"Si no me firman, me firmo yo mismo", dijo Jose Abreu en una entrevista reciente, para reafirmar sus deseos de continuar su carrera con los Chicago White Sox, el único equipo para el cual ha jugado en Grandes Ligas.

Primero empezó por aceptar la oferta calificada de 17.8 millones de dólares, una jugada arriesgada con la que convenció al equipo de sus intenciones de no irse a ningún lado.

Ya con el 2020 garantizado en Chicago, entonces renegoció su contrato y consiguió la ansiada extensión por tres años y 50 millones.

El acuerdo con Abreu es la penúltima pieza que necesitaban los Medias Blancas para salir de favoritos el próximo año en la división central de la Liga Americana.

El cubano es el líder natural de un conjunto repleto de talentosísimas figuras jóvenes que necesitan de alguien de su experiencia como guía.

Su compatriota Yoan Moncada y el dominicano Eloy Jiménez no esconden los beneficios de moverse alrededor de "Pito", un hombre con una ética de trabajo intachable desde el primer día que puso un pie en un terreno de Grandes Ligas.

"A los fanáticos, les dije que volvería. Nunca lo dudé. Todos conocen el grupo de jugadores talentosos que tenemos y quiero ayudar a guiarlos y juntos hacer de los Chicago White Sox un equipo de campeonato", manifestó el pelotero que es la cara de la franquicia.

"Tengo que agradecer especialmente a Jerry Reinsdorf y a todas las personas involucradas con los Medias Blancas que hicieron esto posible. Este es un sueño hecho realidad para mí y mi familia", agregó Abreu.

Según los términos del acuerdo, Abreu recibirá un bono de firma de cinco millones, más 11 millones de salario en el 2020.

Su sueldo se incrementará a 16 millones en el 2021 y a 18 millones en el 2022, con cuatro millones diferidos, que recibirá a razón de un millón anual entre el 2023 y 2026.

Asimismo, el pacto incluye una cláusula de no cambio que bloquea a diez equipos en el 2020 y se reduce a cinco novenas en el 2021.

El acuerdo con Abreu llega 24 horas después de que Chicago pactara con el receptor cubano Yasmani Grandal por cuatro campañas y 73 millones, el contrato más grande en la historia de la franquicia.

Ahora el foco de la gerencia estaría dirigido al lanzador derecho Zack Wheeler, para tener una dupla de lujo en el tope de la rotación, junto a Lucas Giolito, en tanto para el 2020 se espera el regreso de Michael Kopech, quien se perdió todo el 2019 debido a una operación Tommy John, así como del zurdo cubanoamericano Carlos Rodon, otro que pasó por el quirófano.

Kopech y Rodón no dejan de ser unas incógnitas y de volver al tope de sus talentos, serían una adición importante a la rotación, que cuenta también con el dominicano Reynaldo Lopez.

De esta manera, Chicago estaría listo para desafiar a los Minnesota Twins, que difícilmente repitan una campaña como la pasada, con récord de jonrones incluido, mientras que los Cleveland Indians parecen entrar en una fase de descarrilamiento, cuando ya se habla hasta de cambiar a la cara de la franquicia, el puertorriqueño Francisco Lindor.

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El cubano Jose Abreu fue uno de los diez agentes libres que recibieron la oferta calificada de sus equipos y aunque es muy probable que la acepte, sería una decisión equivocada que podría influir negativamente en el futuro de su carrera.

Desde que debutó en el 2014 con los Chicago White Sox y ganó de manera unánime el Novato del Año en la Liga Americana, Abreu ha sido una verdadera máquina de batear y producir carreras.

En seis temporadas promedia 30 bambinazos y 102 remolcadas, ha asistido a tres Juegos de Estrellas y ganado dos Bates de Plata.

Él quiere seguir en Chicago hasta el final de su carrera y el equipo también ha expresado interés en conservar al toletero, quien en sus primeras seis campañas ha percibido 68 millones 850 mil dólares.

"Si no me firman, me firmo yo mismo y me quedo", dijo recientemente en una entrevista el cubano, quien es el líder dentro del clubhouse y una presencia respetada por los peloteros más jóvenes.

Así que lo más probable es que acepte la oferta calificada que le garantiza seguir al menos una temporada más en el único equipo para el cual ha jugado en Grandes Ligas y sumar 17.8 millones a su cuenta bancaria.

Sin embargo, con los tiempos que corren, decir que sí al ofrecimiento de los Medias Blancas, cuando está próximo a cumplir los 33 años, es una movida riesgosa a largo plazo.

Después de la contienda del 2020 volverá a ser agente libre y ya no será elegible para recibir oferta calificada, por lo que tendrá, sí o sí, probar un mercado que ha demostrado en los últimos años apostar cada vez más por el talento joven y desechar a los veteranos.

Aunque Pito Abreu sea una máquina de batear, es un jugador con limitaciones defensivas y poca velocidad en las bases, cuyas habilidades con el madero tenderán a declinar con el inevitable paso del tiempo.

¿Qué tal si el declive comenzara en la próxima temporada y llegara al siguiente invierno con su valor disminuido?

A menos que consiga en medio del 2020 negociar una extensión por otras dos o tres campañas, aceptar ahora la oferta calificada pudiera dañarlo en el futuro.

Di que no, Pito, di que no y sal a buscar el dinero que vales.

No dejes que los sabermétricos minimicen la importancia de impulsar 123 carreras, más que ningún otro bateador en el joven circuito en el 2019.

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A fin de cuentas, el béisbol es un negocio, en el que los jugadores se mueven como piezas de ajedrez, según mejor le convenga a las finanzas del equipo.

A menos que un conjunto esté metido de lleno en la carrera por la postemporada, los gerentes prefieren deshacerse de sus estrellas que estén a las puertas de la agencia libre y obtener a cambio prospectos que ayuden a largo plazo...hasta que se conviertan en agentes libres y así, el ciclo se repite una y otra vez.

He aquí seis peloteros que deberán cambiar de equipo, ya sea en el invierno o a mitad de la temporada del 2019.

Félix Hernández, Marineros de Seattle

¿Creíamos que el venezolano Félix Hernández se retiraría con el uniforme de los Marineros, equipo para el cual ha jugado desde su debut en el 2005?

Pues estábamos equivocados. El Rey Félix, en franco declive a pesar de que apenas tiene 32 años ya no es un puntal dentro de la organización de Seattle.

