Lo más difícil para un deportista estelar es darse cuenta del momento en que llegó la hora de decir adiós. A veces la mente no consigue entender las señales que le envía el cuerpo de que el tanque se quedó sin gasolina e insisten en continuar activos, echando a perder en muchos casos números realmente sobresalientes.

Este año se dieron cuenta de ello y dijeron no más el venezolano Víctor Martínez, después de 16 campañas repartidas entre los Indios de Cleveland, los Medias Rojas de Boston y los Tigres de Detroit, David Wright, tras 14 años con los Mets de Nueva York, Chase Utley, que se mantuvo por 16 temporadas entre los Filis de Filadelfia y Dodgers de Los Angeles y Jayson Werth, que también estuvo en Filadelfia y Los Angeles, además de Washington y Toronto por 15 zafras. Pero hay otros hombres a quienes la liga ya les queda grande y deberían optar por decir adiós.

Bartolo Colón (45 años)

Después de 21 temporadas en las Mayores, ya el carismático Bartolo Colón no tiene nada más que buscar. Convertido en el lanzador latino con más victorias en todos los tiempos (247), al dominicano se le acabó el béisbol. ¿A qué más puede aspirar? ¿A sumar un par de triunfos más a su récord? El problema es que ya por cada victoria se añaden tres o cuatro derrotas y su efectividad es tan gorda como el propio lanzador.

A menos que sueñe con jugar para los 30 equipos (va por 11 y le faltan 19), el Big Sexy está de más.

En el 2012 entró en una racha de cinco campañas seguidas con récord ganador, al registrar en ese lapso balance de 72-49 y efectividad de 3.56 en 932 entradas y un tercio, nada mal para un cuarentón. Pero entre el 2017 y 2018 tuvo récord de 14-26 y efectividad de 6.13, señal de que ya ese tanque se vació. Se entiende que entonces estaba buscando quebrar la marca que ostentaba el nicaragüense Dennis Martínez como el latino más ganador de la historia (245), pero ya lo consiguió y seguir sólo engrosará su casilla de derrotas /188), mientras su promedio de carreras limpias ya superó las 4.00 y anda por 4.12.

Brandon Phillips (37 años)

Hace seis o siete años atrás, cuando se debatía sobre los mejores defensores de la segunda base en las Grandes Ligas, era obligado incluir el nombre de Brandon Phillips, quien entonces vestía el uniforme de los Rojos de Cincinnati y dejaba a todo el mundo con la boca abierta por sus fildeos imposibles.

Ganador de cuatro Guantes de Oro en la Liga Nacional (2008, 2010, 2011 y 2013), Phillips asistió a tres Juegos de Estrellas e incluso fue el intermedista titular de la selección de Estados Unidos en el III Clásico Mundial de Béisbol, en el 2013.

Pero de aquel apenas queda la sombra. En el 2018, a los 37 años, apenas si pudo conseguir un contrato como agente libre con los Medias Rojas en junio, cuando la temporada ya andaba por la mitad. Apenas vio acción en nueve partidos, con tres imparables en 23 turnos (.130) y no fue incluido en el roster del equipo que disputó la postemporada y ganó la Serie Mundial. Nuevamente quedó como agente libre...libre de irse a su casa a disfrutar de su retiro.

Fernando Rodney (41 años)

Cada vez son menos las flechas que le quedan por lanzar al cielo al dominicano Rodney, en su momento uno de los cerradores más dominantes de todo el béisbol. Al igual que Bartolo, Rodney ha sido un jugador itinerante, que ya va por diez franquicias y regresará en el 2019 con los Atléticos de Oakland, el equipo para el cual jugó en el 2018, luego de que la gerencia ejerciera una opción sobre el jugador.

Con su gorra de medio lado característica, el dominicano habrá cumplido 42 años cuando empiece la próxima temporada y entre el 2017 y 2018 ha desperdiciado 13 rescates en 63 oportunidades, demasiadas para quien está encargado de asegurar las victorias de su equipo.

Luis Valbuena (32 años)

Por edad, al venezolano Luis Valbuena debería quedarle gasolina en el tanque. Pero a algunos se les acaba antes el béisbol que a otros y si Valbuena se mantiene en las Mayores es por obra y gracia de la sabermetría, que le encuentra algún vericueto a los números para justificar su presencia.

Pero un hombre que después de 11 temporadas batea para average de .226 y en los dos últimos años lo ha hecho para .199 tiene poco o nada que hacer en el mejor béisbol del mundo.

Si acaso tenía a su favor un poder ocasional que en dos ocasiones (2015 y 2017) le permitió sacar más de 20 pelotas fuera del parque. Pero en el 2018 tuvo un bajón considerable, con promedio de .199 en 266 turnos, en los que se ponchó 100 veces y apenas disparó nueve bambinazos. Tendrá que trabajar muy duro sus agentes de Elite Sports Group para encontrarle empleo en la agencia libre.

José Reyes (35 años)

Hace tiempo que "La Melaza" dejó de ser aquel pelotero que encantaba con su juego explosivo, sus arriesgados corridos de bases y fildeos espectaculares de sus primeros años con los New York Mets. Luego de un periplo de cuatro campañas por Miami, Toronto y Colorado entre el 2012 y 2015, regresó a los Mets en el 2016 y allí ha pasado sus últimos tres años, donde su llama ha ido languideciendo.

Su compatriota Amed Rosario es el dueño del campocorto en Nueva York y el papel de Reyes se limita a ser sustituto de los titulares del cuadro interior. Sus números del 2018 lo dicen todo: .189 de average en 110 partidos y apenas cinco bases robadas en siete intentos, una bicoca para alguien que encabezó la Liga Nacional en estafas tres años seguidos entre el 2005 y 2007.

La velocidad del swing ya no puede con lanzadores que la sueltan a 95 y 100 millas por hora con la naturalidad de quien se toma un vaso de agua. Reyes probará suerte en el mercado de agentes libres y de veras la necesitará, pues con esos números recientes y 35 años en sus costillas, le será más fácil ganarse la lotería que encontrar un equipo que lo contrate.

Peter Moylan (39 años)

El australiano Peter Moylan ha sido un buen relevista intermedio o situacional a lo largo de sus 12 campañas en las Mayores, nueve de ellos con los Bravos de Atlanta. Pero próximo a cumplir los 40 años (2 de diciembre), su brazo ya no es el mismo.

Su recta ha perdido varias millas y en el 2018 tuvo balance de 0-1 y efectividad de 4.45 en 28.1 entradas a lo largo de 39 partidos. Cuando empiezan a acumularse las bases por bolas es señal de que comienza a desaparecer el dominio de la juventud. Ya no hay tanta velocidad y al intentar trabajar más las esquinas, así aparecen los boletos, que muchas veces se traducen en carreras.

