna esperanza de firmar de vuelta a Harper con un contrato a largo plazo y mantenerlo en uniforme de Washington de por vida, probablemente debería ocurrir en esta primavera. Ellos tienen además la voluntad de convertirlo en el jugador mejor pagado en la historia del béisbol, con la mayor cantidad de años y de dinero que hayamos visto; si ellos no están dispuestos a ello, es mejor que ni siquiera llamen a Boras. ¿Qué se necesitaría para firmarlo? Bueno, si piensan en un acuerdo parecido al de Giancarlo Stanton de $325 millones, ni siquiera están cerca - el número tendría que comenzar con un 4.

¿Estarán dispuestos los Nacionales a pagarlo? Bueno, vale la pena nota que ellos tienen historial de gastar gran cantidad de dinero en los jugadores que ellos quieren, incluyendo a Max Scherzer ($210 millones) y Jayson Werth ($126 millones).

Contrato proyectado: 14 años por $407 millones (valor promedio anual: más de $29 millones). Boras usualmente se lleva sus chicos a la agencia libre, pero quizás un contrato record pueda despertar su interés. Harper podría convertirse en el primer jugador de $400 millones, y déjenme decirles esto (mientras levantan su quijada del suelo): Esa cifra podría ser conservadora. Si llegase a la agencia libre, pienso que no solo va a superar esa proyección, sino que la va a destrozar. Rayos.

Carlos Correa, SS, Astros de Houston
WAR 2015: 4.1 | Tiempo de servicio: 0.119
Elegible para arbitraje: 2019 | Llega a la agencia libre: 2021

Correa ya es el mejor torpedero en todo el béisbol, y yo podría argumentar que él es el tercer jugador más talentoso en proyectarse en los próximos 15 años (detrás de Mike Trout y Harper). Correa es representado por Greg Genske, quien tiene una fuerte relación con el gerente de los Astros Jeff Luhnow y está abierto a un posible acuerdo a largo plazo con Correa ahora mismo, aunque su precio solo va a seguir aumentando en los futuros años.

Es riesgoso firmar jugadores que tienen menos de un año de tiempo de servicio con contratos masivos, pero Correa es una excepción a la regla debido a sus talentos fuera de servicio y su futuro brillante. Él no solo es el paquete completo en el terreno, sino también fuera del terreno. Ha abrazado la oportunidad de ser la cara de los Astros (se ha involucrado en la comunidad de Houston) y además aspira a ser una de las caras del béisbol. Es un jugador especial y también una persona especial, y se le debe pagar como tal.

Contrato proyectado: 8 años por $144 millones (valor promedio anual: $18M). La cifra total en dólares y el valor promedio anual podrían parecer bajos en comparación con otros contratos que hemos visto en años recientes, pero eso es debido a que él está bien lejos del arbitraje salarial (2019). La paga menor en los primeros tres años hace que el valor promedio anual parezca mucho menor y la duración es de ocho años, por lo que el equipo tiene el beneficio de comprar dos años de agencia libre. Este acuerdo sería una ganga si cumple con las expectativas de potencial, pero con Genske y Legacy Sports representándolo, no va a ser una negociación fácil.

Manny Machado, 3B, Orioles de Baltimore
WAR 2015: 7.1 | Tiempo de servicio: 3.056
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Los Orioles y Machado casi llegaron a un acuerdo a largo plazo hace algunos años antes de que Machado se lastimara la rodilla, y ahora que ha probado que está saludable nuevamente, es tiempo de que los Orioles y el agente de Machado, Dan Lozano, se sienten nuevamente a negociar. Machado es el mejor antesalista defensivo en la Liga Americana - algunos argumentan que es uno de los mejores de la historia - y su poder llegó el año pasado (30 dobles, 35 jonrones). Ha ganado dos Guantes de Oro, es un dos veces Todos Estrellas y terminó cuatro en la votación del JMV de la LA en el 2015. Conclusión: Vale mucho más ahora que hace algunos años, y valdrá mucho más en algunos años que ahora.

Lozano es uno de los mejores en el negocio y no es de los más fáciles cuando se trata de negociar contratos a largo plazo. Un ejemplo de su trabajo: el contrato de Joey Votto por 10 años y $225 millones, firmado hace algunos años, que le dejará dinero a Votto hasta los 40 años. Imaginen lo que buscará para Machado, que tiene 23 años. Su acuerdo podría hacer parecer el contrato reciente de Chris Davis como un aperitivo.

Contrato proyectado: 8 años por $183 millones (valor promedio anual: $22.875M). Machado tiene tres años más de tiempo de servicio que Correa, así que recibiría más dinero en los primeros tres años de contrato; por eso es que el valor promedio anual es mucho mayor. De cualquier modo, Lozano y MVP Sports estarán buscando dinero en grande.

Dallas Keuchel, SP, Astros de Houston
WAR 2015: 4.6 | Tiempo de servicio: 3.089
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Keuchel pertenece a la clase de Kershaw-Bumgarner y merece que se le pague de igual forma. El ganador del Cy Young del año pasado probó que su temporada 2014 en la que saltó a la fama no fue casualidad, y a los 27 años, es un poco menos riesgoso que muchos lanzadores jóvenes. El costo de los lanzadores abridores se ha disparado en años recientes, y solo va a seguir subiendo, así que el tiempo para firmarlo y comprarle sus años de agencia libre es ahora.