En dependencia de cómo le vaya en la primera mitad del 2019, la gerencia puede intentar moverlo para que vaya a reforzar, ya el pitcheo abridor, ya el bullpen, de algún equipo con aspiraciones de ir a la postemporada.

Todd Frazier, Mets de Nueva York

La división Este de la Liga Nacional será tan competitiva en el 2019, que los Mets no aparecen entre los aspirantes a ir a los playoffs. Simplemente las cosas no le están funcionando al otro equipo de Nueva York. El tercera base Todd Frazier será agente libre después de la próxima campaña y el equipo necesita una reconstrucción radical, que les permita planificar para la próxima década.

Tampoco es que por Frazier se puedan obtener prospectos demasiado valiosos o prometedores, pero definitivamente, este antesalista próximo a cumplir 33 años no forma parte del futuro.

José Abreu, Medias Blancas de Chicago

El cubano Abreu es uno de los mejores bateadores derechos que hay en las Grandes Ligas, pero a punto de cumplir 32 años comienzan a aparecer achaques que pueden limitar su tiempo de juego. Si los Medias Blancas pueden encontrar un comprador, no deben pensarlo dos veces.

Cualquier equipo estaría feliz de recibir a un hombre que en sus primeras cinco temporadas en las Mayores promedia 32 jonrones y 107 carreras impulsadas. Será agente libre después de la próxima temporada y difícilmente haya interés mutuo en continuar la relación laboral.

Sonny Gray, Yankees de Nueva York

Los Yankees buscarán lanzadores abridores en la agencia libre y entonces Sonny Gray no cabrá en el equipo. Además, ya demostró que el ilustre uniforme de rayas le quedó demasiado grande.

Quizás en un mercado más pequeño pueda retomar su carrera al nivel de cuando estaba con los Atléticos de Oakland Puede conseguirse buen acuerdo por un hombre que es joven (29 años) y en seis temporadas en las Mayores tiene un buen récord de 59-52 y efectividad de 3.66.

Madison Bumgarner, Gigantes de San Francisco

Los Gigantes no van a ningún lado por ahora, incluso si consiguen firmar a Bryce Harper. Es un equipo que se ha vuelto viejo y necesita un cambio drástico, prácticamente a partir de cero. A menos que San Francisco haga varias adiciones inesperadas, el intercambio de Bumgarner después de ejercer su opción por el último año de su contrato, es lo mejor para los negocios y para el futuro de la franquicia.

Luego de promediar 32.5 aperturas entre 2011 y 2016, el zurdo ha iniciado apenas 36 partidos entre el 2017 y 2018, pero la pasada campaña mostró estar recuperado y tiene apenas 29 años.

J.T. Realmuto, Marlins de Miami

Este es un caso diferente, pues no será agente libre hasta el 2021. Pero todo el mundo quiere hacerse de los servicios de quien posiblemente sea el cátcher más completo de todo el béisbol, bueno defensivamente, excelente bateador y una rareza como corredor veloz.

Realmuto no quiere seguir con el equipo, a pesar de que la gerencia le ha ofrecido una extensión contractual de entre 80 y 100 millones de dólares. No es fácil tener a un pelotero, por estelar que sea, disgustado dentro del clubhouse y a la larga, Derek Jeter y compañía terminarán cediendo a la tentación, pues es posiblemente el hombre por el que mejores piezas se puedan conseguir a cambio.

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Como fieras agazapadas, al acecho de sus víctimas, están las lesiones.

Lo peor que le puede pasar a un equipo a esta altura del año es arrancar la temporada sin una de sus principales figuras, pues de golpe se alteran los planes que cada manager, cada gerencia, hicieron durante el invierno.

Tantos meses de trabajo, de planificaciones, se vienen abajo en un abrir y cerrar de ojos, ya sea por un tirón muscular, un pelotazo o un mal deslizamiento en una base.

Quizás la ausencia más notoria en el arranque de la campaña la tendrán Dodgers de Los Angeles.

Su antesalista y tercer bate Justin Turner fue golpeado por un envío del derecho Kendall Graveman en un partido de primavera ante los Atléticos de Oakland que le causó una fractura en su muñeca izquierda.

Los Dodgers respiraron aliviados al conocer que Turner no requerirá cirugía, pero de todos modos, se perderá varias semanas de acción y no regresará por lo menos hasta el segundo mes de la campaña regular.

Los campeones Astros de Houston, que buscan convertirse en el primer equipo en ganar dos Series Mundiales seguidas en el siglo XXI, comenzarán la defensa de su título sin su primera base regular, Yuli Gurriel.

El cubano ya tenía encima un castigo de cinco partidos al comienzo de la temporada por su incidente de burla racial contra Yu Darvish en la Serie Mundial de octubre pasado. Y encima de eso tuvo que someterse a una operación en su mano izquierda apenas iniciados los entrenamientos de pretemporada, y aunque todo salió bien y ya está en su proceso de rehabilitación, no será hasta finales de abril que posiblemente regrese al terreno de juego.

Otro que no verá acción el Día Inaugural será el segunda base de los Nacionales de Washington Daniel Murphy.

El veterano pelotero fue operado de una rodilla a fines de octubre y aunque ya está entrenando, todavía tiene dificultades en su desplazamiento lateral.

El pronóstico del equipo es que podrá debutar a mediados de abril, si todo marcha como hasta ahora.

Más paciencia deberán tener los Mellizos de Minnesota con su lanzador derecho Ervin Santana.

El dominicano pasó por el quirófano para remover una calcificación en el dedo del medio de su mano derecha y aún no está en condiciones de apretar bien la pelota.

Los médicos dijeron que con buen tiempo, no será hasta finales de mayo o principios de junio que se integre a la rotación de los Mellizos, equipo que buscará repetir o incluso mejorar su actuación del 2017, cuando sorprendentemente y contra todo pronóstico, se coló en la postemporada como segundo comodín de la Liga Americana.

Caso similar al de Santana es el de su compatriota Danny Salazar, de los Indios de Cleveland.

Santana fue operado del hombro para repararle el manguito rotador y según dijo esta semana el manager Terry Francona, apenas ahora es que ha comenzado a lanzar sus primeras pelotas como parte de su proceso de recuperación y no hay fecha preestablecida para su vuelta.

