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Comisionado asegura que muerte de Geisy Lorenzo obligará revisar reglas

El Comisionado Nacional del Boxeo Dominicano, Franklin Núñez, confirmó a ESPN Digital que en medio de la investigación que le siguen a la muerte del púgil profesional Geisy Lorenzo, van a ser revisados los reglamentos de este deporte. Lorenzo, había sido víctima de un accidente automovilístico donde sufrió un severo trauma craneal. En plena convalecencia, realizó una pelea el 26 de julio y volvió a subir al ring el pasado 29 del mismo mes. En esta última batalla - realizada en La Romana - resultó noqueado en el cuarto asalto, terminó desmayado sobre la lona y falleció cinco días después.

Núñez dijo que actualmente está en proceso una investigación, aunque aún no han arribado a conclusiones definitivas. "La segunda pelea fue en un lugar donde nosotros (la Comisión de RD) no estábamos presentes, ya que la representación allí corresponde a la Sub Comisión de La Romana". No obstante esa investigación aludida, el comisionado Núñez puntualizó que las dos peleas se cumplieron respetando los estatutos de la Comisión. O sea, hubo examen médico y autorización a que Lorenzo subiera al ring a pelear.

En ese punto, surgió la primera pregunta sobre la confusión a partir de los artículos invocados: 88 y 175 del reglamento. "El artículo 88 aplica cuando un púgil es noqueado o vapuleado y tiene que permanecer como mínimo un mes en descanso", dijo Núñez y aclaró que en el caso de Geisy se aplicó el 175, que establece un tiempo menor cuando se trata de peleas a 4 asaltos. "El plazo es de siete días de descanso entre una pelea y la otra, sin embargo, establece ese mismo artículo que el médico y la comisión tienen la potestad de ampliar o reducir ese tiempo de descanso".

En este caso, el encargado médico de la Sub Comisión de La Romana - Víctor Martínez - , lo redujo a tres días. "El Dr. Martínez examinó a Geisy, lo autorizó a pelear y firmó el documento correspondiente, era su potestad decidir si podía o no podía pelear".

Sin embargo, por detrás de esas autorizaciones, había un hecho más grave: el accidente carretero anterior que sufrió Geisy y que entre sus secuelas le produjo coágulos de sangre que, según la autopsia, fueron la principal razón para su muerte. Es decir, los golpes recibidos en esa zona de la cabeza causaron el desenlace fatal. A Franklin Núñez le pregunté sobre ese punto clave en el proceso de episodios que llevaron a la muerte de Lorenzo y los posibles responsables de que algo tan grave pudiera ocurrir.

"Aparentemente, Geicy no le informó a nadie de que había sufrido un accidente en la ruta, ni a la comisión, ni a los médicos, ni tampoco a quienes trabajaron con él en su esquina. Todo se supo después", dijo el comisionado." En la ruta, le prestó auxilio - según Núñez - un entrenador que lo conoce, pero no pertenece a su esquina ni trabajó en ninguna de las dos peleas".

Según Núñez, durante la investigación le realizaron esa consulta a su familia, si existía algún parte médico y la madre dijo que no. Cuando tuvo el accidente Geisy fue llevado directamente al hospital y no le dieron parte a la policía nacional".

Al comisionado le recordé sus declaraciones a radio El Zol FM de Santo Domingo, donde reveló que el propio púgil le había pedido personalmente que lo autorizara a pelear en La Romana, alegando que necesitaba ese dinero para comprarle útiles escolares a su pequeña hija.

"Es correcto, él me había dicho antes que quería pelear y yo le dije a modo de consejo que no peleara. Pero, la cartelera no fue en la capital, sino que se hizo bajo la jurisdicción de la sub comisión de La Romana", respondió. "Él (Gesy) le pidió al matchmaker del evento y fue a él a quien, en realidad, le hizo ese comentario de los útiles escolares".

LIMITADAS CONDICIONES PARA EL CUIDADO MEDICO

Franklin Núñez, por otra parte, hizo descargos a partir de las limitadas condiciones en las cuales hoy funciona el pugilismo profesional en República Dominicana.

"Hay que establecer también que aquí no se hace examen de scanner de la cabeza (tomografía), por ello los médicos de la comisión no cuentan con ese examen en la lista de requisitos previos que debe cumplir un boxeador para ser autorizado a pelear", dijo. "Infelizmente nosotros somos una institución que no tenemos ningún tipo de presupuesto, sin embargo estamos seguros que a partir de ahora el ministerio de deportes va a auxiliarnos. Tenemos que cambiar muchas cosas" reconoció.

Precisamente, en las cosas que se entiende deberán cambiar, como primer paso, se encuentran los propios estatutos de acuerdo con el comisionado nacional. No obstante ello, le pregunté sobre las responsabilidades que le caben a los médicos cuando autorizan peleas con tan poco descanso. "En este caso no se violaron los reglamentos", reiteró Núñez. Ante esa respuesta le recordé el necesario sentido común al que debería recurrir el médico antes de autorizar a un púgil con un record negativo y tantos combates donde ha sido duramente golpeado en su palmarés.

"Es cierto - respondió Franklin Núñez - pero yo no puedo prohibir lo que no está prohibido", se excusó. "Yo acepto y entiendo que los reglamentos del boxeo dominicano tienen que ser revisados, porque realmente debería existir más tiempo entre una pelea y la otra, pero los reglamentos le dan la facultad al médico para aumentar o disminuir el tiempo".

Por otra parte, reconoció que hay que aumentar la tarea de concientización de los pugilistas para que tomen conciencia del cuidado de su salud. "Nosotros a menudo hablamos con ellos, pero en general son atletas de escasos recursos, que necesitan el dinero, pero es cierto que por encima de todo está el cuidado de la vida".

