David Benavidez le ganó a Demetrius Andrade en un gran choque televisado por ESPN KNOCK OUT y demostró que está en un gran momento para enfrentar a Saúl Álvarez.
Cuando todo hubo terminado, o casi todo, David Benavidez se bajó del ring del Mandalay de Las Vegas para abrazar a Mike Tyson, el mismo que lo rebautizó como “El Monstruo mexicano”. Fue todo un símbolo, porque el flamante ganador también sufrió de las suyas para llegar a este momento y ser considerado una auténtica amenaza para enfrentarse a Canelo Álvarez.
Los que llegamos a pensar que Demetrius Andrade iba a ser un rival complicado para el actual campeón Interino CMB de los super medianos, nos equivocamos totalmente. Andrade, que resignó un invicto de 32 peleas ganadas con 19 fuera de combate, fue parte de ese error de apreciación de muchos.
Es que saliéndose de su libreto habitual –un boxeo conservador, tiempista, de grandes desplazamientos-, “Boo Boo” se le plantó al “Bandera Roja”. No fue a pelearlo cara a cara, pero sí hizo lo suficiente como para meter sus contragolpes, arriesgándose a recibir las manos de su rival, que ahora suma 24 victorias categóricas en 28 triunfos.
No duró demasiado el esquema. Físicamente mayor, Benavidez hizo un gran despliegue ante un hombre que viene de un kilaje menor y, por ende, de otra estructura física. Si se podían contar pocos nombres de gran prestigio en la campaña del boxeador dirigido por Sampson Lewkowicz, lo cierto del caso es que hizo algo más que dar la talla frente a Demetrius. No solamente lo tuvo por el suelo, sino que terminó obligando a la esquina a retirar a su boxeador, porque era evidente el castigo que venía recibiendo. Fue paliza, sin dudas.
Y nada que reprocharle a Andrade, aunque se pueda decir que se la jugó prematuramente, porque visto el resultado, era de suponer que todo iba a ser, tal cual como fue, una cuestión de tiempo. Hace rato que el mundo del boxeo viene pidiendo por una pelea de Benavidez con Saúl Álvarez. Lo suficiente como para que ahora, luego de la noche del Mandalay, la pelea deba ser una realidad.
Se sabe que al Canelo no le gusta que lo acusen de elegir rivales accesibles y todo indica que debería tomar el riesgo. De hecho, fue el propio público que, en el reportaje sobre el ring, respondió a la pregunta de Benavidez sobre si debía pelear o no con Álvarez y la gritería –prácticamente unánime- le dio el sí.
¿No se trata, acaso de una posible gran pelea, con un Benavidez agrandado anímicamente, que se dio el lujo de demoler a Andrade? No son pocos los que sueñan con una fecha en mayo próximo, en donde “El Monstruo mexicano” le daría un toque muy especial a la pelea, tratándose justamente de una fiesta patria de ese país.
Sea como sea, todo está dado para que el Canelo recoja el guante y que Benavídez pueda tener su alternativa. El mundo del boxeo pide por esa pelea y desde el sábado pasado, se puede decir que ha llegado el gran momento.
Fue también una gran transmisión de ESPN KNOCK OUT, con los relatos de Renato Bermúdez, los comentarios de Salvador Chava Rodríguez y Mariale Espinoza más la tarjeta del Juez de Hierro, Fernando Barbosa, quien tuvo una gran noche de festejo de cumpleaños: analizado una excelente cartelera.