Se esperaba que los derechos Zack Greinke y Félix Hernández fuesen los lanzadores abridores por los Diamondbacks de Arizona y los Marineros de Seattle, respectivamente, en el Día Inaugural de la temporada.

Pero Greinke tuvo que salir de un partido esta semana por molestias en la ingle y el Rey Félix fue golpeado por un batazo el 26 de febrero que lo ha mantenido desde entonces fuera de acción en la pretemporada.

En ambos casos, ya han sido prácticamente descartados para inaugurar la campaña por sus equipos, pero deben reintegrarse en la misma primera semana de la competencia, así que solamente se perderán una o a lo sumo, dos aperturas.

Y el pánico cundió en los Medias Blancas de Chicago, cuando su principal pilar ofensivo, el cubano José Abreu, abandonó el juego del martes ante los Rangers de Texas por una lesión en el tendón de la corva de su pierna izquierda.

Aunque los médicos dijeron que los problemas son menores, recomendaron reposo y no se sabe si Abreu estará listo para comenzar la campaña el jueves próximo ante los Reales de Kansas City.

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Sin mucho ruido y con pocos focos sobre sí, el cubano José Abreu ha sido, indiscutiblemente, uno de los mejores bateadores que ha habido en las Grandes Ligas por los últimos cuatro años.

Desde que debutó en el 2014 y ganó de manera unánime el Novato del Año de la Liga Americana, Abreu ha sido un modelo de consistencia, promediando average de .301, con 31 jonrones y 102.5 carreras impulsadas por campaña.

Además, tiene una media de 181.5 imparables y 36 dobletes en 154 juegos por año, prueba también de que ha sido un jugador saludable, que apenas se ha perdido 34 partidos desde que debutó en las Mayores.

Su promedio de embasamiento a lo largo de su carrera es de .359 y su slugging anda por .524, pero tanto talento es un verdadero desperdicio en los Medias Blancas de Chicago, cuyo estadio, el Guaranteed Rate Field, antiguo Cellular Field, es el número 27 en asistencia entre las 30 franquicias de Grandes Ligas.

No nos engañemos. De la misma manera que los Mets son "el otro equipo" de Nueva York, los Medias Blancas son los hermanos pobres de los Cachorros en Chicago.

Mientras en Wrigley Field se juega a estadio repleto, con una entrada promedio de 34,460 fanáticos por día, al parque del "otro equipo" de la Ciudad de los Vientos asisten como media poco más de 20 mil aficionados, contando los boletos de temporada completa que se cuentan aunque no estén ocupados los asientos.

Abreu es una superestrella callada, con una ética de trabajo envidiable, que sería de gran ayuda para algún equipo con aspiraciones reales y que de seguir en Chicago, difícilmente llegue a probar alguna vez las mieles del triunfo.

Entre los rumores que circulan en este mercado que se mueve a ritmo lento, su habla de que los Medias Rojas de Boston estarían interesados en el cubano, ante la necesidad de un hombre realmente poderoso en la parte gruesa de la alineación.

Su primera base de las dos últimas temporadas, el dominicano Hanley Ramírez, va en la curva de descenso y próximo a cumplir 34 años, cada vez se acerca más al posible rol de bateador designado, pues sus constantes problemas de lesiones han limitado su tiempo de juego y ya en el 2017 compartió funciones con Mitch Moreland, quien se fue a la agencia libre.

En la campaña regular, los Medias Rojas quedaron en el lugar 27 entre todos los equipos en cantidad de jonrones conectados, con 168.

Asimismo, en un año en que se rompió el récord colectivo de más vuelacercas y en el que 41 bateadores dispararon 30 o más, nadie de Boston logró llegar a esa cifra y el máximo jonronero del equipo fue Mookie Betts con 24.

Boston ha estado indagando por el dominicano Carlos Santana y Logan Morrison en el mercado de agentes libres, pero la opción de conseguir a Abreu puede resultar económicamente más viable para la franquicia con la tercera nómina más alta de todo el béisbol, más allá de tratarse de un bateador muy superior a los dos mencionados.

Ya los Medias Rojas estuvieron interesados en contratar sus servicios cuando este escapó de la isla y vino a probar suerte en las Mayores, aunque al final fue Chicago quien se lo llevó con un contrato de 68.5 millones de dólares por seis campañas.

Abreu, con más de 100 remolcadas y 25 jonrones en cada una de sus primeras cuatro campañas, podría ser el hombre que realmente llene el hueco dejado tras el retiro de David Ortiz, a quien tanto echaron de menos en el 2017 unos Medias Rojas anémicos de poder.

Y no es que en Boston tenga garantizado ganar, pero al menos tendrá la esperanza de competir, algo que con los Medias Blancas parece cosa de ciencia ficción.

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Las reuniones invernales del 2016 estuvieron llenas de drama, especialmente si eres miembro de las fanaticadas de las Medias - sean Blancas o Rojas. La mayoría de ustedes ya sabe que los Medias Rojas adquirieron a otro as en el zurdo Chris Sale el que ahora los convierte en el equipo a vencer en la Liga Americana, mientras que los Medias Blancas hicieron dos grandes transacciones que los gerentes han catalogado como los dos de los mejores cambios de reconstrucción en toda la historia del béisbol.

Pero las reuniones también tuvieron drama con una guerra de ofertas por cerradores. Eso resultó en que Mark Melancon consiguiera un contrato récord para cerradores, un pacto de cuatro años con los Gigantes, que luego fue superado por los Cachorros cuando adquirieron a Wade Davis en un cambio con los Reales, y que luego fue superado por los Yankees el miércoles en la noche, cuando rompieron el record de Melancon para cerradores con un acuerdo de cinco temporadas y $86 millones con Aroldis Chapman.

Sin embargo, la mayoría de los equipos se mantuvo tranquilo. El mercado de agentes libres sigue repleto -- Edwin Encarnación, Dexter Fowler, Mark Trumbo, Kenley Jansen y Justin Turner no han conseguido empleo. Muchos equipos apuntan al hecho de que el nuevo pacto laboral no se finalizara hasta el último minuto, lo que ellos alegan que puso lento los mercados de cambios y de agentes libres, mientras se cree que los mismos retomarán su velocidad en la semana antes de las fechas festivas. Sin embargo, en mi opinión es desafortunado que esas movidas no se pudieran hacer durante las reuniones invernales, donde todo el mundo del deporte estaba pendiente a través de la TV, la radio y la internet.

