Antes de la pelea, la gente del boxeo y los aficionados dividieron opiniones. No era para menos, porque era el clásico y eterno choque entre la Juventud y la Experiencia. El ascendente Brian Agustín Arregui frente al experimentado excampeón mundial interino Diego “La Joya” Cháves. Los 37 años de Cháves frente a los 24 de Arregui, quien venía de perder por nocaut ante Jonathan Ruiz el 16 de diciembre pasado en Margarita, Santa Fe.
A su vez, “La Joya” había ganado en su última presentación, el 15 de diciembre, en el estadio Luna Park, imponiéndose por KOT en tres rounds a Matías Raimundo Díaz, regresando así al ring luego de casi un año de inactividad.
“Peleas son peleas”, suele decirse; pero también los hechos terminaron demostrando que haberlo puesto a Arregui ante Cháves, no fue la mejor elección para un boxeador que regresaba tras un nocaut en contra.
Es que Cháves por algo tiene un empate con Tim Bradley y derrotas ante Brandon Ríos (por descalificación, la pelea estaba a favor del argentino) y Keith Thurman, quien lo noqueó arrebatándole el campeonato mundial interino welter de la Asociación.
Lo cierto es que Arregui logró meter buenos golpes en el round de apertura, tanto que Cháves pareció conmocionado, pero luego vino un cabezazo de Arregui y las acciones debieron ser detenidas por el árbitro Zaragoza. Tardó en reponerse La Joya –un respiro que lo ayudó, seguramente, a reordenar las ideas- , Zaragoza le descontó un punto al entrerriano y de ahí en más, la pelea se fue encarrilando al ritmo de Cháves.
Arregui –que ahora suma 11 peleas ganadas, 7 por nocaut y 3 derrotas- no logró quebrar la cadencia de Cháves –que ahora suma 30 victorias con 24 KO, 9 derrotas y un empate- quien a fuerza de jabs lo mantuvo lejos al rival. Cuando caían en la media distancia, el ex campeón mundial se abrazaba al rival, le echaba el cuerpo encima y obligaba a la separación.
Voluntariosamente, Arregui –quien tuvo una prematura hemorragia nasal que seguramente le restó oxígeno, y luego una gran inflamación en el pómulo izquierdo-, siguió buscando pero mecánicamente, sin mayores variantes. Una ventaja que no se le puede dar a La Joya, quien siempre tiraba más golpes como para separarse en las tarjetas.
La pelea, que transmitimos junto con los relatos de Andrés Bermúdez y los comentarios de Mariale Espinoza, se fue inclinando para Cháves. No había variantes en el trabajo de Arregui y, para colmo, en el último asalto volvió a chocar la cabeza, provocando un nuevo descuento por parte de Zaragoza. Cháves terminó así con una herida en el puente de la nariz, que fue revisada por Walter Quintero, el médico de los campeones.
Así las cosas, dos tarjetas le dieron 97-91, la tercera lo vio ganador 96-92 y la tarjeta de ESPN KNOCK OUT lo tuvo arriba a Cháves por 98-92.
“La experiencia le gano a la juventud”, resumió Cháves cuando lo entrevistó Rodney Acosta y fue esa, justamente, la clara síntesis de lo que ocurrió en el ring.
Momento de replanteo para el equipo de Arregui, hombre de Chino Maidana Promotions, que organizó la velada en el club El Porvenir de Quilmes.
Momento de nuevos horizontes para Cháves, que demostró que puede darle algo más que trabajo a cualquiera, luego de haber tenido también un tiempo muerto por problemas de contrato que perjudicaron su carrera.
Párrafo aparte para Nicolás “Maldito” Jara (10-5, 4 KO) quien se anotó un gran triunfo por nocaut en el cuarto sobre Jonatan “Picante” Parada (8-3, 1 KO). Muy buena labor y un estilo agresivo y comercial.
En suma, una noche en la que se impuso el mejor y que deja la puerta abierta para ambos. En el caso de Arregui, el clásico “barajar y dar de nuevo” y, para La Joya, revivir aquella frase de Roberto Durán: “Viejo es el viento y sigue soplando”.