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Julio César Chávez, el boxeador más querido entre los mexicanos

DALLAS -- Rubén "Púas" Olivares pudo ser el mejor boxeador mexicano de la historia y el más querido.

Pero su retiro prematuro, su falta de concentración y de exposición en una época en que el boxeo tenía muchos menos medios de comunicación que en la actualidad dejaron corto a "El Púas" en ambos aspectos.

Julio César Chávez, en cambio, puede jactarse de ser considerado para la mayoría como el mejor más querido en la historia del pugilismo mexicano.

"Chávez fue el boxeador más influyente en la historia de México", escribió la revista Sports Illustrated de manera reciente. "Chávez cambió la manera de ver el boxeo en su país. Pasó de ser un boxeador seguido por los fans de su deporte a un ídolo de las mayorías, que trascendió más allá del propio boxeo".

Hasta la fecha recordado y reconocido como "El Gran Campeón Mundial Mexicano", Chávez se retiró en el 2005 con una marca de 107-6-2 y 86 nocauts.

En algún momento de su carrera llegó a acumular una marca invicta de 89 victorias y un empate, así como 27 defensas exitosas de título mundial consecutivas.

Pero su liderazgo y grandeza adentro del ring resultaron en un fenómeno social y sentimental, que mezclaba el amor, orgullo, dignidad, fiereza y espectáculo que los mexicanos siempre añoraron en el boxeo y cualquier otro deporte.

La gente esperaba verlo ganar, casi en automático, sin importar distracciones o no fuera del ring. Entrenamiento, concentración o no, y los famosos campamento de altura en el Centro Ceremonial Otomí.

Chávez se coronó seis veces campeón mundial en tres categorías diferentes categorías entre los pesos súper gallo y súper pluma.

Su capacidad y contundencia de golpeo al cuerpo eran directamente proporcionales a la sencillez y humildad que proyectaba al público en general afuera del cuadrilátero.
Llegó a reunir cantidad récord de audicencia como los 137 aficionados que pagaron boleto para verlo en el estadio Azteca derrotar a Greg Haugen en 1993.

"Julio César era como un Dios del boxeo en su tiempo", recordó Heriberto Núñez, un aficionado del boxeo mexicano, residente de Dallas. "Las ciudades, el país entero se paralizaba cada vez que peleaba. Cuando regresaba a México después de ganar en Las Vegas eran casi festejo populares y día festivos mexicanos".

Chávez era querido igual por famosos que por desconocidos; por políticos y religiosos que por personas de dudosa reputación.

Sin duda popularizó las fechas festivas mexicanas, como Día de la Independencia o 5 de Mayo en Las Vegas entre sus compatriotas mexicanos casi como una tradición milenaria.

Sus combates en la arena del Cesar Palace fueron legendarias, al grado que aún la gente se toma fotografías en los pasillos del hotel y casino, donde hay cualquier cantidad de recuerdos de él entre batas, shorts, guantes y fotografías, como si se tratara de su propio Salón de la Fama.

Para la gente que estaba imposibilitada de verlo por televisión, escuchaba sus peleas por radio.

Al día siguiente de un pleito de Chávez, los incidentes, anécdotas y capacidad boxística eran tema obligado en todos los rincones de la sociedad mexicana.

Chávez protagonizó peleas legendarias contra rivales boricuas como Edwin "Chapo" Rosario y Héctor "Macho" Cámacho.

Y la mayoría de los aficionados mexicanos ya se conforman con que el próximo gran combate México contra Puerto, que estelarizarán Miguel Cotto y Saúl "Canelo" Álvarez tenga esa misma esencia y se acerquen aunque sea de lejos a sus memorables recuerdos.

Chávez, sin duda, hasta la fecha podría competir con boxeadores mexicanos activos como "Canelo" Álvarez en popularidad, entre los mexicanos o en cualquier otra parte del mundo.

Es probable que el cariño por Chávez del público en su país sólo tendría competencia con el legendario "Púas" Olivarez, quien siempre ha representado buena parte del folclor mexicano en su máxima expresión.

Mención especial para otros grandes, querido y muy respetados púgiles mexicanos como Salvador Sánchez (QEPD), Ricardo López, Erik "Terrible" Morales, Marco Antonio Barrera, Carlos Zárate, Humberto "Chiquita" González, Kid Azteca, Jesús "Chucho" Castillo, Juan Manuel Márquez, José "Pipino" Cuevas y varios más que se ganaron el respeto y cariño de mexicano y el mundo con sus puños y carisma.