Contrato proyectado: 6 años por $171 millones (valor promedio anual: $28.5M). No tiene el historial de éxito consistente para superar los contratos recientes de David Price, Zack Greinke y Max Scherzer, pero debería estar por encima del acuerdo de Jon Lester. Con Keuchel viniendo de una temporada de Cy Young, podría ser mejor para los Astros esperar hasta la siguiente temporada baja a ver si puede repetir su éxito del 2015.

Francisco Lindor, SS, Indios de Cleveland
WAR 2015: 4.6 | Tiempo de servicio: 0.113
Elegible para arbitraje: 2019 | Llega a la agencia libre: 2021

Los Indios han hecho tan buen trabajo como cualquier otra organización en el béisbol en los pasados 30 años firmando jugadores jóvenes con contratos sensibles a largo plazo, incluyendo el contrato del jardinero Michael Brantley por cuatro años y $25 millones desde el 2014 al 2017 y el del abridor derecho Corey Kluber por cinco temporadas y $38.5 millones del 2015 al 2019 (con opciones de equipo para el 2020 y 2021). El presidente de la Tribu Chris Antonetti no debería detenerse ahí; Lindor debería ser una prioridad en esta primavera.

Lindor, de 22 años, tiene buen alcance y un gran brazo, puede batear con poder sorpresivo y debería poder alcanzar las 30 bases robadas, y su actitud y carácter igualan su talento. Su valor solo va a subir de ahora en adelante.

Contrato proyectado: 8 años por $128 millones (valor promedio anual: $16M). Al igual que Correa, el valor promedio anual luce bajo porque no es elegible para arbitraje por tres años. La única manera en que los Indios se puedan quedar con Lindor a largo plazo es firmándolo temprano, como hicieron con Brantley. Ellos no van a recibir mucho descuento, considrando que el mundo del béisbol ya lo considera como el segundo mejor torpedero en el deporte (detrás de Correa), pero mientras más esperen, mayor será su precio.

Nolan Arenado, 3B, Rockies de Colorado
WAR 2015: 5.7 | Tiempo de servicio: 2.155
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2019

Una vez Troy Tulowitzki fue cambiado a los Azulejos de Toronto, Arenado se convirtió en la cara de los Rockies, y tiene los mismos intangibles. Ganó su tercer Guante de Oro el año pasado y fue electo a su primer Juego de Estrellas. Además lideró las mayores en total de bases (354) y remolcadas (130) y quedó empatado en el liderato de la LN en jonrones con 42. Seguro, tiene la ventaja del Coors Field, pero en realidad conectó más jonrones en la carretera (22). El tiempo para firmar a Arenado a largo plazo es ahora, igual que como hicieron con Tulo en el 2010.

Contrato proyectado: 6 años por $102 millones (valor promedio anual: $17M). Arenado es elegible para arbitraje el año que viene, y el poder suele pagarse bien en arbitraje. El acuerdo sugerido además compraría dos años de su agencia libre.

A.J. Pollock, CF, Diamondbacks de Arizona
WAR 2015: 7.4 | Tiempo de servicio: 3.159
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2018

Pollock es un jugador completo en ambos lados de la pelota, y con 28 años, todavía le quedan varios buenos años. Vale la pena notar que los Diamondbacks tuvieron interés en negociar un contrato a largo plazo con Pollock pero cancelaron las negociaciones luego de escuchar el precio que pedían sus representantes.

Contrato proyectado: 6 años por $98 millones (valor promedio anual: $16.3M). Él es el tercer mejor jardinero central en el béisbol, detrás de Trout y Andrew McCutchen, y merece que se le pague su dinero.

Kris Bryant, 3B, Cachorros de Chicago
WAR 2015: 6.0 | Tiempo de servicio: 0.171
Elegible para arbitraje: 2018 | Llega a la agencia libre: 2021

Bryant, de 24 años, es el mejor bateador derecho joven en el béisbol. Dos factores entran en juego aquí: 1) Los Cachorros lo enviaron a las menores al comenzar la pasada temporada para ganar un año adicional de agencia libre, y 2) es representado por Scott Boras. La única manera en que los Cachorros pueden lograr que Bryant firme un contrato a largo plazo ahora mismo es si rompen algún tipo de record salarial. Quizás esperar uno o dos años les daría una mejor oportunidad de firmarlo, pero bien podrían comenzar el proceso ahora.

Contrato proyectado: 8 años por $183 millones (valor promedio anual: $22.8M). Firmarlo ahora sería un poco riesgoso dados los años y los dólares, pero probablemente les ahorraría dinero a los Cachorros en los tres años finales del acuerdo y le comprarían dos años de agencia libre. Dicho esto, dudo que él vaya a firmar pronto. Si firma una extensión, probablemente cubra solo los años de arbitraje.

Xander Bogaerts, SS, Medias Rojas de Boston
WAR 2015: 4.6 | Tiempo de servicio: 2.042
Elegible para arbitraje: 2017 | Llega a la agencia libre: 2019

Bogaerts, de 22 años, se ha convertido rápidamente en uno de los mejores torpederos ofensivos en el béisbol, ganando su primer Bate de Plata, y no hemos visto lo mejor de él. Este es un caso donde su potencial excede los resultados, lo que lo convierte en un buen momento para firmarlo.

