LAS VEGAS -- Julio César Chávez Jr. reconoce que esta vez dista de ser el consentido y que ni siquiera el gran apellido boxístico que lleva será arma el sábado por la noche.
El hijo del "Gran Campeón Mundial Mexicano" se dio cuenta rápido, a su llegada a Las Vegas, que tiene una gran cantidad de seguidores; aficionados al pugilismo que cree en él y que incluso consideran que puede derrotar a Saúl "Canelo" Álvarez.
Pero está consciente también de que la mayoría de los aficionados que llenarán la T-Mobile Arena de Las Vegas y de los que simplemente andarán por todos los rincones de la ciudad con la esperanza de vivir el ambiente de la función del Cinco de Mayo prefieren a Álvarez.
"Creo que cada quien tiene su favorito", dijo. "Es normal que como yo no haya estado activo 'El Canelo' esté favorito. Más raro se me hubiera hecho que yo hubiera salido como favorito, así que no tengo nada que decir sobre eso.
"Simplemente, voy a tratar de dar lo mejor de mi", agregó. "Ya me verán el sábado arriba del ring".
Ambos púgiles brincaron al estrellato hace poco menos de una década de diversas maneras y caminos paralelos. Hacía tiempo que México pedía con morbo un enfrentamiento entre los que consideraba los dos mejores púgiles de una nueva generación.
Este martes, en el lobby del hotel sede de la función en Las Vegas, los mexicanos se pronunciaron; respondieron a las expectativas de una pelea que se espera por momentos hasta con morbo.
Una riña que por fin se pactó, luego de ambos llegan por rutas diversas: 'Canelo' con base en triunfos y buena conducción, cada vez más como el imán taquillero del momento en la Ciudad del Juego y Chávez como un boxeador que dejó ir oportunidades por ya muy publicitadas irresponsabilidades o falta de entrenamiento.
"Esta pelea ha creado mucha pasión en mi y mucho entusiasmo", comentó Chávez, de 31 años. "Creo que esta es la gran diferencia (con respecto a otras). "Estoy muy emocionado y motivado por la pelea. Creo que verán a un diferente Julio, que está motivado".
Sus aficionados también creen que Chávez Jr. ya aprendió lecciones a punta de golpes y castigos. Y que este sábado podría dar la gran campanada.
"Se ha preparado como nunca", dijo Luis Aguirre, un aficionado de origen mexicano, que como muchos espero par de horas para verlo pasar por el lobby del hotel. "Tiene todo para ganar. Es más alto y más fuerte. Pero sobre todo, se nota que tiene hambre por demostrar que es el mejor de México".
Al final, México verá con orgullo a sus dos boxeadores en lo que este martes a punta de música de mariachi dio una probada del ambiente que se puede vivir el fin de semana de boxeo.
"Estoy contento de que se haya podido hacer realidad esta pelea", dijo Chávez después de su presentación oficial en Las Vegas para su combate del sábado contra Álvarez. "Ya sólo estamos a unos días y a seguir trabajando par conseguir una victoria, un buen resultado".
Chávez aseguró que está casi en el peso pactado de 164.5 libras y que no anticipa problemas en la báscula.
Dijo que ya sólo tiene que trabajar algunos detalles, llevar entrenamientos ligeros para mantener el ritmo y la condición física. Pero sobre todo prepararse mentalmente en su estrategia y el enfoque requerido.
"Tengo que pelear todos los segundos del round", dijo. "Las principales claves serán la estrategia y el entrenamiento con el que llegamos aquí".
Sus principales aliados están en su familia más cercana que le acompañará durante los días finales de su recorrido hasta el cuadrilátero contra "Canelo" y después de que bajé, sin importar el resultado.
"Yo me dedico a correr, a entrenar estos días todavía y disfrutar de todo esto con toda mi familia".