Así que ¿qué aprendimos de esas reuniones invernales?

Algunos equipos evaluaron mal sus intercambios en las reuniones de invierno

Hubo algo de mala evaluación de jardineros que fueron cambios en las reuniones invernales, en particular en el cambio de los Cachorros-Reales y en el acuerdo de los Nacionales-Medias Blancas. Los Reales adquirieron a Jorge Soler de los Cachorros en intercambio por Wade Davis, mientras que los Nacionales adquirieron a Adam Eaton de los Medias Blancas por tres de sus mejores lanzadores prospectos.

En su conferencia de prensa los Reales se refirieron a Soler como un jardinero derecho "promedio" y "ordinario". Esa no es la evaluación certera de alguien que lo haya visto jugar. Soler es un jardinero derecho muy por debajo del promedio y un jugador de la Liga Americana mucho más que de la Liga Nacional. No me malinterpreten, los Reales hicieron lo que deberían haber hecho lo que tenían que hacer al cambiar a uno de sus siete grandes potenciales agentes libres por cinco años de control de Soler, quien es capaz de conectar 20-25 jonrones con 80-85 remolcadas. Pero su defensiva por debajo del promedio tiene que ser reconocida. Los Reales podrían salirse con la suya a pesar de su pobre defensiva, porque ellos tienen al mejor jardinero izquierdo defensivo en el juego en Alex Gordon y un defensor especial en el central en Lorenzo Cain. Así que no estoy cuestionando el acuerdo, pero solo apunto a que ellos evaluaron mal su defensiva si piensan que es una de nivel promedio.

La adquisición de Eaton por los Nacionales se explica al apuntar que él fue un jugador con WAR de 6.0, con mucha energía, una buena actitud, y con algo de arrogancia.

Si, es cierto que él es un jugador con WAR de 6.0, pero eso es como jardinero derecho donde es catalogado como el tercer mejor defensor detrás de Jason Heyward de los Cachorros y Mookie Betts de los Medias Rojas. Sin embargo, ellos planifican usarlo en el central, donde tuvo menos-14 Carreras Salvadas por la Defensiva en 2015. Incluso tomando en cuenta su lesión en el hombro esa temporada, él es un defensor promedio como mucho en el central, donde tendrá menos valor.

Y sí, Eaton tiene mucha energía, una buena actitud de béisbol, y es laborioso, pero decir que tiene buena arrogancia y posicionamiento es cuestionable. Ciertamente da buenas entrevistas, y yo siempre he disfrutado mis conversaciones con él, pero su reputación con sus compañeros no se traduce a un buen modo de jugar. Él se pasó en su estancia en Arizona, donde sus compañeros querían que fuese cambiado, porque sentían que era egoísta, y muchos de sus compañeros en los Medias Blancas sintieron lo mismo. La mayor crítica ha sido que si se va de 4-4 y su equipo pierde, él se muestra feliz, pero si se va de 4-0, no. Ha habido demasiados jugadores durante su carrera que dicen lo mismo para pensar que ese reclamo no tiene validez.

Dicho esto, Eaton es un jugador subestimado. Los Nacionales saben lo que están recibiendo: Es un jugador con embasamiento de .360 quien aporta 15 jonrones y 15 bases robadas, y que juega el juego duro dentro de las líneas. A los fanáticos de los Nacionales les gustará verlo, y con él y con Trea Turner en la parte superior de la alineación, este equipo debe ser mucho más explosivo ofensivamente en el 2017. Pero los Nacionales pagaron demasiado para obtenerlo, cediendo sus tres mejores lanzadores prospectos; este podría ser el único mal cambio de Mike Rizzo en su carrera hasta ahora en Washington.

Pero recuerden esto: A Rizzo no se le paga para ganar cambios, se le paga para ganar campeonatos, y el equipo de Grandes Ligas de los Nacionales es mejor hoy que lo que era antes de este cambio.

¿Cuál agente libre debió haber firmado temprano y ahora se lamenta de no haberlo hecho?

Paul Kinzer, el agente de Edwin Encarnación, entró a las reuniones invernales con la creencia de que los Astros de Houston, los Yankees de Nueva York y los Azulejos de Toronto serían los tres equipos más agresivos detrás de su cliente. Pero Kinzer pareció sorprenderse de lo rápido que los Astros acordaron con el bateador designado Carlos Beltrán, los Yankees acordaron con Matt Holliday y los Azulejos siguieron su camino luego de sus movidas con Kendrys Morales y Steve Pearce.

Las cosas empeoraron para Encarnación cuando se enteró que los equipos donde mejor encajaba eran los Indios y los Vigilantes, y ninguno de ellos tenía los dólares necesarios para darle un acuerdo respectable. Encarnación se sentía realmente cerca de firmar con los Astros, y con el pensamiento de que si eso no se daba, los Azulejos le darían la bienvenida de vuelta con los brazos abiertos.

Ahora, Encarnación tiene que estarse lamentando mucho. Sin embargo, no vamos a emitir un juicio hasta que acabe la temporada baja. Más allá de Chris Davis, ningún otro jugador tiene más jonrones que Encarnación en los últimos cinco años. Ha conectado 30 o más bambinazos en cinco años seguidos y ha remolcado sobre 100 carreras en cuatro de los últimos cinco años. Además es mucho mejor en la primera base que lo que la gente se cree y es un gran compañero en el camerino. Alguien va a ponerse astuto y le dará un acuerdo increíble, o terminará con un acuerdo a corto plazo y volverá al mercado el año que viene. Podría ser la diferencia para los Indios o los Vigilantes, y ojalá que alguno de ellos se de cuenta y cambie su presupuesto para llegar a un acuerdo.

Las extensions que no han ocurrido -- Harper y Machado

Los fanáticos de los Nacionales y los Orioles esperaban que estas reuniones invernales trajeran extensiones de contrato para las caras de sus franquicias -- Bryce Harper de los Nacionales y Manny Machado de los Orioles. No solo no han ocurrido dichas extensiones, sino que no han ocurrido ni siquiera conversaciones para acuerdos a largo plazo para alguno de ellos. El agente de Harper, Scott Boras, dejó en claro que solo ha hablado con los Nacionales sobre acuerdos a corto plazo. El gerente de los Orioles Dan Duquette reconoció que no ha habido negociaciones sobre acuerdos a largo plazo para Machado.

