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La intención: Salvar la Liga MX con siete jornadas en 24 días

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Paco Palencia le entregaría el título al Cruz Azul si no se reanuadara la Liga Mx (2:16)

'El Gatillero' señala que 'La Máquina' podría tener tres títulos más si no hubiera liguilla. (2:16)

LOS ANGELES -- Un campeón sin asterisco o sin virus de remordimiento.

Eso buscan las diversas ligas de diversos deportes alrededor del mundo para cuando puedan levantar ese toque de queda en los coliseos.

La NBA podría ser el ejemplo. Planea regresar en mayo y en junio poner a sus 16 mejores equipos en Playoffs. La Premier League tiene una idea similar o simplemente ya trepar al Liverpool al trono con esa abismal ventaja de la que goza.

La Liga MX, en pañales siempre, sólo piensa en regresar a la cancha y abrir estadios y perder la menor cantidad de tiempo cautivo (dólares, pues) de su afición ante el televisor.

No le preocupan los estadios sino sus televisoras y sus ratings, especialmente cuando, desde el inicio del año, los patrocinadores se coalicionaron para exigir más equipos, más tiempo, más espectáculo, más, pues, por su dinero, por sus millones de dólares.

Ante la incertidumbre absoluta sobre cuándo podrá regresar la Liga MX, temerosa la FMF de que sea hasta mayo, en la mesa le han entregado algunos clubes varias propuestas a las que, impávida, catatónica, no ha reaccionado.

Según versiones de gente cercana a la FMF, hay clubes que proponen jugar siete jornadas en 24 días e irse de inmediato a la Liguilla, aplazando por tiempo indefinido la Final de la Copa MX y postergando los compromisos de la Concachampions y los amistosos de la selección mexicana.

Hay otros que proponen terminar las 17 fechas del torneo, sin Liguilla, y proclamar campeón al líder general para retomar con orden el calendario del resto de los eventos, priorizando a la selección mexicana de cara a los amistosos y mantener intocable la segunda mitad del año.

La única ventaja que permitirá reordenar y flexibilizar los torneos a nivel mundial es saber que la Copa del Mundo de Catar se juega en noviembre y diciembre de 2022 y esto permitiría seis meses de tolerancia para recalendarizar competencias.

Todas estas sugerencias proceden, obviamente, de directivos, como se acostumbra en el futbol mexicano, sin hacer escala en los razonamientos de entrenadores y capitanes de equipos, más acertados en aspectos de cancha.

Sin embargo, ya se sabe, los directivos deciden sobre el futbol con la visionaria y egoísta maña de satisfacer sus intereses por encima del futbol y sus futbolistas.

La primera de las ponencias que cuadra todos los intereses y planes de los directivos permite que se jueguen todos los partidos, se dispute la Liguilla, pero, sin tomar en cuenta el intenso ajetreo de viajes y de carga a los jugadores.

Especialmente, porque los jugadores regresarían a las canchas con menos ritmo futbolístico que el que tenían en el momento de la tregua por el coronavirus y tomará tiempo a los técnicos recuperar el balance en la cancha, más allá de que físicamente puedan estar a tono por el trabajo individualizado que se les asignó para sus hogares.

No estar en competencia, más allá de los entrenamientos, afecta el ritmo futbolístico, especialmente en equipos que estaban lejos de alcanzar un rendimiento consistente en el torneo.

La segunda opción hace poca gracia a equipos que pululan a mitad de la tabla, lejos de alcanzar a aspirantes a tener un cierre ciclónico, vertiginoso en las últimas fechas del torneo, aunque, aparecería como favorito Cruz Azul.

Lo que está prácticamente descartado es declarar al líder actual, Cruz Azul en este caso, como campeón.

El torneo no parará, porque hay millones de dólares de por medio.

Insisto, la FMF, por presión de patrocinadores, escuchará las fórmulas que le presenten para reavivar el campeonato, porque, incluso hay temor de que reabriendo los estadios, el público se sienta escéptico a regresar de inmediato.

La Yunta de Dueños, como le llamó Sven-Goran Eriksson, ha sido aplazada, pero contemplan consolidarla mediante videoconferencia, porque hay diversos sectores, en especial los involucrados con los financieros, que piden una rápida reacción a la FMF.