Sobre este caso, Núñez dijo que envió un informe a la AMB y con la OMB ha tenido también contactos a partir de las denuncias realizadas sobre la cantidad y frecuencia con la cual se realizan peleas en República Dominicana. Asimismo y ante nuestra consulta, entendió que este tema no ha llegado a la órbita penal debido a que no se violó ningún reglamento.

De todas maneras, afirmó a intención de mejorar a partir de esta tragedia. "Nosotros queremos llevar esto hasta donde se tenga que llevar y estamos abocados hacer una revisión de los reglamentos", dijo. "Revisar esos reglamentos es uno de los primeros pasos que habremos de dar".

"Es lamentable, pero aquí nunca se hacen exámenes de la cabeza. Eso tiene que llegar porque pueden existir otros púgiles que padezcan problemas y uno no lo sepa. Se puede repetir esta muerte y debemos trabajar para evitarlo" aseguró por último.

MI OPINION

A partir de esta nueva entrevista, en el seguimiento a las consecuencias derivadas de la muerte de Geisy Lorenzo, si algo queda claro es que los reglamentos que rigen al boxeo dominicano deben ser modificados de manera urgente y radical. No obstante esa necesidad, este infausto acontecimiento desnuda una total falta de consciencia preventiva y a todos los niveles. Algo que deberá también ser evaluado. Pero no solo se descubre la existencia de reglas que en la práctica son anti deportivas - como las que ampara el artículo 175 -, esta tragedia también desnuda la ausencia del estado como garantía, como protector y vigilante de un deporte donde la vida humana está en juego en cada evento organizado.

La comisión de boxeo de República Dominicana y en especial la Sub Comisión de la Romana, a través de su médico encargado, salvan su responsabilidad apelando al artículo 175. La ley escrita los ampara y les cabe exigir que les sea respetado ese derecho a la hora de proclamar su inocencia. Pero el problema va más allá del paraguas que permite ese artículo. Hay también equivocaciones en lo humano, interpretaciones confusas de lo escrito y por sobre todas las cosas hay falta de previsión a la hora de cuidar una vida. Máxime si en ese trabajo hay médicos involucrados. A partir de ello, en mi punto de vista entiendo necesario enumerar los tres puntos claves que nacen de la investigación periodística.

1 - Hay una clara contradicción en el reglamento, ya que fueron invocados dos artículos para cuestionar o defender las culpabilidades: el 88 y el 175. No obstante, por una cuestión de lógica, los reglamentos nunca son de estricto cumplimiento punto por punto. Los reglamentos son figuras legales que respetan la interpretación con la cual se llenan las partes que no son cubiertas por la letra escrita. En este caso el punto de discordia son esos siete días mínimo que debía respetar el boxeador entre una pelea y la otra, pero el medico basado en las potestades que le otorga el mismo reglamento interpretó que podía reducirlo a tres días. Por la ley lo pudo hacer, pero por sentido común no debió hacerlo. En ese caso hubo una equivocación del profesional. Es como una ruleta rusa, nunca pasó nada, hasta que un día sí pasa.

2 -Hay un claro error en la prevención y les corresponde a todos los médicos asumir ese error. Si como lo dice el comisionado Núñez "en República Dominicana no se realizan exámenes de la cabeza" cada profesional médico debería ajustar su comportamiento medico a esa lamentable realidad. Si el boxeo es un deporte de contacto, un deporte de mucho golpes a la cabeza, un deporte donde hay pugilistas que pelean hasta dos veces por semana, el sentido común de un profesional debería alertarlo sobre la alta posibilidad de que efectivamente haya secuelas peligrosas en todos los boxeadores en esa zona tan sensible, independiente a que hayan sufrido o no un accidente carretero como le ocurrió a Geisy. Autorizar a un púgil a pelear con tres días de diferencia es simplemente no tomar en cuenta ese factor de riesgo.

3 - La justificación de la esquina del púgil fallecido, de que este no les informó sobre su accidente, se respeta pero suena inverosímil. Por un lado, no está el principal perjudicado para dar su versión de los hechos, pero está el entrenador que lo auxilió en la ruta, está su familia, que como lo explica el comisionado Núñez sabía del accidente, sus conocidos, sus amigos. ¿Nadie pudo alertar a nadie, nadie pudo siquiera comentar en voz alta algo tan grave? ¿A ninguna persona de su entorno le preocupó que Lorenzo fuera a pelear luego de un accidente grave? Resulta difícil creer que nadie sabía nada y obviamente ese punto debería ser investigado para - eventualmente- descartar la existencia de una negligencia mayor, a la que incluso le puede caber responsabilidad penal.

El caso Geisy Lorenzo ha provocado un verdadero huracán al interior de uno de los deportes que más representan a República Dominicana. Su muerte es un verdadero grito de auxilio. El gobierno debe actuar de forma urgente suministrándole aquello que sea elemental para otorgar el cuidado preventivo que merece todo atleta que arriesga su vida. Los médicos que ejercen la medicina deportiva deben revisar sus métodos y ser más rigurosos con los postulados de su profesión. Los códigos que rigen al boxeo dominicano deben ser adecuados a la realidad y sin necesidad de que sean solo los boxeadores responsables por su vida, hay que cultivar la consciencia preventiva a nivel general. Todos los que viven alrededor del boxeo (entrenadores, promotores, familiares, amigos) deben tomar consciencia de que cada púgil arriesga su vida en cada pelea. Su deber será ayudar a cuidar esa vida. Que nunca más alguien mire para otro lado y no denuncie a un púgil cuando sabe que no tiene condiciones de afrontar un combate. Aunque quiera pelear para comprarle los útiles escolares a una hija. Siempre recuerden que esa hija ya no tiene padre y no hay ni habrá ningún reglamento que consiga traerlo de regreso.