Lo que es más preocupante es que si alguno de ellos no le concede extensiones de contrato a ellos en esta temporada baja, existe cero posibilidades de que alguno de ellos esté dispuesto a extender en la siguiente temporada baja cuando estén a un solo año de la agencia libre.

Siendo ese el caso, si estos dos equipos no van a conceder extensiones de contrato, ¿no deberían considerar cambiarlos ahora, mientras el valor de cambio de Machado y Harper esté en su mejor momento, y que puedan conseguir buenos paquetes de prospectos para mejorar sus franquicias por los próximos cinco años? Si ellos esperan hasta la siguiente temporada baja para moverlos, no van a conseguir mucho, porque los equipos que los recibirían estarían conscientes de que ellos estarán en el mercado al año siguiente, y nadie va a pagar ese precio por un solo año.

Las cero negociaciones de ambos equipos con sus superestrellas podrían terminar siendo las no movidas más importantes de la temporada baja.

¿Por qué los Cachorros y los Dodgers no consiguieron a Chapman o Jansen?

Los Cachorros no lograron ninguno de los principales cerradores agentes libres -- Aroldis Chapman o Kenley Jansen - en serio, porque ellos no pensaron que sería un buen negocio firmar un cerrador con un contrato de cinco años con los riesgos de salud y actuación que vienen con los cerrqadores, y mucho menos pagar el precio de $85 millones.

La mayoría de la gente sabe ahora que Kenley Jansen terminará con los Nacionales de Washington, siendo los Marlins de Miami su opción de respaldo. Eso es porque nadie piensa que Andrew Friedman le vaya a dar a Jansen un quinto año en el acuerdo, porque - al igual que Epstein -- Friedman no cree que sea un buen negocio. Quizás intente conseguir mediante cambio a Alex Colome de los Rays de Tampa Bay.

¿Cómo Rick Hahn ha convertido cinco a seis años en tres a cuatro años en apenas 24 horas?

Una vez terminó la temporada 2016, la alta gerencia de los Medias Blancas - encabezada por el dueño Jerry Reinsdorf, su presidente Ken Williams y el gerente GM Rick Hahn - decidió que se moverían a un modo de reconstrucción completo y se esperaba que aceptaran el calendario de cinco a seis años que toma ese tipo de movimientos, como se ha probado recientemente con equipos como los Cachorros, Astros y Nacionales. Sin embargo, en un periodo de 24 horas, ellos hicieron dos mega cambios que muchos expertos han catalogado como los mejores cambios de reconstrucción en la historia del béisbol, con opiniones casi unánimes de los 30 gerentes de que ellos no pudieron salir mejor en sus cambios de Chris Sale y Adam Eaton. Esos cambios fueron tan buenos que muchos piensan que solo se tomarán dos años para volver a ser un equipo contendiente. Estos serían los dos mejores cambios hechos por Hahn en su carrera, y probablemente solidifiquen su estatus a largo plazo como gerente de los Medias Rojas.

En el cambio de Sale a Boston, él logró el mejor prospecto de posición en todo el béisbol en Yoan Moncada, quien debería ser un intermedista con bate de impacto en el medio de la alineación y con todas las herramientas para ser una superestrella, un futuro abridor No. 1 en Michael Kopech, a quien muchos comparan con Noah Syndergaard, y un futuro jardinero central titular en Luis Alexander Basabe.

En el cambio con los Nacionales, ellos recibieron a Lucas Giolito. Los Nacionales habían bajado sus expectativas con él al igual que muchos en la industria, pero algo parecido a lo que ocurrió con los Azulejos cuando cambiaron a Syndergaard a los Mets por R.A. Dickey hace un par de años. No hay razón para pensar que Giolito no se va a recuperar en el siguiente par de años. Reynaldo López podría ser un sólido abridor No. 2 o un cerrador de impacto, y Dane Dunning podría terminar siendo otro Mike Leake. Los Medias Blancas recibieron todos esos jugadores por Adam Eaton.

"Wow" es lo que Bryce Harper dijo en Twitter cuando se enteró del cambio, lo que podría ser una reacción razonable de otros si se considera lo desbalanceado que fue este cambio a favor de los Medias blancas. No hay un solo gerente con el que haya hablado que no piense que los Medias Blancas fueron los grandes ganadores de este cambio.

Y por último...

Las reuniones invernales fueron divertidas, pero yo espero ver más acción la semana que viene

A pesar de lo mucho que ha ocurrido, todavía queda mucho por hacer. Veremos a Jansen, Encarnación y los otros grandes nombres que siguen en el mercado encontrando empleo, y quizás otras movidas que puedan hacer los Medias Blancas, porque ellos siguen teniendo mucho talento veterano que podrían mover por el precio correcto.

Cada equipo se dirige a las reuniones de invierno en Washington con una letanía de tareas que esperan lograr. Por supuesto, la lista de pendientes de cada equipo es un poco diferente:

¿Firmar a un cerrador? Marcado.

¿Hacer un cambió para cubrir un hueco en el cuadro interior? Marcado.

¿Adquirir un bateador zurdo para el medio de la alineación? Marcado.

¿Cenar en un restaurante lujoso en D.C.? Marcado. (Sí, pero ¿quién paga el cheque?)

Lo que más importa, sin embargo, es cómo cada novena se acerca a sus objetivos de temporada baja:

¿Pueden hacer los movimientos que necesitan hacer y pueden hacerlo de manera eficiente y dentro del presupuesto?

Aquí están las cinco oficinas centrales que tienen mucho trabajo por delante.

1. Dodgers de Los Ángeles

Los Dodgers tienen más trabajo para hacer esta temporada baja que cualquier equipo en el béisbol porque nadie tiene jugadores más importantes como agentes libres, incluyendo Kenley Jansen, el abridor número dos Rich Hill, el bateador derecho Justin Turner y el segunda base Chase Utley.

Los Dodgers necesitarán llenar esas cuatro aberturas si quieren repetir como campeones del Oeste en la Liga Nacional. En realidad han intentado volevr a firmar a los cuatro agentes libres mencionados, pero ciertamente no han limitado su búsqueda a ese grupo. Han hablado con los Rays sobre Evan Longoria y Chris Archer. Han tenido una conversación con los Medias Blancas sobre Chris Sale, José Quintana y Todd Frazier. Han realizado varias llamadas telefónicas a los representantes de los agentes libres Aroldis Chapman y Mark Melancon.