No parece que los Bravos vayan a recontratarlo, ahora que Moylan llega a la agencia libre. El equipo quiere sangre joven y los veteranos que tenga deben aportar mucho más de lo que hace ya el australiano. Mejor decir adiós ahora, cuando se tiene un muy buen récord de 24-10 y efectividad de 3.10 en 499 juegos, que insistir en seguir y ver como el promedio de carreras limpias se dispara sobre las 4.00, como ocurrió con Bartolo Colón.

Joaquín Benoit (41 años)

El dominicano Joaquin Benoit regresa a tantear la agencia libre, a pesar de no haber lanzado una pelota en Grandes Ligas en la temporada recién terminada. Benoit firmó con los Nacionales de Washington en el invierno pasado por un millón de dólares, pero fue enviado a las Menores después de los entrenamientos primaverales y nunca fue ascendido, a pesar de los problemas que tuvo el equipo en el bullpen.

En el 2017, la última vez que lanzó en Grandes Ligas con los Filis y los Pittsburgh Pirates, tuvo balance de 1-6 y efectividad de 4.65 en 52 partidos, con dos rescates en seis oportunidades. Quizás, por la escasez de lanzadores relevistas, podría recibir una nueva oportunidad, aunque la tiene más difícil que su compatriota José Reyes.

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José Reyes fue puesto en asignación la semana pasada por los Rockies de Colorado y con toda probabilidad se convierta en agente libre este sábado. ¿Cuál o cuáles equipos estarían interesados en traerlo a su roster?

La respuesta podría ser más de uno, aunque sea un interés moderado.

Solo dos equipos que sepamos, los Mets de Nueva York y los Reales de Kansas City, están considerando contratarlo en este momento, mientras que algunos otros con necesidades podrían entrar en la contienda antes de que él tome su decisión.

¿Por qué tan poco interés?

Bueno, obviamente Reyes tiene algo de historial: acaba de cumplir una suspensión de 51 juegos por un alegado incidente de violencia doméstica. Este es un asunto difícil de relaciones públicas con el que muchos equipos, dueños y oficinas centrales no quieren lidiar. Pero también existe un problema en el terreno: La mayoría de los equipos sienten que él ha declinado tanto defensivamente en el campocorto que él tendría que mudarse a otra posición, a la segunda o a la tercera base, o convertirse en un utility.

Pero Reyes no está totalmente desprovisto de valor de Grandes Ligas. Todavía corre lo suficientemente bien como para robarse 25 bases y todavía puede ser un buen preparador en la parte superior de una alineación, y algunos equipos han notado que les gusta su habilidad para ayudar a manufacturar carreras. Además él sería una contratación barata, ya que una vez que los Rockies lo dejen oficialmente en libertad, ellos serán responsables de la totalidad del balance de su contrato. Sin embargo, si alguien lo firma, ese equipo será responsable de pagarle el salario mínimo de la liga (cantidad que se le restaría a lo que tienen que pagar los Rockies). Esto convierte a Reyes en una firma barata y con poco riesgo para los equipos. Si no resulta, lo pueden dejar libre con poco riesgo financiero.

En cuanto a Reyes mismo, él sabe que tiene mucho que probar. Ha sido humillado, y para todos los efectos, él está hambriento y quiere demostrar que todavía puede contribuir a nivel de Grandes Ligas. Yo pienso que lo puede hacer, en particular en cuanto a la ofensiva, en el escenario adecuado.

Así que echemos una mirada a los dos equipos que han expresado interés, tres equipos que podrían interesarse y un comodín que podría entrar a última hora en las negociaciones.

Equipos que han expresado interés

Mets: Seamos honestos, este equipo necesita una chispa. Lo que el equipo está considerando es si su ex jugador puede ser capaz de dársela. Reyes podría reemplazar al lesionado David Wright en la tercera base o por lo menos como utility que sea capaz de jugar en tres posiciones en el cuadro interior.

Reales: Kansas City está examinando la posibilidad de añadirlo como intermedista luego de dejar libre a Omar Infante a principios de esta semana. Dicho esto, esto podría forzarlos a mover a Whit Merrifield a la tercera base.

Equipos que podrían expresar interés

Angelinos: Ellos andan en búsqueda de un jugador del cuadro, y Reyes podría compartir tiempo de juego en la intermedia con Johnny Giavotella o quizás la tercera base, si ellos se sienten cómodos moviendo a Yunel Escobar a la intermedia.

Medias Blancas: Los Medias Blancas podrían utilizarlo ocasionalmente en el campocorto mientras Tim Anderson se desarrolla, y Reyes podría sustituir a Brett Lawrie y Todd Frazier en la segunda y tercera. No es una situación ideal, pero con los problemas que ellos tienen ahora, es posible que valga la pena al menos considerarlo.

Atléticos: Sospecho que los Atléticos podrían tener interés en Reyes como jugador utility en el cuadro pero el martes me dijeron que "no hay oportunidad" de que ellos lo firmen ahora mismo.

El factor Yulieski Gourriel

Hay otro agente libre que tiene el potencial de tener el impacto que muchos equipos andan buscando: Yulieski Gourriel, un veterano jugador cubano en la Serie Nacional que podría colaborar a nivel de Grandes Ligas poco después que firme, quizás tan temprano como el 1 de agosto. Pienso que él tiene el potencial de conectar 20 jonrones en Grandes Ligas mientras se destaca en la segunda o tercera base.

Los Mets son la mejor opción para Gourriel, al igual que la más obvia. Los Angelinos necesitan desesperadamente arreglar su ofensiva, y Gourriel sería un buen inicio. Los Gigantes de San Francisco podrían firmarlo para jugar en la antesala con Matt Duffy ahora en la lista de lesionados, y los Astros de Houston podrían darle uso como una mejora en la tercera base si no creen que el prospecto Alex Bregman está listo, o simplemente firmarlo como un activo. Y finalmente, él sería una mejora sobre Chase Headley para los Yankees de Nueva York.

Los Dodgers de Los Angeles también han mostrado interés por Gourriel, ya que Justin Turner puede ser agente libre al final de la temporada. Sin embargo, parece que ellos prefieren a Turner sobre Gourriel.

Hay dos cosas que me parecen seguras: Tanto Reyes como Gourriel tendrán nuevos hogares en los próximos días o semanas.
El 27 de abril de 2014 ocurrió algo inédito en la historia de las Grandes Ligas y que recordaremos en nuestro #TBT de esta semana: el nacimiento de los Dominican Jays.

Este #TBT tiene un significado especial para mí ya que fui testigo presencial de lo que ocurrió, incluyendo la participación en ruedas de prensas y el seguimiento a diario del equipo.

