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El "todo o nada" del América...

David Faitelson ESPN

El extraordinario torneo y año que ha tenido y que, sin duda, le coloca como el equipo más regular del futbol mexicano, le sirve de poco o nada este miércoles cuando se escuche el silbatazo inicial de la Liguilla por el título del futbol mexicano. El América saldrá como “uno más” de los ocho que aspiran al campeonato, quizá en condiciones similares, pero con una obligación mediática, pasional y hasta moral que no se compara con nadie. El América, sus futbolistas y su entrenador saben que sin el trofeo, no hay nada. Ya perdieron uno hace algunas semanas, el de la Concacaf, y ahora están más que obligados. Es el “todo o nada” del América…

SAN DIEGO, CA.-Santiago Solari debe saberlo muy bien: los entrenadores del América no se miden por el tamaño de las hazañas de la temporada regular, se miden por la cantidad de trofeos que terminan llevando a las vitrinas del club.

Nadie, nadie sale más presionado que el América en esta Liguilla por el campeonato del futbol mexicano, pero no es algo nuevo o que no se conozca en la historia del club. Ganar las liguillas es una de las exigencias que se tiene como futbolista y como entrenador del América. Si no lo haces, simplemente, fracasas.

El América ha tenido un torneo regular extraordinario en una temporada que muchos expertos y muchos números confirman como una de las peores en la historia del fútbol mexicano. Ese tipo de campeonato ha dominado el América a placer. Ahora, en un nuevo escenario, tal y como lo entiende Solari, tendrá que jugar sin ningún margen para el error. Cualquier detalle, una circunstancia del juego, un error arbitral, una desatención defensiva, como pudo haberle ocurrido durante los últimos juegos del torneo, podría marcar el rumbo y transformar una temporada ganadora y triunfal, en una derrotista y fatídica. Esas son las reglas del juego, y en el América, insisto, lo saben muy bien.

Durante su torneo del liderato general, el América mostró ser un equipo siempre ordenado, empezando por la defensa y que luego hacía lo necesario, sólo eso, para ganar los partidos. El América era mejor que el rival y, sin embargo, no ejercía una supremacía espectacular, no avasallaba ni ejercía el profundo dominio que sus números anunciaban. Si algo debe preocuparle a los americanistas, es el temple y la sangre fría que ha tenido su equipo, que de alguna forma puede ser un factor a favor o en contra en esta Liguilla. Las liguillas, tradicionalmente, se juegan con “sangre caliente” en el futbol mexicano. Son jornadas a matar o morir, donde muchas veces gana el que más condiciones emocionales pone por delante.

El futbol, en la mayor parte de las ocasiones, pasa a segundo término. El América es un equipo frío, muy frío, jugando una Liguilla que hay que jugar bajo otro tipo de temperatura. Y para aumentar todavía más esta conclusión, la primera parada en este mini torneo por el título no es un partido cualquiera, es un clásico, lleno de antagonismo, lleno de pasión, de recuerdos y de historia. Ante Pumas, el América se juega más, mucho más, que el pase a una semifinales. La diferencia que hubo entre ambos equipos en la tabla durante el torneo puede desaparecer de golpe y porrazo. Es evidente que uno hizo un torneo de altos niveles, en los primeros lugares, y que el otro se escondió en la mediocridad y en la pobreza. Eso podría desaparecer este miércoles en el Estadio Olímpico y el sábado en la cancha del Estadio Azteca.

Por increíble que parezca, el América tiene que ser todavía mejor de lo que fue en 17 fechas para poder ganar esta Liguilla. Los rivales, empezando justamente por Pumas, estarán listos y dispuestos para tratar de detenerles a como dé lugar. Y aunque es una realidad que hay otros clubes que también parecen bajo la presión de llevarse el trofeo, como el caso de los equipos norteños de gran inversión económica como Tigres y Rayados, o quizá el de clubes siempre competitivos como León y Santos; lo del América se mide a partir de otras condiciones mediáticas y emocionales. La dimensión de un fracaso no se compara con la de ningún otro club del futbol de México.

El América parte de cero este miércoles en el Pedregal. Nada de lo que hizo importa y sólo será juzgado y medido a partir de lo que haga o deje de hacer en esta Liguilla. El América, ante la gloria o el fracaso, ante un “todo o nada” al que lo inclina su historia y abolengo…

@Faitelson_ESPN