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El coleccionista de anillos

David Faitelson ESPN

Tom Brady se ha ido de los campos de juego y ha dejado un legado imperturbable de su trayectoria. Es un símbolo de grandeza, de triunfo, de disciplina, de liderazgo y de personalidad. Parecía existir en mí una renuencia a colocarle como uno de los grandes deportistas de todos los tiempos. La razón: la poca universalidad del deporte que ha practicado. La realidad es que me equivoqué, fui injusto. Aquí no se trata de juzgar y de valorar al futbol americano o a la NFL. Se trata de apreciar a un ganador absoluto, a un personaje que fue capaz de mantenerse como el mejor en una posición y llevarlo a un grado superlativo de gloria. Damas y caballeros, Tom Brady se ha ido y ha dejado un legado para la perpetuidad de la NFL, del deporte y de la humanidad misma…

SAN DIEGO, California.- Mi primera reacción, como si estuviera protegiendo el “Santo Grial” del deporte, ha sido descalificarlo, porque la disciplina que él ha practicado brillantemente en los últimos 22 años no tiene el relieve universal que se requiere. Vamos: como no pude, como no encontré forma de desacreditar a Tom Brady, fui a denigrar el deporte en el que ha destacado.

La realidad es que ninguna lista de los aletas más consagrados de nuestra época, y de todas las épocas, puede excluir la presencia de este maravilloso quarterback. Y es que, al final del día, para terminar con mis suspicacias y temores sobre el carácter universal del futbol que sólo se juega en los Estados Unidos, diré que hay muy pocos atletas que terminan siendo aun más relevantes que el propio deporte que juegan. Tom Brady lo ha sido.

Sus actuaciones sobre el césped, su capacidad para ganar partidos y campeonatos, y su gran personalidad lo deben situar en un escalafón privilegiado, como uno de los 5, 7 o 10 más grandes atletas de la historia del deporte. No hay que dudar de ello. Para empezar, juega en una liga donde su posición es la mas requerida, o la más influyente en el desenlace del juego. Tiene que pensar mucho, ejecutar en poco tiempo, mientras dos, tres y cuatro tipos de más de 130 kilos se le vienen encima a una velocidad endemoniada. Y ahí debe reaccionar, tener la visión y la capacidad mental de poner el balón en el sitio y en las manos correctas.

Aparecer en diez Super Bowls, ganar siete de ellos y poseer algunas de las marcas más codiciadas en la posición, son, obviamente, el distintivo de su trayectoria. Perro hay algo más importante en su legado. En más de dos décadas, ha podido sostenerse siempre en un nivel superlativo. La mejor muestra de ello es que, en su temporada de retiro, con 44 años de edad, practicando un deporte de alto contacto, tiene números que impresionan y que son capaces de llevarlo a competir por el cuarto trofeo al jugador más valioso.

Ejemplo de disciplina, trabajo y dedicación. Tuvo poco espacio para la polémica. Quizá aquel episodio del 2016 de los llamados “balones desinflados”, donde el juraba y perjuraba su inocencia. Al final, tuvo que aceptar una suspensión de cuatro juegos por el llamado “Deflategate”. Nada que fuese capaz de lastimar su legado.

Tom Brady se va, y al que debemos juzgar para incluir entre los grades deportistas de la historia es a él, y no a su deporte. Yo creo que Brady se ganó un sitio en la inmortalidad, junto a nombres como el de Pelé, Ali, Maradona, Jordan, Bolt y otros más. Algún día, le contaremos a nuestros nietos o bisnietos qué tan afortunados fuimos en haber visto jugar a Tom Brady.

@Faitelson_ESPN