Además, todavía necesitan otro bateador derecho y otro relevista estabilizador, y deben decidir si vale la pena intentar desarrollar por otro año a Yasiel Puig.

Se espera que los Dodgers sean uno de los equipos más ocupados en las reuniones de invierno, no sólo porque quieren mejorar, sino porque no pueden mantener su status quo. Los Dodgers tienen una de las oficinas centrales más fuertes en el béisbol dirigida por Andrew Friedman, Farhan Zaidi, Alex Anthopoulos, Josh Byrnes y Gerry Hunsicker, por lo que no hay duda de que van a hacer el trabajo.

La parte divertida será observar cómo lo hacen. Este es un grupo creativo que siempre está buscando por comercios que involucren tres y cuatro equipos.

2. Reales de Kansas City

Puedes llamar a los Reales el equipo más fascinante en las reuniones invernales. Como el equipo de la Liga Americana con más que hacer, ellos también son el equipo que deciden ir a por todo para una carrera más en una Serie Mundial, o son una franquicia que corre el riesgo de rezagarse para los próximos cinco a siete años por no hacer nada.

Los Reales tienen seis jugadores importantes que serán agentes libres después de la temporada 2017: los jugadores de cuadro Eric Hosmer, Alcides Escobar y Mike Moustakas; el jardinero Lorenzo Cain; y los lanzadores Danny Duffy y Wade Davis.

En mi opinión, los Reales necesitan tratar de extender los contratos de dos o tres de ellos y luego negociar los otros dos o tres. Si eso ocurriera, terminaría ocupando un lugar central en las reuniones. Los seis de sus potenciales agentes libres tienen un valor comercial significativo gracias a una clase extremadamente débil de agentes libres. La mejor parte es que coinciden bien con casi todos los grandes equipos del mercado que compiten con sistemas de granjas fuertes. Los Reales tienen una oportunidad única de reconstruir para su futuro de forma rápida y efectiva, incluso si eso podría costarles la capacidad de contender en 2017.

O podrían decidir tener una temporada baja tranquila, que muchos ejecutivos piensan que va a suceder porque creen que el gerente general Dayton Moore y el manager Ned Yost podrían estar marchándose después del próximo año o algo así. Podría ser un desastre absoluto, especialmente si no regresan a la Serie Mundial, porque bajo el nuevo acuerdo de negociación colectiva ya no estarán recibiendo selecciones de primera ronda por sus esperados agentes libres.

Entonces, si Moore y Yost salen junto con sus seis agentes libres, esta organización estará en tal desorden que tardarán por lo menos de cinco a siete años para contender seriamente otra vez. Los Reales tienen mucho trabajo para hacer estas reuniones de invierno o van a pagar un precio enorme en un año a partir de ahora.

3. Yankees de Nueva York

Los Yankees han hecho el mejor trabajo de reconstrucción de cualquier equipo en el béisbol durante el año pasado gracias a sus operaciones con Aroldis Chapman y Andrew Miller en la fecha límite de comercio de julio. Ahora están deseando mejorar su roster de Grandes Ligas para complementar su núcleo fuerte de jóvenes listos para las ligas mayores y uno de los mejores sistemas de granjas en el juego.

Hay tres áreas principales en las que se están centrando: conseguir un abridor de calidad, un cerrador y un bateador designado. Están planeando mejorar el equipo a través de la agencia libre, pero tendrán cuidado de asegurarse de que tengan una flexibilidad completa en dos años cuando agentes libres grandes como Bryce Harper y Manny Machado, y lanzadores con cláusulas de salida, como Clayton Kershaw, podrían estar en el mercado libre.

En esta temporada baja, los Yankees quisieran traer a Aroldis Chapman de vuelta o firmar a Jansen. Ellos entienden que ambos están proyectados para romper el récord de Mariano Rivera como el cerrador mejor pagado en la historia del béisbol, ya que se espera que cada uno entre en el rango de los $ 90 millones en cinco años.

Los Yankees también están tratando de aterrizar a Hill, el mejor abridor en este mercado, y a Edwin Encarnación para que sea su bateador designado. Además, los Yankees ciertamente tienen el sistema de granja para comerciar lo que necesitan, pero parece que están decididos a aferrarse a todos sus principales prospectos. Por lo tanto, esperan que su viaje a las reuniones de invierno sea sobre escribir cheques en lugar de anunciar canjes.

4. Rangers de Texas

Los Rangers han identificado a un jardinero central y un abridor como sus dos mayores necesidades, pero después de eso también tienen la primera base y el bateador designado en su lista. Los Rangers podrían resolver su problema del jardín central a través de la agencia libre o el canje. Andrew McCutchen de los Piratas, Cain de los Reales, Kevin Kiermaier de los Rays, Adam Eaton de los Medias Blancas y Marcell Ozuna de los Marlins son objetivos comerciales lógicos para ellos.

En la agencia libre, Dexter Fowler, Ian Desmond y Carlos Gomez también están en su pizarra. A ellos les encantaría obtener un abridor de élite como Sale de los Medias Blancas, Quintana o Archer de los Rays, o Jake Odorizzi a través del comercio porque la agencia libre en este momento está realmente limitada a Hill, Iván Nova y Jason Hammel.

Los Rangers creen que pueden obtener de Joey Gallo, Jurickson Profar y otros candidatos internos a primera base y designado, pero eso no les ha impedido hablar con los agentes de jugadores como Mike Napoli e incluso Encarnación.

Los campeones defensores de Oeste de la Liga Americana tienen mucho trabajo por hacer y ya he pronosticado en mis 10 predicciones audaces para diciembre que el presidente del equipo Jon Daniels hará su primer viaje al podio de las reuniones invernales (y podrían ser varios viajes con el trabajo que tiene delante suyo).

5. Medias Blancas de Chicago

Los Medias Blancas han tenido un récord perdedor por cuatro temporadas seguidas y no han ganado un título de división desde 2008. Han intentado a través de la agencia libre y los canjes para darle la vuelta, pero simplemente no han sido capaces de hacerlo. Por lo tanto, los Medias Blancas están finalmente al punto de entender que su mejor juego ahora es derribar y reconstruir completamente desde cero.