Contrato proyectado: 7 años por $72 millones (valor promedio anual: $10.2M). Andrelton Simmons firmó una extensión de siete años y $58 millones (con cerca del mismo tiempo de servicio) con los Bravos antes de ser cambiado a los Angelinos con el mismo tiempo de servicio. Simmons es considerado el mejor torpedero defensivo en el deporte, pero Bogaerts es un mejor jugador ofensivo. Mientras tanto, Starlin Castro firmó un contrato de ocho años y $60.57 millones al entrar a la temporada 2012. El firmar a Boegarts tan temprano con esos números sería un robo para los Medias Rojas.

Mookie Betts, OF, Medias Rojas de Boston
WAR 2015: 6.0 | Tiempo de servicio: 1.070
Elegible para arbitraje: 2018 | Llega a la agencia libre: 2020

Betts, de 23 años, es tan atlético como astuto. Juega con mucha energía, y no hay nada que no pueda hacer en un campo de béisbol. Tiene el potencial de unirse al club de 30 jonrones y 30 bases robadas y ya es uno de los favoritos de los fanáticos. Este es un deporte en el que apuestas tanto en la gente como en su talento, y Betts es una buena persona (y jugador) como para apostar en él.

Contrato proyectado: 7 años por $67.9 millones (valor promedio anual: $9.7M). Christian Yelich logró siete años y $49.75 millones de los Marlins luego de apenas año y medio de tiempo de servicio, y Betts tiene más poder que Yelich. Si los Medias Rojas esperan un año, Betts podría sobrepasar el acuerdo proyectado arriba para Bogaerts como un jugador Súper 2 el año que viene, así que este sería el mejor momento para firmar a Betts.

El proceso de envejecimiento parecía estar suspendido durante la era de los esteroides, con jugadores que actuaban bien en los finales de sus 30 años e incluso más allá de sus 40 cumpleaños. Pero en esta era de la analítica, hay un sesgo de edad cada vez mayor, con algunos ejecutivos aparentemente apoyándose en un mantra que fue popular en los años 60: no confiar en nadie por encima de los treinta.

Los Medias Rojas de Boston infravaloraron a Jon Lester en sus negociaciones con él, así fue todo el camino hasta el momento en que firmó con los Cachorros de Chicago, por lo que las métricas les dijeron acerca de invertir en los lanzadores de avanzada edad. Ejecutivos rivales pensaron que fue una locura de Angelinos de Los Ángeles firmar a Albert Pujols, porque la apuesta del equipo por Pujols sosteniendo su producción más allá de los años picos típicos de un jugador.

Pero la más reciente aplicación de la discriminación por edad parece estar centrada en la defensa como el análisis de mejora y los equipos aprenden más acerca de la medición del trabajo con el guante de un jugador. Hay una nueva teoría de trabajo para algunos clubes que, en general, la habilidad defensiva de los jugadores - enraizada en su rango, su tiempo de reacción- comienza a declinar inevitablemente cuando los jugadores están a finales de los 20. Algunos evaluadores creen que esto sucede antes que en los bateadores o lanzadores porque los bateadores o lanzadores pueden más hábilmente superar, durante unos años todos modos, cualquier perdida de habilidades físicas a través del conocimiento y con la experiencia que han obtenido.

Si el valor principal de un jugador tiene sus raíces en su defensa, algunos ejecutivos creen, es mejor no contar con que él sostenga esa excelencia en sus 30 años o a mediados de sus 30.

Andrelton Simmons podría ser la mejor prueba de trabajo de esta teoría, porque la defensa es la columna vertebral de lo que ofrece. Él tiene 26 años, y es el mejor jugador defensivo en la posición más importante en el campo. Pero ya uno de las metricas clave indica que sus mejores días como defensor podrían estar detrás de él (más sobre esto más adelante).

Esto es algo a considerar en nuestro ranking de posición; hoy tenemos los 10 mejores torpederos.

Correa
Correa
1. Carlos Correa, Astros de Houston

Acaba de cumplir 21 años y ha jugado sólo 99 partidos en las Grandes Ligas y colocarlo a la cabeza de esta distinguida lista de torpederos parece agresivo. Pero la abrumadora respuesta de los evaluadores que ofrecieron opiniones para estos rankings es que Correa ya es el mejor jugador en general en esta posición. "Él es un clon de Alex Rodríguez cuando [A-Rod] estaba con los Marineros", dijo un evaluador. "El tamaño, el poder, todo".

Rodríguez ganó un título de bateo en la temporada que tenía 20 años, estableciendo una barra alta para Correa (y otros), pero Correa rápidamente se convirtió en el jugador más importante en la alineación de Houston, con 22 dobles y 22 jonrones en esos 99 partidos. Anotó 52 carreras, remolcó 68 y se robó 14 bases, ya pesar de que no fue llamado a filas hasta junio, todavía terminó cuarto entre todos los torpederos en WAR. Dentro de unos años, un ejecutivo dijo, "la conversación acerca de quién es el mejor jugador en el béisbol incluirá tres nombres: [Mike] Trout, [Bryce] Harper y Correa".