El 20 de noviembre del 2012 los Azulejos de Toronto anunciaron la firma de un agente libre y un cambio múltiple con los Marlins de Miami, lo que marcó el inicio de una transformación radical de la franquicia de la mano de un hombre llamado Alex Anthopoulos, gerente general en ese momento, y que estaba hambriento de cualquier tipo de éxito.

El agente libre firmado fue Melky Cabrera, que venía de una suspensión por dopaje y aceptó un contrato de dos años por 16 millones de dólares. De los Marlins se incorporaron Jose Reyes, Emilio Bonifacio, Josh Johnson, Mark Buehrle y John Buck en una transacción que puso a los canadienses como el principal favorito para llevarse el banderín en el Este de la Liga Americana.

Unos días antes, el 3 de noviembre de 2012, Toronto había realizado un cambio mucho menor con los Indios de Cleveland por Esmil Rogers.

Para el día inaugural del 2013 el roster activo, o de 25 jugadores, de los Azulejos incluyó a Reyes, Cabrera y Rogers, junto con sus compatriotas ya establecidos en el equipo José Bautista, Edwin Encarnación y Emilio Bonifacio. Ya en la ciudad habían bautizado al grupo como los Dominican Jays y así incluso lo promovía Rogers, la cadena de televisión, cable y telefonía celular dueña del equipo, en documentales y revistas.

El ambiente en el clubhouse era único, quizás más parecido a un equipo de las ligas invernales del Caribe. Al clan de dominicanos se le unieron los venezolanos Maicer Izturis y Henry Blanco, el mexicano-americano Sergio Santos y el cubano-americano J.P Arencibia. Una gran bandera dominicana era visible en el casillero de Bautista, mientras que otras banderas dominicanas más pequeñas podían divisarse en distintos sitios. El español era el idioma predominante y, claro está, la música caribeña era una constante en los altoparlantes de la instalación.

Desafortunadamente toda la expectativa y magia que rodeaba al equipo en 2013 no se transformó en victorias en el terreno de juego generando una gran frustración general al cabo de pocas semanas. José Reyes se lesionó a los pocos días de iniciada las acciones. Emilio Bonifacio, que según palabras del mismo Alex Anthopoulos era una de las piezas clave del cambio con los Marlins por su versatilidad y velocidad, nunca pudo rendir lo que se esperaba. Otras piezas sencillamente no engranaron ni destacaron.

Los resultados negativos también afectaron el ambiente en el camerino, la bandera dominicana desapareció del casillero de Bautista, quizás por alguna orden de MLB ya que honestamente nunca había visto banderas de ningún país en esos sitios. Se le bajó el volumen al merengue y bachata para darle paso a un silencio en donde todo el mundo exigía explicaciones.

Algunos periodistas de manera privada me comentaban que posiblemente el hecho de tener tantos dominicanos y latinoamericanos en general no era bueno. Cuando le pedía que se explicaran mejor moría la conversación. La emoción inicial se transformó en una tensión incomoda. Los Azulejos terminaron en 2013 con record de 74-88 en el último puesto en la División Este de la Liga Americana.

La gerencia hizo algunos cambios para el 2014, manteniendo la estructura básica, con la esperanza de lograr resultados positivos en el record. De nuevo existía una gran presencia de jugadores dominicanos, por segundo año consecutivo, pero ya no se hablaba de los Dominican Jays.

Lo más curioso de todo es que a pesar de bajarle el perfil al aspecto dominicano del equipo, el 27 de abril del 2014 ocurrió algo que nunca había pasado en la historia de las Grandes Ligas. Ese día, 6 de los peloteros de la alineación inicial habían nacido en República Dominicana: José Reyes en el campocorto, Melky Cabrera en el jardín izquierdo, José Bautista en el jardín central, Edwin Encarnación en la primera base, Juan Francisco como bateador designado y Moisés Sierra en el jardín derecho. En ese juego también participó Esmil Rogers como relevista.

Toronto venció a los Medias Rojas de Boston y al final del partido el grupo de jugadores dominicanos se tomaron una foto juntos para celebrar el momento histórico. José Bautista compartió en Instagram la tarjeta de la alineación firmada por cada uno de ellos. "Quizás lo mande al museo del béisbol en República Dominicana" dijo Bautista al grupo de periodistas que lo esperaron luego de finalizadas las acciones.

A pesar que la temporada del 2014 fue mucho mejor tampoco se logró el objetivo de meterse en la postemporada. Para el 2015 la presencia de dominicanos en el roster de los canadienses había bajado considerablemente con la salida de Melky, Reyes, Francisco, Sierra y Rogers.

Casi finalizada la temporada del 2015, ya asegurado el primer lugar en el Este de la Liga Americana, me acerqué a José Bautista para preguntarle si personalmente hubiera disfrutado aún más ese momento con los Dominican Jays y me dijo "sí, hubiese sido bonito".

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Las Grandes Ligas acaban de revertir la sanción que habían impuesto al segunda base de Los Dodgers de los Ángeles, Chase Utley, por su deslizamiento agresivo en que fracturó al campocorto de los Mets de Nueva York, Rubén Tejada, a finales de la pasada temporada.

La eliminación del castigo permitirá a Utley jugar desde el Día Inaugural, en una rectificación sabia por parte de MLB.

Es cierto es que el deslizamiento del jugador de los Dodgers fue abusivo, intencional y de mala fe, pero independientemente de eso, no fue, de acuerdo con las reglas existentes hasta el 2015, ilegal.

La sanción tendría lugar si un deslizamiento similar ocurriera a partir de este año, cuando las Grandes Ligas cambiaron las reglas de juego, pero es, de cierta manera, similar a aquellos peloteros que usaron esteroides para mejorar su rendimiento deportivo cuando aún no estaba penado por las autoridades beisboleras. Podría haber sido poco ético, pero ilegal no.

El castigo fue impuesto en medio del calor que generan las emociones de la postemporada, pero sobre ninguna base legal, así que al revertir la sanción, las Grandes Ligas hicieron lo correcto.

Pero, al mismo tiempo, MLB da muestras de una inconsistencia suprema cuando de imponer castigos se trata.

La liga ha sido siempre en extremo permisiva y ocasionalmente da palos a ciegas para tratar de crear precedentes que muchas veces caen en el plano de la ridiculez.

Un ejemplo claro es el tema de las sustancias prohibidas, con la risible escala de sanciones que no ha conseguido golpear en el punto exacto que más pueda dolerle a los infractores.

Sólo el dominicano Jenrry Mejía, tres veces positivo, ha sido suspendido de por vida y ahora alega una suerte de conspiración en su contra.

Pero los otros que han violado la política antiesteroides de las Grandes Ligas, incluido un reincidente como Manny Ramírez, se han reído del mundo sin mayores consecuencias.

