Saúl Canelo Alvarez hizo historia en Las Vegas. Ganó merecidamente sobre Miguel Angel Cotto, se agenció el cinturón mediano del CMB, afirmó que empieza su era en el boxeo y retó a GGG. “Lo peleo ahora mismo” dijo.
Parece demasiado para una sola noche, pero indudablemente fue su noche y se ganó el derecho a celebrar la victoria con un discurso épico para felicidad de la platea que revivió la legendaria rivalidad entre México y Puerto Rico.
La batalla no figurará entre las más recordadas de la historia, pero en gran medida colmó las expectativas. El combate, pese a las diferencias en las tarjetas, resultó bastante equilibrado y su desarrollo respetó lo que todos imaginábamos en lo previo. Canelo puso los golpes de poder y Cotto le opuso un boxeo de movimientos laterales.
El mexicano, fiel a su pasado, fue apático en los primeros asaltos, falto de balance e impreciso en su golpeo. Lo vi perder los cuatro primeros episodios, donde se vio la mejor versión de Cotto. El puertorriqueño camino hábilmente el cuadrilátero, puso las mejores combinaciones y evitó los golpes aislados del rival.
Allí, no obstante, se vio que Cotto se preparó para la lucha larga, aunque demasiado liviano era imposible imaginar que sus golpes podrían lastimar la humanidad de Canelo, más grande, más fuerte y más pesado.
La incógnita era saber si con ese peso Canelo aguantaría el trajín en caso de no lograr un KO. En ese aspecto el mexicano sorprendió con su estado físico. Fue a partir del quinto asalto que Canelo comenzó a controlar la pelea. Sus ganchos largos o las rectas le llegaron a la cara de Cotto y especialmente los golpes al cuerpo empezaron a bajar las revoluciones del boricua.
Para la segunda mitad de la pelea, Miguel Angel Cotto comenzó a sentir la fatiga y se tomó descansos más largos en los cuales se recostaba a las cuerdas o peligrosamente se mantenía en alguna esquina, aceptando el intercambio. En esos momentos Canelo lograba conectar buenas combinaciones, por más que se mantuvo fiel a su falta de secuencia. Fue demasiado precavido o respetó en demasía el contragolpe de Cotto.
Canelo, nunca arriesgó a presionar en la corta distancia y al final, fue una estrategia acertada. Miguel Cotto, agresivo por naturaleza, fue quien trató de entrar a colocar combinaciones adentro, pero siempre demoraba en salir y le llegaron muchos impactos duros en la respuesta.
Entre el sexto y el octavo asalto, la batalla estuvo pareja. Fueron asaltos muy difíciles de marcar, auqneu por el resultado final los jueces se los dieron a Canelo.
El tramo final de la batalla, si fue todo de Canelo. En primer lugar mostró una gran preparación y como aspecto importante, demostró que el exceso de tonelaje no afecto su cárdio como se temía podría ocurrir. Por el contrario Cotto, ya mostraba en su rostro las marcas del golpeo, jalaba aire en forma permanente y perdió definitivamente su capacidad de mantener el plan inicial de pelea. A partir del noveno round, su meta pareció ser llegar en pie al final de la batalla.
Canelo Alvarez terminó ganando con autoridad la pelea que debía ganar. Al mismo tiempo empezó a despejar muchas incógnitas sobre sus potencialidades. Resistió buenos golpes, por lapsos mostró mejoras en su movimiento de cintura, aplicó con efectividad sus golpes de poder y respondió con mucha disciplina al plan de pelea, otras de las dudas previas.
Es campeón mediano CMB y parece que asumirá la obligación de enfrentar a Gennady Golovkin. No es el momento ahora de imaginar esa pelea, no obstante es una buena noticia que Canelo esté dispuesto a enfrentarlo. De todas maneras, no creo que la misma suceda de manera inmediata. GGG deberá enfrentar a otro rival en enero o febrero y seguramente, el mexicano cumplirá una pelea previa con un rival elegido, antes de vérselas en otro PPV contra el kazajo.
La noche esperada, finalmente dejó a todos satisfechos. Quien ganó, lo hizo merecidamente y quien perdió (Cotto) ofreció una gran pelea. La derrota no desmerece su desempeño. Antes de la misma, tuvimos una memorable batalla entre Miura y Vargas, batalla candidata a pelea del año. Fue el postre adelantado, de una cartelera acorde con un PPV. Y eso también es una gran noticia.