Crawford
Crawford
2. Brandon Crawford, Gigantes de San Francisco

Ya ha sido uno de los mejores torpederos defensivos de las grandes ligas, por lo que fue simplemente galardonado con un premio Guante de Oro. Pero también cada vez crece y cada vez es mejor como bateador.

Pegó 33 dobles y 21 jonrones en 2015, con 84 carreras impulsadas, y se ha convertido en un buen bateador complementario para los Gigantes, haciéndolo valioso más allá de su defensa.

Bogaerts
Bogaerts
3. Xander Bogaerts, Medias Rojas de Boston

Es fácil olvidar ahora cuánta confusión y debate había dentro de la organización de los Medias Rojas sobre lo que Bogaerts debe ser tan recientemente como el año pasado, cuando él luchó en el campo corto desde el principio de 2014 y se trasladó brevemente a la tercera base para hacer espacio para Stephen Drew. A través de esos dolores de crecimiento y por medio de la manifestación de su inseguridad -esto, de acuerdo a la gente dentro de la organización de los Medias Rojas- Bogaerts empezó a mejorar, y explotó tras entrar por 2015. Bogaerts bateó .320, con sus tasas de contacto creciendo, y sólo Dee Gordon y José Altuve pegaron más hits este año.

Bogaerts también jugó un buen campocorto -no es genial, pero mucho mejor que algunos en la organización de los Medias Rojas creían posible en aquellos tiempos inestables a principios de 2014.

Lindor
Lindor
4. Francisco Lindor, Indios de Cleveland

El campocorto de los Indios terminó con más WAR en 2015 que Correa; de hecho, el único campo corto por delante de Lindor era Crawford. Pero mientras que los evaluadores no tienen duda de que Correa va a ser un jugador ofensivo de impacto, ellos quieren ver más de Lindor en el plato antes de asumir que va a ser el tipo que siempre va a batear así como lo hizo en sus primeros 99 partidos en las Grandes Ligas, incluyendo un promedio de .312 y un OPS de .835. Al jugar tres temporadas en las menores -siempre como uno de los jugadores más jóvenes en su respectiva liga- su OPS de año a año desde 2012 a 2014 fue 0.787, 0.727 y 0.752.

Tulowitzki
Tulowitzki
5. Troy Tulowitzki, Azulejos de Toronto

Los Azulejos consiguieron exactamente lo que querían de Tulowitzki al traerlo el verano pasado, porque su llegada marcó un punto de inflexión en la temporada y se alejaron a toda velocidad de los Yankees y los otros equipos de la División Este, llegando a la postemporada por primera vez desde 1993. La verdadera prueba de su valor para que los Azulejos sigan avanzando comienza en el año 2016, porque él está bajo contrato para los próximos cinco años por $ 98 millones.

Tulowitzki habló de lo mucho que se divirtió con los Azulejos de Toronto, pero no floreció en la forma que lo hizo durante gran parte de su tiempo con los Rockies: en 41 partidos para Toronto bateó .239, con un .317 por ciento de embasamiento.

¿Fue éste el impacto final de una temporada de lesiones persistentes? ¿El ajuste a una nueva liga? ¿Pequeño tamaño de la muestra? ¿Todo lo anterior?

Algunos evaluadores rivales están muy curiosos de ver cómo le va a Tulowitzki en su primera temporada completa fuera del Coors Field. En 10 años en las Grandes Ligas, el OPS de Tulowitzki cuando jugaba de local fue de 135 puntos mayor al que obtuvo en la carretera. (Desde .944 hasta .809).

Escobar
Escobar
6. Alcides Escobar, Reales de Kansas City

Vamos a sacar esto del camino: entre todos los jugadores de Grandes Ligas que calificaron para el título de bateo de la temporada pasada, Escobar clasificó penúltimo en OPS (.614). Él tuvo un porcentaje de embasamiento de .293, y nunca va a ser un bateador paciente.

Todo eso es irrefutable, como es esto: él es también un campeón del mundo, y el parador en corto de un equipo que jugó en las dos últimas Series Mundiales. Bateó de primer bate de los Reales en la postemporada y fue una fuerza impulsora, promediando .329 y anotó 13 carreras en 16 partidos. Ha sido un gran jugador en los partidos más importantes, pequeño tamaño de la muestra o no, eso cuenta para algo.

Simmons
Simmons
7. Andrelton Simmons, Angelinos de Los Ángeles

Una de las métricas utilizadas para medir la defensa es Carreras Defensivas Salvadas (DRS, por sus siglas en inglés) y en su primera temporada completa en las mayores en 2013, Simmons marcó un loco, ridículo + 42 en esta categoría; este número, para un campo corto, es para el análisis de la defensiva lo que los 60 jonrones de Babe Ruth fueron para los números ofensivos en 1927.

En 2014, cuando Simmons enfrenó un problema en el tobillo, bajó a 28. En 2015, fue 25. La percepción de otros equipos es que los Bravos lo cambiaron -y han estado trabajando para hacerlo durante más de un año- porque veían en el horizonte su valor disminuido en gran medida. Su salario está creciendo, a través de los términos de un acuerdo de varios años hasta el 2020; su producción ofensiva es insatisfactoria, incluyendo su tendencia a golpear para dobles matanzas (44 en los últimos dos años); y sus mejores días como defensor de élite del béisbol podrían haber pasado.