Y ahora MLB acaba de decidirse a atacar los casos de violencia doméstica, pero con la misma inconsistencia con que ha enfrentado otros problemas extradeportivos.

Al cerrador de los Yankees de Nueva York, Aroldis Chapman, le han impuesto un castigo de 30 juegos en un caso en el que ni siquiera hubo reporte policial.

Las autoridades no encontraron ninguna evidencia para abrir un caso y sin embargo, las Grandes Ligas lo dejan un mes fuera de acción.

Pero al mismo tiempo, su compatriota Yasiel Puig es exonerado en otro caso, del que existe incluso un video como evidencia, aunque tampoco hubo acusación legal.

Y mientras las autoridades beisboleras deciden la suerte de Chapman y Puig, se muestran pusilánimes en torno a José Reyes, sobre quien sí pesa una acusación formal y un proceso judicial en Hawaii.

Entonces, ¿quién entiende a las Grandes Ligas? Difícil, ¿no? Pero al menos, en el caso de Utley, se anotaron una buena decisión.

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Ahora que el Comisionado Rob Manfred anunció la suspensión de Aroldis Chapman por 30 juegos, sin derecho a sueldo ni acumulación de días de servicios una vez se inicie la temporada, vale la pena contestar dos interrogantes que leo con mucha frecuencia en las redes sociales.

¿Cómo es posible que suspendieran a Chapman si no hay cargos legales en su contra por violencia doméstica?

La política sobre violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil recientemente negociada entre MLB y el Sindicato de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA, por sus siglas en inglés) permite al Comisionado suspender a peloteros que hayan violado la norma aun cuando no existan cargos legales en su contra y eso es sencillo de explicar.

En los juicios por violencia doméstica, la fiscalía tiene la carga de la prueba a la hora de demostrar el acto cuestionado. En muchas circunstancias, eso es imposible de hacerlo sin contar con el testimonio y colaboración de la víctima de la violencia doméstica (quien está en su derecho de no colaborar). El hecho que la fiscalía decida no presentar cargos debido a que no podría demostrar ante un jurado o juez la violencia doméstica no quiere decir que eso no haya ocurrido, solo que sería una perdida de dinero iniciar un proceso que sabe no puede ganar.

En el caso de Aroldis Chapman y a pesar de la existencia de un informe policial en donde se relatan incidentes violentos en contra de su pareja, la fiscalía decidió no presentar cargos debido a que nadie quería colaborar y prestar testimonios. Pero el informe policial existe y lo que dice es suficiente como para generar una suspensión tal como ocurrió.

No olvidemos que la NFL cometió el error de tener que esperar por una resolución judicial en los casos de violencia doméstica antes de suspender a un jugador, aun teniendo pruebas que podían demostrar su culpabilidad. Eso no solo molestó a los fanáticos sino también a importantes patrocinantes.

MLB y la MLBPA no querían irse por esa vía y por eso le dieron esa facultad o poder al Comisionado de actuar a pesar de no existir cargos legales. Claro está, Manfred no suspenderá a lo loco a todo pelotero por rumores o sin pruebas, pero si tiene mucha flexibilidad y campo de acción debido a que MLB es un ente privado no amarrado a las limitaciones que afectan a un fiscal a la hora de procesar un caso de violencia doméstica.

En fin, el informe policial del caso Chapman le dio las bases al Comisionado para suspender por 30 juegos al lanzador sin necesidad de esperar una decisión judicial o tan siquiera que existiera un proceso legal. A juicio de Manfred, los actos descritos en el informe policial eran suficientes como para activar una suspensión.

¿Cómo es eso qué Chapman no apelará?

Como sabemos este es el segundo caso que se decide usando la política sobre violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil. El primero fue el de José Reyes, en donde Manfred disfrazó una suspensión indefinida en un concepto de permiso administrativo que realmente no existe con esas características. Con Chapman, el Comisionado debía ser más específico en cuanto a la suspensión, si esa era la opción. El problema es que ya el cubano había amenazado con apelar cualquier sanción y eso abría la posibilidad que el proceso terminara en manos de un árbitro independiente que nadie sabe que podría decidir en la aplicación de una política tan nuevo y nunca utilizada.

Es por ello que, en estos últimos días, ocurrieron negociaciones entre MLB, la MLBPA y Chapman con el fin de encontrar un número de juegos de suspensión que no sería apelado y así inaugurar la política con una base algo sólida. Una vez el cubano y su agente entendieron que siempre sería sancionado entonces se llegó a los 30 días. La MLBPA emitió un comunicado respetando la decisión de Chapman de no apelar (jajaja, cómo si ellos tampoco negociaron eso).

Por eso la tardanza en el anuncio. Una decisión de ese calibre debe ser ejecutada estratégicamente y eso fue lo que hicieron las partes, sobre todo MLB y la MLBPA. Ya tenemos el primer precedente firme en los casos de violencia doméstica en MLB.

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El comisionado de MLB Rob Manfred anunció que José Reyes recibió básicamente un 'permiso' o 'licencia' con goce de sueldo hasta que su juicio por violencia doméstica sea resuelto.

Manfred alega que esa decisión está basada en los poderes que le da la cláusula III.C.2 de la política sobre violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil recientemente negociada con el Sindicato de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA, por sus siglas en inglés). El 'permiso' evita, de manera indefinida, que el dominicano participe en los campos de entrenamiento y en la temporada regular, ya que solo allí es cuando un jugador comienza a recibir el salario y acumular los días de servicio.

A mi juicio Manfred está equivocado aun cuando entiendo el fin del proceso. La política sobre violencia domestica no habla de ese tipo de permiso con goce de sueldo en la sección III.C.2. De hecho, el permiso con goce de sueldo está realmente consagrado en el la cláusula B.2 y dice lo siguiente:

"El Comisionado podría dar a un jugador acusado de violencia domestica, agresión sexual o abuso infantil un permiso remunerado de hasta 7 días mientras los alegatos sean investigados y se anuncia una decisión disciplinaria".

El punto II.C.2 agrega esto:

"El Comisionado podría disciplinar a un pelotero inmediatamente después del permiso remunerado, permitir que regrese a la acción y posponer cualquier sanción hasta que se decida su caso judicial o EN ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS PODRIA SUSPENDER AL JUGADOR CON PAGO DE SALARIO HASTA QUE SU CASO JUDICIAL SEA RESUELTO (en cuyo caso la SUSPENSION podría ser convertida a no pagada).

Viendo esto podemos concluir que en realidad José Reyes no tiene un permiso no remunerado, sino una suspensión con pago de salario hasta que se resuelva el juicio por violencia doméstica que se inicia el 4 de abril en Hawai, y que no podemos saber cuanto tiempo puede durar. Una vez concluido el proceso judicial, el Comisionado puede transformar la sanción de pagada a no pagada y, suponemos que se anunciará una cantidad de días específicos de castigo.

