Suele ser la voluntad de una sola persona. Cuando él se cansa, cuando se le frunce el ceño frente a la televisión, no hay más remedio. Baja el pulgar y a lo que sigue… El América sigue inmerso en una muy mala racha de resultados y de funcionamiento. Lo irónico del asunto es que a Solari le da hoy vida lo que le mataba en los últimos dos torneos. El blandengue sistema de competencia de la Liga MX permite este tipo de rachas, y aún peores, sin que la consecuencia sea alejarse de la liguilla o de la competencia por el título. Pero todo tiene un límite y la historia americanista muestra y demuestra que, una vez que se llena, el vaso se derrama abruptamente…
SAN DIEGO, California.- Santiago Solari reparte culpas a diestra y siniestra mientras el tiempo se la agota de forma dramática en el banquillo de unos de los equipos de mayor obligación y necesidad del futbol mexicano. Para mí es evidente: si no le gana el domingo a Pachuca en el Estadio Azteca, dejará de ser el entrenador del América.
“Estamos fallando todos”, dijo el dirigente argentino el miércoles por la noche tras caer ante el Mazatlán por dos goles a uno.
El América no está mal, está muy mal, después de haber mostrado enjundia y entrega para ganar el sábado en la siempre complicada cancha de Torreón, volvió a las andadas a media semana con una derrota y una actuación desastrosa en Mazatlán. Solari nos recuerda una y otra vez que vive del “crédito” del año pasado, donde en dos torneos coleccionó más puntos que nadie. “Fuimos al mejor equipo del primero de enero al 31 de diciembre. Hoy, estamos afrontando un mal inicio”. Pero aquellos dos torneos, donde el América mostró, en efecto, una gran eficacia que resultó inútil para las verdaderas aspiraciones y necesidades de este club.
Entra otras cosas, el América ha dejado de defender con la propiedad en la que lo hizo en los últimos dos campeonatos. El miércoles por la noche, en el Kraken, su defensa central permitía los peligrosos ingresos de los delanteros contrarios. Entre el veterano Bruno Valdés, el joven Jordan Silva y el recientemente incorporado Jorge Meré, mostraron un desorden terrible que dio paso a uno de los peores 45 minutos de la era Solari. No sólo eso, hacia el frente, el equipo era incapaz de armar una jugada. Mejoró, es verdad, en la segunda parte, más con el ímpetu y las concesiones del rival que, no olvidemos, se trataba del Mazatlán, uno de los equipos señalados a ocupar los últimos puestos de la tabla general.
El tiempo se esta agotando para Santiago Solari. Este club no puede permitirse un inicio tan lleno de malos resultados como de un inoperante funcionamiento. Irónicamente, al entrenador argentino le ayuda esta vez, como no lo hizo en los dos últimos campeonatos, el sistema de competencia del futbol mexicano, donde puede meterse en la peor de las rachas y aún seguir siendo candidato a la liguilla y al título. Lo que le perjudicó en el 2021, le ayuda en este certamen.
El América y Solari viven momentos delicados. La paciencia en el América se podría estar terminando, después de todo, depende, casi siempre de la voluntad de una sola persona, cuando él se cansa y frunce el ceño ante la televisión, se acabó, no hay más remedio. Baja pulgar y a lo que sigue…
@Faitelson_ESPN