El personal de los Angelinos se llena de gente inteligente, desde el gerente general Billy Eppler hasta el manager Mike Scioscia, y ellos saben todo esto, y tomaron la decisión de cambiar su principal prospecto de pitcheo, Sean Newcomb, por Simmons, a causa de lo que esperan ser su impacto en su defensa y el pitcheo.

Hechavarria
Hechavarria
8. Adeiny Hechavarría, Marlins de Miami

Por el simple hecho de jugar en Miami el cubano siempre ha sido infravalorado y poco apreciado; sin embargo, otra perspectiva tienen los Marlins y los cazatalentos rivales, quienes aman su creatividad cuando está defendiendo en el campo. Él parece estar cada vez más cómodo con el madero en el plato, toda vez que en la temporada de 2015 llevó su promedio ofensivo hasta un sólido .281, por distancia el mejor de su corta carrera de tres años en las Grandes Ligas.

Russell
Russell
9. Addison Russell, Cachorros de Chicago

El receptor de los Cachorros David Ross cuenta una gran historia sobre el estoico y serio Russell, quien de inmediato se hizo querer de los veteranos de Chicago en la primavera pasada con su manera discreta. Ross estaba sentado junto a Russell viendo un partido de exhibición cuando una pelota fue bateada al torpedero del equipo contrario, que no pudo conseguir el out. Russell no dijo nada, como siempre.

Ross se volvió hacia él y le preguntó, en pocas palabras, si Russell podría haber hecho esa jugada. Antes de que la última palabra de Ross escapó de su boca, Russell respondió con decisión: sí.

Esta confianza se vio reflejada en el juego de Russell después que fue trasladado al campo corto de forma permanente el 7 de agosto, y probablemente no es una coincidencia que los Cachorros empezaron a tener éxito una vez que sucedió, ganando 38 de sus últimos 55 partidos.

Peralta
Peralta
10. Jhonny Peralta, Cardenales de San Luis

En el momento en que los Cardenales firmaron a Peralta por cuatro años y $ 53 millones tras la temporada 2013, ya existía la preocupación de que la defensa de Peralta no era lo suficientemente buena para que se quede en el campo corto. Pero hasta ahora, todos lo que los Cardenales han hecho en las dos primeras temporadas de Peralta con ellos es ganar 190 partidos de temporada regular y dos títulos de la División Central de la Liga Nacional. El poder de Peralta parece estar en declive, sin embargo, él estaba entre los campocortos clasificados más bajo en DRS en 2015.

Tipos muy duros para dejar fuera: Didi Gregorius de los Yankees, que luchó durante los dos primeros meses de 2015, pero jugó bien los últimos cuatro meses, bateando .285 / .336 / .737 del 29 de mayo en adelante; José Iglesias de Tigres; y Corey Seager de Dodgers, cuyo impacto en cifras es inmediato.

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Tal como se esperaba, el puertorriqueño Carlos Correa y Kris Bryant ganaron los premios de Novatos del Año de las ligas Americana y Nacional, respectivamente.

Quizás la única sorpresa fue lo reñida de la votación en la Americana entre el ganador y el también boricua Francisco Lindor, de los Indios de Cleveland.

Correa, de los Astros de Houston, obtuvo 17 votos de primer lugar y totalizó 124 puntos, para aventajar a Lindor, campocorto como él, que consiguió 108 unidades y se llevó 13 votos principales.

El muchacho de los Astros, que recién cumplió 21 años el 22 de septiembre, debutó en las Mayores el 8 de junio y en 99 partidos promedió .279, con 108 hits en 387 veces, 22 biangulares, un triple, 22 vuelacercas, 68 impulsadas y 52 anotadas, con 14 estafas en 18 ocasiones.

Correa es el primer jugador de los Astros en ganar el galardón desde que lo hiciera en 1991 Jeff Bagwell.

Por su parte, el campocorto de los Indios debutó el 14 de junio y tras dos semanas de ajustes a las exigencias de las Grandes Ligas, comenzó a producir con el madero al punto de promediar para .346 desde el 1 de agosto hasta el final de la temporada.

En total bateó para .313, con 122 imparables en 390 turnos, 22 dobletes, cuatro triples y 12 cuadrangulares, 50 anotadas y 51 remolques, además de robar 12 bases en 14 intentos.

El dominicano Miguel Sanó, de los Mellizos de Minnesota, logró 20 puntos, aunque ningún voto de primer lugar.

Pero si esto no bastara para enorgullecer a los latinos en general y a Puerto Rico en particular, otros dos hispanos también sumaron puntos: el cerrador mexicano de los Azulejos de Toronto, Roberto Osuna (ocho) y el jardinero boricua de los Mellizos, Eddie Rosario (dos).

Osuna, con 20 salvamentos, fue pieza clave en la clasificación de los Azulejos a la postemporada por primera vez desde 1993, mientras que Rosario encabezó a todas las Grandes Ligas en triples con 15.