¿Por qué Manfred no dijo eso en el comunicado?

El punto que más preocupa a MLB es el impacto en el público y patrocinantes que puede tener una decisión sobre un caso de violencia doméstica que no sea lo suficientemente fuerte. Ya vimos lo que ha venido sucediendo en la NFL con casos parecidos, y MLB está haciendo lo posible por que eso no ocurra en su campo de juego.

Ahora bien, anunciar una suspensión indefinida tampoco es algo que le conviene a Manfred, incluso si consigue el apoyo de la MLBPA, por la simple razón que eso puede terminar en manos de un árbitro independiente, quien no dudará un segundo en decir que los castigos deben tener un límite máximo y la anularía.

Entonces, sacando un poder que realmente no lo tiene, el comisionado de MLB crea un proceso llamado 'permiso remunerado' que puede estar vigente hasta que el juicio por violencia domestica de Reyes concluya y allí anunciar la eliminación o continuación y definición de la suspensión.

¿Qué dice la MLBPA al respecto?

Si el comunicado de Manfred fue confuso el de la MLBPA también nos deja con muchas preguntas.

La AP transcribió el comunicado de la MLBPA de la siguiente manera:

''Estamos monitoreando de cerca el proceso en Hawai, al igual que las medidas del comisionado bajo el Reglamento sobre Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso Infantil. Si se imponen otras sanciones, o si la suspensión con paga del señor no se resuelve de forma puntual, la Asociación de Jugadores colaborará con el señor Reyes para que todos sus derechos bajo el reglamento sean salvaguardados''.

Fíjense que la MLBPA indica "si se imponen OTRAS sanciones" debido a que realmente no es un permiso, es una sanción. Termina diciendo que en algún momento hay que delimitar la sanción o que ejercerán todas las acciones correspondientes para defender los derechos de José Reyes.

No me extraña que la MLBPA haya apoyado a MLB en este paso inicial a pesar de no coincidir con la semántica. Al final, la MLBPA también saldrá perjudicada de una reacción negativa por parte de patrocinantes y público si se considera que simplemente está ignorando un caso grave de violencia doméstica.

¿Qué le espera a José Reyes?

Reyes podría declararse culpable en su juicio por violencia doméstica y cumplir la pena que le impongan o ir a juicio y esperar la sentencia correspondiente.

Si se declara culpable, el Comisionado de MLB debería anunciar en ese momento hasta que día está suspendido de toda actividad en las Grandes Ligas sin derecho a recibir salario y sin contabilizar días de servicio y la MLBPA considerará si es una sanción justa o injusta y ejercerá las acciones correspondiente. Si el dominicano decide ir a juicio entonces habría que esperar a la culminación del mismo para que Manfred se pronuncie y eso puede llevar un tiempo considerable.

De hecho, cabe la posibilidad que Reyes sea declarado culpable y decida apelar en cuyo caso no sabemos si MLB debe también esperar a que se resuelva en apelación para anunciar su decisión. Esto es un enredo que no tiene precedentes en MLB.

La violencia domestica es un acto deplorable y de gran cobardía, pero hay que tener en cuenta que MLB no está actuando como defensor de los derechos de la mujer en estos casos. Lo que quiere proteger MLB es su negocio y para ello está plenamente consiente que una sanción débil no funciona y una suspensión muy severa será eliminada por un árbitro independiente si la MLBA decide ejercer esa vía de apelación.

Manfred ahora juega con el significado de las palabras pero en algún momento tendrá que ser más claro con todos nosotros. En ese momento seguiremos analizando este caso.

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El lunes en la noche nos sorprendimos con la noticia de que José Reyes fue arrestado en Hawai por una supuesta agresión física a su esposa.

Como consecuencia de esto, el dominicano ahora podría ser el primer jugador suspendido por el comisionado de Grandes Ligas por un caso de violencia doméstica, de acuerdo con una política aprobada en agosto de este mismo año.

La política sobre Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso de Menores de Edad negociada entre MLB y el Sindicato de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA, por sus siglas en inglés), llenó un vacío importante que existía en las mayores en ese sentido.

Resultaba inaceptable que a un pelotero lo suspendieran por una cantidad importante de juegos por consumir anfetaminas, por poner un ejemplo, pero en caso de violencia doméstica las sanciones eran mínimas, cuando ocurrían.

Poco importa si MLB emitió esa política al ver el desastre que está ocurriendo en la NFL con casos de violencia doméstica mal manejados por su Comisionado y, como es lógico, una reacción pública negativa que ha afectado profundamente una de las imágenes corporativas más sólidas hasta hace poco. La clave es que ahora sí existe un proceso formal en MLB que debe seguirse tal como lo explicaremos a continuación.

• El comisionado de MLB, en caso de que existan alegatos de violencia doméstica, agresión sexual o abuso de menores, debe iniciar una investigación interna con el fin de imponer la sanción que considere adecuada. Si el incidente ocurre en plena temporada, el comisionado puede suspender provisionalmente al jugador por un máximo de 7 días mientras anuncia su decisión.

En el caso de José Reyes, Rob Manfred tiene más tiempo para recolectar las pruebas necesarias así que pudieran pasar semanas antes de escuchar su sentencia.

• La sanción no tiene un límite mínimo o máximo preestablecido, solo lo que el comisionado sienta es lo apropiado dependiendo de las circunstancias. Al mismo tiempo, no importa si el jugador es declarado inocente por un proceso judicial o si, tan siquiera, existe un juicio pendiente. Esto se debe a que, muchas veces, en los casos de violencia doméstica la víctima decide no colaborar con la fiscalía ya sea por miedo o por terminar en una situación peor. Entonces, esos casos legales terminan absolviendo a los agresores al no contar con el testimonio clave para poder demostrar el abuso.

Volviendo al caso de José Reyes, el comisionado tendría dos opciones. La primera es cerrar el caso al considerar que no existen pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad del campocorto. La segunda sería sancionar al dominicano al estar absolutamente seguro que sí ocurrió la violencia doméstica, independientemente de si existe un proceso judicial pendiente o si la víctima retiró o retirará los cargos. Toda suspensión sería sin pago de sueldo y sin acumular días de servicio.

• El jugador puede apelar la decisión del Comisionado ante un panel compuesto por un representante de MLB, uno de la MLBPA y un árbitro independiente nombrado por los primeros dos. El panel revisará el proceso, las pruebas y determinará si la sanción es adecuada. En caso que no lo considere así, uno asume que puede reducirla o hasta eliminarla tal como sucede normalmente en otros procesos que involucran árbitros independientes en MLB. Esa decisión del panel de apelación es definitiva e inapelable. Ese es el fin del proceso.