Esto significa que tienen más jugadores de calidad en el mercado que cualquier equipo de béisbol, liderados por los lanzadores Sale y Quintana, David Robertson, el primera base José Abreu, el tercera base Todd Frazier y los jardineros Eaton y Melky Cabrera. Los teléfonos de los Medias Blancas se han quemado de llamadas, textos y correos electrónicos, y sus precios han sido por el techo - como deberían ser con los jugadores de calidad que tienen para ofrecer.

Los Sox son afortunados en que no sólo tienen jugadores estrella para el comercio, pero la mayoría de ellos están bajo control y muy por debajo del valor de mercado gracias a años de fuertes negociaciones dirigidas por el gerente general Rick Hahn. La parte interesante es que si los Medias Blancas no hacen tratos ahora, siempre pueden esperar hasta la fecha límite de comercios y volver a intentarlo en ese momento.

Sin embargo, con una clase de agentes libres tan débil, los Medias Blancas no podrían estar en mejor forma para hacer oficios de lo que están ahora. Hay mucho trabajo por delante para reconstruir la organización, pero ciertamente tienen los activos comerciales y la voluntad de hacerlo.
Si Miguel Cabrera es el mejor bateador de beisbol hoy en día, como sus propios colegas afirman, ¿es el primera base indiscutible en la alineación ideal de América Latina?

Es una pregunta capciosa. Ciertamente, el venezolano no es igual de reconocido por su ofensiva que por su guante, ciertamente, y viene de completar su temporada menos productiva desde que saltó al estrellato con los Marlins de Florida Marlins, hace más de una década.

Esa cosecha, aun siendo baja para sus estándares, cerró con el título de bateo de la Liga Americana, el mejor promedio de embasado del circuito y un robusto OPS de .974, mejor incluso que el que consiguió en 2014.

Cabrera es un adversario formidable. En sus peores torneos ha puesto los números que ya quisieran haber logrado alguna vez la mayoría de los grandeligas.

¿Entonces? ¿Lo ponemos junto al receptor puertorriqueño Yadier Molina como parte del lineup soñado del beisbol latinoamericano actual? ¿O como ocurre con Molina y el venezolano Salvador Perez entre los catchers, hay alguien que le disputa la supremacía?

LA HUELLA DE PUJOLS, LA PROMESA DE ABREU

Hace 10 años no existía duda. El dominicano Albert Pujols era el rey, no sólo de la posición, sino de las mayores. Era el principal productor de la MLB, con promedio, empujadas y jonrones.

Pujols impulsó 100 carreras en sus primeras 10 campañas en las Grandes Ligas, sacudió 30 vuelacercas en sus primeras 12 zafras y bateó sobre .300 entre 2001 y 2010.

"Es uno de esos peloteros que aparecen una vez por cada generación", sostuvo hace poco el manager de los Ángeles, Mike Scioscia. "No hay duda de que él es quien marca la meta a emular por todos, tanto por lo que hace en la caja de los bateadores como por su defensa. Es un primera base con Guante de Oro, con números increíbles".

Es cierto. Pujols ha sido premiado dos veces por su buen mascotín y ya es uno de los mejores bateadores de todos los tiempos. Pero acaba de cumplir 36 años de edad, en enero, y empieza a recorrer la última curva de su estupenda carrera.

Hoy no se compara con Cabrera. Dejó una línea ofensiva de .244/.307/.480 en 2015, contra .338/.440/.534 del venezolano, aunque el poder floreció, con 40 bambinazos.

El gran mérito del nativo de Santo Domingo está en lo que ya ha hecho con el madero. Ha sacado 560 pelotas del parque. Ha llevado 1.698 rayitas al plato. Su average de por vida es de .312, con .977 de OPS. Su OPS ajustado es 59 por ciento mejor que la media de la MLB. Brillante.

El cubano José Abreu asomó hace dos años como el nuevo contrincante de Cabrera, ante el declive del gran quisqueyano.

Su estreno en la gran carpa fue clamoroso. Fue el Novato del Año en la Americana en 2014, con una línea de .314/.383/.581, más 36 vuelacercas y un OPS de .964. Aunque bajó ese rendimiento en su segundo torneo, sigue siendo una fuerza, a sus 28 años de edad.

"Su poder es lo que le da más notoriedad", admitió el gerente general de los Medias Blancas, Rick Hahn. "Pero él es un toletero completo. Tiene la habilidad para ajustarse y ser un bateador profesional".

Es así. Pero todavía le queda un camino por recorrer para igualarse con Cabrera y con Pujols.

¿Y quién, en definitiva, debe quedar como el actual número uno entre los latinoamericanos?

Cabrera se lleva la distinción, si apelamos al presente. Pero ojo, que su compañero Justin Verlander tiene una opinión superlativa que algunos creen posible: "Si se mantiene sano, podría convertirse algún día en el mejor bateador de todos los tiempos".

Ya se verá.

LO QUE VENDRÁ

La primera base es una posición atípica. La mayoría de sus defensores pasaron por otros lugares, antes de recalar allí. Cabrera, Pujols o Hanley Ramírez fueron antes campocortos, antesalistas o jardineros.

Eso impide determinar quiénes vienen pisando fuerte, pidiendo espacio y reconocimiento. Ningún latinoamericano figura entre los 10 principales prospectos del primer cojín en el escalafón de MLB.com. No siempre surge un Adrián González o un Andrés Galarraga, inicialistas puros.

En la receptoría teníamos casi una decena de nombres de futuras estrellas nacidas en la región. En esta esquina del infield habrá que esperar.

TAMBIÉN SON TITULARES

Hanley Ramirez (Dominicana, Medias Rojas) Adrián González (México, Dodgers) Yonder Alonso (Cuba, Atléticos)

ESPERAN SU OPORTUNIDAD

Jesus Guzman (Venezuela, Cachorros) Jesus Montero (Venezuela, Marineros) Luis Valbuena (Venezuela, Astros)

LA PRÓXIMA OLA Jesus Aguilar (Venezuela, Indios) Jose Osuna (Venezuela, Piratas)

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Tras el anuncio de la exaltación de Ken Griffey Jr. y Mike Piazza al Salón de la Fama de Cooperstown en la clase del 2016, comienza el conteo regresivo para quienes aspiran a entrar al Templo de los Inmortales dentro de un año.

La camada de debutantes en el 2017 tiene una colección de nombres latinos de altura, que encabezan los dominicanos Vladimir Guerrero y Manny Ramírez, el puertorriqueño Ivan "Pudge" Rodríguez y el colombiano Edgar Rentería.