Por su parte, Bryant, de los Cachorros de Chicago, obtuvo el galardón por el voto unánime de los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol (BBWAA), tras encabezar a todos los debutantes en carreras impulsadas, con 99, y anotadas, con 87.

Asimismo, fue el primero en ambos circuitos en dobletes (31), jonrones (26, empatado con Joc Pederson, de Dodgers de Los Ángeles) y segundo en boletos recibidos (77), solamente superado por el propio Pederson.

Para que se tenga una idea de cuán grande fue la campaña del antesalista de los Cachorros, basta decir que es apenas el segundo pelotero en la historia con 26 vuelacercas, 99 remolques, 87 anotadas, 31 dobletes y 77 pasaportes en su debut. ¿El otro? Ted Williams, "el mejor bateador que haya existido".

Bryant fue también primero en el polémico indicador sabermétrico WAR (victorias sobre reemplazo). Y digo polémico, controversial e impreciso porque no es posible que una misma estadística tenga resultados diferentes, en dependencia de quién la mide.

De todos modos, para los amantes de la sabermetría, el de Chicago tuvo un WAR de 6.5 según la medida de FanGraphs y de 6.0 de acuerdo con Baseball-Reference.com.

El último Novato del Año en el viejo circuito con el voto unánime de la BBWAA había sido el cerrador Craig Kimbrel, entonces con los Bravos de Atlanta, en el 2011.

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Cualquiera que gane el premio de Novato del Año en la Liga Americana, está garantizado que por segundo año seguido recaerá en uno de los nuestros.

Luego de que el cubano José Abreu, de los Medias Blancas de Chicago, lo consiguiera por unanimidad en el 2014, esta vez lo disputarán los puertorriqueños Carlos Correa (Astros de Houston) y Francisco Lindor (Indios de Cleveland) y el dominicano Miguel Sanó (Mellizos de Minnesota).

Sanó
Sanó
Lindor
Lindor
Carlos Correa
Correa
Los tres sobresalieron en su primera campaña en las Mayores y dieron muestras de que estamos en presencia de jugadores que llegaron para brillar por largo tiempo, siempre y cuando la salud los acompañe.

Pero en honor a la verdad, la batalla será entre los dos boricuas, y si acaso, Lindor podría lograr arañarle algunos votos a Correa.

Sanó, de 22 años, debutó una temporada más tarde de lo esperado, luego de que una lesión lo obligara a perderse todo el 2014.

Antes del inicio de esa contienda, el quisqueyano era considerado el sexto mejor prospecto de todas las Grandes Ligas y aunque con un año de retraso, confirmó los buenos informes de los observadores.

A pesar de sus buenos números como sus 18 cuadrangulares y 58 carreras impulsadas, jugó apenas 80 partidos, menos de la mitad del calendario regular, mientras que Correa y Lindor lo hicieron en 99 encuentros cada uno.

Además, se desempeñó en 69 de esos 80 juegos como bateador designado y solamente en 11 trabajó a la defensiva, aspecto que si bien no decide, le resta puntos ante los votantes.

Lindor, quien cumplirá 22 años el sábado 14 de noviembre, tuvo un cierre de temporada impresionante, que le permitió acercarse en muchos aspectos y superar en otros a Correa.

El campocorto de los Indios debutó el 14 de junio y tras dos semanas de ajustes a las exigencias de las Grandes Ligas, comenzó a producir con el madero al punto de promediar para .346 desde el 1 de agosto hasta el final de la temporada.

En total bateó para .313, con 122 imparables en 390 turnos, 22 dobletes, cuatro triples y 12 cuadrangulares, 50 anotadas y 51 remolques, además de robar 12 bases en 14 intentos.

Eso le hubiera bastado, de no haber sido por Correa. El campocorto de Houston es la figura en torno a la cual un equipo tan joven y prometedor debe aglutinarse.

El muchacho que recién cumplió 21 años el 22 de septiembre es sencillamente un fenómeno.

Su estreno en las Mayores tuvo lugar seis días antes que el de Lindor, el 8 de junio. Una noche más tarde ya había conectado el primero de sus 22 bambinazos.

En total promedió .279, con 108 hits en 387 veces, 22 biangulares, un triple, 22 vuelacercas, 68 impulsadas y 52 anotadas, con 14 estafas en 18 ocasiones.

Y como si esas cifras no fuesen suficientes, Correa fue clave en un equipo que avanzó a la postemporada, algo que no consiguieron ni los Indios de Lindor, ni los Mellizos de Sanó.

La pregunta en este caso no es si Correa ganará o no el premio de Novato del Año de la Liga Americana. La interrogante es si lo obtendrá por unanimidad, como hizo Abreu en el 2014.

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Quizás vieron el mensaje publicado en Twitter hace algunos días por la cuenta de ESPN Stats & Information que señalaba que los novatos conectaron 150 jonrones en agosto, la mayor cantidad conectada por una clase de recién llegados en un mes en las mayores.

Pero por supuesto, no todas las clases de novatos incluyen un Miguel Sanó.