Es decir, si Rob Manfred decide suspender a José Reyes este podría apelar ante un panel de arbitraje quien tendrá la última palabra. Todo ese proceso pudiera llevar semanas o hasta meses.

Resumiendo, esta es la primera oportunidad en que se utiliza la política sobre Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso de Menores de Edad negociada entre MLB y la MLBPA. Todo es nuevo en términos de posibles sanciones y tiempo de duración.

No me extrañaría ver que MLB envíe un mensaje firme en contra de la violencia doméstica pero siempre respetando todos los pasos y la proporcionalidad de la pena para evitar una apelación exitosa. Ya veremos que pasa.

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El juego final de Troy Tulowitzki con los Rockies de Colorado no fue uno bueno. Luego que los Rockies se recuperaran de un déficit de tres carreras en la parte alta de la novena entrada en el Wrigley Field para tomar ventaja gracias al cuadrangular de Carlos González, Kris Bryant conectó jonrón por los Cachorros para dejar tendidos a los Rockies.

Esa ha sido la vida para los Rockies en años recientes: muchas derrotas. Los Rockies van en camino a terminar con su quinta temporada perdedora consecutiva, y en ninguna de ellas se han acercado a tener un record de .500, y finalmente decidieron lo que todo el mundo ya sabía: Que este equipo no iba para ninguna parte con Tulowitzki. Era hora de cambiarlo mientras estuviera saludable y razonablemente productivo, y admitir que es tiempo de comprometerse con un proyecto real de reconstrucción centrado alrededor de Nolan Arenado. De acuerdo con reportes, los Rockies cambiaron a Tulowitzki y al relevista veterano LaTroy Hawkins a los Azulejos de Toronto luego del partido del lunes por su compañero torpedero José Reyes, el lanzador novato Miguel Castro y otros dos jugadores de liga menor a ser nombrados más tarde.

Procedamos a hacer algunas preguntas sobre el acuerdo:

¿Los Azulejos no necesitaban pitcheo? ¿Por qué traer a Tulo en cambio?

Los Azulejos lideran las mayores en carreras anotadas, pero la defensiva de Reyes en el campocorto ha sido un gran problema toda la temporada, así que esto puede ser visto como una mejoría defensiva para ayudar a los lanzadores. Reyes es el segundo peor entre todos los torpederos de Grandes Ligas, con menos-8 carreras salvadas por la defensa, y ha cometido por lo menos dos errores en la parte final de partidos que le ha costado victorias a Toronto. El total de carreras salvadas por la defensa de Tulo está a la par con el promedio de la liga con cero.

El cambio también se proyecta como una ligera mejora ofensiva para los Azulejos, aunque los números ofensivos de Tulowitzki han bajado en relación con la temporada pasada, en la que tuvo el mejor OPS de su carrera, aunque solo fue en 91 partdos. Tulowitzki batea .300/.348/.471, aunque eso incluye un raro inicio de temporada, que incluye muy pocos boletos. Hasta el final de mayo, bateaba .284 con apenas cinco boletos y 38 ponches. Desde ese entonces, batea .313 con una mejor tasa de 19 boletos y 34 ponches.

Mientras tanto, Reyes batea .285/.322/.385. Las lesiones en sus piernas a lo largo de los años han ido minando su velocidad y su voluntad para correr. A los 32 años, el jugadores que llegó a ser líder de su liga en triples en cuatro ocasiones no ha podido conectar un solo batazo de triple mérito y apenas se ha robado 16 bases en 18 intentos. Dada su pobre defensiva y su mediocre porcentaje de embasamiento mientras juega como local en un estadio para bateadores, Reyes no ha sido tan valioso este año, con un WAR de apenas 0.7. En el resto de la temporada, el sistema ZiPS proyecta que Reyes tendrá un valor de apenas 0.9 en WAR mientras que el de Tulowitzki será de 1.7, aunque el sistema asume que Tulo jugará 49 partidos (ha estado saludable hasta ahora, ya que jugó en 87 de los 97 partidos de Colorado).

Así que esto se proyecta como una mejoría de una o dos victorias para los Azulejos.

¿Qué pasará con los contratos?

El gerente de Toronto Alex Anthopoulos había dicho que no estaba muy interesado en jugadores de alquiler, así que probablemente esa sea una de las razones por las que hizo este cambio. Reyes se ganará $22 millones este año y está firmado por el 2016 y 2017 por $22 millones anuales (además de una cláusula de salida del contrato por $4 millones para el 2018). Tulowitzki se ganará $20 millones esta temporada y $20 millones anuales hasta el 2019, $14 millones en el 2020 y tiene una opción del equipo por $15 millones en el 2021, cuando cumplirá 36 años. Asumir el acuerdo a largo plazo de Tulowitzki no es una gran preocupación, ya que solo él y Russell Martin están firmados más allá del 2016. Así que los Azulejos están cambiando poco más de dos temporadas de Reyes por cinco o seis temporadas de Tulowitzki (más los prospectos).

Sí Tulo se puede mantener saludable - una gran interrogante dado su historial - tiene la base de herramientas para cumplir con las expectativas de su contrato. Algunos se preocuparán por un declive de sus números al irse del Coors Field, pero se está mudando a otro gran estadio para bateadores, y tenemos que considerar el efecto Coors y como los buenos bateadores como Matt Holliday han lucido bien luego de irse de los Rockies.

¿Quién es Miguel Castro?

Castro, que es un derecho de 20 años con un gran brazo, sorpresivamente hizo el equipo en los entrenamientos primaverales como relevista, aunque a principios de mayo fue enviado a las menores, donde tuvo cinco aperturas, pasó un mes en la lista de lesionados, y ahora se encuentra lanzando saliendo del bullpen para Buffalo. Su recta promedió 96 mph en las mayores, pero en estos momentos él es un boleto de lotería, un chico joven con una buena recta, falta de comando, pero no mucho más.

En la transacción también fue cambiado el derecho Jeff Hoffman a Colorado. Fue candidato a ser el primer seleccionado en el sorteo del 2014, pero fue sometido a una cirugía Tommy John un mes antes del sorteo y eso provocó que cayera hasta el noveno turno. Logró recuperarse para lanzar 67.2 entradas en las menores con 68 hits, 17 boletos y 46 ponches.

¿Podrían los Rockies cambiar a Reyes?

