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El América: ¿Qué es verdad, qué es mentira?

Su momento, su campaña es impecable, pero también hay que tomar en cuenta que, por el simple hecho de ser el América, su estado (bueno o malo) se magnifica más que el de los demás. El América es un equipo “especial”, popular, polémico, influyente, querido, odiado y consentido por la empresa que es su dueña. A partir de todos estos elementos, muchas veces, es difícil identificar cuál es la realidad y cuál es la ficción. Hoy, parece el gran candidato a ser campeón, pero en el futbol mexicano las cosas cambian drásticamente de una jornada a otra. Lo que sí está claro es que en el futbol no hay “invencibles”…

CIUDAD DE MÉXICO.- La idea de que el América es invencible está por encima, incluso, del gran e inobjetable nivel futbolístico que el propio América ha alcanzado.

Hay una realidad, tajante e indiscutible. Nadie está jugando mejor que el América, nadie se defiende mejor, nadie ataca mejor y nadie tiene el espíritu de equipo que ha mostrado en sus últimas actuaciones. A partir de ahí, hay, insisto, un escenario pleno de convencimiento que es el gran candidato a levantar el trofeo de la Liga MX. Pero, también, está la otra parte. El impacto de un equipo que alcanza esa forma futbolística es mucho más trascendente cuando se trata del América, y por muchas razones. La primera, es que se trata de un club popular, para muchos y en muchas encuestas, el más popular del futbol mexicano. También, es un club polémico. Hay quienes encienden la televisión para verlo perder. Y otro punto: tiene una poderosa televisora atrás, con un gran influencia federativa (el América es visto como el “equipo de estado”) y con un aparato publicitario, digan lo que digan, a su servicio las 24 horas del día. El reto es identificar y separar qué es “real”, qué es “ficción” alrededor de este América.

Es innegable que en el campo de juego el equipo, jornada a jornada, se ve mejor y más sólido. Ha entendido la idea de juego de Fernando Ortiz y es un equipo ofensivo, ha marcado 24 goles en los últimos 8 juegos, incluyendo el histórico 7-0 sobre Cruz Azul, pero que no descuida su aparato defensivo. Es decir, este América no deja de ser un cuadro balanceado. Tiene futbolistas de renombre y experiencia como Guillermo Ochoa, Néstor Araujo, Renato Sánchez, Jonathan Rodríguez, Diego Valdés, Henry Martín y otros como Lara, Fidalgo y Luis Fuentes que atraviesan por un gran momento. Tiene banca, un aspecto fundamental en un torneo compactado que debe terminar en menos de dos meses y que incluye un gran ajetreo con las jornadas dobles. Y tiene una muy agradable revelación en el entrenador, un Fernando Ortiz que comenzó como un plan de emergencia, tomando al América en el último lugar de la tabla y que hoy lo tiene como una de las mejores versiones del América de los últimos tiempos.

Todo es realidad en este América, salvo que su campaña se magnifica más simple y sencillamente por ser el América y ello puede ser tanto una ventaja como, de pronto, una desventaja.

Estoy totalmente convencido de que no hay “invencibles” en el deporte y mucho menos en una liga tan cerrada, equilibrada, o irregular, como la de México; donde se juega bajo un sistema de competencia donde las condiciones cambian drásticamente de una semana a otra y donde se juegan dos y hasta tres torneos diferentes para ser campeón. El América apunta para ser el campeón y su momento, su campaña, se enaltece más por el simple hecho de ser América.

@Faitelson_ESPN