De hecho, en algunos aspectos, este ha sido el Año del Novato. Para el 11 de agosto, mi colega de ESPN Stats & Info Paul Hembekides reportó que la clase de novatos del 2015 ha había logrado el WAR acumulado en una sola temporada más alto de cualquier clase de novatos en la historia. Con un total de Victorias Sobre Reemplazo de 49.5 según FanGraphs, la clase del 2015 ya sobrepasó la de 1987 que incluía a Mark McGwire, Kevin Seitzer, Devon White, Mike Greenwell, Benito Santiago, Matt Nokes, Ellis Burks, Terry Steinbach y Joe Magrane; y al grupo del 2007 que incluía a Troy Tulowitzki, Dustin Pedroia, Ryan Braun, Hunter Pence, Josh Hamilton, Daisuke Matsuzaka, Tim Lincecum y Yovani Gallardo.

Ahora, esas estadísticas que acabo de citar son un poco engañosas al comparar la clase del 2015 con toda la historia del béisbol; hay más equipos ahora que durante la mayor parte del pasado de MLB, por lo que esos números del 2015 son reflejo de la calidad y la cantidad.

Sin embargo, parece haber poca duda de que en la clase del 2015 hay de ambas cosas. La mayor parte de los comentarios durante la temporada han sido sobre la contienda de novatos en la Liga Nacional donde hay jugadores como Kris Bryant, Joc Pederson, Matt Duffy y Jung Ho Kang que han estado en Grandes Ligas durante toda la temporada (o, en el caso de Bryant, gran aprte de la campaña).

Pero los tres novatos que ustedes desearían tener en la siguiente década podrían ser tres convocados a mitad de temporada en la Liga Americana que llevan el sello de estrellas: Sanó, Carlos Correa y Francisco Lindor.

Luego de batear .278 con nueve jonrones en agosto, Sanó conectó cuadrangular en sus primeros dos juegos en septiembre. Su batazo en la tercera entrada hacia el jardín central el martes ante Carlos Rodón -- otro cotizado prospecto - fue una muestra de belleza y poder natural, su 10º en sus pasados 20 partidos y le dio a los Mellizos de Minnesota la oportunidad de atacar primero ante los Medias Blancas en ruta a la victoria 3-0, su 10ª en sus últimos 12 juegos.

La semana pasada yo escribe sobre Sanó, así que dejemos que esta vez sea Parker Hageman quien escriba sobre Sanó luego de su gran desempeño en las últimas semanas, y sobre algunos de los ajustes que Sanó ha hecho en el plato:

El mayor cambio entre su swing anterior y el que está utilizando ahora es cuán eficientemente él está preparando el bate antes de moverlo hacia la pelota. En las imágenes comparativas mostradas abajo, pueden ver eso en su swing más reciente [medio y derecho], Sanó está moviendo su cadera ligeramente hacia adentro y manteniéndose cerrado en su lado delantero.

En el modelo anterior [izquierda] su cadera estaba cuadrada hacia el lanzador antes de abrirse cuando hiciera swing. Esta versión le deja menos preparado para conectar lanzamientos hacia la mitad exterior tan bien como podría y debería hacerlo un hombre de su tamaño, estatura y fortaleza. El nuevo modelo le ha permitido castigar cualquier cosa que vuele de este a oeste en la zona de strike.

Pueden ir a la historia de Parker para ver las imágenes de los cambios de Sanó. Oh, sus números en sus primeros 51 partidos en Grandes Ligas: .296/.405/.620. Wow.

Correa fue el primero de los tres en ser subido, el 8 de junio, y conectó dos jonrones en sus primeros cuatro juegos, y se ha mantenido como una amenaza constante en el plato desde ese entonces, al batear .276/.345/.513, todo esto mientras ha jugado de forma sólida en el campocorto. A pesar que no cumplirá 21 años hasta el 22 de septiembre, Correa ha estado bateando en el tercer puesto en la alineación de Houston desde el 29 de junio. En otras palabras, no le llevó mucho tiempo a A.J. Hinch el confiar en su novato para colocarlo en ese puesto. Desde 1960, solo seis jugadores de 20 años han tenido más apariciones en el plato bateando terceros que los que ha tenido Correa hasta ahora (218): Cesar Cedeño, Ken Griffey Jr., Bryce Harper, Rick Manning, Ed Kranepool y Claudell Washington.

Quizás ese grupo sugiere que el estrellato de Correa a largo plazo no es una cosa segura, pero si me preguntan a mi si él va a ser más como Ken Griffey Jr. o como Rick Manning, creo que ustedes pueden adivinar lo que yo pienso.

Lo que me gusta más sobre estos dos es que están jugando muy bien en medio de una contienda por un boleto a los playoffs. Los Astros lideran la División Oeste de la Liga Americana y la reciente buena racha de los Mellizos los tiene a un juego detrás de los Vigilantes por el segundo comodín de la Liga Americana.

Lindor es el tipo que se coló sin que nos diéramos cuenta. Mientras todo el mundo daba por seguro hace algunas semanas que Correa ganaría el premio de Novato del Año, Lindor se ha metido de lleno al debate:

Correa: WAR 3.1

Lindor: WAR 2.9

Lindor fue subido apenas unos días después de Correa, y fue instalado inmediatamente en el puesto No. 2 en la alineación, pero tuvo un lento inicio, al batear apenas para .205 en sus primeros 20 juegos. Pero en agosto bateó para .370 y ahora sus números son de .308/.347/.437. Lindor ha bateado mejor con los Indios que lo que bateó en Triple-A, así que su ofensiva ha sido algo sorpresiva. Lo que no ha sido sorpresivo es la defensiva tremenda que ha jugado hasta ahora. Con siete Carreras Salvadas por la defensiva, eso ayuda a cerrar la brecha ofensiva entre él y Correa.