Por primera vez en las boletas aparecerán también los boricuas Jorge Posada y Javier Vázquez, los venezolanos Magglio Ordóñez, Melvin Mora y Carlos Guillén y el colombiano Orlando Cabrera.

Completan el grupo de primerizos Jason Varitek, J.D. Drew, Mike Cameron, Derrek Lee, Tim Wakefield, Aaron Rowand y Pat Burrell.

De estos candidatos de primer año, Manny está descartado, más allá de sus extraordinarios números, tras dos suspensiones por consumo de sustancias para mejorar su rendimiento deportivo.

También con la sombra de los esteroides está Pudge, el mejor cátcher que haya pasado por las Mayores, aunque la ganancia de votos de Roger Clemens y Barry Bonds en el 2016 no elimina por completo las esperanzas a futuro del jugador de la Isla del Encanto.

Todo lo contrario: evidencia un cambio de mentalidad de los votantes hacia las figuras que lideraron una generación marcada por los esteroides.

Entonces quedan Guerrero y Rentería como los principales debutantes.

El jardinero dominicano, por quien abogara Pedro Martínez en su discurso de exaltación en julio pasado, tiene muy buenas estadísticas, aunque sin llegar a esas cotas típicas de 500 cuadrangulares y 3,000 hits que hacen merecedores de la inmortalidad a la mayoría de sus poseedores.

Los datos que dejó Guerrero a lo largo de 16 años de carrera se asemejan a los de Fred McGriff, quien una vez más se quedó corto en las votaciones

En el caso de Rentería, sus números son bastante similares en muchos aspectos a los de Barry Larkin, el campocorto de los Cincinnati Reds exaltado a Cooperstown en el 2012.

Sin embargo, a favor del colombiano podría argumentarse que sus estadísticas similares a las de Larkin las logró en tres campañas menos.

El Niño de Barranquilla, cuya dimensión se elevaba hasta la estratósfera en postemporadas, jugó 16 años, mientras que el de Cincinnati lo hizo por 19 contiendas.

Esto confirma que la entrada al Salón de la Fama, además de méritos, es cuestión de suerte y "timing". La clase del 2012 en la que entró Larkin no contenía esos nombres imprescindibles, como Griffey, Pedro, Randy Johnson o Greg Maddux, lo cual llevó a los votantes de la BBWAA a inclinarse por el ex jugador de los Rojos.

Ese "timing", dada los integrantes de la clase del 2017, podría favorecer a Jeff Bagwell finalmente, quien este año logró 71.6 por ciento de los votos, apenas 3.4 puntos por debajo del límite requerido.

Otro que tuvo buen repunte fue el jardinero Tim Raines (69.8 por ciento), mientras que Trevor Hoffman, con todo y sus 601 salvamentos, sufrió el eterno castigo que acompaña a los apagafuegos, con quienes los miembros de la BBWAA se muestran reticentes a incluir en su primer año de elegibilidad.

Lo mismo ocurre con los bateadores designados, como el puertorriqueño Edgar Martínez, que esta vez consiguió el 43.4 por ciento de los sufragios.

Pero quién sabe si la entrada de Piazza podría beneficiarlo en el 2017, pues a fin de cuenta, el aporte defensivo del nuevo integrante de Cooperstown era casi tan nulo como el de un bateador designado.

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Esta vez, los hijos del Boss se comportaron como su difunto padre: ambiciosos, despiadados, oportunistas y arriesgados.

Después de varios meses de silencio, los Yankees de Nueva York sorprenden a punto de terminar el año al adquirir al cerrador zurdo Aroldis Chapman, con lo que, automáticamente, vuelven a entrar en la carrera por la división Este de la Liga Americana.

Los Yankees habían mostrado interés en el lanzallamas cubano en julio pasado, antes de la fecha límite para los canjes, pero entonces nada se concretó y todo quedó en una pálida amenaza.

Cuando parecía que Chapman se iba a Dodgers de Los Ángeles salió a la luz cierto escandalillo de violencia doméstica que congeló cualquier cambio y convirtió al zurdo en una suerte de papa caliente que nadie se atrevía a tocar.

Entonces vinieron los jóvenes Steinbrenner con la misma hambre que el viejo George y se llevaron al lanzador más intimidante de todo el béisbol para completar una trilogía de miedo, similar a la que ha llevado dos veces seguidas a los Reales de Kansas City a la Serie Mundial.

El cuerpo de abridores de los Yankees está lleno de signos de interrogación, pero ahora, al grupo que integran los dominicanos Luis Severino, Michael Pineda e Iván Nova, el japonés Masahiro Tanaka y C.C. Sabathia sólo se les exigirán cinco o seis entradas de trabajo.

De los tres últimos episodios se encargarán Dellín Betances (séptimo), Andrew Miller (octavo) y Chapman (noveno), un trío prácticamente imbateable, a juzgar por sus resultados de los últimos años.

Ni el dueño más desesperado por un triunfo da cuatro peloteros por uno para tenerlo a préstamo por una campaña, pues Chapman es agente libre al finalizar la temporada del 2016.

Si Nueva York se arriesgó a tomarlo a cambio de cuatro prospectos, con todo y la posibilidad de un castigo administrativo de las Grandes Ligas por el incidente de violencia doméstica, quiere decir que negociará con el cubano una extensión contractual a largo plazo, quizás hasta para que termine su carrera con el célebre uniforme de rayas.

A todas luces, los Yankees están apostando a que el cubano saldrá ileso de cualquier penalidad, pues la policía cerró completamente el caso por falta de evidencias.

Entonces, si no hay caso criminal, no hay razón para una sanción por un incidente turbio que nadie ha podido aclarar.

Su llegada al Bronx tiene intenciones de ser por mucho tiempo y ya es de imaginarse la algarabía de la Catedral del Béisbol cuando se anuncie la salida desde el bullpen del hombre que más duro lanza una pelota sobre la faz de la tierra.

Otra opción es buscar llenar alguno de los huecos del equipo poniendo en canje a Miller, aunque el zurdo está bajo contrato hasta la temporada del 2018, así que sería cuerdo mantenerlo al menos dos de esos tres años y sólo cambiarlo en caso de una necesidad desesperada.

El Imperio llevaba varios años de paz con el mundo, pero una vez más, la Fuerza ha despertado y habrá que contar con los Yankees en el 2016.

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