La pelea fue transmitida por ESPN KNOCK OUT desde el Auditorio Municipal de Tijuana, México. Y tras la campanada final, solamente hubo una nota discordante cuando un jurado votó empate.
Es que para la tarjeta de Salvador “Chava” Rodríguez, junto a los relatos y comentarios de Renato y Andrés Bermúdez, las diferencias eran tan amplias que no podían ni ponerse en la más mínima duda (y nosotros, frente al televisor, pensamos lo mismo).
“La verdad es que no pude menos que reírme cuando escuché el empate, pero no habia manera de discutir mi victoria”, nos dice Yésica Bopp desde Inglewood, California, en donde está radicada. “Fue solamente un instante, porque por suerte, después las otras dos tarjetas pudieron las cosas en su lugar. Claro que me hizo ruido, no te olvides que me robaron en mi última pelea, porque eso sí que fue un robo”.
Bopp alude al increíble resultado del 11 de marzo de 2022, cuando la mexicana Yésica Neri Plata no solamente la venció por puntos en Panamá, sino que además, le arrebató la corona de super campeona WBA en mosca junior. Terminó así un reinado de 13 años –sí, trece años, leyó bien- y 24 defensas exitosas.
Si aquella noche fue un robo, la Tuti no se entregó, aunque muchas cosas sucedieron luego. Su esposo, Alejandro “El Cuervo” Silva, se fue a vivir a los Estados Unidos con el técnico de ambos, Juan Ledesma, hace más de un año. “La pasamos muy duro, porque estábamos los dos solos, veces compartiendo el cuarto con un montón de boxeadores, pero nunca perdimos la fe”, afirma Silva.
En diciembre pasado, la Bopp también voló a los Estados Unidos junto a la hija de ambos, Ariadna (8). Hoy, viviendo en Inglewood, la pareja está feliz. “La estábamos necesitando y extrañando y el boxeo también”, afirma Silva. “Volvió con todo, renovada, agresiva y dando gran espectáculo”. Silva tiene una marca de 20-0-1, 15 KO, es campeón argentino super welter y en su última presentación noqueó en el primero a Issah Samir que venía con 19-1-0, en el Sony Hall de Nueva York, situado en el hotel Paramount en la zona de los teatros de Manhattan.
“Acá estuve entrenando muy fuerte, como de costumbre, y firmé contrato con Marv Nation Promotions por cuatro peleas, así que pude regresar… Ahora, ¡Que se preparen porque vuelvo con todo!”, afirma La Tuti sonriendo. La empresa, dirigida por Marvin Rodríguez, ha firmado ya a los dos hijos de Fernando “El Feroz” Vargas, Fernando Vargas Jr y Amado “El Malvado”, y tiene sólidos contactos con el boxeo mexicano.
A los 39, Bopp –nacida en Wilde, Buenos Aires, el 11 de abril de 1984-, suma 38 peleas ganadas con 17 antes del límite y 3 derrotas. Ante Graciela Cortés (4-6-2) se lució lanzando derechas como bombazos. “Me dolían los nudillos de tanto pegarle. Fue una rival muy digna y aunque hizo lo que pudo, la dominé todo el tiempo, porque quería mostrarme de la mejor manera. No solamente porque gracias a ESPN KNOCK OUT pude mostrarme para Latinoamérica, especialmente para mi querida Argentina, sino porque era mi regreso. Y necesitaba demostrar que estoy mejor que nunca, así que habrá que prepararse, porque con mis antecedentes, de tantas defensas exitosas y de tanto reinado, van a tener que ubicarme muy bien en los rankings, quiero pelear lo antes posible. Como hablamos con Juan (Ledesma) queremos los mejores desafíos”.
No olvidemos a Evelin “La Princesita” Bermúdez, (19-1-1, 6 KO) la rosarina que hizo una gran pelea –victoria incluida- sobre Kim Clavel en Quebec, Canadá, reteniendo sus coronas mosca junior IBF y WBO. A su vez Yésica Nery Plata, titular WBA y WBC, suma 29 (3)-2-0.
“Yo estoy lista para quien sea” afirma Bopp. “Me siento bien, ultra motivada porque estuve feliz de poder subir al ring y porque, además, demostré que no solamente a cualquiera le cuesta mucho pegarme, sino que también cuando pego, llego con claridad”.
El matrimonio entrena en el Forjfitness, un gimnasio de primer nivel, en donde Juan Ledesma –un hombre de gran trayectoria como entrenador en Argentina y en el exterior- también es secundado por Daniel “Speedy” González.
Cuentan los que saben que tuvo una sesión de sparring con Yokasta Valle, la reina WBO y IBF de las 105 libras, y que no se intercambiaron consejos, justamente. “Fue un cruce fuerte y, claro, confieso que le pegué bastante, aunque no fue mi intención; pero acá hay que marcar el ring, aunque sea un guanteo. De hecho, la ayudé porque hasta me habían prometido pelear en Costa Rica, pero parece que después del entrenamiento no se acordaron mucho del tema. Bueno, yo estoy disponible, que vengan las que quieran que a los 39 tengo mucha cuerda todavía, a ver si se animan, chicas, Ja!” Se siente feliz porque además, varias boxeadoras argentinas, como Celeste Alaniz o Leonela Yúdica, a pesar de malos fallos, se hacen notar y se abre una nueva puerta. “Ojalá que le den la revancha a Alaniz, así siguen sumándose argentinas a estas categorías, nos viene bien a todas y por supuesto, al boxeo argentino”.
Su esposo, el Cuervo Silva, tiene ya una fecha para pelear el 4 de noviembre en Long Beach. Y coincide en que los entrenamientos también son toda una experiencia. “Aquí te tocan tipos que a lo mejor ni sabes quienes son, pero que en el ring te dan con todo, por eso hay que estar siempre totalmente preparados y algo de eso también pasó con la Tuti. Acá no es nada fácil, aunque muchos crean eso. De hecho, está con nosotros, Érica “La Pantera” Farías, que también espera su oportunidad y le dicemos que hay que tener mucha paciencia siempre en esos casos”. Farías, con una marca de 27-7-0 con 10 KO fue doble campeona WBC en las divisiones ligero y super ligero y está buscando relanzar su carrera en los Estados Unidos.
Alguna vez este periodista la apodó “La novia del boxeo”. Su sonrisa abre todas las puertas y la frescura de su boxeo la convirtieron en una de las grandes favoritas de los aficionados de la Argentina, incluyendo sus presentaciones en el legendario Luna Park.
Hoy, esta mujer que es sicóloga social, que también sabe asesorar a su propio marido y que tiene bien en claro lo que es el boxeo no solamente arriba del ring, sino como docente y hasta manager, está de regreso al mundo que más le gusta. Ese mundo con piso de lona y paredes de sogas, bajo las luces que le permiten brillar como lo hizo siempre.
Feliz, radiante, ganadora, llena de deseos, La Novia del Boxeo ha vuelto.
Y seguramente, está para quedarse. Sólo ella es capaz de ponerle límites a sus sueños.