Eso ciertamente provoca un debate interesante. ¿El toletero? ¿El torpedero que está con el equipo en primer lugar? ¿El prodigio defensivo que batea .300? Todo lo que sé es que va a ser divertido ver a estos tres por mucho tiempo.

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GOODYEAR, Ariz. -- El torpedero de los Indios de Cleveland Francisco Lindor es una mezcla refrescante de habilidad, velocidad, elocuencia y autoconciencia. Él es demasiado bueno, y lo sabe. Pero a los 21 años, es lo suficientemente maduro para respetar a sus mayores y usar cada día para mejorar como si no tuviese nada seguro y que todo lo que logra se lo debe ganar con trabajo duro.

Es natural que los fanáticos de los Indios aplaudan a rabiar y deseen con todas sus fuerzas que Lindor tenga éxito. Cuando los jugadores veteranos están en sintonía con ese pensamiento, eso dice algo sobre su carácter y comportamiento de una manera que trasciende el alboroto obligatorio sobre un prospecto talentoso.

El jugador del cuadro Mike Aviles, quien ha jugado por siete años en las Grandes Ligas con Kansas City, Boston y los Indios, ha estado alrededor de Lindor durante algún tiempo en las pasadas primaveras, y ha logrado detectar una mezcla de talento y atributos personales que sugieren que Lindor va a estar en los alrededores por mucho tiempo.

"Él es un chico con actitud, con confianza, y eso es bueno", dijo Avilés. "Uno quiere eso. Pero algunas veces, con tanto alboroto a tu alrededor, es bien fácil que eso se te vaya a la cabeza. Pero además él es un chico muy humilde, al punto que nada de eso le afecta. Él está tan dispuesto a aprender y aprecia tanto la información que uno le da, que en realidad es un placer trabajar con él. Él no se cree todo lo que dicen de él - él quiere probar que todo eso es verdad.

"Mientras más estás a su alrededor, más quieres que tenga éxito por lo buena persona que es. Con su actitud, yo quiero que tenga una carrera de 20 años. Se merece todo lo bueno que le pueda pasar".

Lindor es parte de una oleada de cotizados prospectos en el campocorto que incluye a Addison Russell de los Cachorros, Carlos Correa de los Astros, Corey Seager de los Dodgers y J.P. Crawford de los Filis. Tiene puntuación de 70 a la defensiva (escala de 20-80 de los escuchas), corre bien, tira aún mejor, y ha logrado promedio de .278 y porcentaje de embasamiento de .355 en cuatro paradas en liga menor. Los Indios lo promovieron al equipo Triple-A Columbus en julio pasado, y Lindor bateó .273 en 38 juegos a pesar de ser el jugador más joven en la Liga Internacional.

Es difícil no notarlo en la Liga del Cactus. Temprano en los entrenamientos, Lindor se zambulló hacia la meta para ganar una carrera entre los jugadores de posición de Cleveland. En una victoria la semana pasada 4-2 sobre Cincinnati, conectó dos sencillos, se robó un imparable con un salto y manejó un rodado lento con aploo. Incluso demostró algo de poder inesperado al conectar un par de dobletes en la victoria 10-6 sobre los Cachorros a principios de esta semana.

Lindor le da crédito a sus padres por haberlo ayudado a entender la importancia de tener una fuerte ética de trabajo, y dice que sus experiencias en la vida han dado como resultado su imperturbabilidad ante situaciones de estrés. Se mudó de Puerto Rico a Estados Unidos a los 12 años y enfrentó fuerte competencia como adolescente en la Academia Montverde, una escuela privada de internado en Florida. Fue capitán de la escuadra de EEUU que ganó el Campeonato Mundial Juvenil del 2009 en Taiwan.

Lindor trabajó en Florida con el miembro del Salón de la Fama Barry Larkin durante la temporada baja, y los escuchas lo comparan constantemente con el propio Larkin y/o Jimmy Rollins por las herramientas multidimensionales que posee.

Si Lindor comienza la temporada en Columbus mientras José Ramirez se queda con la posición de torpedero en Cleveland - como se espera - pues que así sea. Él está más enfocado en tener un impacto a largo plazo que simplemente llegar a Grandes Ligas.

"Yo estaba más impaciente en Clase A baja que ahora", dijo Lindor. "Yo era joven e ingenuo. Ahora soy más maduro y sé como son las cosas. Esta no es la primera vez que digo, 'Me podrían subir pronto a Grandes Ligas'. Seguro, soy humano y hay cosas que me pasan por la cabeza, pero trato de sacarlas de ahí para seguir haciendo lo que tengo que hacer en el día".

La brújula interna de Lindor le indica que debe mantenerse humilde, que escuche a los veteranos, que absorba sus consejos y que deje que su talento haga el resto. Es una gran forma de que un chico se gane críticas muy favorable en los entrenamientos primaverales.

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