Ese fue el consenso en Twitter al conocer la noticia, aunque los Rockies probablemente tendrían que quedarse con parte del contrato para cambiarlo por prospectos valiosos. Su alcance y su brazo son lo suficientemente inestables como para que yo no esté seguro de que haya un equipo contendiente interesado en él - incluyendo los Mets (quienes de todas formas no querrían ese gran contrato). ¿Quién más lo podría usar? Si no los Mets, quizás los Angelinos podrían considerarlo como bateador designado o intermedista. ¿Lo querrían los Yankees para la segunda base? Reyes jugó 43 partidos en dicha posición en el 2004, y no veo un equipo puntero que quiera pasar por un cambio de posición en medio de una contienda por el banderín. Los torpederos de los Mellizos batean .250 con un OBP de .282 y Danny Santana es el único torpedero como un DRS peor que el de Reyes, pero yo no veo a los Mellizos asumiendo el salario de Reyes. Los Padres se mantienen vivos a duras penas en la contienda por el comodín y necesitan un torpedero y su gerente A.J. Preller para tener cierta afinidad por los nombres grandes, así que Reyes podría ser de interés para él para el 2016 y 2017 al igual que una tímida corrida esta temporada por el comodín.

¿Cómo queda ahora la alineación de Toronto?

Será interesante ver como John Gibbons mueve sus fichas. ¿Moverá a Josh Donaldson al puesto de primer bate y colocará Tulowitzki o quizás Martin de segundo? Donaldson, Martin, Tulo, José Bautista y Edwin Encarnacion son todos derechos.

¿Acabaron sus compras los Azulejos o conseguirán otro lanzador?

Al estar Hoffman en este acuerdo, eso hace menos probable que salgan a buscar un abridor de primera línea. Pero considerando la aversión de Anthopoulos a los alquileres, quizás eso no vaya a suceder de todas maneras, a menos que sea Cole Hamels.

¿Quién gana en este cambio?

¡No lo sabemos! Pueden revisar el análisis del cambio en el excelente portal llamado Blue Jays Plus. Nuestro amigo Dan Szymborski dice que su sistema ZiPS proyecta el valor del contrato de Tulowitzki en más-$40 millones y el de Reyes en menos-$20 millones. Así que eso sugiere que los Rockies necesitarían recobrar $60 millones de valor en prospectos.

Buena suerte con eso.

¿Quién ganará el Este de la Americana?

Los Yankees siguen siendo los grandes favoritos. FanGraphs tenia a los Yankees con un 85 por ciento de probabilidades de llegar a la postemporada, y a los Azulejos con un 9 por ciento antes del cambio.

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DUNEDIN, Fla. -- Todavía él no puede comprender como fue superado en triples el año pasado por Dillon Gee y Hyun-Jin Ryu.

Y sigue encontrando gracioso que se robó tantas bases en toda la temporada pasada como las que se robó en una semana y media en el 2007.

"Ese no fui yo", dijo José Reyes el viernes, sobre el impostor que jugó en el campocorto la temporada pasada para los Azulejos de Toronto. "Esa era otra persona jugando ahí".

Pero él y los Azulejos no están sentados en esta primavera, esperando por un reporte del Buró de Ontario sobre Torpederos Desaparecidos. Ellos solo están felices que el José Reyes que ellos pensaron que habían conseguido en cambio hace 15 meses entró por la puerta de su campamento primaveral hace un par de semanas.

Está saludable. Está contento de estar saludable. Y él está específicamente contento de que la temporada 2013 es una a la que se pueda referir en el pasado. Así que este año, según prometió el viernes, "ellos van a ver al José Reyes real".

Y con eso, él quiere decir robarse bases como lo hizo alguna vez en Flushing: "No quiero ponerle un número a esto", dijo Reyes, antes de ponerle un número. "Pero menos de 40 no sería aceptable". (Para el record, él se robó apenas 15 almohadillas el año pasado.)

Y con esto, él quiere decir también conectar su primer triple al norte de la frontera, y quizás una docena de ellos: "Cada año que he estado saludable, siempre he bateado al menos 10", dijo Reyes, de forma incrédula. "¿Yo jugué 90 partidos el año pasado y no conecté ni un triple? Eso es difícil de creer".

No es broma. Pero eso es porque los Azulejos vieron por última vez al José Reyes real el 12 de abril, en el Juego 10 de la temporada que quedó en el pasado. Bateaba .395/.465/.526 en ese momento, con cinco robos en cinco intentos, y aparentaba estar en camino a Uno de Esos Años, -- hasta que quedó en el medio de la jugada que acabó con dos temporadas de un solo golpe:

A) La suya.

Y B) La de su equipo.

Fue en la sexta entrada de un partido en Kansas City. Reyes salió al robo de la intermedia, pero en medio del intento no pudo decidir rapidamente si deslizarse de cabeza o con los pies por delante, y viéndolo de lejos ahora, tomó la decisión incorrecta.

Se deslizó con los pies por delante, y su tobillo izquierdo quedó atrapado debajo de su cuerpo, y terminó con el pie gravemente lesionado. Excepto que el término "gravemente" ni siquiera lo describe correctamente.

"Cuando eso sucedió, lo primero que me vino a la mente fue que me iba a perder toda la temporada", dijo Reyes. "Cuando el preparador físico me preguntó, '¿Puedes mover tu tobillo?' yo le dije, 'Ni siquiera puedo SENTIR mi tobillo'. Yo no estaba llorando. Pero se me escapó una lágrima. Me dije, rayos, acabo de llegar a un equipo nuevo, con altas expectativas, y ahora, en el 10º juego de la temporada, ¿me lesiono y tendré que estar fuera por sabrá Dios cuánto tiempo? Rayos. Esto fue muy duro".

¿Duro? Devastador sería un término más acertado. Los Azulejos habían ganado apenas dos juegos en toda la temporada en ese momento. Y aunque se les permitió seguir jugando otros cinco meses y medio, su temporada de ensueño nunca volvería a ser la misma.

"Imagínense un auto que trata de arrancar sin un neumático", dijo R.A. Dickey, compañero de Reyes tanto en Nueva York como en Toronto. "Así fue que nos sucedió".

Bueno, confíen en nosotros, José Reyes no necesita reunirse con ningún representante de una compañía de baterías para saber que él fue llevado a Toronto para ser la chispa oficial del equipo. Pero incluso luego de impulsarse a si mismo para volver a finales de junio, eso resultó físicamente imposible.

"No pude jugar como yo puedo hacerlo", dijo Reyes. "No podía robarme bases como solía hacerlo por mi tobillo, no estaba al 100 por ciento. Ni siquiera cerca de ello. ... No me podía mover mucho en el campocorto, para los lados. Era duro correr las bases. Estaba un poco asustado. Era duro. Encontré la manera de jugar así, y lo hice más o menos bien. Pero no podia hacer algunas de las cosas que solía hacer en el pasado.

"Como te dije antes, ellos no pudieron ver al José Reyes real. Siempre trato de jugar de manera excitante el béisbol. Pero es más divertido para mí cuando puedo robar bases, cuando puedo ayudar a mi equipo con mi velocidad, conectar triples, aplaudiendo cuando llego a la antesala. Y no creo que ellos tuviesen la oportunidad el año pasado de verme jugar así".

