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América sobrevive a histeria de Solari, pero ya son seis sin ganar

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Faitelson cree que hay jugadores que siguen sin tener los fundamentos para jugar en el América (1:38)

Nuestro experto considera que la postura de las 'Águilas' fue la de un equipo que no buscó la victoria después de la expulsión de Roger Martínez. (1:38)

LOS ÁNGELES -- América llega a seis partidos sin ganar, cinco dentro de la Liga y uno en Concachampions. Y en esos seis juegos ha marcado sólo tres goles. En esa racha calamitosa, este viernes por la noche, ante Puebla, pierde además a un histérico Santiago Solari y a un bobalicón Roger Martínez, ambos expulsados.

Puebla 1-1 América. A las Águilas las rescata el gol de Salvador Reyes a los diez segundos. Y al amparo de esa anotación, El Nido se cobijó el resto del encuentro.

Los jugadores de Puebla, tiesos, distraídos, embobados, permitieron que un balonazo inocuo desde el fondo, por parte de Silva, botara, rebotara, y llegara franco al ingreso de Reyes, quien remata con la espinilla, de manera chueca, bofa, pero colocadísima para vencer a Antony Silva, quien ni siquiera hace por el balón.

Ese 0-1, a los 10 segundos, el gol más vertiginoso en la historia del América, respaldó además la misma tónica de juego que organiza Solari. Es decir, a jugar feo, soso, de mucha marca, pero cumpliendo –eso sí--, al dedillo, las indicaciones de esa obsesión por afear el futbol.

Y Puebla empezó a sufrir. Porque a pesar de sus intentos, encontraba a un América que mordía, que presionaba y que dificultaba cualquier opción, ya fuera con rompimientos o con elaboraciones desde el fondo.

Sin embargo, Roger Martínez, desaparecido en el ataque, al tratar de recuperar balones, se lleva una tarjeta amarilla por falta sobre George Corral, que desencadenó una furibunda e histérica irrupción de Santiago Solari en la cancha, increpando al árbitro de manera altisonante.

Óscar Mejía no estaba para aguantar manoteos y gritos en tono casi de andropausia por parte de Solari, y le recetó la tarjeta roja de inmediato, lo que llevó –ya embalado--, al Indiecito a adornar con algunos epítetos su rabieta sobre el juez central.

Y apenas minutos después de esa amarilla, Roger Martínez cargó con la segunda, dejando al América con diez hombres, y expuesto a la responsiva intensa de los poblanos que les genera el gol del empate por conducto de Maxi Araujo, cuando el uruguayo fusila a Guillermo Ochoa desde la izquierda, con balazo a segundo poste.

El receso envía la incertidumbre y el suspenso con el 1-1 a cuestas a enfriar cabezas, y replantear el juego, trastocado y trastornado ya por la estulticia de Roger, y por el desenfreno hormonal de Santiago Solari.

Sin embargo, con un hombre menos, el América se mantuvo compacto, sólido, y los problemas que eventualmente generaba, terminaban en los lances afortunados de Ochoa o en los postes.

Confirma esto, la capacidad estricta del trabajo de Santiago Solari en la semana, al sobrevivir, con el tiempo agregado, casi 60 minutos con un hombre menos ante un equipo metódico en su futbol ofensivo, como el Puebla.

No obstante esa desventaja numérica, en el desenlace del juego, Salvador Reyes tiene incluso al minuto 90 el gol de la victoria para El Nido, pero en su desesperación envía el balón fuera del estadio, hasta la Calzada Ignacio Zaragoza.

Las Águilas esperarán la dureza o los cachondeos de la Comisión Disciplinaria, para saber cuántos juegos carga Santiago Solari. Por lo pronto, de acuerdo al calendario oficial de la Liga Mx, El Nido regresa a la acción ante el Atlas, pero hasta el 22 de enero. Su juego ante Mazatlán, de la Fecha 2, se aplazó para el 16 de febrero.

Por lo pronto, la aritmética no miente: seis partidos sin ganar, cinco de ellos de Liga, y con sólo tres goles marcados, son muchos para el que se ostenta como #ElMásGrande, y al amparo del #ÓdiameMás.