La cartelera del 25 de febrero en Frisco, Texas, encabezada por la pelea de Miguel Angel Cotto y el estadounidense James Kirkland fue cancelada debido -- al parecer - a una fractura en la nariz de este último. La cancelación, sin duda, es más positiva que negativa para Cotto y totalmente contraproducente para el cubano Guillermo Rigondeaux, que habría de estelarizar en la principal batalla de respaldo frente al mexicano Moisés Flores. Un refrán dice que "lo que sucede conviene", pero en este caso el cubano no puede asociarse a la frase. Ha sido perjudicado y vamos a explicarlo.
¿POR QUE SE BENEFICIA A MIGUEL ANGEL COTTO?
No es ninguna novedad recordar que a muy pocos les agradó el rival elegido por Roc Nation para el regreso de Miguel Ángel Cotto. Hasta imagino que ni al propio Cotto le habrá resultado James Kirkland el oponente adecuado. La premisa de mi presunción, simplemente, se basa en el sentido común: en términos comerciales, Kirkland es un "cartucho quemado". Ya dio lo que podía dar, ha sido noqueado más de una vez de manera asustadora, no ha mostrado ser un profesional enfocado y necesariamente carece del gancho adecuado entre los fanáticos para que le perdonen todo y paguen por verlo pelear una y otra vez.
No nos aventuramos a señalar con el dedo al responsable de tan mala elección, pero Roc Nation no escapa de su responsabilidad en los errores cometidos en el manejo promocional de Miguel Ángel Cotto. Un Cotto que lleva demasiado tiempo inactivo, un Cotto que necesita un rival de mucho peso comercial para seducir a los fanáticos que ya se acostumbraron a no verlo en el ring y un Cotto al que, erróneamente, le han permitido promocionar este como su último año en el boxeo. ¿A quién le interesa pagar por ver a un ex campeón al que - supuestamente - solo le interesan un par de peleas antes de colgar los guantes de una buena vez?
Presumo que la cancelación del combate ha resultado en un alivio para Cotto, al que nuevamente se le abre la posibilidad de reestructurar este tramo final de su carrera con dos buenas opciones, acordes con su carrera y con las expectativas de los fanáticos.
La primera en esa posible "Guerra de la Nostalgia" contra Juan Manuel Márquez, el que no termina ni de irse ni de quedarse. Al parecer, "Dinamita" estaba esperando una pelea que le fuera satisfactoria en lo económico y que no representara un riesgo mayor a su salud. Miguel Ángel Cotto es, sin duda, el rival que reúne las condiciones adecuadas y el propio Márquez fue el encargado de confirmarlo cuando nuestro Salvador Rodríguez lo consultó al respecto. Hasta aventuró que esa batalla se pueda dar en el mes de septiembre, como el apropiado para cumplir una buena preparación.
Al posible duelo contra Márquez, que, en forma independiente a lo que esté en juego, genera bastante atractivo entre la fanaticada además de la clásica rivalidad Puerto Rico vs. México, se suma la revancha pendiente de Cotto contra Saúl "Canelo" Álvarez. Sobre esto último tengo muchas dudas de que pueda ocurrir, especialmente por las diferencias de peso que ahora se verían alimentadas tras la pelea de Canelo con Chávez Junior, donde el tapatío llegará con casi 165 libras a la balanza. De todas formas con Canelo nunca está dicha la última palabra, es el más mediático de los rivales y esa garantía de buenos dividendos comerciales le permite adecuar a sus rivales a todas sus conveniencias.
¿POR QUE SE PERJUDICA A GUILLERMO RIGONDEAUX?
Las consecuencias de la cancelación en Guillermo Rigondeaux, evidentemente, son muy diferentes a las que pudiera sufrir Miguel Ángel Cotto. Si consideramos que el campamento especial del cubano para su pelea contra Moisés Flores se encontraba en su fase final, todo lo que se haya avanzado queda por el camino. Ello, claro, abonado por la incertidumbre sobre la nueva fecha de la batalla. Habrá que empezar de cero y ello es un perjuicio por donde se le mire.
Pedro Luis Díaz, entrenador de Guillermo Rigondeaux, me dijo que no hay por el momento ninguna novedad sobre fechas alternativas para esa pelea. No obstante, si tomamos en cuenta las renovadas posibilidades de que Miguel Ángel Cotto finalmente realice la deseada pelea contra Juan Manuel Márquez, es difícil imaginar a Rigondeaux peleando bajo esa nueva cartelera. Ello como consecuencia de la probable aparición de Top Rank siendo parte de la organización del evento. Ya sabemos lo que piensa la empresa de Bob Arum sobre la presencia del cubano en una cartelera comercializada bajo el sistema de PPV.
La cancelación genera incertidumbre, algo que en el caso de Rigondeaux se renueva como un karma del que no puede escapar el campeón AMB de las 122 libras. Peleó una sola vez en el 2015, peleó una sola vez en el 2016 y la que puede ser su única batalla del 2017, fue cancelada y no tiene - por lo pronto - una nueva fecha. A esa carencia se suma el peligro sobre lo que pueda ocurrir con su rival Moisés Flores. ¿Estará dispuesto a esperar? No olvidemos que la división de las 122 libras pasa por su peor momento, opacada en parte por el brillo de su división superior inmediata, los plumas. A las 126 libras han emigrado los campeones de mayor convocatoria y otros están en camino a hacerlo. Es el caso del filipino Nonito Donaire que ya anunció su intención de regresar a la misma. La posible subida a los plumas de Chucky Flores depende apenas de una buena oportunidad y para que ello suceda nunca hay fecha prestablecida.
Al contrario de Flores, Guillermo Rigondeaux no tiene alternativas. A esta pelea del 25 de febrero, el cubano llegaba repleto de urgencias, obligado a ganar con autoridad y mostrar mejoras en el decorado de su boxeo. Mejoras que le hicieran ganar mayor atractivo comercial con el fin de tentar suerte en las 126 libras y encontrar rivales dispuestos a enfrentarlo.
El estilo de Moisés Flores era el adecuado para mostrar esas mejoras. Un rival más grande, pero que apenas supera a Rigondeaux en extensión de brazos y que es demasiado lento para la velocidad y contragolpe del cubano. La promesa de una gran pelea entre ambos, se mantiene, lo que no se mantiene totalmente es la certeza de que efectivamente ese combate ocurrirá en los próximos meses.
Mientras se mantenga la duda al respecto, el futuro de Guillermo Rigondeaux no lucirá para nada afortunado. Esperemos que se conozca en breve la fecha de esa pelea. Hasta entonces no hay ninguna duda en afirmar que la cancelación de la cartelera del 25 de febrero ha beneficiado a Miguel Ángel Cotto, pero ha perjudicado totalmente al cubano Guillermo Rigondeaux.