MÉXICO -- En los últimos días, el promotor estadounidense Bob Arum y el entrenador de la misma nacionalidad, Freddie Roach, han comenzado a hablar de lo que pudiera suceder en un futuro para Manny Pacquiao, el primero habla de enfrentarlo a Gennady Golovkin y el segundo a Floyd Mayweather. Lo cierto es que aún no es hora de comenzar a olvidarse del 'Pacman'.
Con Jessie Vargas enfrente para este 5 de noviembre en el Thomas & Mack Center de Las Vegas como siguiente obstáculo, a Pacquiao aún le quedan duelos grandes en cartera y es bien cierto que hace tiempo se ha seguido la pista a una revancha ante Mayweather, pero también hay nombres ahí como Miguel Cotto, Canelo Álvarez, que podrían hacer interesante su andar en el boxeo, sin dejar de lado a Terence Crawford, Danny García, Keith Thurman y hasta Adrien Broner.
Después de la exhibición que ofreció en abril pasado contra Tim Bradley, para mí la más convincente de sus tres actuaciones, es difícil pensar en un Pacquiao venido a menos. Si bien es cierto que luego de aquel nocaut que le aplicó Juan Manuel Márquez no ha sido el mismo y que su poder parece haberse esfumado, aún le queda el boxeo y la velocidad para pensar en que puede competir con el mejor y al más alto nivel.
El hecho de que los apostadores le pongan aún favorito por 6.5 a 1 sobre Jessie habla de lo que se espera para este 5 de noviembre en una pelea que se espera sea demasiado ganable para él pese al buen momento por el que está pasando Jessie Vargas, quien ha pedido respeto por ser el campeón del mundo.
Habrá que señalar también que Pacquiao no se ha dedicado de tiempo completo al boxeo en las últimas semanas, pero que ello no ha impedido que su labor en el Senado de Filipinas le haya evitado entrenar en más de una o dos ocasiones en el campamento, donde el mexicoestadounidense José Ramírez le estuvo exigiendo.
Con todo y sus 37 años, y 66 combates profesionales, no se ve que Pacquiao haya disminuido en capacidades y hasta valdría la pena señalar que hoy es mejor boxeador que antes, claro con todo y la decepción que generó el hecho de su derrota ante Floyd Mayweather de hace año y medio.
Así que está ya muy cerca el momento de ver a Pacquiao en escena y comprobar si es que están equivocados los expertos y es hora de que se dedique de lleno a la política, o se mantiene haciendo campaña presidencial con los guantes puestos y cautivando aún a los fanáticos del boxeo.