Él bateó .296/.353/.427 con una pierna. Pero su porcentaje de extravases (7.2 por ciento) fue el segundo más bajo de su carrera en cualquier temporada en la que haya logrado al menos 300 apariciones en el plato. Se fue de 13-7 en intentos de robo de la intermedia luego de regresar de la lista de lesionados, por mucho la peor tasa de su carrera. Y sus números de alcance estuvieron muy por debajo de la media de la liga por primera vez.

Así que se fue a casa y se tomó un mes y medio para curarse, y entonces pasó el invierno haciendo ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de su tobillo. Luego de una lesión tan severa, "el tobillo nunca va a quedar igual", dijo Reyes. "Uno siempre va a sentir algo. Pero eso es algo con lo que tengo que lidiar".

Y este sería un año excelente para comenzar a lidiar con ello. Va a cumplir 31 años en junio. Se encuentra en su tercer año de un contrato de seis temporadas y $106 millones que él pensaba que pasaría bajo el intenso sol de Miami. Y es seguro decir que las primeras dos temporadas de ese acuerdo no han sido ni cerca de lo que él pensaba que serían.

Pero José Reyes dice que este se siente como que será su año. El año para que él se reestablezca como lo que siempre fue, una fuerza infecciosa y desconcertante. Y el año para que su equipo le recuerde a todos los expertos las razones por las que muchos de ellos escogieron a los Azulejos para ganar la División Este de la Liga Americana hace apenas un año.

"Este año, ellos nos seleccionaron para llegar últimos, y espero que sigan así", dijo riéndose. "Quizás este año terminen las cosas al revés. El año pasado, nos seleccionaron para llegar primeros y terminamos últimos. Quizás vamos a terminar en primer lugar. Así que, uno nunca sabe. Uno nunca sabe".

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TORONTO -- José Reyes ha sido siempre uno de los peloteros con una de las sonrisas más contagiosas en todo el béisbol de Grandes Ligas.

Y esa eterna sonrisa se iluminó aún más tras el mega-canje entre los Azulejos de Toronto y los Marlins de Miami que llevó al estelar campococorto dominicano y a Joe Johnson y Mark Buehrle a Toronto para iniciar la campaña 2013 junto a súper estrellas como José Bautista, Edwin Encarnación y el recién coronado Cy Young R.A. Dickey.

El equipo que había sido una decepción durante dos décadas aparentemente se había vestido de un solo tiro de contendiente en su intento de hacer lo que lograron los Rays de Tampa Bay en 2008, romper el monopolio Yankees-Medias Rojas en el Este de la Liga Americana.

Pero todos los sueños se quedaron en las nubes, y los Azulejos nunca estuvieron ni siquiera cerca de ser líderes divisionales. Al momento de redactar estas líneas, se ubican a 20 juegos del tope de la tabla ocupado por los Medias Rojas y completamente fuera de la postemporada, obligados a recoger los platos rotos y ver qué sucedió con una campaña que comenzó con tanta ambición.

"Es difícil porque llegamos al primer día de entrenamiento con una actitud súper buena ya que con el equipo que tenemos con mucho talento no pensábamos estar en el último lugar a estas alturas del juego", dijo Reyes a ESPNDeportes.com. "El motivo es que no hemos jugado en conjunto la mejor pelota posible y por eso estamos donde estamos y ya lo importante es terminar la temporada fuerte, y ver lo que viene el año que viene".

La campaña de Toronto se vio afectada no sólo por la falta de juego en conjunto como acotó Reyes, sino también por decepcionantes campañas para Johnson y Dickey, al igual que una serie de lesiones, entre ellas una severa torcedura de tobillo sufrida por el mismo dominicano, la cual lo hizo perderse la mitad de la temporada.

"La lesión fue dura y sumamente difícil pero puse mucho empeño y trabajo para venir al terreno de juego a seguir ayudando a mi equipo lo más que yo pueda porque este es mi primer año [con los Azulejos] y quería demostrar el jugador que soy", dijo Reyes, que tras su lesión el 12 de abril, estuvo fuera del campo de juego hasta finales de junio.

Desde los 16 años, Reyes creció en la cantera de los New York Mets de Nueva York, su primer equipo en Grandes Ligas, admirando a Derek Jeter, quien afirmó ha sido una de sus más grandes inspiraciones ya que el campocorto de los Yankees también regresó a jugar esta campaña tras recuperarse de una doble fractura en el tobillo, aunque su recuperación ha sido mucho menos exitosa.

Reyes destacó que durante los difíciles tres meses que estuvo fuera del campo de juego, una de las maneras en que pudo permanecer confiado y positivo durante el proceso de recuperación fue manteniéndose en contacto con todos sus fans a través de las redes sociales.

"Algunas personas no tienen idea de la vida personal de uno y a través de las fotos y los mensajes que uno pone la gente puede conocer un poquito más la personalidad de un jugador", dijo el campocorto de 30 años de edad.

El seudónimo que Reyes utiliza en Twitter es @LaMelaza_7, combinación del número que siempre ha vestido en sus 11 años en Grandes Ligas entre Mets, Marlins y Azulejos y el apodo por el cual ha sido conocido desde jovencito en la República Dominicana.

"Desde niño en Dominicana me decían 'La Melaza' los muchachos en la escuela porque siempre he estado conectado con tanta gente. Me dicen que soy dulce y llamo mucho la atención de las personas a las que les gusta estar alrededor de mí, y [el apodo] se me quedó desde niño".

"La Melaza" es también el nombre artístico utilizado por el dominicano, quien fuera de su exitosa carrera en el béisbol, hace unos años comenzó a colaborar con varios cantantes de música urbana, componiendo letras, e incluso siendo intérprete en varias canciones, como "Del envidioso me río", donde canta un estribillo completo que utiliza como música para salir al plato en Toronto.

"Antes no tenía clavo, ni dinero para un guante, pero yo me propuse que iba pa'lante...", dice la letra de la movida canción, la cual Reyes cantó para las cámaras de Camerino ESPN.

La canción está basada por completo en su carrera, donde de modestos comienzos en República Dominicana, Reyes ha llegado a convertirse en uno de los campocortos mejor pagados en la historia del béisbol.

"Todavía seguimos con la melaza por un tubo y siete llaves", dijo Reyes, asegurando que los Azulejos están determinados a terminar la campaña con la frente en alto.

Desde el 16 de agosto, el campocorto ha bateado para .300 con 25 hits, incluidos cuatro dobles, en una de sus mejores rachas de toda la temporada, y Toronto, ganando ocho de sus últimos 11 partidos, ha pasado de ser el hazmerreír de sus rivales a convertirse en el equipo que podría arruinarles la fiesta a Orioles, Yankees o Rays en su intento de clasificar a la postemporada.

¿El que ríe último, ríe mejor?

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