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La película del Príncipe Hamed

La histórica del mítico boxeador británico Naseem Hamed tendrá una película. Sam Taylor

“El Príncipe” Hamed, como se lo conoció, será ahora “Gigante”, ya que su vida será llevada a la pantalla, encarnado por Amir-El Masry, un actor nacido en el Cairo pero considerado inglés.

A su vez Pierce Brosnan -uno de los grandes intérpretes de 007- se prepara para estar en la piel de Brendan Ingle, todo un personaje pero de la vida real, ya que fue el hombre que descubrió a Naseem Hamed.

La película, producida por AGS Studios, tiene entre otros productores asociados, nada más ni nada menos que a Sylvester Stallone, quien junto a Braden Aftergoods son los titulares de Balboa Productions.

Aunque se comenzó a rodar en Malta, finalmente se eligió la locación de lugares auténticos de Sheffield, en donde Naseem Hamed, de origen yemenita, nació hace 50 años.

“Naz”, como también lo llamaban, llegó a tener una ganancia global de 40 millones de dólares, convirtiéndose no solamente en el mejor peso pluma de la historia de Inglaterra, sino también en todo un símbolo por su extravagante boxeo. De 37 peleas, ganó 36 y perdió solamente una, definiendo 1 de ellas por la vía categórica.

Ingle contó que viajaba en un típico ómnibus inglés de dos pisos, cuando vio a un chiquillo peleando en la calle contra varios otros. “Parecía un resorte, porque nadie le podía pegar, así que no dudé y bajé del bus para verlo de cerca”, narró.

Otra versión indica que, en realidad, fue el padre de Hamed quien lo llevó al gimnasio de Ingle.

Lo cierto es que Ingle comenzó a entrenarlo y juntos formaron un binomio que parecía indestructible, hasta que llegaron a estar muy enfrentados. Los métodos de Ingle llegaron a incluir desde alguna clase de baile hasta una visita a una cárcel, para probar si alguien era capaz de conectarle una mano a su pupilo.

Entre 1992, año de su debut rentado, y el 2000 Hamed logró ser campeón mundial pluma.

Logró su primera corona mundial (WBO) en 1995, cuando tenía 21 años. Y continuo reinando hasta hasta el 2000 para la WBO. Logró el título IBF en 1997. Y entre 1999 y 2000 fue campeón para el Consejo Mundial de Boxeo. Su debut en el famoso MGM Grand de Las Vegas marcó el final, ya que el 7 de abril de 2001 fue vencido por puntos por el mexicano Marco Antonio Barrera, quien lo llevó a la escuela.

Este cronista asistió a esa pelea y se notaba desde lejos lo que podía pasar, aún cuando el amplio favorito era Hamed. Pero mientras Barrera se concentró en la montaña, El Príncipe -ya sin Ingle en su esquina- prefirió las bondades de una enorme mansión en Los Ángeles.

Durante un entrenamiento público, estaba más preocupado por la música que por otra cosa y, en ese momento, sentimos que algo no funcionaba. Y así fue.

¿Exceso de confianza? Puede ser, lo cierto que, derrotado, en la conferencia de prensa admitió: “Si los grandes perdieron, ¿por qué no puedo perder yo? No hay excusas, pero voy a volver”. Luego se supo que tenía una lesión en la mano, pero jamás le negó el crédito a Barrera, de quien luego se hizo amigo.Por entonces había elegido a Emmanuel Steward en su esquina.

Aunque volvió a pelear, todo se terminó para él tras una victoria ante el español Manuel Calvo en Londres, el 18 de mayo de 2002, cuando bajó abucheado del ring en la London Arena.

Le había ganado a tres argentinos: Sergio Liendo en 1995, Remigio Molina (1996) y Juan Gerardo Cabrera (1997). Ninguno llegó a la tercera vuelta.

Estuvo en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, para la convención del año 1999 de la Organización Mundial de Boxeo y sorprendió a todos con su gran humildad y simpatía.

Sin embargo, lo esperaba una circunstancia casi trágica cuando, en un accidente automovilístico, una persona casi pierde la vida y fue sentenciado a 15 meses de prisión en el 2006. No llegó a ir a la cárcel, pero fue despojado de su condición de Miembro de la Orden del Imperio Británico, con la que había sido distinguido en 1998.

Años más tarde,muy excedido de peso, apareció en algunas fotos comprando dulces. Aparentemente, una de las causas se semejante transformación (cuando peleaba rondaba los 58 kilogramos) fue una honda depresión a partir de la muerte de su madre.

Lo cierto es que este hombre, que está en el Hall de la Fama de Canastatota desde 2015, fue una celebridad. Su extraño boxeo, incluyendo excéntricas entradas al ring -lo hizo hasta en ¡una alfombra voladora!- más su poderío que le permitía, aun muy mal parado y fuera de balance, noquear con un solo golpe, lo pusieron muy alto en la consideración de todos.

Amir El-Masry tuvo alguna vez un encuentro en El Cairo con el gran Omar Shariff y este le aconsejó meterse a actor. Hoy está en gimnasios intentando copiar el extraño estilo de Hamed, en una película escrita y dirigida por Rowan Athale, un británico de origen hindú.

En esa historia tiene mucho que ver Ingle, puesto que el entrenador -a su vez todo un personaje-, tuvo que imponer a su boxeador en una época de sentimientos anti islámicos en Inglaterra.

Ingle, fallecido en 2018 a los 77, había nacido en Dublin pero se radicó en Sheffield en 1958, a los 18 años. Fue boxeador y tuvo una marca de 33 peleas con 19 victorias (6 KO), 14 derrotas (8 antes del límite) y ningún empate. Hamed tenía apenas siete años cuando empezaron a entrenar juntos y terminaron separados en 1998.

“No quería correr por las mañanas y así no servía para su boxeo ni para el de nadie”, contó Ingle. Brosnam, totalmente alejado de su look 007, le da vida a este hombre que además, entrenó a otros campeones como Johnny Nelson, Clinton Woods, Junior Witter y Kell Brook.

Hamed fue auspiciado por firmas de primerísimo nivel, llegó al Madison de Nueva York.. Fue para una pelea llena de caídas ante un Kevin Kelley a quien terminó venciendo en el cuarto asalto. Hamed cayó en el primer round, en el segundo y el cuarto. Kelley, a su vez, cayó en el segundo y dos veces en el cuarto asalto, cuando se terminó el combate, perdiendo por KOT, 19 de diciembre de 1997. Fue la novena defensa de Hamed de su cinturón WBO.

También, entre otros, le ganó a Wilfredo Vázquez un año más tarde.

Hoy, cuando “Gigante” está en pleno rodaje, Naseem Hamed vuelve a nuestros recuerdos, ayudados por Youtube. Aquel “verdugo” de argentinos, con un estilo de malabarista-bailarín-payaso, terminó seduciendo a fuerza de nocauts a propios y extraños.

Una historia y un personaje dignos de una película.

A esperarla…